La Regenta - 55

Total number of words is 4779
Total number of unique words is 1668
35.0 of words are in the 2000 most common words
49.6 of words are in the 5000 most common words
56.3 of words are in the 8000 most common words
Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
al piano a recordar la _Casta diva_... con un dedo».
* * * * *
Pasó Ana, sin querer leerlas, algunas hojas. En ellas había escrito la
historia de los días que siguieron al de la procesión, famosa en los
anales de Vetusta. Sí, se había creído prostituida; aquella publicidad
devota le parecía una especie de sacrificio babilónico, algo como
entregarse en el templo de Belo para la vigilia misteriosa. Además
sentía vergüenza; aquello había sido como lo de ser literata, una cosa
ridícula, que acababa por parecérselo a ella misma. No osaba pisar la
calle. En todos los transeúntes adivinaba burlas; cualquier murmuración
iba con ella, en los corrillos se le antojaba que comentaban su locura.
«Había sido ridícula, había hecho una tontería»; esta idea fija la
atormentaba. Si quería huir de ella, se la recordaba sin cesar el dolor
de sus pies, que ardían, como abrasados de vergüenza; aquellos pies que
habían sido del público, desnudos una tarde entera.
Si quería consolarse con la religión y el amparo del Magistral, su mal
era mayor, porque sentía que la fe, la fe vigorosa, puramente ortodoxa,
se derretía dentro de su alma. En cuanto a Santa Teresa había concluido
por no poder leerla; prefería esto al tormento del análisis irreverente
a que ella, Ana, se entregaba sin querer al verse cara a cara con las
ideas y las frases de la santa. ¿Y el Magistral? Aquella compasión
intensa que la había arrojado otra vez a las plantas de aquel hombre ya
no existía. Los triunfos habían desvanecido acaso a don Fermín. De todas
suertes, Ana ya no le tenía lástima; le veía triunfante abusar tal vez
de la victoria, humillar al enemigo...; ahora veía ella claro; por lo
menos no veía tan turbio como antes. Ella había sido tal vez un
instrumento en manos de su _hermano mayor_. Cierto que de Pas no había
vuelto a manifestar con movimientos patéticos que le descubrieran, ni
celos, ni amor, ni cosa parecida; Ana le observaba con miradas de
inquisidor, de las que algo le remordía la conciencia, y sin embargo no
pudo notar síntomas de pasión mundana. ¿Veía ella mal? ¿Disimulaba él
bien? ¿O era que no había nada? Ello fue que la devoción antigua no
volvió, que la fe se desmoronaba, que las antiguas teorías que sin darse
entonces cuenta de ellas había oído a su padre, Ana las sentía dentro de
sí.
Un panteísmo vago, poético, bonachón y romántico, o mejor, un deísmo
campestre, a lo Rousseau, sentimental y optimista a la larga, aunque
tristón y un poco fosco; esto, todo esto mezclado era lo que encontraba
ahora Ana dentro de sí y lo que se empeñaba en que fuera todavía pura
religión cristiana. No quería ella ni apostatar, ni filosofar siquiera;
también esto le parecía ridículo, pero sin querer las ideas, las
protestas, las censuras venían en tropel a su mente y a su corazón. Esto
era nuevo tormento. A pesar de todo seguía confesando a menudo con don
Fermín. Le guardaba ahora una fidelidad consuetudinaria; temía los
remordimientos si faltaba a lo que creía deber a aquel hombre. Temía
sobre todo que si rompía sus relaciones devotas con él, volviese una
reacción de lástima, arrepentimiento y piedad imaginaria que la
arrastrase a otra locura como la del viernes Santo. Tantas ideas y
sentimientos encontrados, la vida retirada, y la conciencia de que en
ella algo padecía y se rebelaba y amenazaba estallar, fueron concausas
que trajeron las crisis nerviosas que estaba curando Benítez lo mejor
que podía.
Con toda el alma había creído Ana que iba a volverse loca. A una
exaltación sentimental sucedía un marasmo del espíritu que causaba
atonía moral; la horrorizaba pensar que en tales días eran indiferentes
para ella virtud y crimen, pena y gloria, bien y mal. «Dios, como decía
ella, se le hacía migajas en el cerebro y entonces sentía un abandono
ambiente y una flaqueza de la voluntad que la atormentaban y producían
pánico; el extremo de la tortura era el desprecio de la lógica, la duda
de las leyes del pensamiento y de la palabra, y por último el
desvanecimiento de la conciencia de su unidad; creía la Regenta que sus
facultades morales se separaban, que dentro de ella ya no había nadie
que fuese ella, Ana, principal y genuinamente... y tras esto el vértigo,
el terror, que traía la reacción con gritos y pasmos periféricos».
Por muchos días lo olvidó todo para no pensar más que en su salud; la
horrorizaba la idea de la locura y el miedo del dolor desconocido,
extraño, del cerebro descompuesto. Llamó a Benítez con toda el alma, y
principio de la cura fue este mismo afán y el obedecer ciegamente las
prescripciones del médico.
