La Regenta - 42

Total number of words is 4766
Total number of unique words is 1736
34.1 of words are in the 2000 most common words
48.6 of words are in the 5000 most common words
54.5 of words are in the 8000 most common words
Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
de piedra, como las habitaciones palúdicas sustentadas por troncos, y
las de algunos pueblos salvajes. En la panera dormía Ramona, aldeana, y
cerca de su lecho de madera pintada de azul y rojo, que rechinaba a cada
movimiento del jergón, yacía la cosecha de maíz de su casería, en montón
deleznable que subía al techo.
Allí fue la batalla. Y don Álvaro, como si lo estuviera pasando todavía,
describía la obscuridad de la noche, las dificultades del escalo, los
ladridos del perro, el crujir de la ventana del corredor al saltar el
pestillo; y después las quejas de la cama frágil, el gruñir del jergón
de gárrulas hojas de mazorca, y la protesta muda, pero enérgica, brutal
de la moza, que se defendía a puñadas, a patadas, con los dientes,
despertando en él, decía don Álvaro, una lascivia montaraz, desconocida,
fuerte, invencible.
«Hubo momentos en que peleé, como César en Munda, por la vida. Era
Ramona, señores, morena; su carne de cañón, dura, tersa, y aquellos
brazos que yo deseaba enlazados a mi cuerpo, en arrebato amoroso, me
probaban su fuerza dando tortura a los míos, oprimidos, inertes. Mi
deseo era más poderoso, porque tenía un incentivo más picante que la
pimienta: conocía yo que Ramona gozaba, gozaba como una loca en la
refriega. Segura de no ser vencida por la fuerza, enamorada a su modo
del _señorito_, sobre todo por su audacia, acostumbrada a tales devaneos
mudos, gimnásticos, callaba, forcejeaba, mordía con deleite, magullaba
con voluptuosidad bárbara, y encontraba placer de salvaje en el martirio
de mis sentidos, que tocaban su presa, y se sentían dominados por ella.
La cama se hundió; rodamos por el suelo; y rodando llegamos al monte de
maíz. Entonces salió la luna; entraron sus rayos por la ventana que yo
dejara abierta, y vi a mi robusta aldeana, en pie, hundida una pierna
entre los granos de oro y la rodilla de la otra clavada sobre mi pecho.
Me intimaba la muerte o la huida, amenazándome con una medida para
áridos, cajón enorme de madera con chapas de hierro. Huí, huí por la
ventana; del corredor de la panera salté al callejón como pude, y tuve
que emprender, ya sin fuerzas, nueva lucha con el perro. (Pausa.) Pero
volví a la noche siguiente. El perro ladró menos. La ventana no estaba
cerrada, el pestillo estaba descompuesto; Ramona no dormía, me esperaba;
en cuanto me sintió, descargó tremendo bofetón sobre mi rostro. No
importaba. Volvimos a la lucha; los mismos incidentes; rodamos, nos
anegamos en maíz; yo tragué muchos granos. Y tampoco vencí aquella
noche. Salí de allí por un armisticio, con promesas de futura victoria.
Y a la noche tercera luché todavía; me había engañado; el premio me
costó batalla nueva, y sólo pude recogerlo entre molestias sin cuento,
por culpa del maíz deleznable, curioso, importuno, entremetido. Ramona,
ya rendida, se quejaba también. Nos hundíamos, olvidados de todo; y si
no estuviera mandado que lo cómico no acabe en trágico, en buena
retórica, en aquel montón inquieto hubieran encontrado sepultura Álvaro
y Ramona sofocados por uno de nuestros más humildes cereales».
Aplausos y carcajadas ahogaron la voz del narrador. Y entonces don
Álvaro, gozoso, entusiasmado, quiso deslumbrar a su auditorio con el
contraste de aventuras románticas, en que él aparecía como un caballero
de la Tabla Redonda.
Y a todo esto don Pompeyo Guimarán olvidaba su exordio, interesado a su
pesar en las aventuras eróticas del _frívolo_ Presidente del Casino.
Paco Vegallana había hecho beber al ateo, sin que este lo sintiera, más
de lo que la justicia manda. No estaba borracho, pero se sentía mal y a
su pesar encontraba cierto deleite en oír aquellas escenas escandalosas
que en otra ocasión le hubieran indignado.
Mesía al fin, cansado, y algo arrepentido de haber hablado tanto, puso
término a sus confesiones, y volviéndose a don Pompeyo le invitó a usar
de la palabra.
--Don Pompeyo--dijo, y se puso en pie tambaleándose, lo cual probaba
que, si no el vino, sus recuerdos le habían embriagado--don Pompeyo;
puesto que ésta es la hora de las grandes revelaciones, es preciso que
usted nos diga cuál es el fondo de su alma....
--Señores--interrumpió el ateo--el fondo de mi alma lo traigo en la
superficie para que el mundo se entere.
--¡Bravo! ¡bravo!--gritó el concurso.
Y se vertieron y rompieron algunas copas.
--Propongo--gritó Juanito Reseco, encaramado en una silla--que en vista
de ese rasgo de genio... se le permita llamarnos de tú y estar a la
recíproca.
--¡Admitido! ¡Aprobado!--Pues bien--prosiguió Juanito--; oh tú,
Pompeyo, pomposo Pompeyo; voy a darte un disgusto. Tú piensas que en
Vetusta no hay más ateos que tú...
