Filosofía Fundamental, Tomo II - 06

Total number of words is 4677
Total number of unique words is 1156
37.3 of words are in the 2000 most common words
53.0 of words are in the 5000 most common words
61.7 of words are in the 8000 most common words
Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
demás en la misma posicion, lo que se mueve no es el ojo, sino los
objetos que la toman diferente.
Cuando todo se alteraria en rededor nuestro, inferiríamos que es el ojo
lo que se mueve; cuando uno ó pocos objetos, deduciríamos que se mueven
estos y nó el ojo. Y si bien se observa, no solo es esto lo que
sucederia sino tambien lo que sucede; porque las ideas nacidas del tacto
son de suyo muy limitadas; y así no es posible que de él nazcan las de
los movimientos de objetos distantes, que no se pueden tocar.
[89.] Creo haber demostrado que la pretendida superioridad del tacto
carece de fundamento; que no es verdadera la opinion que le señala como
base de nuestro conocimiento con relacion á los objetos externos,
haciéndole la piedra de toque de la certeza de las sensaciones
trasmitidas por los demás sentidos. Sin él podemos adquirir la seguridad
de la existencia de los cuerpos; sin él nos formamos idea de la
superficie y del volúmen; sin él conocemos el movimiento; sin él
alcanzamos á distinguir cuando ese movimiento pertenece al objeto ó al
órgano que recibe la impresion. La teoría de las sensaciones que acabo
de exponer, los resultados que se deducen de las relaciones de
dependencia ó independencia de los fenómenos entre sí, y con nuestra
voluntad, todo se aplica á la vista lo propio que al tacto.
[90.] Resumiendo las doctrinas explicadas hasta aquí resulta lo
siguiente:
1.º Distinguimos el sueño de la vigilia, aun prescindiendo de la
objetividad de las sensaciones.
2.º Distinguimos dos órdenes de fenómenos de sensacion interna y
externa; prescindiendo tambien de la objetividad.
3.º Los sentidos nos cercioran de la existencia de los cuerpos.
4.º Las sensaciones no tienen en lo exterior objeto parecido á lo que
nos representan, excepto la _extension_ y el movimiento.
5.º El tacto no goza del privilegio de ser la piedra de toque de la
certeza.
6.º Todo cuanto sabemos por conducto de los sentidos se reduce á que hay
seres externos, extensos, sujetos á leyes necesarias, y que nos causan
los efectos llamados sensaciones.


CAPÍTULO XVI.
POSIBILIDAD DE OTROS SENTIDOS.

[91.] La-Mennais ha escrito: «¿Quién nos dice que un sexto sentido no
perturbaria el acuerdo de los demás? ¿En qué se podria fundar la
negativa? Supongámonos sentidos diferentes de los que nos ha dado la
naturaleza, ¿nuestras sensaciones é ideas no serian diferentes tambien?
Quizás, para arruinar toda nuestra ciencia, bastaria una ligera
modificacion en nuestros órganos. Quizás haya seres organizados de tal
manera que estando sus sensaciones en oposicion con las nuestras, es
verdadero para nosotros lo que es falso para ellos, y vice-versa. Porque
al fin, si bien se observa, ¿qué relacion necesaria se descubre entre
nuestras sensaciones y la realidad de las cosas? Y aun cuando existiese,
¿cómo nos lo harian conocer nuestros sentidos?» (_Ensayo sobre la
Indiferencia._ Tom. 2. cap. 13).
Estas palabras encierran varias cuestiones sumamente graves, dignas de
ser examinadas con detenimiento.
[92.] ¿Hay imposibilidad intrínseca que se oponga á una organizacion
diferente de la que poseemos, y por lo mismo, á un género y órden de
sensaciones totalmente diverso del que experimentamos? Parece que nó; y
si esta imposibilidad existe, el hombre no la conoce.
Sea cual fuere la opinion que se adopte con respecto al modo con que los
objetos externos obran sobre el alma por medio de los órganos del
cuerpo, no resulta ninguna relacion necesaria, ni siquiera analogía,
entre el objeto y el efecto que en nosotros produce.