Si algo dijo este de alimentos, ejercicio y hasta baños, lo más y lo
principal lo encomendó al cambio de vida, a la distracción, al aire
libre, a la alegría, a las emociones tranquilas. ¡Al campo, al campo!
fue el grito de salvación, y Ana y Quintanar (que buen susto había
llevado también), gritaron sin cesar desde la mañana a la noche: ¡Al
campo, al campo!
Pero, ¿dónde estaba el campo? Ellos no tenían en la provincia de Vetusta
una quinta de recreo. Don Víctor continuaba siendo propietario en
Aragón.
Ana en un arranque de valor, de un valor mucho más heroico de lo que
podía suponer su marido, se atrevió a decir:
--Quintanar, ¿qué te parece esta idea...? irnos a pasar unos meses,
hasta que vuelva el invierno....
--¿A dónde?--A tu tierra, a la Almunia de don Godino.
Don Víctor dio un salto.--¡Hija, por Dios!... ya soy viejo para un
traqueteo tan grande de mis pobres huesos.... ¡La Almunia!... ¡con mil
amores... en otro tiempo, pero ahora! Yo amo la patria, es claro, soy
aragonés de corazón, y digo lo que el poeta, que es muy feliz el que no
ha visto
más río que el de su patria;
pero yo soy a estas horas más vetustense que otra cosa, y otro poeta lo
ha dicho también, el príncipe Esquilache:
Porque es la patria al que dichoso fuere
donde se nace no, donde se quiere.
¡La Almunia de don Godino! Dónde íbamos a parar.... Y además separarnos
de Frígilis... de don Álvaro, de los Marqueses, de Benítez, ¡imposible!
No se pensó más en ello. Ana en el fondo del alma, se alegró de lo muy
vetustense que era aquel aragonés.
Esta alegría se la ocultó a sí propia. Creyó haber cumplido con su deber
en este punto.
Pero ¿a dónde irían a pasar aquellos meses de campo que Benítez exigía
como condición indispensable para la salud de Ana?
Un día se hablaba de esto en casa de Vegallana. Estaban presentes a más
de Quintanar y los Marqueses, Álvaro y Paco.
--El médico--decía el ex-regente--exige que la aldea a donde vayamos
ofrezca una porción de circunstancias difíciles de reunir.
--Veamos--dijo de Marqués.--Ha de estar cerca de Vetusta para que
Benítez pueda hacernos frecuentes visitas y para trasladar a Ana pronto
a la ciudad en caso de apuro; ha de ser bastante cómoda, amena, ofrecer
un paisaje alegre, tener cerca agua corriente, yerba fresca, leche de
vacas... ¡qué sé yo!
Don Álvaro tuvo una inspiración en aquel momento. Se acercó al oído de
Paco y dijo:
--¡El Vivero! Paco adivinó y admiró. «¡Sólo el genio tenía aquellas
revelaciones!».
Sin pensar en que secundaba planes mefistofélicos, dijo en voz baja:
--Papá, no conozco más quinta que reúna las condiciones de Benítez que
una... que está a nuestra disposición....
Y a un tiempo, alegres todos con el hallazgo, dijeron los Marqueses y su
hijo:
--¡El Vivero!--¡Bravo, bravo, eureka!--repetía el Marqués--. Paco
tiene razón, ¡al Vivero! se van ustedes al Vivero.
Y la Marquesa:--¡Hermosa idea! ¡Qué gusto! Y nos veremos a menudo antes
de irnos a baños....
Don Víctor protestó.--¡Cómo el Vivero! ¿Y ustedes?
--Nosotros no vamos este año.--O iremos mucho más tarde.--Y cuando
vayamos cabremos todos.--Allí hemos dormido, cada cual con entera
independencia, más de veinte personas--advirtió Álvaro.
--Es claro; aquello es un convento.--No se hable más, no se hable más.
--¿Cómo que no se hable más? ¿Y mi delicadeza?
A pesar de la delicadeza de don Víctor, quedó decretado que su mujer y
él y los criados que quisieran llevar, irían a pasar aquellos meses que
pedía Benítez en el Vivero, donde serían dueños absolutos.... Nada, nada,
los Marqueses no admitieron objeciones.
--«¿No eran parientes?».
--«Cierto que sí»--tuvo que responder, muy orgulloso, Quintanar.
Ana al saber la noticia, comprendió que aquello era todo lo contrario de
irse a la Almunia de don Godino. Pero no quiso pensar en los peligros
que la estancia en el Vivero podía tener. Aborrecía ahora las
cavilaciones. Sin embargo, sin investigar las causas de ello, sintió
durante todo aquel día una alegría de niña satisfecha en sus gustos más
vivos, y aún más intenso fue su placer al despertar a la mañana
siguiente con este pensamiento: «Voy al Vivero a hacer vida de aldeana,
a correr, respirar, engordar... alegrar la vida... allí el sol, el agua
corriente, el follaje... la salud...» y como un acompañamiento musical
que encantaba toda aquella perspectiva, Ana sentía una indecisa
esperanza que era como un sabor con perfumes... una esperanza... no
quería pensar de qué... Pero ello era que el mundo parecía alegrarse,
que la idea del Vivero la fortificaba como un placer positivo, de los
que se gozan cuando duran las ilusiones. «Aquel Benítez la estaba
rejuveneciendo».
