Verdadera historia de los sucesos de la conquista de la Nueva-España (3 de 3) - 17

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Y pasó Bernardino Vazquez de Tapia, persona muy preeminente y rico,
murió de su muerte.
É pasó un muy esforzado soldado que se decia Cristóbal de Olea,
natural de tierra de Medina del Campo, y bien se puede decir que,
despues de Dios, por este salvó la vida Cortés la primera vez en lo de
Suchimileco, cuando se vió Cortés en gran aprieto, que le derribaron
los indios mejicanos del caballo, que se decia el Romo, y este Olea
llegó de los primeros á socorrerle, é hizo tales cosas por su persona,
que tuvo lugar Cortés de cabalgar en el caballo, y luego le socorrimos
ciertos soldados que en aquel tiempo llegamos, y el Olea quedó mal
herido; y la postrera vez que le socorrió este Olea, cuando en Méjico
en la calzadilla le desbarataron los mejicanos y le mataron sesenta
y dos soldados, y á Cortés le tenia ya engarrafado un escuadron de
mejicanos para le llevar á sacrificar, y le habian dado una cuchillada
en una pierna, y el buen Olea con su ánimo tan esforzado peleó tan
bravosamente que se le quitó, y allí perdió la vida este esforzado
varon; que ahora que lo estoy escribiendo se me enternece el corazon,
é me parece que ahora le veo y se me representa su presencia y grande
ánimo como muchas veces nos ayudaba á pelear; y de aquella derrota
escribió Cortés á su majestad que no fueron sino veinte y ocho los que
murieron, y como he dicho, fueron sesenta y dos.
Y para que bien se entienda esto que escribo del Olea, y no digan
algunas personas que salgo de la órden de lo que pasó, sepan que el
uno es Cristóbal de Olea, natural de Castilla la Vieja, y este que he
dicho; y otro fué Cristóbal de Olí, que fué maese de campo, natural que
fué de Úbeda ó de Linares, porque estos dos capitanes casi que tienen
un nombre.
Volvamos á nuestro cuento: que tambien pasó con nosotros un buen
soldado que tenia una mano ménos, que se la cortaron en Castilla por
justicia, murió en poder de indios.
Pasó otro soldado que se decia Tuvilla, que cojeaba de una pierna, que
decia él que se habia hallado en la del Garellano con el Gran Capitan,
murió en poder de indios.
Pasaron dos hermanos que se decian Gonzalo Lopez de Jimena y Juan Lopez
de Jimena; el Gonzalo Lopez murió en poder de indios, y el Juan Lopez
fué alcalde mayor en la Veracruz y murió de su muerte.
Y pasó un Juan de Cuellar, buen ginete; este casó primera vez con una
hija del señor de Tezcuco, la cual se decia doña Ana y era hermosa,
murió de su muerte; y pasó otro Fulano que se decia Cuellar, deudo de
Francisco Verdugo, vecino de Méjico, murió de su muerte.
Y pasó un Santos Hernandez, hombre anciano, natural de Soria, que por
sobrenombre le llamábamos el Buen Viejo, ginete batidor, murió de su
muerte.
Y pasó un Pedro Moreno Medrano, vecino que fué de la Veracruz, y muchas
veces fué en ella alcalde ordinario, y era recto en hacer justicia, y
despues fué á vivir á la Puebla; fué hombre que sirvió muy bien á su
majestad, ansí de soldado como de hacer justicia, murió de su muerte.
Y pasó un Juan de Limpias Carvajal, buen soldado, capitan que fué de
bergantines, y ensordeció estando en la guerra, murió de su muerte.
Y pasó un Melchor de Gálvez, vecino que fué de Guaxaca, murió de su
muerte.
Y pasó un Ramon Lopez, que despues de ganado Méjico se le quebró un
ojo, persona preeminente, murió en Guaxaca.
Pasó un Villandrando, que decian que era deudo del conde de Ribadeo,
persona preeminente, murió de su muerte.