--¡Caballerito!--Pues yo soy otro; _anch'io... so pittore_. Sólo que tú
eres un ateo progresista, un ateo fanático, un teólogo patas arriba....
Tú pasas la vida mirando al cielo... pero lo miras cabeza abajo y por
debajo de tus piernas. Y aunque hay contradicción aparente en eso de
patas arriba y patas abajo... todo se concilia, o se resuelve la
antinomia como dicen los filósofos cursis, considerando que el ser
bípedo no es para todos....
--Caballerito... no comprendo esa jerga filosófica. Antes que usted
naciera, estaba yo cansado de ser ateo, y si lo que usted se propone es
insultar mis canas, y mi consecuencia....
--Decía que eres un teólogo patas arriba; pues sabe que en el mundo
civilizado ya nadie habla de Dios ni para bien ni para mal. La cuestión
de si hay Dios o no lo hay, no se resuelve... se disuelve. Tú no puedes
entender esto, pero oye lo que te importa; tú, fanático de la negación,
morirás en el seno de la Iglesia, del que nunca debiste haber salido.
_Amen dico vobis_.
Y cayó Juanito debajo de la mesa.
A todos había indignado su discurso, menos a Mesía que extendiendo su
mano hacia él, exclamó:
--¡Perdonadle... porque ha bebido mucho!
--Ese Juanito--decía el coronel a don Frutos el americano--me parece un
gran pedante.
--Es un hambriento con más orgullo que don Rodrigo en la horca.
Se habló de religión otra vez. Don Frutos expuso sus creencias con una
palabra aquí, otra allí, haciendo islas y continentes de vino tinto
sobre el mantel y suplicando con los ojos que le terminasen las
cláusulas.
Insistía don Frutos en que él sentía que su alma era inmortal: había
otro mundo, además de las Américas, otro mundo mejor al cual iban las
almas de los que no habían robado en las carreteras. Además Dios era
misericordioso, hacía la vista gorda. Y por supuesto, quería don Frutos
ir a ese mundo mejor con el recuerdo de la mala vida pasada, porque si
no, ¡vaya una gracia!
--¿Para qué querrá don Frutos acordarse de lo bruto que ha sido sobre la
haz de la tierra?--preguntaba Foja al oído de Orgaz hijo.
--¡Señores--gritó Joaquín--si en la otra vida no hay _cante_ o es cante
adulterado, renuncio al más allá!
Y dio un salto sobre la mesa agarrándose a una columna y comenzó un
baile flamenco con perfección clásica. No faltaron jaleadores, y sonaban
las palmas mientras cantaba el mediquillo con voz ronca y melancolía de
chulo:
a coooosa
que maravilla mamá
ver al Frascueeeelo
la pantorriiiilla mamá...
Don Pompeyo sentía escalofríos. ¡Qué degradación! Meditaba y veía dos
Orgaz hijo sobre la mesa.
--Me han embriagado con sus herejías... quiero decir... con sus
blasfemias...--dijo al Marquesito, que callaba, pensando que todo
aquello era muy soso sin mujeres.
Joaquín gritó:--Allá va una a la salud de don Pompeyo.
Y comenzó una copla impía y brutal alusiva a una sagrada imagen.
--¡Alto ahí, señor mío!--exclamó indignado el buen Guimarán al oír el
penúltimo verso--. Mi salud no necesita de semejantes indecencias: y lo
que ustedes hacen con tamañas blasfemias indecorosas es la causa, el
caldo gordo del clero; porque tenga usted entendido, joven inexperto y
procaz, que por el mundo han pasado muchas religiones positivas, y hoy
se ha creído esto y mañana lo otro; pero de lo que nunca han prescindido
los pueblos cultos, ni ahora, ni en la antigüedad, es de la buena
crianza, y del respeto que nos debemos todos.
--¡Bien, muy bien!--dijeron todos, incluso Joaquín.
--Y yo estoy cansado de que se me tome a mí por un iconoclasta; sí,
iconoclasta soy, pero iconoclasta del vicio, apóstol de la virtud y
heresiarca de las tinieblas que envuelven la inteligencia y el corazón
de la humanidad.
--¡Bravo!¡bravo!--Y si por alguien se ha creído que yo puedo
fraternizar con el escándalo, aunarme con la desfachatez y adherirme a
la orgía, protesto indignado, que a muy otra cosa he venido aquí. Y creo
llegado el momento de que se hable con alguna formalidad.
--Perfectamente--interrumpió Foja--el señor Guimarán ha hablado como un
libro, y eso que no los lee, pero no importa, ha hablado como el libro
de su conciencia, según él dice. Aquí, señores, nos hemos reunido para
celebrar la vuelta del señor Guimarán al hogar doméstico, llamémoslo
así, del Casino. Pero ¡ah! señores diputados, ¿por qué ha vuelto al
Casino el señor Guimarán? _Tatiste question_, como dice Trabuco, a quien
siento no ver entre nosotros. (Aplausos, risas.) Pues ha vuelto porque
nos hemos emancipado de la repugnante tutela del fanatismo, y ha vuelto
a fundar una sociedad cuya sesión inaugural estáis celebrando, acaso sin
saberlo. Esta sociedad que, desde luego, no se llamará de la templanza,
se propone perseguir a los fariseos, arrancar las caretas de los
hipócritas y arrancar del cuerpo social de Vetusta las sanguijuelas
místicas que chupan su sangre. (Estrepitosos aplausos. Paco se abstiene
y piensa lo mismo que antes: que faltan chicas.) Señores... guerra al
clero usurpador, invasor, inquisidor; guerra a esa parte del clero que
comercia con las cosas santas, que se vale de subterráneos para entrar
con sus tentáculos de pólipo en las arcas de la _Cruz Roja_...