Después de las hojas del libro de memorias que se referían, a su modo, a
la materia que va reseñada brevemente, Ana encontró, y en ella se
detuvo, la página en que rápidamente había reflejado sus impresiones al
entrar en el Vivero en un día de Abril que parecía de Junio, alegre,
ardiente, despejado.
Leyó con deleite aquella página, no recreándose en el estilo, sino en
los recuerdos. Decía:
* * * * *
«El Romero y el Clavel torcieron de repente; el landó se dobló sin
ruido, nos sacudió un poco, dejamos la carretera de Santianes y las
ruedas rebotaron sobre la grava nueva de la carretera estrecha del
Vivero; los sauces, como una lluvia de yerba suspendida en el aire, nos
hacían cosquillas con las puntas de sus ramas, flotando sobre la frente
como cabello movido por el viento. Se abrió la gran puerta de la cerca
vieja, y los caballos arrancaron chispas del piso empedrado de la
_quintana_ vieja, despertando con el ruido resonancias en el silencio
del _palación_ cerrado y vacío. Por mi gusto nos hubiéramos quedado a
vivir en aquella casa inmensa, con dos torres de piedra parda y
soportales con columnas... pero el coche siguió al trote; el Marqués
tiene la vanidad de hacer que la entrada al Vivero _habitable_ sea por
aquí, por delante de la antigua mansión señorial.... Las ruedas vuelven a
callar, como enfundadas, Romero y Clavel machacan sin estrépito con los
cascos briosos la arena tersa, blanca y blanda de la avenida ancha y
flanqueada de pretil de mármol con macetas y rosetones de verdura
exótica.
La _casa nueva_ nos sonríe enfrente y delante de la coquetona marquesina
de la entrada nos detenemos; silencio general... un momento. Habla el
sol... nosotros gozamos; la limpieza, la corrección, la elegancia
parecen allí obra de la naturaleza, y el follaje, el esplendor de su
verdura, los susurros del aire discreto, la hermosura de la perspectiva,
los vuelos graciosos de miles de pájaros, parecen importación del lujo;
riqueza y naturaleza se juntan allí; el sol, cortesano del _confort_,
alumbra más.... ¡Cosa extraña! Yo no había visto el Vivero hasta ahora,
lo que se llama ver, hasta ahora nunca había comprendido esta armonía
íntima del lujo y del campo. Está bien así. Debe haber rincones en la
tierra en que no haya nada feo, ni pobre ni triste.
Paco y la Marquesa, que han venido a darnos posesión del Vivero, comen
con nosotros y de tarde, al caer el sol, se vuelven a Vetusta.
Ya estamos solos. Examino toda la casa. En el piso bajo, salón, billar,
gabinete-biblioteca, galería de costura sobre el jardín, rodeada de
cristales, el comedor con paso a la estufa por la escalinata de mármol
blanco. ¡Qué alegría! Todo es cristal, flores, plantas de hojas
gigantescas, de colores fuertes, raros. Lo que me agrada más es el
capricho del Marqués en el piso principal; una galería con cierre de
cristales rodea todo el edificio. He dado dos vueltas a todo el corredor
como si nunca hubiera visto el Vivero. ¿Qué será que todo me parece
nuevo, mejor, más elegante, más poético? Quintanar está encantado, y se
me figura que tiene un poco de envidia.
* * * * *
Vida excelente. La primavera entró en mi alma. Madrugo. El baño me
fortifica y me alegra el espíritu. Tendida en la pila, con la mano en el
grifo, dejo que el agua tibia me enerve, y la fantasía como en sopor se
detiene en imágenes plásticas tranquilas y suaves. Después tiemblo
dentro de la sábana y vuelvo gozosa al calor de mi cuerpo, contenta de
la vida que siento circular por mis venas. La cabeza está firme; jamás
vienen a mortificarme ideas sutiles, alambicadas.... Pienso poco,
vagamente, y los pormenores de los accidentes ordinarios que me rodean
absorben lo mejor de mi atención. Benítez puede estar satisfecho. Así la
salud volverá con más fuerza. Vivir es esto: gozar del placer dulce de
vegetar al sol.
* * * * *
Y sin embargo hay horas en que las vibraciones de las cosas me hablan de
una música recóndita de ideas sentimientos. ¿Qué es esta esperanza de
un bien incierto? A veces se me antoja todo el Vivero escenario de una
comedia o de una novela.... Entonces me parece más solitario el bosque,
más solitario el palacio. Esta soledad parece meditabunda. Está todo en
silencio reflexivo, recordando los ruidos de la alegría y del placer que
latieron aquí, o preparándose a retumbar con la algazara de fiestas
venideras.... Insisto en ello, hay aquí algo de escenario antes de la
comedia. Los vetustenses que tienen la dicha de ser convidados a las
excursiones del Vivero son los personajes de las escenas que aquí se
representan.... Obdulia, Visita, Edelmira, Paco, Joaquinito, Álvaro... y
tantos otros han hablado aquí, han cantado, corrido, jugado, bailado...
reído sobre todo.... Y algo olfateo de la alegría pasada o algo presiento
de la alegría futura. Sí, Quintanar dice bien, esto es el paraíso, ¿qué
nos falta a nosotros en él? Según Quintanar, nada más que música.... Oh,
pues por música que no quede. Corro al salón a tocar _la donna é
movile_, con el dedo índice, mi único dedo músico. ¡Qué cursi es esto
según Obdulia!... ¡Una dama que no sabe tocar el piano más que con un
dedo!