Un cuerpo recibe en su superficie los rayos del flúido que llamamos
_luz_; estos reflejando, vienen á parar á la retina, es decir á otra
superficie, que está en comunicacion con el cerebro: hasta aquí todo va
bien; todo se comprende; hay un flúido que se mueve, que va de una
superficie á otra, y que puede causar este ó aquel efecto puramente
físico, en la materia cerebral: pero ¿qué relacion hay entre todo esto
y esa impresion de un órden totalmente distinto, que se llama _ver_? esa
impresion que ni es el flúido, ni el movimiento, sino una afeccion de
que tiene íntima conciencia el ser que vive, que piensa, el _yo_?
Si en vez del mecanismo del flúido luminoso, suponemos otro totalmente
distinto, por ejemplo el del aire que vibra y va á dar en el tímpano,
¿qué razon _esencial_ hay para que no produzca una sensacion semejante á
la de la vista? Preciso es confesar que razon _esencial_, no se puede
señalar ninguna. A quien no tuviese idea de la organizacion actual, tan
incomprensible le pareceria lo uno como lo otro.
[93.] Lo dicho del oido y de la vista, es aplicable á los demás
sentidos: en todos hay un órgano corpóreo, afectado por un cuerpo: vemos
superficies, ó presentadas las unas delante de las otras, ó
sobrepuestas; vemos movimientos de esta ó aquella clase; pero, ¿cómo
salvar la inmensa distancia que va de estos fenómenos físicos al
fenómeno de la sensacion? Por mi parte no encuentro medio: este es un
punto en que se detiene la inteligencia humana; todas las apariencias
indican que no hay mas relacion entre estos dos órdenes de fenómenos que
la establecida _libremente_ por la voluntad del Criador; si existe
alguna conexion necesaria, esta necesidad es para el hombre un secreto.
Considérense los tejidos que reciben la impresion de los objetos, la
masa de que se forma el sistema nervioso conducto de la sensacion; y
véase qué relacion hay entre los fenómenos físicos de esta materia, y el
admirable conjunto de los fenómenos sensibles; no se encuentra ninguna.
[94.] Sube de punto la dificultad si se considera que los órganos, aun
conservándose sin lesion alguna, cesan de producir sensaciones desde el
momento que están incomunicados con la masa cerebral, ó que esta sufre
algun trastorno: por manera que la vision se verifica en la cavidad del
cráneo, en medio de la mas completa oscuridad; y toda esa admirable
magia de las sensaciones con que se presenta á nuestro espíritu el
magnífico espectáculo del universo, con que llegan hasta el fondo de
nuestra alma los prodigios de la música, con que nos saboreamos en
exquisitos manjares, en delicados aromas; todo esto se verifica por
medio de la masa cerebral, es decir, de una materia blanquecina, al
parecer informe y grosera, y de la cual nadie pudiera sospechar que
estuviese dedicada á funciones tan nobles.
[95.] ¿Qué razon hay para que afectado el nervio A en comunicacion con
dicha masa, hayamos de experimentar la sensacion que llamamos _ver_, y
afectado el nervio B, la que llamamos _oir_, y así de los demás
sentidos? Razon la habrá, pero no la conocemos; y probablemente no es
otra que la libre voluntad del Criador. Con esto la filosofía confiesa
su debilidad, es cierto; pero ¿no manifiesta tambien su alcance, viendo
que de un fenómeno á otro hay distancia inmensa, y que no puede haber
entre ellos mas punto de comunicacion que el establecido por la misma
mano del Todopoderoso? Cuando hay causas segundas, el mérito de la
filosofía está en señalarlas; pero cuando no existen, este mérito se
cifra en elevarse á la primera. Un _no sé_ es á veces mas sublime para
la razon humana, que los esfuerzos impotentes de un orgullo destemplado;
el entendimiento tambien puede ser alto comprendiendo su ignorancia;
porque es alto el entendimiento que comprende altas verdades; y á veces
la ignorancia es tambien una verdad muy alta.