--¡Ahí, ahí le duele!...
--A ese clero que condena a la tisis del hambre a dignos comerciantes, a
padres de familia; a ese clero que dispersa los hogares y hunde en
alcantarillas inmundas, mal llamadas celdas, a las vírgenes del Señor, y
que entiende que las entrega a Jesús entregándolas a la muerte.
(Frenéticos aplausos.) Juremos todos ser trompetas del escándalo, para
que tanto sea, y a tales oídos llegue, que la ruina del enemigo común
sea un hecho. Porque, señores, nadie como yo respeta al clero
parroquial, ese clero honrado, pobre, humilde... pero el alto clero...
muera... y sobre todo... muera el señor Provisor... el....
--¡Muera! ¡muera!--contestaron algunos: Joaquín, el coronel, que
estaba sereno, pero quería que muriese el Magistral, y otros dos o tres
comensales borrachos.
Cuando se levantaron de la mesa amanecía. Se había hablado mucho más; se
había contado la historia del Provisor tal como la narraba la leyenda
escandalosa. Convinieron, hasta los más prudentes, en que era preciso
fundar seriamente aquella sociedad propuesta por Foja. Se acordó
juntarse a cenar una vez al mes y hacer gran propaganda contra el
Magistral. Al salir, repartidos en grupos, se decían en voz baja:
--«Todo esto lo ha preparado Mesía; don Fermín es su rival y él quiere
arruinarle, aniquilarle.
--»¿Pero ¿quién llevará el gato al agua?
--»¿Qué gato?--»¿O la gata?--»El Magistral.--»Álvaro.--»O los dos...
--»O ninguno.--»En fin--advirtió Foja--yo ni quito ni pongo rey....
--»Pero ayudo a mi señor»--concluyó el coro.
Mesía, Paco Vegallana y Joaquín Orgaz acompañaron a don Pompeyo a su
casa. Era una mañana de Junio alegre, tibia, sonrosada. El sol anunciaba
sus rayos en los colores vivos de las nubes de Oriente. Los pasos de los
trasnochadores retumbaban en las calles de la Encimada como si
anduvieran sobre una caja sonora. Aunque no hacía frío, todos habían
levantado el cuello de la levita o lo que fuese. Don Pompeyo iba
taciturno. Abrió la puerta de su casa con su llavín; entró sin hacer
ruido; y a poco cerraba los ojos, metido en su lecho, por no ver la
claridad acusadora que entraba por las rendijas de los balcones
cerrados. Aquello de acostarse de día era una revolución que mareaba a
Guimarán; dudaba ya si las leyes del mundo seguían siendo las mismas. Al
cerrar los ojos sintió que su lecho, siempre inmóvil, también se
sublevaba bajando y subiendo. Poco después se creía en el Océano,
encerrado en un camarote, víctima del mareo y corriendo borrasca.
Se levantó a las doce y no quiso hablar con su mujer y sus hijas de la
cena, de la dichosa cena. Sin embargo, aunque se prometió no verse en
otra; pocas horas después, en el Casino, donde le recibieron con
muestras de simpatía y de júbilo, ofrecía solemnemente volver a las
andadas, acudir a los _gaudeamus_ mensuales en que se daría cuenta de
los trabajos de la _sociedad innominada_ que había fundado
_inter-pocula_.
Doña Paula supo por el Chato, a quien se lo contó un mozo del restaurant
del Casino, cuanto se había hablado en la cena inaugural, y lo que
pretendían aquellos señores. Cuando el Magistral oyó a su madre que se
había gritado: «Muera el Provisor» encogió los hombros, se levantó y
salió de casa.
--Este chico anda tonto... yo no sé lo que tiene; parece que no está en
este mundo.... ¡Oh, maldita Regenta! ¡Esa mala pécora me lo tiene
embrujado!
Al mes siguiente se celebró la segunda sesión de la _Innominada_; se
bebió, se emborracharon los que solían y se dio cuenta de los trabajos
de propaganda. Foja participó que se había entendido en secreto con el
Arcediano, don Custodio y otros _enemigos capitulares_ (así dijo) del
Provisor. Se sabían muchos escándalos nuevos; el elemento eclesiástico y
el secular, de común acuerdo para librar a Vetusta del enemigo general,
tramaban la ruina del monstruo; pronto se llegaría a poner en manos del
Obispo las pruebas de aquellas prevaricaciones de todas clases de que
se acusaba a don Fermín de Pas. Lo peor de todo, lo que haría saltar al
Obispo, era lo que se refería al abuso indecoroso del confesonario. Se
contaban horrores; en fin, ello diría.