* * * * *
Quintanar es feliz. ¡Y es tan bueno! ¡Cómo me cuida! ¡qué agasajos, qué
mimos! Parece otro. Piensa más en mí que en la marquetería. ¡Pasa días
enteros sin serrar nada! No hay alma que no tenga su poesía en el fondo.
Su alegría es demasiado bulliciosa, pero es sincera. Yo no podría vivir
aquí sin él. Imagínole ausente, me veo aquí sola y tengo miedo y siento
la soledad.... Luego no me estorba, luego su compañía me agrada.
* * * * *
Petra, la misma Petra, me gusta aquí en el campo.
Se viste como las aldeanas del país, canta con ellas en la _quintana_,
se mete en la danza y toca la _trompa_ con maestría. Ayer, al morir el
día, junto a la Puerta Vieja tocaba, con la lengüeta de hierro vibrando
entre sus labios, los aires del país monótonos y de dulce tristeza.
Pepe, el casero, cantaba cantares andaluces convertidos en
vetustenses... y Petra tañía la _trompa_ quejumbrosa, y yo sentía
lágrimas dulces dentro del pecho... y la vaga esperanza volvía a
iluminar mi espíritu. Cuanto más triste la lengüeta de la _trompa_, más
esperanza, más alegría dentro de mí. Todo esto es salud, nada más que
salud.
* * * * *
He traído al Vivero algunos libros de mi padre. Hacía muchos años que no
los había abierto. Quintanar los tenía en los cajones más altos de sus
estantes.
¡Qué impresiones! He encontrado entre las hojas de una _Mitología
ilustrada_, pedacitos de yerba de Loreto... eran polvo; papeles escritos
en que reconocí mis garabatos de niña... y un marinero dibujado por mi
pluma que, según la leyenda que tiene al pie, era _Germán_.
* * * * *
Probablemente Benítez condenaría este afán de leer y me prohibiría la
desmedida afición. ¡Oh, qué cosas tan nuevas encuentro en estos libros
que apenas entendía en Loreto! Los dioses, los héroes, la vida al aire
libre, el arte por religión, un cielo lleno de pasiones humanas, el
contento de este mundo... el olvido de las tristezas hondas, del
porvenir incierto... un pueblo joven, sano en suma.... Quisiera saber
dibujar para dar formas a estas imágenes de la Mitología que me
asedian».
* * * * *
Ana, después de leer estas y otras páginas, escribió sus impresiones de
aquellos días. Don Víctor vino a interrumpirla para anunciarle que ya
había instalado su tienda de campaña a la orilla del río, en el paraje
más ameno y fresco, junto a una mancha de sombra en el agua, donde
infaliblemente habría truchas.
Desde aquella tarde pescaron. Pescaron poco, pero muy alabado. Ana leía
sentada en su banqueta de lona blanca con franjas azules, mientras
sujetaba la caña con la mano izquierda, sin más fuerza que la necesaria
para que la corriente no la llevase.
Mientras ella, a orillas del río Soto, a media legua de Vetusta en
compañía de su Quintanar, dejaba a las truchas escapar muertas de risa,
su imaginación, vuelta a los tiempos y a los parajes clásicos, se bañaba
en el Cefiso, aspiraba los perfumes de las rosas del Tempé, volaba al
Escamandro, subía al Taigeto y saltaba de isla en isla de Lesbos a las
Cíclades, de Chipre a Sicilia....
Día hubo en que viajaba con Baco, Anita, recorriendo la India, o bien
navegando en el barco prodigioso de cuyo mástil floreciente pendían
racimos y retorcidos tallos, y tuvo que saltar de repente a la prosaica
orilla del Soto, llamada por la voz del ex-regente que gritaba:
--¡Pero muchacha, que te están comiendo el cebo!
No importaba; Ana era feliz y Quintanar también. «¡Parece otro!» se
decía ella. «¡Parece otra!» pensaba él.
El tiempo volaba. Junio se metió en calor. Vetusta en verano es una
Andalucía en primavera. Ana todas las mañanas, _por la fresca_ recorría
la huerta y sacudía las ramas cargadas de cerezas acompañada de don
Víctor, Pepe el casero y Petra; llenaban grandes cestas, forradas con
hojas de higuera, de aquellos corales húmedos y relucientes; y la
Regenta sentía singular voluptuosidad sana y risueña al pasar la
finísima mano blanca por las cerezas apiñadas sobre la verdura de las
hojas anchas y bordadas. Aquellas cestas iban a Vetusta a casa del
Marqués y a veces a las de sus amigos. Una mañana vio Ana que Petra y
Pepe llenaban de la más colorada fruta un canastillo de paja blanca y de
colores. Ana se acercó a ayudarlos. De pronto dijo:
--¿Para quién es esto?--Para don Álvaro--contestó Petra.
--Sí, voy a llevárselo yo mismo a la fonda--añadió Pepe sonriendo ya a
la propina que veía en lontananza.