[96.] Es posible pues un nuevo sentido; ó al menos no descubrimos en su
existencia ninguna imposibilidad. Si el sordo que no tiene idea de los
sonidos, el ciego que no sabe lo que son colores, procederian muy mal
negando la posibilidad de las sensaciones de que ellos carecen; no
discurriríamos con mas acierto nosotros afirmando que no es posible un
órden de sensaciones diferente del que tenemos.
Si se examina á la luz de la razon el sistema de las sensaciones
actuales, no se descubre ninguna dependencia esencial entre ellas y su
órgano respectivo, ni entre este y el objeto y circunstancias con que es
afectado. ¿Por qué la impresion de la luz sobre los ojos me ha de causar
una sensacion determinada, que no pueda resultar de la misma impresion
en otra parte? ¿Por qué el cerebro no podria recibir de varias maneras
una impresion semejante? Y además; ¿por qué ha de ser cabalmente ese
flúido que apellidamos _luz_, el que nos cause esta impresion? ¿Qué
repugnancia se descubre en que la misma sensacion de _ver_ dimane de
otras afecciones cerebrales? Un golpe en la cabeza nos produce la
sensacion de muchos puntos luminosos; y de aquí el dicho vulgar «me ha
hecho ver las estrellas en medio del dia.» Preciso es confesar, que la
filosofía nada sabe sobre estos arcanos; y que hasta ahora no ha sido
capaz de penetrar en ellos: nada puede responder á las cuestiones
propuestas; ve un órden de hechos, mas nó un enlace necesario entre los
mismos; antes bien, juzgando por las ideas que tiene sobre los espíritus
y los cuerpos, todo la lleva á creer que para esos fenómenos de nuestra
vida, no hay mas razon que la voluntad del Criador.
[97.] Si es posible un órden de sensaciones enteramente nuevo, no
envuelve ninguna contradiccion un animal dotado de un sexto ó séptimo
sentido: la imaginacion no alcanza lo que serian las nuevas sensaciones,
pero la razon no ve en ellas ninguna imposibilidad.


CAPÍTULO XVII.
EXISTENCIA DE NUEVOS SENTIDOS.

[98.] ¿Es cierto que nosotros mismos no tengamos mas que cinco maneras
de sentir? Yo abrigo sobre esto algunas dudas. Para presentarlas con
toda claridad, y resolver las cuestiones á que dan pié, conviene fijar
bien la significacion de las palabras.
¿Qué es sentir? En la acepcion mas ordinaria, expresa percibir la
impresion que se nos trasmite por alguno de los órganos de los cinco
sentidos. Tomada la palabra en dicha acepcion, claro es que debe
limitarse á estos solos; pero considerado en cuanto expresa cierta clase
de fenómenos animales, significa experimentar alguna afeccion, motivada
por una impresion del organismo. Y esto es tanta verdad que en el mismo
uso comun se emplea la palabra sentir, en una acepcion mas lata, no
limitándola á las impresiones de los cinco sentidos. Y si bien es cierto
que cuando se expresa esta idea substantivamente, se hace gran
diferencia entre el _sentimiento_, y la _sensacion;_ no obstante, aun en
este caso, la fuerza misma de las cosas lleva repetidas veces á emplear
la palabra _sensacion_, en acepciones que nada tienen que ver con las de
los cinco sentidos. Así se dice: «la noticia causó una sensacion
profunda.» «No pudo resistir al impulso de sensaciones tan vivas etc.
etc.;» en cuyos casos es evidente que no se trata de ver, oir, oler,
gustar y tocar, sino de un órden de afecciones del alma totalmente
diverso.
[99.] He dicho que la fuerza de las cosas induce á emplear la palabra
en sentido mas lato; y esta fuerza consiste en que bien examinada la
materia, se echa de ver que la acepcion lata es mas exacta que la
circunscrita. Porque á los ojos de la filosofía, el fenómeno de sentir
consiste en resultar en el alma una afeccion determinada por una
impresion orgánica; y claro es que existiendo esta afeccion sea del
órden que fuere, y sea cual fuere tambien el órgano afectado, el
fenómeno animal es en substancia el mismo. La diferencia está en la
clase de afeccion, y del órgano que es su conducto; pero la esencia del
fenómeno no se muda. Y si llamamos sensaciones á especies de afecciones
tan diversas como las de la vista y del tacto, ¿por qué no podremos
aplicar este nombre á otras impresiones causadas por un órgano
cualquiera?