Don Álvaro propuso que las cenas mensuales se suspendiesen hasta el
Otoño y suplicó que se guardase el más profundo secreto. Además, él,
sintiéndolo, tenía que privarse en adelante de asistir a tales
reuniones; su espíritu allí quedaba, pero él, don Álvaro, por razones
poderosas, que suplicaba a los presentes respetaran, se abstendría de
acudir a tan agradables banquetes.
Quince días después, a mediados de Julio, entraba una tarde el
Presidente del Casino en el caserón de los Ozores. Iba a despedirse. Don
Víctor le recibió en el despacho. Estaba el amo de la casa en mangas de
camisa, como solía en cuanto llegaba el verano, aunque no tuviera mucho
calor. Para él venían a ser ideas inseparables el estío y aquel traje
ligero. Quintanar al ver a don Álvaro suspiró, le tendió ambas manos,
después de dejar un libro negro sobre la mesa y exclamó:
--¡Oh mi queridísimo Mesía! ¡Ingrato! cuánto tiempo sin parecer por
aquí...
--Vengo a despedirme. Me voy a dar una vuelta por las provincias,
después a los baños de Sobrón y a mediados de Agosto estaré de vuelta en
Palomares, por no perder la costumbre.
--De modo que hasta Septiembre...--Hasta fines de Septiembre no nos
veremos....
Don Álvaro hablaba alto, como si quisiera que le oyesen en toda la casa.
Don Víctor lamentó aquella ausencia. Suspiró. «Era un nuevo
contratiempo, nuevo asunto de tristeza».
Notó don Álvaro que su amigo estaba menos decidor que antes, que se
movía y gesticulaba menos.
--¿Ha estado usted malo?--¡Quiá! ¿quién? ¿yo? ¡ni pensarlo! Pues qué,
¿tengo mala cara? Dígame usted con franqueza... ¿tengo mala cara?...
Pálido... ¿tal vez? ¿pálido?...
--No, no, nada de eso. Pero... se me figura que está usted menos alegre,
preocupado... qué sé yo....
Don Víctor suspiró otra vez. Tras una pausa preguntó, con tono
quejumbroso:
--¿Ha leído usted eso?--¿Qué es eso?--Kempis, la _Imitación de
Jesucristo_...
--¿Cómo? ¡usted! ¿también usted?...
--Es un libro que quita el humor. Le hace a uno pensar en unas cosas...
que no se le habían ocurrido nunca.... No importa. La vida, de todas
maneras, es bien triste. Vea usted. Todo es pasajero. Usted se nos va....
Los marqueses se van.... Visita se va.... Ripamilán ya se marchó...
Vetusta antes de quince días se quedará sola; de la Colonia... ni un
alma queda.... De la Encimada se ausenta lo mejor... quedan los pobres...
los jornaleros... y nosotros. Nosotros no salimos este año. ¡Y qué
triste es un verano entero en Vetusta! El césped del paseo grande se
pone como un ruedo de esparto... no se ve un alma por allí, en las
calles no hay más que perros y policías.... Mire usted, prefiero el
invierno con todas sus borrascas y su agua eterna... qué sé yo... a mí
el frío me anima.... En fin, felices ustedes los que se van....
Y don Víctor suspiró otra vez.
--Voy a llamar a mi mujer. ¿Querrá usted decirla adiós, verdad? Es
natural.
--No... si está ocupada... no la moleste usted....
--No faltaba más. Ocupada... ella siempre está ocupada... y
desocupada... qué sé yo. Cosas de ella.
Salió. Don Álvaro tomó en las manos el Kempis; era un ejemplar nuevo,
pero tenía manoseadas las cien primeras páginas, y llenas de registros.
Nunca había leído él aquello. Lo miraba como una caja explosiva. Lo dejó
sobre la mesa con miedo y con ciertas precauciones.
Ana entró en el despacho. Vestía hábito del Carmen. Seguía pálida, pero
había vuelto a engordar un poco. A Mesía le latió el corazón y se le
apretó la garganta, con lo que se asustó no poco.
Aquella mujer despertaba en él, ahora, una ira sorda mezclada de un
deseo intenso, doloroso. La miraba como el descubridor de una isla o un
continente, a quien la tempestad arrastrara lejos de la orilla, tal vez
para siempre, antes de poner el pie en tierra. «¿Qué sabía él si jamás
aquella mujer sería suya?». Su orgullo no renunciaba a ella. Pero otras
voces le decían: «Renuncia para siempre a la Regenta». Ya se vería. Pero
era doloroso aplazar otra vez, y sabía Dios hasta cuándo, toda
esperanza, todo proyecto de conquista.
Quería observar en el rostro de Ana la huella de una emoción, al decirle
que se marchaba sin saber cuándo volvería. Pero Ana oyó la noticia como
distraída; ni un solo músculo de su rostro se movió.
--Nosotros--dijo--nos quedamos este verano en Vetusta. Yo no puedo
bañarme y el médico me ha dicho que el aire del mar más podría hacerme
daño que provecho por ahora.
--Vetusta se pone muy triste por el verano....
--No... no me parece.... Don Víctor los dejó solos.
Don Álvaro clavó los ojos en el rostro de Ana con audacia y ella levantó
los suyos, grandes, suaves, tranquilos y miró sin miedo al seductor, a
la tentación de años y años. Sintió él que perdía el aplomo, creyó que
iba a decir o hacer alguna atrocidad; y sin poder contenerse, se puso en
pie delante de ella.