Ana sintió que su mano temblaba sobre las cerezas y aquel contacto le
pareció de repente más dulce y voluptuoso.
Y cuando nadie la veía, a hurtadillas, sin pensar lo que hacía, sin
poder contenerse, como una colegiala enamorada, besó con fuego la paja
blanca del canastillo. Besó las cerezas también... y hasta mordió una
que dejó allí, señalada apenas por la huella de dos dientes.
Y asustada de su desfachatez pensó todo el día en la aventura, sin
vergüenza.
«¡También esto era cosa de la salud!».
La víspera de San Pedro, por la noche, el Magistral recibió un B. L. M.
del marqués de Vegallana invitándole a pasar el día siguiente, desde la
hora en que le dejasen libre sus deberes de la catedral, en el Vivero en
compañía de los dueños de la quinta y de sus actuales inquilinos los
señores de Quintanar, más otros muchos buenos amigos. Pertenecía el
Vivero a la parroquia rural de San Pedro de Santianes; Pepe el casero
era aquel año factor de la fiesta de la parroquia, y pensaba echar la
casa por la ventana, «para no dejar mal al señor Marqués».
Anita, en la postdata de su última carta decía al confesor:
«El Marqués me ha dicho que piensa invitar a usted a la romería de San
Pedro. Somos nosotros _los factores_... Supongo que no faltará usted.
Sería un solemne desaire».
«No, no faltaré, pensaba don Fermín dando vueltas en la cama. Ojalá
tuviera valor para faltar, para despreciaros, para olvidarlo todo...
pero ya estoy cansado de luchar con esta maldita obsesión que me vence
siempre. Sí, si he de acabar por ir, si estoy seguro de que al fin he de
tomar el camino del Vivero, más vale ahorrarme el tormento de la batalla
y declararme vencido. Iré».
Y no pudo dormir una hora seguida en toda la noche. Pero esto era
achaque antiguo ya. Desde que Anita «_había vuelto a engañarle_» don
Fermín no gozaba hora de sosiego.
Como el Marqués no le había invitado a hacer el viaje en su coche, lo
cual tal vez indicaba cierta frialdad premeditada, que De Pas fingía no
sentir, tuvo el señor canónigo que ir en persona a alquilar una berlina.
Mandó que le esperase fuera del Espolón a las diez en punto. Fue a la
catedral, pero no pudo parar allí y a las nueve y media ya estaba en
medio de la carretera de Santianes o del Vivero paseándola a lo ancho,
agitado, pálido, de un humor de mil diablos.
«¿A qué voy yo allá? De fijo estará el otro. ¿Que voy yo a hacer allí?
¡Maldito Vivero!». La berlina tardaba. De Pas daba pataditas de
impaciencia. Por fin llegó el coche destartalado, sucio, a paso de
tortuga.
--¡Al Vivero, a escape!--gritó don Fermín dejándose caer como un plomo
sobre el asiento duro que crujió.
Sonrió el cochero, sacudió un latigazo al aire, el caballo extenuado
saltó sobre la carretera dos o tres minutos, y como si aquello fuese
una falta de formalidad indigna de sus años, que eran muchos, volvió al
paso perezoso sin protesta de nadie.
El Magistral recordó que en aquella misma berlina u otro coche de la
misma casa por lo menos, pocas semanas antes iba él llorando de alegría,
llena el alma de esperanzas, de proyectos que le hacían cosquillas en
los sentidos y en lo más profundo de las entrañas. Y ahora un
presentimiento le decía que todo había acabado, que Ana ya no era suya,
que iba a perderla, y que aquel viaje al Vivero era ridículo; que si
estaba allí Mesía, como era casi seguro, todas las ventajas eran del
petimetre. Vestía el Provisor balandrán de alpaca fina con botones muy
pequeños, de esclavina cortada en forma de alas de murciélago. Tenía
algo su traje del que luce Mefistófeles en el _Fausto_ en el acto de la
serenata. Había deliberado mucho tiempo a solas: ¿qué ropa llevaría?
Cada vez le pesaba más la sotana y le abrumaba más el manteo. El
sombrero de teja larga era odioso; demasiado corto era cursi, ridículo,
parecía cosa de don Custodio; muy cerrado, antiguo, muy abierto, indigno
de un Vicario general. ¿Iría de levita? ¡Vade retro! No, el cura de
levita se convierte por fuerza en cura de aldea o en clérigo liberal. El
Magistral muy pocas veces recurría a tal indumentaria. Oh, si le fuera
lícito vestir su traje de cazador, su zamarra ceñida, su pantalón fuerte
y apretado al muslo, sus botas de montar, su chambergo, entonces sí,
iría de paisano, y la vanidad le decía que en tal caso no tendría que
temer el parangón con el arrogante mozo a quien aborrecía. Sí, a quien
aborrecía. Don Fermín ya no se lo ocultaba a sí mismo. No daba nombre a
su pasión, pero reconocía todos sus derechos y estaba muy lejos de
sentir remordimientos. «Él era cura, cura, una cosa ridícula, puestas
las cosas en el estado a que habían llegado». Había comprendido que Ana
sentía repugnancia ante el canónigo en cuanto el canónigo quería
demostrarle que además era hombre. «¡Y sí era hombre vive Dios que era
hombre, y tanto y más que el otro; capaz de deshacerle entre sus brazos,
de arrojarle tan alto como una pelota!...». Dejaba de pensar en sus
tristezas y en su cólera. Miraba como tonto los accidentes del paisaje,
los palos del telégrafo que iba dejando atrás de tarde en tarde. Tuvo
que levantar los vidrios de las ventanillas porque el polvo le sofocaba.