[100.] Pero sea lo que fuere del uso de las palabras sentir y sensacion,
lo cierto es que á mas de las afecciones de los cinco sentidos,
experimentamos muchas otras causadas por impresiones orgánicas. ¿Qué son
las pasiones sino afecciones del alma nacidas de cierta disposicion de
los órganos? El amor, la ira, la compasion, la alegría, la tristeza, y
tantas otras que nos agitan y perturban, ¿no son excitadas muchas veces
por la simple presencia de un objeto?
[101.] Se dirá que hay una diferencia esencial entre las impresiones de
los sentidos y las de las pasiones, y es que aquellas prescinden de toda
idea anterior, de toda reflexion, y estas las suponen siempre mas ó
menos desenvueltas. Así, presentado un objeto á nuestros ojos abiertos
no podemos menos de verle, y siempre de la misma manera; y sin embargo
este mismo objeto unas veces excitará en nosotros una pasion, otras
otra, á veces ninguna, y casi siempre con mucha variacion en sus grados
de intensidad. No es además la simple presencia del objeto lo que nos
afecta; son necesarias distintas condiciones; como por ejemplo, el
recuerdo de un beneficio ó de una injuria, la idea de sus padecimientos
etc.; con lo cual se echa de ver que hay una diferencia esencial entre
estas dos clases de impresiones.
Si bien se reflexiona sobre la dificultad que acabo de proponer, se
encontrará que por mas especiosa que sea, y por mucha verdad que
encierre, no destruye nada de lo establecido mas arriba. En efecto: yo
no he dicho que las nuevas impresiones no estuviesen sujetas á
condiciones muy diferentes de las que median para los cinco sentidos;
antes al contrario, he supuesto siempre, que la diferencia podia estar
no solo en la clase de impresion y en la diversidad del órgano, sino
tambien en la manera con que este era afectado, y circunstancias con que
por su conducto se producia la sensacion en el alma; solo he sostenido
que el fenómeno animal era en substancia el mismo, que vemos en él las
tres cosas que constituyen su naturaleza, objeto corpóreo; órgano
afectado por este; impresion producida en el alma. Que esta impresion
para existir, necesite del adminículo de esta ó aquella idea, de este ó
aquel recuerdo, no quita que el fenómeno exista, y que sea el mismo: hay
una condicion nueva y nada mas.
[102.] Pero aun se puede hacer aquí otra observacion: no hay necesidad
de admitir que sea menester alguna idea ó reflexion para que nazcan en
el alma ciertas impresiones á la vista de un objeto: la experiencia de
cada dia nos enseña lo contrario. ¿Cómo es que la presencia de un
objeto, cautive en un instante un corazon tierno, y quizás inocente? ¿De
dónde nace aquella fascinacion repentina, no precedida de ninguna idea,
que no trae consigo reflexiones, y que apenas las consiente? No hay el
pensamiento de goces groseros, pues quizá ni aun sabe su existencia el
que experimenta la emocion, y por la vez primera siente en su pecho una
turbacion antes desconocida; luego es preciso recurrir á una afeccion
orgánica, semejante á lo que se experimenta en los demás sentidos.
Enhorabuena que sean necesarias ciertas condiciones de edad y de
temperamento, que haya sido necesario entre mil objetos uno con
circunstancias particulares, de las que no acierta á darse cuenta á sí
propio el corazon conmovido: pero la verdad es, que hay un objeto
externo, una afeccion del organismo, y una impresion en el alma, todo
coexistiendo enlazado por un vínculo misterioso, pero innegable.
En los fenómenos relativos á la reproduccion es fácil notar una serie
de impresiones vivísimas, nacidas de la simple presencia de los objetos:
y si bien es verdad que suelen presuponer la accion de algunos de los
cinco sentidos, no obstante las variadas afecciones que con este motivo
se producen en el alma, pertenecen á un órden totalmente distinto. Y
para saber que estas afecciones dependen de la organizacion, no son
necesarios conocimientos fisiológicos; basta recordar que la edad, el
estado de la salud, el temperamento, los alimentos, el clima, las
estaciones, y otras causas semejantes, tienen en esta clase de fenómenos
muchísima influencia.