--¿Se marcha usted ya? «Si yo me arrojo a sus pies ahora, ¿qué pasa
aquí?» se preguntó don Álvaro. Y sin saber lo que hacía, tendió la mano
enguantada y dijo temblando:
--Anita... si usted quiere... algo para las provincias....
--Que usted se divierta mucho, Álvaro...--contestó ella sin asomo de
ironía. Pero a él se le figuró que se burlaba de su torpeza ridícula, de
su miedo estúpido... y sintió vehementes deseos de ahogarla. La mano de
la Regenta tocó la de Mesía sin temblar, fría, seca.
Salió el buen mozo tropezando con el pavo real disecado y después con la
puerta. En el pasillo se despidió de su amigo Quintanar.
La Regenta sacó del seno un crucifijo y sobre el marfil caliente y
amarillo puso los labios, mientras los ojos rebosando lágrimas, buscaban
el cielo azul entre las nubes pardas.


--XXI--

Ana leyó en su lecho, a escondidas de don Víctor, los cuarenta capítulos
de la _Vida de Santa Teresa escrita por ella misma_.
Fue en aquella convalecencia larga, llena de sobresaltos, de pasmos y
crisis nerviosas. Don Víctor, a quien los remordimientos, durante la
recaída de su mujer, habían hecho jurar que hasta verla salva, sana,
jamás se apartaría de ella, faltó al juramento en cuanto la creyó fuera
de peligro. Un día se aventuró a dar una vuelta por el Casino; después
iba a ver los periódicos: más adelante jugaba una partida de ajedrez, y
«ya se sabe lo pesado que es este juego». Al fin, sin dar pretexto
alguno, estaba fuera toda la tarde. La casa se le caía encima. «Empezaba
el calor--porque don Víctor, en cuestión de temperatura, se regía por el
calendario--y ya se sabía que él no podía trabajar en su despacho en
cuanto el sudor le molestaba; necesitaba el aire libre; mucho paseo,
mucha naturaleza».
La Marquesa, Visitación, Obdulia, doña Petronila y otras amigas que
habían hecho compañía a la Regenta mientras duró el mal tiempo, ahora la
visitaban cada dos o tres días y las visitas eran breves. Hacía un sol
hermoso, días azules, sin una nube en el cielo; había que aprovechar el
buen tiempo; era la época del año en que Vetusta se anima un poco: había
teatro, paseos concurridos, con música, forasteros... una exposición de
minerales.--Hasta Petra pidió una tarde permiso a la señora para ir a
ver un arco de carbón que habían construido....
Ana pasaba horas y más horas en la soledad de su caserón: a su lecho
llegaban los ruidos lejanos de la calle apagados, como aprensión de los
sentidos. Allá abajo, en la cocina, quedaba Servanda, y a veces Petra.
Anselmo silbaba en el patio, acariciando un gato de Angola, su único
amigo.
La Regenta sentía más la soledad con tal compañía; aquellos criados
indiferentes, mudos, respetuosos, sin cariño, le hacían echar de menos
la humanidad que compadece. Petra le era antipática. La temía sin saber
por qué. Para tranquilizarse un tanto, cuando las congojas nerviosas la
invadían, preguntaba a la doncella:
--¿Anda don Tomás por la huerta?
Si Frígilis estaba en el Parque, sentía un amparo cerca de sí. Se
calmaba. Crespo subía una vez cada tarde a verla; pero no se sentaba
casi nunca. Estaba cinco minutos en el gabinete, paseando del balcón a
la puerta, y se despedía con un gruñido cariñoso.
Ana, a quien tanto molestaba aquel abandono en los momentos de debilidad
en que los nervios exaltados la mortificaban con tristeza y desconsuelo,
cuando estaba serena, sobre todo después de dormir algunas horas o de
tomar alimento con gusto, llegaba a sentir un placer sutil, casi
voluptuoso en aquella soledad. El balcón del gabinete daba al Parque:
incorporándose en el lecho, veía detrás de los cristales las copas de
algunos árboles que brillaban con la hoja nueva, rumorosa, tersa y
fresca. Gorjeos de pájaros y rayos de un sol vivo, fuerte y alegre la
hablaban de la vida de fuera, de la naturaleza que resucitaba, con
esperanza de salud y alegría para todos.
«Ella también iba a renacer, iba a resucitar, ¡pero a qué mundo tan
diferente! ¡Cuán otra vida iba a ser de la que había sido! se preparaba
a sí misma una vida de sacrificios, pero sin intermitencias de malos
pensamientos y de rebelión sorda y rencorosa, una vida de buenas obras,
de amor a todas las criaturas, y por consiguiente a su marido, amor en
Dios y por Dios». Pero entretanto, mientras no podía moverse de aquella
prisión de sus dolores, el alma volaba siguiendo desde lejos al espíritu
sutil, sencillo, a pesar de tanta sutileza, de la santa enamorada de
Cristo.