El sol le aburría y le picaba; no había cortinas. El viaje se hacía
interminable. Aquella media legua se había estirado indefinidamente. «El
Marqués se había portado como un grosero no ofreciéndole un asiento en
su coche. La culpa la tenía él que había aceptado el convite. ¿Pero qué
remedio?».
Oyó el estrépito de cascos de caballo que machacaba la grava reciente
detrás de la berlina. Se asomó a ver quiénes eran los jinetes y
reconoció a don Álvaro y a Paco que pasaron al galope de dos hermosos
caballos blancos, de pura raza española.
Ellos no le vieron; el placer de la carrera los llevaba absortos y no
repararon en la mísera berlina que seguía al paso. Incapaz de toda noble
emulación, el mísero jaco de alquiler siguió caminando lo menos posible,
seguro de que la felicidad no estaba en el término de ninguna carrera de
este mundo. Para comer mal siempre se llega a tiempo. Esta era toda su
filosofía. El cochero debía de ser discípulo del caballo.
Cuando el Magistral llegó al Vivero no había ningún convidado en la
casa, ni los Marqueses, ni los de Quintanar estaban tampoco.
Petra se le presentó vestida de aldeana, con una coquetería provocativa,
luciendo rizos de oro sobre la cabeza, el dengue de pana sujeto atrás,
sobre el justillo de ramos de seda escarlata muy apretado al cuerpo
esbelto; la saya de bayeta verde de mucho vuelo cubría otra roja que se
vislumbraba cerca de los pies calzados con botas de tela. Estaba hermosa
y segura de ello. Sonrió al Magistral, y dijo:
--Los señores están en San Pedro.
--Ya lo suponía, hija mía, pero vengo muerto de sed y....
La aldeana fingida sirvió en la glorieta del jardín al Magistral un
refresco delicioso que improvisó con arte.
--Dios te lo pague, Petrica. Y hablaron. Hablaron de la vida que hacían
allí los señores.
Petra dijo que doña Ana parecía otra: ¡qué alegre! ¡qué revoltosa! nada
de encerrarse en la capilla horas y horas, nada de rezar siglos y
siglos, nada de leer a su Santa Teresa eternidades.... Vamos, era otra.
¿Y salud? Como un roble.
--¿El señorito Paco vino?--preguntó de repente De Pas.
--Sí, señor, hará un cuarto de hora. Llegaron él y el señorito Álvaro, a
caballo, a escape; tomaron un refresco como usted, y corrieron a San
Pedro.... Creo que no habían oído misa y quisieron coger la de la
fiesta....
En aquel momento, hacia oriente sonaron estrepitosos estallidos de
cohetes cargados de dinamita.
--Ya están al alzar--dijo la doncella.
Petra observaba con el rabillo del ojo la impaciencia del Magistral, que
preguntó:
--¿La iglesia está cerca, creo, saliendo por ahí por el bosque, verdad?
--Sí, señor; pero hay tres callejas que se cruzan y puede darse en el
río en vez de... si quiere usted ir, le acompañaré yo misma; ahora no
tengo nada que hacer allá dentro....
--Si eres tan amable.... Petra echó a andar delante del Magistral. Por un
postigo salieron de la huerta y entraron en el bosque de corpulentas
encinas y robles retorcidos y ásperos. Ocupaba el bosque las laderas de
una loma y el altozano, que era lo más espeso. Subía un repecho y don
Fermín veía los bajos irisados de chillona bayeta que mostraba sin miedo
Petra, más algo de la muy bordada falda blanca y de una media de seda
calada, refinada coquetería que quitaba propiedad al traje y por lo
mismo le daba picante atractivo.
--¡Qué calor, don Fermín!--decía la rubia, enjugando el sudor de la
frente con pañuelo de batista barata.
--Mucho, rubita, mucho--respondía el Magistral, desabrochándose el
maldito balandrán y soplando con fuerza.
--Y eso que a usted la fatiga no debe rendirle, que allá en Matalerejo
tengo entendido que corre como un gamo por los vericuetos....
--¿Quién te lo ha dicho a ti?
You have read 1 text from Spanish literature.