[103.] Entre los sentimientos y las sensaciones hay una diferencia que,
si bien no altera la esencia del hecho, fisiológica y psicológicamente
considerado, no obstante parece modificarle algun tanto en sus
relaciones intelectuales y morales. Las pasiones se excitan comunmente
por un objeto animado y sensible; y por lo mismo parece que mas bien hay
una comunicacion de espíritu con espíritu, de alma con alma, que nó de
cuerpo con cuerpo. Una mirada lánguida y dolorosa no solo de una persona
humana, sino tambien de un animal, excita instantáneamente en nuestro
pecho el sentimiento de la compasion; pero la mirada no causa este
efecto sino en cuanto nos expresa el sufrimiento de aquel viviente. Esta
observacion es exacta; mas no prueba otra cosa sino que hay en la
naturaleza misteriosos conductos por los cuales se nos trasmite el
conocimiento de cosas ocultas; pero esta trasmision se hace por medio
de un cuerpo, que afecta de un modo particular nuestra organizacion.
Habrá si se quiere una magia hasta cierto punto mas admirable, mas
penetrante, mas espiritual, que la de los simples sentidos; pero la
diferencia estará en el mas y en el menos, nó en la naturaleza del
fenómeno.
Es cierto que los vivientes, y en particular los de una misma especie,
están de continuo en una comunicacion que excita recíprocamente sus
afecciones; y que muchas de estas suponen una correspondencia
misteriosa, trasmitida por agentes enteramente desconocidos. La
naturaleza física está inundada de flúidos cuyas calidades va
descubriendo todos los dias la observacion científica; los fenómenos de
la electricidad y del galvanismo nos han revelado secretos que no
sospechábamos siquiera; ¿quién sabe por qué medios funciona, ese vasto y
complicado sistema de la vida animal, desparramado por el universo?...
Es probable que hay profundos secretos que descubrir en la
correspondencia de las organizaciones, y en el modo con que influyen
unas sobre otras; pero secretos que quizás estén velados para siempre á
los ojos del débil mortal.
[104.] No es verdad tampoco que la excitacion de las pasiones sea
únicamente debida á la correspondencia con otro ser sensible; mil veces
dimana de causas inanimadas que afectan nuestra organizacion. ¿Por qué
nos hallamos ahora alegres, despues tristes, al presente pacíficos,
luego irritables, sin que hayamos estado en comunicacion con ningun ser
viviente? Claro es, que esto depende de haber sido afectada nuestra
organizacion, sin relacion á lo que experimenta otro ser sensible.
[105.] Luego, á mas de las impresiones causadas por los cinco sentidos,
hay otras que dimanan de seres puramente corpóreos, inanimados. Luego, á
mas del órden de fenómenos de las sensaciones comunes, hay otros que no
se diferencian de ellos, sino en la clase de impresion, y en el órgano
por el cual se nos trasmiten. Luego, no hay mas diferencia de estas
impresiones á las primeras, que lo que va de las recibidas por uno de
los cinco sentidos, á las recibidas por otro. Luego, no es exacto que no
haya sino cinco modos de sentir.


CAPÍTULO XVIII,
SOLUCION DEFINITIVA DE LA DIFICULTAD DE LA-MENNAIS.

[106.] ¿Qué inferiremos de esto? una consecuencia muy importante: la
solucion de la dificultad presentada por La-Mennais. La existencia de
otros sentidos nos traeria otras sensaciones; es cierto; mas no
perturbaria el acuerdo de las actuales. ¿Por qué? Porque hemos
demostrado que los cuerpos afectan nuestra organizacion de una manera
diferente, y producen impresiones diversas de las de los cinco sentidos;
y sin embargo con esto no se turba el acuerdo de las sensaciones, ni se
alteran nuestras ideas: luego la suposicion de La-Mennais no traeria
consigo el desórden que él sospecha.