Ana vivía ahora de una pasión; tenía un ídolo y era feliz entre
sobresaltos nerviosos, punzadas de la carne enferma, miserias del barro
humano de que, por su desgracia, estaba hecha. A veces leyendo se
mareaba; no veía las letras, tenía que cerrar los ojos, inclinar la
cabeza sobre las almohadas y _dejarse desvanecer_. Pero recobraba el
sentido, y a riesgo de nuevo pasmo volvía a la lectura, a devorar
aquellas páginas por las cuales en otro tiempo su espíritu distraído,
creyéndose, vanamente, religioso, había pasado sin ver lo que allí
estaba, con hastío, pensando que las visiones de una mística del siglo
dieciséis no podían edificar su alma aprensiva, delicada, triste.
La debilidad había aguzado y exaltado sus facultades; Ana penetraba con
la razón y con el sentimiento en los más recónditos pliegues del alma
mística que hablaba en aquel papel áspero, de un blanco sucio, de letra
borrosa y apelmazada. Pasmábase de que el mundo entero no estuviese
convertido, de que toda la humanidad no cantara sin cesar las alabanzas
de la santa de Ávila. «Oh, bien decía aquel bendito, dulce, triste y
tierno fray Luis de León: la mano de Santa Teresa, al escribir, era
guiada por el Espíritu Santo, y por eso enciende el corazón de quien la
saborea».
«Sí, bien encendido tenía el suyo Ana; no más, no más ídolos en la
tierra. Amar a Dios, a Dios por conducto de la santa, de la adorada
heroína de tantas hazañas del espíritu, de tantas victorias sobre la
carne».
Pensando en ella sentía a veces punzante deseo de haber vivido en tiempo
de Santa Teresa; o si no: ¡qué placer celestial si ella viviese ahora!
Ana la hubiera buscado en el último rincón del mundo; antes la hubiera
escrito derritiéndose de amor y admiración en la carta que le dirigiese.
No estaba la Regenta acostumbrada a convertir sus arrebatos religiosos
en oraciones mentales, según los prudentes consejos del Magistral; su
educación pagana, dislocada, confusa, daba extrañas formas a la piedad
sincera, asomaba con todos sus resabios de incoherencia y ligereza
después de tantos años.
Deseaba encontrar semejanzas, aunque fuesen remotas, entre la vida de
Santa Teresa y la suya, aplicar a las circunstancias en que ella se veía
los pensamientos que la mística dedicaba a las vicisitudes de su
historia.
El espíritu de imitación se apoderaba de la lectora, sin darse ella
cuenta de tamaño atrevimiento.
La Santa había encontrado refuerzo de piedad en el _Tercer Abecedario_
por Fr. Francisco de Osuna, y Ana mandó a Petra a las librerías a buscar
aquel libro. No pareció el _Tercer Abecedario_, el Magistral no lo tenía
tampoco. Pero mejor era su suerte en lo tocante al confesor. Veinte
años lo había buscado Teresa de Jesús como convenía que fuera, y no
parecía. Ana recordaba entonces a su Magistral y lloraba enternecida.
«¡Qué grande hombre era y cuánto le debía! ¿Quién sino él había sembrado
aquella piedad en su alma?».
En cuanto pudo levantarse, uno de sus primeros cuidados fue escribir a
don Fermín una carta con que había soñado ella muchas noches, que era
uno de sus caprichos de convaleciente. La escribió sin que lo supiera
Quintanar, que le tenía prohibidos _toda clase de quebraderos de
cabeza_.
De Pas visitaba a menudo a la Regenta, y estaba encantado de los
progresos que la piedad más pura hacía en aquel espíritu. Pero ella
quería escribirle; de palabra no se atrevía a decir ciertas cosas
íntimas, profundas; además no podía decirlas; y sobre todo, la retórica,
que era indispensable emplear, porque a ideas grandes, grandes palabras,
le parecía amanerada, falsa en la conversación, de silla a silla.
La carta, de tres pliegos, la llevó Petra a casa del Provisor; la
recibió Teresina sonriente, más pálida y más delgada que meses atrás,
pero más contenta. El Magistral se encerró en su despacho para leer.
Cuando su madre le llamó a comer, don Fermín se presentó con los ojos
relucientes y las mejillas como brasas. Doña Paula miraba a su hijo y a
Teresina alternativamente, encogía los hombros cuando no la veían ni la
doncella, que iba y venía con platos y fuentes, ni su hijo que miraba al
mantel distraído, comiendo por máquina y muy poco. Teresina era ya toda
del señorito; nada decía al ama de las cartas que a don Fermín
entregaba. Las traía Petra que llamaba a la puerta con seña particular,
bajaba Teresa, en silencio se besaban como las señoritas, en ambas
mejillas, cuchicheaban, reían sin ruido y se daban algún pellizco. Petra
reconocía cierta superioridad en la otra, la adulaba, alababa la mata de
pelo negro, los ojos de Dolorosa, el cutis y demás prendas envidiables
de su amiga. Teresina prometía futuras ventajas a Petra, y se despedían
con más besos.
You have read 1 text from Spanish literature.