Next - La Regenta - 56
  • Parts
  • La Regenta - 01
    Total number of words is 4738
    Total number of unique words is 1824
    31.3 of words are in the 2000 most common words
    44.8 of words are in the 5000 most common words
    52.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 02
    Total number of words is 4832
    Total number of unique words is 1726
    32.5 of words are in the 2000 most common words
    46.4 of words are in the 5000 most common words
    54.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 03
    Total number of words is 4836
    Total number of unique words is 1790
    33.1 of words are in the 2000 most common words
    45.4 of words are in the 5000 most common words
    52.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 04
    Total number of words is 4747
    Total number of unique words is 1705
    32.8 of words are in the 2000 most common words
    45.0 of words are in the 5000 most common words
    51.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 05
    Total number of words is 4711
    Total number of unique words is 1595
    34.1 of words are in the 2000 most common words
    46.8 of words are in the 5000 most common words
    52.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 06
    Total number of words is 4885
    Total number of unique words is 1559
    35.3 of words are in the 2000 most common words
    48.3 of words are in the 5000 most common words
    55.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 07
    Total number of words is 4856
    Total number of unique words is 1699
    34.3 of words are in the 2000 most common words
    48.1 of words are in the 5000 most common words
    55.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 08
    Total number of words is 4848
    Total number of unique words is 1623
    35.2 of words are in the 2000 most common words
    48.8 of words are in the 5000 most common words
    55.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 09
    Total number of words is 4767
    Total number of unique words is 1594
    35.7 of words are in the 2000 most common words
    49.1 of words are in the 5000 most common words
    56.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 10
    Total number of words is 4785
    Total number of unique words is 1579
    37.6 of words are in the 2000 most common words
    49.4 of words are in the 5000 most common words
    54.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 11
    Total number of words is 4761
    Total number of unique words is 1665
    34.9 of words are in the 2000 most common words
    48.8 of words are in the 5000 most common words
    56.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 12
    Total number of words is 4718
    Total number of unique words is 1615
    33.8 of words are in the 2000 most common words
    46.9 of words are in the 5000 most common words
    53.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 13
    Total number of words is 4756
    Total number of unique words is 1592
    35.6 of words are in the 2000 most common words
    48.9 of words are in the 5000 most common words
    54.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 14
    Total number of words is 4668
    Total number of unique words is 1617
    35.4 of words are in the 2000 most common words
    48.4 of words are in the 5000 most common words
    55.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 15
    Total number of words is 4800
    Total number of unique words is 1689
    35.3 of words are in the 2000 most common words
    48.2 of words are in the 5000 most common words
    54.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 16
    Total number of words is 4807
    Total number of unique words is 1656
    35.4 of words are in the 2000 most common words
    49.1 of words are in the 5000 most common words
    55.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 17
    Total number of words is 4800
    Total number of unique words is 1694
    35.3 of words are in the 2000 most common words
    48.7 of words are in the 5000 most common words
    54.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 18
    Total number of words is 4773
    Total number of unique words is 1616
    36.2 of words are in the 2000 most common words
    49.0 of words are in the 5000 most common words
    54.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 19
    Total number of words is 4830
    Total number of unique words is 1699
    34.1 of words are in the 2000 most common words
    47.8 of words are in the 5000 most common words
    54.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 20
    Total number of words is 4768
    Total number of unique words is 1651
    36.6 of words are in the 2000 most common words
    50.1 of words are in the 5000 most common words
    57.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 21
    Total number of words is 4899
    Total number of unique words is 1556
    37.9 of words are in the 2000 most common words
    50.9 of words are in the 5000 most common words
    57.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 22
    Total number of words is 4809
    Total number of unique words is 1634
    36.2 of words are in the 2000 most common words
    48.3 of words are in the 5000 most common words
    54.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 23
    Total number of words is 4668
    Total number of unique words is 1636
    33.8 of words are in the 2000 most common words
    46.4 of words are in the 5000 most common words
    52.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 24
    Total number of words is 4737
    Total number of unique words is 1696
    34.5 of words are in the 2000 most common words
    47.5 of words are in the 5000 most common words
    54.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 25
    Total number of words is 4764
    Total number of unique words is 1556
    34.8 of words are in the 2000 most common words
    48.0 of words are in the 5000 most common words
    53.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 26
    Total number of words is 4765
    Total number of unique words is 1635
    33.8 of words are in the 2000 most common words
    47.9 of words are in the 5000 most common words
    54.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 27
    Total number of words is 4768
    Total number of unique words is 1600
    36.3 of words are in the 2000 most common words
    50.3 of words are in the 5000 most common words
    57.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 28
    Total number of words is 4780
    Total number of unique words is 1579
    34.6 of words are in the 2000 most common words
    46.8 of words are in the 5000 most common words
    52.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 29
    Total number of words is 5030
    Total number of unique words is 1525
    37.5 of words are in the 2000 most common words
    51.4 of words are in the 5000 most common words
    57.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 30
    Total number of words is 4989
    Total number of unique words is 1592
    35.7 of words are in the 2000 most common words
    49.7 of words are in the 5000 most common words
    56.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 31
    Total number of words is 4803
    Total number of unique words is 1659
    35.9 of words are in the 2000 most common words
    49.8 of words are in the 5000 most common words
    56.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 32
    Total number of words is 4840
    Total number of unique words is 1692
    35.8 of words are in the 2000 most common words
    48.8 of words are in the 5000 most common words
    56.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 33
    Total number of words is 4827
    Total number of unique words is 1680