[107.] Las sensaciones en sí mismas, no son mas que afecciones del alma;
y en lo exterior, no tienen otra cosa que les corresponda sino la
existencia y extension de los cuerpos: luego un nuevo órden de
sensaciones solo seria un nuevo órden de afecciones, que no alteraria en
nada nuestras ideas.
Por lo dicho hasta aquí, se echa de ver que la suposicion de La-Mennais
está ya realizada; porque existen sensaciones diferentes de las de los
cinco sentidos; luego no se puede atacar con semejante suposicion el
órden y la naturaleza de nuestras ideas, y la certeza de nuestras
conocimientos.
De un instrumento músico ricamente trabajado de una madera aromática,
salen gratas impresiones para el oido, la vista, el tacto y el olfato;
lo uno no destruye ni altera lo otro; si suponemos pues que el mismo
objeto está en nuevas relaciones con nuestra organizacion, produciendo
en el alma impresiones nuevas, ¿por qué será imposible que existan estas
junto con aquellas? Lo melodioso del sonido, ¿cesa por ventura al
excitarse en nuestra alma mil afectos diferentes, que en su naturaleza
nada tienen que ver con él? nó ciertamente. ¿A qué pues temer el
trastorno de nuestros conocimientos por la introduccion de un nuevo
órden de sensaciones? ¿A qué dar tanta importancia á una suposicion,
cuyos efectos podemos calcular muy bien, pues que examinados á fondo los
actuales fenómenos sensitivos, la vemos ya realizada?
[108.] Es verdad que no conocemos otro medio de ponernos en contacto con
los cuerpos exteriores, sino por uno de los cinco sentidos; pero tambien
lo es que existiendo ese contacto, hay correspondencias tan misteriosas
entre el alma y los objetos externos, que son totalmente inexplicables,
atendiendo tan solo á las simples sensaciones por cuyo medio se ha
establecido la comunicacion.
Notemos lo que sucede con los mágicos efectos de la música.
Reflexionando sobre ellos se descubre que son de dos órdenes: el
puramente auditivo, y el intelectual y moral: el uno se detiene por
decirlo así en el tímpano, el otro llega al cerebro y al corazon; y tal
hombre será de organizacion muy á propósito para lo uno que no lo será
para lo otro. Dos sugetos oyen una sonata, ambos perciben igualmente la
música _material_; mas no experimentan los mismos efectos intelectuales
y morales. Ambos advertirán el mas mínimo desliz de la voz, de un
instrumento, del compás; ambos admirarán el arte y el acierto del
compositor; ambos gozarán con el mágico embeleso; pero mientras el
cerebro y el corazon del uno habrán salido apenas de su estado ordinario
y no percibirán mas que un placer _material_; se habrán exaltado sobre
manera el corazon y el cerebro del otro: su fantasía se sentirá con
multiplicadas fuerzas, bullirán en su cabeza los pensamientos y las
imágenes, cual si al son del mágico instrumento descendieran sobre su
frente inspiraciones divinas. Su corazon estará vivamente agitado: la
dulcísima ternura, la profunda y suave melancolía, el odio, el amor, la
ira, la generosidad, la audacia, el ímpetu, nacerán repentinamente en su
pecho; sentiriáse bajo una influencia mágica que le conmueve á pesar
suyo: las vibraciones de una cuerda habrán levantado en su corazon
misteriosas tempestades que los esfuerzos de la razon bastan apenas á
dominar.
[109.] Esto ¿qué nos dice? Nos dice que á mas de las relaciones comunes
entre los objetos y los órganos de los sentidos, hay otras mas íntimas y
delicadas entre aquellos y el sistema de nuestra organizacion; y que nos
constan por la experiencia con igual certeza que las comunes. Hay en
ellas mas variedad entre los distintos individuos; son mas desconocidas
las condiciones necesarias para que resulten efectos determinados; pero
no cabe duda sobre su existencia; y esto es suficiente para que á los
ojos de la sana filosofía no causen mella esas suposiciones con que se
pretende minar el edificio de nuestros conocimientos.