Next - La Regenta - 43
  • Parts
  • La Regenta - 01
    Total number of words is 4738
    Total number of unique words is 1824
    31.3 of words are in the 2000 most common words
    44.8 of words are in the 5000 most common words
    52.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 02
    Total number of words is 4832
    Total number of unique words is 1726
    32.5 of words are in the 2000 most common words
    46.4 of words are in the 5000 most common words
    54.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 03
    Total number of words is 4836
    Total number of unique words is 1790
    33.1 of words are in the 2000 most common words
    45.4 of words are in the 5000 most common words
    52.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 04
    Total number of words is 4747
    Total number of unique words is 1705
    32.8 of words are in the 2000 most common words
    45.0 of words are in the 5000 most common words
    51.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 05
    Total number of words is 4711
    Total number of unique words is 1595
    34.1 of words are in the 2000 most common words
    46.8 of words are in the 5000 most common words
    52.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 06
    Total number of words is 4885
    Total number of unique words is 1559
    35.3 of words are in the 2000 most common words
    48.3 of words are in the 5000 most common words
    55.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 07
    Total number of words is 4856
    Total number of unique words is 1699
    34.3 of words are in the 2000 most common words
    48.1 of words are in the 5000 most common words
    55.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 08
    Total number of words is 4848
    Total number of unique words is 1623
    35.2 of words are in the 2000 most common words
    48.8 of words are in the 5000 most common words
    55.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 09
    Total number of words is 4767
    Total number of unique words is 1594
    35.7 of words are in the 2000 most common words
    49.1 of words are in the 5000 most common words
    56.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 10
    Total number of words is 4785
    Total number of unique words is 1579
    37.6 of words are in the 2000 most common words
    49.4 of words are in the 5000 most common words
    54.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 11
    Total number of words is 4761
    Total number of unique words is 1665
    34.9 of words are in the 2000 most common words
    48.8 of words are in the 5000 most common words
    56.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 12
    Total number of words is 4718
    Total number of unique words is 1615
    33.8 of words are in the 2000 most common words
    46.9 of words are in the 5000 most common words
    53.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 13
    Total number of words is 4756
    Total number of unique words is 1592
    35.6 of words are in the 2000 most common words
    48.9 of words are in the 5000 most common words
    54.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 14
    Total number of words is 4668
    Total number of unique words is 1617
    35.4 of words are in the 2000 most common words
    48.4 of words are in the 5000 most common words
    55.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 15
    Total number of words is 4800
    Total number of unique words is 1689
    35.3 of words are in the 2000 most common words
    48.2 of words are in the 5000 most common words
    54.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 16
    Total number of words is 4807
    Total number of unique words is 1656
    35.4 of words are in the 2000 most common words
    49.1 of words are in the 5000 most common words
    55.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 17
    Total number of words is 4800
    Total number of unique words is 1694
    35.3 of words are in the 2000 most common words
    48.7 of words are in the 5000 most common words
    54.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 18
    Total number of words is 4773
    Total number of unique words is 1616
    36.2 of words are in the 2000 most common words
    49.0 of words are in the 5000 most common words
    54.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 19
    Total number of words is 4830
    Total number of unique words is 1699
    34.1 of words are in the 2000 most common words
    47.8 of words are in the 5000 most common words
    54.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 20
    Total number of words is 4768
    Total number of unique words is 1651
    36.6 of words are in the 2000 most common words
    50.1 of words are in the 5000 most common words
    57.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 21
    Total number of words is 4899
    Total number of unique words is 1556
    37.9 of words are in the 2000 most common words
    50.9 of words are in the 5000 most common words
    57.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 22
    Total number of words is 4809
    Total number of unique words is 1634
    36.2 of words are in the 2000 most common words
    48.3 of words are in the 5000 most common words
    54.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 23
    Total number of words is 4668
    Total number of unique words is 1636
    33.8 of words are in the 2000 most common words
    46.4 of words are in the 5000 most common words
    52.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 24
    Total number of words is 4737
    Total number of unique words is 1696
    34.5 of words are in the 2000 most common words
    47.5 of words are in the 5000 most common words
    54.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 25
    Total number of words is 4764
    Total number of unique words is 1556
    34.8 of words are in the 2000 most common words
    48.0 of words are in the 5000 most common words
    53.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 26
    Total number of words is 4765
    Total number of unique words is 1635
    33.8 of words are in the 2000 most common words
    47.9 of words are in the 5000 most common words
    54.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 27
    Total number of words is 4768
    Total number of unique words is 1600
    36.3 of words are in the 2000 most common words
    50.3 of words are in the 5000 most common words
    57.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 28
    Total number of words is 4780
    Total number of unique words is 1579
    34.6 of words are in the 2000 most common words
    46.8 of words are in the 5000 most common words
    52.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 29
    Total number of words is 5030
    Total number of unique words is 1525
    37.5 of words are in the 2000 most common words
    51.4 of words are in the 5000 most common words
    57.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 30
    Total number of words is 4989
    Total number of unique words is 1592
    35.7 of words are in the 2000 most common words
    49.7 of words are in the 5000 most common words
    56.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 31
    Total number of words is 4803
    Total number of unique words is 1659
    35.9 of words are in the 2000 most common words
    49.8 of words are in the 5000 most common words
    56.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 32
    Total number of words is 4840
    Total number of unique words is 1692
    35.8 of words are in the 2000 most common words
    48.8 of words are in the 5000 most common words
    56.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 33
    Total number of words is 4827
    Total number of unique words is 1680