    35.1 of words are in the 2000 most common words
    47.2 of words are in the 5000 most common words
    53.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 34
    Total number of words is 4749
    Total number of unique words is 1535
    38.0 of words are in the 2000 most common words
    50.6 of words are in the 5000 most common words
    56.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 35
    Total number of words is 4854
    Total number of unique words is 1544
    38.2 of words are in the 2000 most common words
    52.6 of words are in the 5000 most common words
    60.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 36
    Total number of words is 4774
    Total number of unique words is 1766
    32.3 of words are in the 2000 most common words
    47.3 of words are in the 5000 most common words
    54.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 37
    Total number of words is 4901
    Total number of unique words is 1636
    37.5 of words are in the 2000 most common words
    50.4 of words are in the 5000 most common words
    57.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 38
    Total number of words is 4850
    Total number of unique words is 1671
    34.4 of words are in the 2000 most common words
    49.0 of words are in the 5000 most common words
    55.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 39
    Total number of words is 4848
    Total number of unique words is 1654
    35.2 of words are in the 2000 most common words
    48.4 of words are in the 5000 most common words
    57.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 40
    Total number of words is 4784
    Total number of unique words is 1598
    35.6 of words are in the 2000 most common words
    47.5 of words are in the 5000 most common words
    55.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 41
    Total number of words is 4736
    Total number of unique words is 1700
    35.4 of words are in the 2000 most common words
    49.4 of words are in the 5000 most common words
    56.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 42
    Total number of words is 4766
    Total number of unique words is 1736
    34.1 of words are in the 2000 most common words
    48.6 of words are in the 5000 most common words
    54.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 43
    Total number of words is 4902
    Total number of unique words is 1701
    34.2 of words are in the 2000 most common words
    48.2 of words are in the 5000 most common words
    54.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 44
    Total number of words is 4860
    Total number of unique words is 1605
    36.1 of words are in the 2000 most common words
    49.4 of words are in the 5000 most common words
    56.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 45
    Total number of words is 4742
    Total number of unique words is 1671
    35.8 of words are in the 2000 most common words
    48.0 of words are in the 5000 most common words
    55.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 46
    Total number of words is 4750
    Total number of unique words is 1594
    34.5 of words are in the 2000 most common words
    47.7 of words are in the 5000 most common words
    54.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 47
    Total number of words is 4645
    Total number of unique words is 1583
    33.3 of words are in the 2000 most common words
    47.0 of words are in the 5000 most common words
    53.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 48
    Total number of words is 4862
    Total number of unique words is 1606
    34.2 of words are in the 2000 most common words
    48.0 of words are in the 5000 most common words
    55.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 49
    Total number of words is 4850
    Total number of unique words is 1531
    37.5 of words are in the 2000 most common words
    50.2 of words are in the 5000 most common words
    55.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 50
    Total number of words is 4863
    Total number of unique words is 1533
    38.5 of words are in the 2000 most common words
    52.2 of words are in the 5000 most common words
    58.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 51
    Total number of words is 4802
    Total number of unique words is 1599
    34.8 of words are in the 2000 most common words
    47.5 of words are in the 5000 most common words
    53.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 52
    Total number of words is 4829
    Total number of unique words is 1542
    37.6 of words are in the 2000 most common words
    51.6 of words are in the 5000 most common words
    58.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 53
    Total number of words is 4690
    Total number of unique words is 1591
    35.3 of words are in the 2000 most common words
    48.9 of words are in the 5000 most common words
    55.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 54
    Total number of words is 4816
    Total number of unique words is 1619
    36.5 of words are in the 2000 most common words
    49.2 of words are in the 5000 most common words
    55.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 55
    Total number of words is 4779
    Total number of unique words is 1668
    35.0 of words are in the 2000 most common words
    49.6 of words are in the 5000 most common words
    56.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 56
    Total number of words is 4739
    Total number of unique words is 1512
    36.1 of words are in the 2000 most common words
    48.5 of words are in the 5000 most common words
    56.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 57
    Total number of words is 4809
    Total number of unique words is 1545
    36.4 of words are in the 2000 most common words
    49.6 of words are in the 5000 most common words
    55.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 58
    Total number of words is 4843
    Total number of unique words is 1635
    35.9 of words are in the 2000 most common words
    50.6 of words are in the 5000 most common words
    56.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 59
    Total number of words is 4934
    Total number of unique words is 1442
    36.0 of words are in the 2000 most common words
    50.9 of words are in the 5000 most common words
    57.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 60
    Total number of words is 4918
    Total number of unique words is 1511
    37.3 of words are in the 2000 most common words
    50.5 of words are in the 5000 most common words
    58.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 61
    Total number of words is 4884
    Total number of unique words is 1567
    37.3 of words are in the 2000 most common words
    50.9 of words are in the 5000 most common words
    58.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 62
    Total number of words is 4908
    Total number of unique words is 1471
    37.7 of words are in the 2000 most common words
    50.7 of words are in the 5000 most common words
    57.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 63
    Total number of words is 4859
    Total number of unique words is 1478
    37.9 of words are in the 2000 most common words
    49.9 of words are in the 5000 most common words
    57.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 64
    Total number of words is 4791
    Total number of unique words is 1498
    37.6 of words are in the 2000 most common words
    52.4 of words are in the 5000 most common words
    58.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • La Regenta - 65
    Total number of words is 854
    Total number of unique words is 389
    45.4 of words are in the 2000 most common words
    57.0 of words are in the 5000 most common words
    61.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.