[110.] Resulta pues demostrado lo que se ha de contestar á la siguiente
dificultad: «si se nos diese un nuevo sentido ¿qué sucederia?» Nada que
destruyese la certeza de nuestros conocimientos, ni alterase el órden y
naturaleza de las ideas; no ocurriria otra novedad, sino que sobre los
muchos modos con que nuestra organizacion es afectada por los objetos,
habria uno mas. Nos sucederia lo que á un hombre que estuviese privado
del olfato, y se lo diesen de repente: tendria una sensacion mas; nos
sucederia lo que á un hombre en cuyo pecho brota de repente un
sentimiento que antes no habia experimentado: tiene una afeccion mas.
Las nuevas impresiones se colocan en su puesto, y no destruyen ni
alteran las otras.


LIBRO TERCERO.
LA EXTENSION Y EL ESPACIO.


CAPÍTULO I.
LA EXTENSION INSEPARABLE DE LA IDEA DE CUERPO.

[1.] Supuesto que entre los objetos de las sensaciones la extension es
lo único que para nosotros existe en lo exterior, como algo mas que un
principio de causalidad, examinemos á fondo qué es la extension.
Por de pronto, parece que la idea de extension es inseparable de la de
cuerpo. Yo por lo menos no alcanzo á concebir lo que es un cuerpo
inextenso. En faltando la extension, desaparecen las partes, desaparece
todo cuanto tiene relacion con nuestros sentidos: ó no queda objeto, ó
es una cosa muy diferente de cuanto encerramos en la idea de cuerpo.
Concibamos una manzana: hagámosla de repente inextensa; ¿á qué se
reduce?
Prescindiré por ahora de si tiene razon Descartes cuando hace consistir
en la extension la esencia del cuerpo; pero sé muy bien que sin la
extension no concibo el cuerpo. No afirmo la identidad de dos cosas,
sino la inseparabilidad de dos ideas en nuestro entendimiento. No se
trata de una opinion, sino de un hecho, que el sentido íntimo nos
atestigua.
Es verdad que haciendo abstraccion de la extension, se puede concebir
una substancia, ó mas generalmente, un ser, pero entonces ya no hay
idea de cuerpo, si no la queremos confundir con la de substancia ó la
de ser, en general.
[2.] Todas las nociones que tenemos de los cuerpos nos vienen por los
sentidos; faltando la extension, faltan todas las demás sensaciones;
pues sin ella no hay ni tacto, ni color, ni sonido, ni olor; resulta
pues, ó un objeto reducido á una cosa de que no tenemos ninguna idea, ó
solo nos quedará una nocion abstracta, por la cual no podremos
distinguirle de los otros: una pura abstraccion, nada mas.
[3.] Si se quisieran deshacer las dificultades que se oponen á la
separacion de las dos ideas, extension y cuerpo, seria preciso
determinar la esencia del cuerpo; y cuando conociéramos su esencia
distinta de la extension, entonces habríamos soltado la dificultad; de
otra manera, nó.
[4.] Para comprender mas á fondo la razon de esta inseparabilidad, es
necesario tener presente el hecho consignado ya mas arriba, á saber, que
la extension es la base de todas las demás sensaciones; siendo con
respecto á ellas una especie de recipiente, de _substratum_, que no se
confunde con ninguna, que no depende de ninguna en particular, y que es
para todas una condicion indispensable.
Tengo á la vista una manzana, y voy á examinar la relacion que entre si
tienen las sensaciones que me produce.
Es evidente que puedo prescindir del olor sin destruir ninguna de las
otras sensaciones que de ella emanan. Siendo inodora, todavía me queda
extensa, colorada, sabrosa, y aun sonora en cuanto es capaz de producir
algun ruido. De la propia suerte puedo prescindir del sabor, y aun del
color, y de cuanto tiene relacion con la vista; pues aun en este caso me
resulta un objeto tangible, y por lo mismo, extenso, figurado, y con las
demás propiedades que afectan el tacto.