    35.1 of words are in the 2000 most common words
    47.2 of words are in the 5000 most common words
    53.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 34
    Total number of words is 4749
    Total number of unique words is 1535
    38.0 of words are in the 2000 most common words
    50.6 of words are in the 5000 most common words
    56.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 35
    Total number of words is 4854
    Total number of unique words is 1544
    38.2 of words are in the 2000 most common words
    52.6 of words are in the 5000 most common words
    60.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 36
    Total number of words is 4774
    Total number of unique words is 1766
    32.3 of words are in the 2000 most common words
    47.3 of words are in the 5000 most common words
    54.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 37
    Total number of words is 4901
    Total number of unique words is 1636
    37.5 of words are in the 2000 most common words
    50.4 of words are in the 5000 most common words
    57.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 38
    Total number of words is 4850
    Total number of unique words is 1671
    34.4 of words are in the 2000 most common words
    49.0 of words are in the 5000 most common words
    55.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 39
    Total number of words is 4848
    Total number of unique words is 1654
    35.2 of words are in the 2000 most common words
    48.4 of words are in the 5000 most common words
    57.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 40
    Total number of words is 4784
    Total number of unique words is 1598
    35.6 of words are in the 2000 most common words
    47.5 of words are in the 5000 most common words
    55.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 41
    Total number of words is 4736
    Total number of unique words is 1700
    35.4 of words are in the 2000 most common words
    49.4 of words are in the 5000 most common words
    56.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 42
    Total number of words is 4766
    Total number of unique words is 1736
    34.1 of words are in the 2000 most common words
    48.6 of words are in the 5000 most common words
    54.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 43
    Total number of words is 4902
    Total number of unique words is 1701
    34.2 of words are in the 2000 most common words
    48.2 of words are in the 5000 most common words
    54.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 44
    Total number of words is 4860
    Total number of unique words is 1605
    36.1 of words are in the 2000 most common words
    49.4 of words are in the 5000 most common words
    56.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 45
    Total number of words is 4742
    Total number of unique words is 1671
    35.8 of words are in the 2000 most common words
    48.0 of words are in the 5000 most common words
    55.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 46
    Total number of words is 4750
    Total number of unique words is 1594
    34.5 of words are in the 2000 most common words
    47.7 of words are in the 5000 most common words
    54.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 47
    Total number of words is 4645
    Total number of unique words is 1583
    33.3 of words are in the 2000 most common words
    47.0 of words are in the 5000 most common words
    53.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 48
    Total number of words is 4862
    Total number of unique words is 1606
    34.2 of words are in the 2000 most common words
    48.0 of words are in the 5000 most common words
    55.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 49
    Total number of words is 4850
    Total number of unique words is 1531
    37.5 of words are in the 2000 most common words
    50.2 of words are in the 5000 most common words
    55.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 50
    Total number of words is 4863
    Total number of unique words is 1533
    38.5 of words are in the 2000 most common words
    52.2 of words are in the 5000 most common words
    58.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 51
    Total number of words is 4802
    Total number of unique words is 1599
    34.8 of words are in the 2000 most common words
    47.5 of words are in the 5000 most common words
    53.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 52
    Total number of words is 4829
    Total number of unique words is 1542
    37.6 of words are in the 2000 most common words
    51.6 of words are in the 5000 most common words
    58.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 53
    Total number of words is 4690
    Total number of unique words is 1591
    35.3 of words are in the 2000 most common words
    48.9 of words are in the 5000 most common words
    55.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 54
    Total number of words is 4816
    Total number of unique words is 1619
    36.5 of words are in the 2000 most common words
    49.2 of words are in the 5000 most common words
    55.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 55
    Total number of words is 4779
    Total number of unique words is 1668
    35.0 of words are in the 2000 most common words
    49.6 of words are in the 5000 most common words
    56.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 56
    Total number of words is 4739
    Total number of unique words is 1512
    36.1 of words are in the 2000 most common words
    48.5 of words are in the 5000 most common words
    56.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 57
    Total number of words is 4809
    Total number of unique words is 1545
    36.4 of words are in the 2000 most common words
    49.6 of words are in the 5000 most common words
    55.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 58
    Total number of words is 4843
    Total number of unique words is 1635
    35.9 of words are in the 2000 most common words
    50.6 of words are in the 5000 most common words
    56.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 59
    Total number of words is 4934
    Total number of unique words is 1442
    36.0 of words are in the 2000 most common words
    50.9 of words are in the 5000 most common words
    57.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 60
    Total number of words is 4918
    Total number of unique words is 1511
    37.3 of words are in the 2000 most common words
    50.5 of words are in the 5000 most common words
    58.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 61
    Total number of words is 4884
    Total number of unique words is 1567
    37.3 of words are in the 2000 most common words
    50.9 of words are in the 5000 most common words
    58.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 62
    Total number of words is 4908
    Total number of unique words is 1471
    37.7 of words are in the 2000 most common words
    50.7 of words are in the 5000 most common words
    57.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 63
    Total number of words is 4859
    Total number of unique words is 1478
    37.9 of words are in the 2000 most common words
    49.9 of words are in the 5000 most common words
    57.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 64
    Total number of words is 4791
    Total number of unique words is 1498
    37.6 of words are in the 2000 most common words
    52.4 of words are in the 5000 most common words
    58.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 65
    Total number of words is 854
    Total number of unique words is 389
    45.4 of words are in the 2000 most common words
    57.0 of words are in the 5000 most common words
    61.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.