Pasó un Osorio, natural de Castilla la Vieja, buen soldado y persona de
mucha cuenta, murió en la Veracruz.
Pasó un Rodrigo de Castañeda, fué naguatato y buen soldado, murió en
Castilla.
Pasó un Fulano de Pilar, fué buena lengua, murió en lo de Cuyoacan
cuando fué con Nuño de Guzman.
Pasó otro soldado que se dice Granado, vive en Méjico.
Pasó un Martin Lopez, fué un muy buen soldado, este fué el maestre de
hacer los trece bergantines, que fué harta ayuda para ganar á Méjico, y
de soldado sirvió bien á su majestad, vive en Méjico.
Pasó un Juan de Nájara, buen soldado y ballestero, sirvió bien en la
guerra.
Y pasó un Ojeda, vecino de los zapotecas, y quebráronle un ojo en lo
de Méjico.
Pasó un Fulano de la Serna, que tuvo unas minas de plata, tenia una
cuchillada por la cara, que le dieron en la guerra, no me acuerdo qué
se hizo dél.
Y pasó un Alonso Hernandez Puertocarrero, primo del conde de Medellin,
caballero preeminente, y este fué á Castilla la primera vez que
enviamos presentes á su majestad, y en su compañía fué D. Francisco
de Montejo ántes que fuese Adelantado, y llevaron mucho oro en granos
sacado de las minas, y joyas de diversas hechuras, y el sol de oro y
la luna de plata. Y segun pareció, el Obispo de Búrgos, que se decia
D. Juan Rodriguez de Fonseca, Arzobispo de Rosano, mandó prender al
Alonso Hernandez Puertocarrero porque decia al mismo Obispo que queria
ir á Flandes con el presente ante su majestad, y porque procuraba por
las cosas de Cortés, y tuvo achaque el Obispo para le prender porque le
acusaron al Puertocarrero que habia traido á la isla de Cuba una mujer
casada, y en Castilla murió; y puesto que era uno de los principales
compañeros que con nosotros pasaron se me olvidaba de poner en esta
cuenta, hasta que me acordé dél.
Y tambien pasó otro muy buen soldado que se decia Alonso Luis ó Juan
Luis, y era muy alto de cuerpo y le deciamos por sobrenombre el Niño,
murió en poder de indios.
Y pasó otro buen soldado que se decia Hernando Burgueño, natural de
Aranda de Duero, murió de su muerte.
É pasó otro buen soldado que se decia Alonso de Monroy, é porque
se decia que era hijo de un comendador de Santisteban, porque no le
conociesen se llamaba Salamanca, murió en poder de indios.
Y vamos adelante, que tambien pasó un Fulano de Villalóbos, natural de
Santa Olalla, que se fué á Castilla rico.
Y pasó un Tirado de la Puebla, era hombre de negocios, murió de su
muerte.
Y pasó un Juan del Rio, fué á Castilla.
Y pasó un Juan Rico de Alanis, buen soldado, murió en poder de indios.
Y pasó un Gonzalo Hernandez de Alanis, bien esforzado soldado.
Pasó un Juan Rico de Alanis, murió de su muerte.
É pasó un Fulano Navarrete, vecino que fué de Pánuco, murió de su
muerte.
Pasó un Francisco Martin de Vendabal, vivo le llevaron los indios á
sacrificar, y ansimismo á otro su compañero que se decia Pedro Gallego,
y desto echamos mucha culpa á Cortés, porque quiso echar una celada
á unos escuadrones mejicanos, y los mejicanos se la echaran al mismo
Cortés y le arrebataron los dos soldados, y los llevaron á sacrificar
delante de sus ojos, que no se pudieron valer.
Y pasaron tres soldados que se decian Trujillos, el uno natural de
Trujillo, y era muy esforzado y murió en poder de indios; y el otro,
natural de Güelva, tambien fué de mucho ánimo, murió en poder de
indios, y el otro era natural de Leon, tambien murió en poder de indios.
Y pasó un soldado que se decia Juan Flamenco, murió de su muerte.