Si en vez de prescindir de lo que se refiere á la vista quiero
prescindir de lo que pertenece directamente al tacto mismo, puedo
tambien hacerlo sin destruir las demás sensaciones: pues todavía se
ofrecerá á mis ojos la manzana con su extension, figura y colores, y
podrá conservar las calidades relativas á los demás sentidos.
Aun puedo llevar mas allá la abstraccion. Si despojo á la manzana de
todas las calidades que la ofrecen á mis sentidos, privándola de sabor,
de olor, de color, de luz, y además de calor ó frio, de blandura ó
dureza, y de cuanto puede hacerla sensible al tacto, todavía me queda la
extension; nó sensible, pero sí concebible. La extension existe,
prescindiendo de su visibilidad, pues que existe para el ciego;
prescindiendo de lo tangible, pues existe para la simple vista;
prescindiendo del olor, sabor y sonido, pues existe para los privados de
dichos sentidos, con tal que tengan ó vista ó tacto.
[5.] Aquí ocurre una dificultad: parece muy posible que haya
You have read 1 text from Spanish literature.
Next - Filosofía Fundamental, Tomo II - 07
  • Parts
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 01
    Total number of words is 4748
    Total number of unique words is 1165
    35.4 of words are in the 2000 most common words
    51.3 of words are in the 5000 most common words
    58.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 02
    Total number of words is 4760
    Total number of unique words is 1216
    38.4 of words are in the 2000 most common words
    53.3 of words are in the 5000 most common words
    60.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 03
    Total number of words is 4742
    Total number of unique words is 1170
    34.3 of words are in the 2000 most common words
    49.8 of words are in the 5000 most common words
    57.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 04
    Total number of words is 4850
    Total number of unique words is 1157
    36.2 of words are in the 2000 most common words
    49.7 of words are in the 5000 most common words
    58.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 05
    Total number of words is 4860
    Total number of unique words is 1145
    38.5 of words are in the 2000 most common words
    52.9 of words are in the 5000 most common words
    60.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 06
    Total number of words is 4677
    Total number of unique words is 1156
    37.3 of words are in the 2000 most common words
    53.0 of words are in the 5000 most common words
    61.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 07
    Total number of words is 4808
    Total number of unique words is 1042
    35.6 of words are in the 2000 most common words
    50.7 of words are in the 5000 most common words
    58.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 08
    Total number of words is 4714
    Total number of unique words is 1120
    35.0 of words are in the 2000 most common words
    50.0 of words are in the 5000 most common words
    57.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 09
    Total number of words is 4749
    Total number of unique words is 996
    36.0 of words are in the 2000 most common words
    50.7 of words are in the 5000 most common words
    58.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 10
    Total number of words is 4660
    Total number of unique words is 1130
    35.6 of words are in the 2000 most common words
    49.4 of words are in the 5000 most common words
    56.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 11
    Total number of words is 4711
    Total number of unique words is 1065
    35.3 of words are in the 2000 most common words
    51.0 of words are in the 5000 most common words
    58.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 12
    Total number of words is 4687
    Total number of unique words is 1100
    36.8 of words are in the 2000 most common words
    50.6 of words are in the 5000 most common words
    57.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 13
    Total number of words is 4607
    Total number of unique words is 1084
    36.0 of words are in the 2000 most common words
    50.6 of words are in the 5000 most common words
    57.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 14
    Total number of words is 4766
    Total number of unique words is 1036
    35.1 of words are in the 2000 most common words
    50.4 of words are in the 5000 most common words
    58.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 15
    Total number of words is 4566
    Total number of unique words is 1091
    36.8 of words are in the 2000 most common words
    51.0 of words are in the 5000 most common words
    58.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 16
    Total number of words is 4616
    Total number of unique words is 1212
    36.9 of words are in the 2000 most common words
    51.5 of words are in the 5000 most common words
    60.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 17
    Total number of words is 4545
    Total number of unique words is 1165
    31.4 of words are in the 2000 most common words
    43.4 of words are in the 5000 most common words
    48.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Filosofía Fundamental, Tomo II - 18
    Total number of words is 4036
    Total number of unique words is 1153
    30.8 of words are in the 2000 most common words
    43.7 of words are in the 5000 most common words
    50.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.