Y pasó un Francisco del Barco, natural del Barco de Ávila, capitan que
fué en la Cholulteca, murió de su muerte.
Pasó un Juan Perez, que mató á su mujer, que se decia la hija de la
Vaquera, murió de su muerte.
Y pasó otro buen soldado que se decia Nájera el Corcovado, extremado
hombre por su persona, murió en Colima ó en Zacatula.
É pasó otro buen soldado que se decia Madrid el Corcovado, murió en
Colima ó Zacatula.
Y pasó otro soldado que se decia Juan de Inhiesta, fué ballestero,
murió de su muerte.
Y pasó un Fulano de Alamilla, vecino que fué de Pánuco, buen
ballestero, murió de su muerte.
Y pasó un Fulano Moron, gran músico, vecino de Colima ó Zacatula, murió
de su muerte.
Pasó un Fulano de Varela, buen soldado, vecino que fué de Colima ó
Zacatula, murió de su muerte.
Pasó un Fulano de Valladolid, vecino de Colima ó Zacatula, murió en
poder de indios.
É pasó un Fulano de Villafuerte, persona de valía, que casó con una
deuda de la mujer que primero tuvo Hernando Cortés, y era vecino de
Zacatula ó de Colima, murió de su muerte.
Y pasó un Fulano Gutierrez, vecino de Colima ó Zacatula, murieron de su
muerte.
Y pasó otro buen soldado que se decia Valladolid el Gordo, murió en
poder de indios.
Y pasó un Pacheco, vecino que fué de Méjico, persona preeminente, murió
de su muerte.
Y pasó un Hernando de Lerma ó de Lema, hombre anciano, que fué capitan,
murió de su muerte.
Pasó un Fulano Suarez el Viejo, que mató á su mujer con una piedra de
moler maíz, murió de su muerte.
Y pasó un Fulano de Angulo é un Francisco Gutierrez y otro mancebo que
se decia Santa-Clara, vecinos que fueron de la Habana, que murieron en
poder de indios.
Y pasó un Garci-Caro, vecino que fué de Méjico, murió de su muerte.
Y pasó un mancebo que se decia Larios, vecino que fué de Méjico, murió
de su muerte, que tuvo pleito sobre sus indios.
Pasó un Juan Gomez, vecino que fué de Guatimala, fué rico á Castilla.
Y pasaron dos hermanos que se decian los Jimenez, naturales que fueron
de Linguijuela de Estremadura; el uno murió en poder de indios, el otro
de su muerte.
Y pasaron dos hermanos que se decian los Florines, murieron en poder de
indios.
Y pasó un Francisco Gonzalez de Nájera é un su hijo que se decia Pero
Gonzalez de Nájera, y dos sobrinos del Francisco Gonzalez que se decian
los Ramirez; el Francisco Gonzalez murió en los peñoles que están en la
provincia de Guatimala, y los sobrinos en las puentes de Méjico.
Y pasó otro buen soldado que se decia Amaya, vecino que fué de Guaxaca,
murió de su muerte.
Y pasaron dos hermanos que se decian Carmonas, naturales de Jerez,
murieron de sus muertes.
Y pasaron otros dos hermanos que se decian los Vargas, naturales de
Sevilla; el uno murió en poder de indios, y el otro de su muerte.
Y pasó otro buen soldado que se decia Polanco, natural de Ávila, vecino
que fué de Guatimala, murió de su muerte.
Y pasó un Hernan Lopez de Ávila, tenedor que fué de los bienes de los
difuntos, fué rico á Castilla.
Y pasó un Juan de Aragon, vecino de Guatimala, murió de su muerte.
Y pasó un Fulano de Cieza, que tiraba bien una barra, murió en poder de
indios.
Pasó un Santisteban, viejo, ballestero, vecino de Chiapa, murió de su
muerte.
Pasó un Bartolomé Pardo, murió en poder de indios; pasó un Bernardino
de Coria, vecino que fué de Chiapa, padre de uno que se decia Centena,
murió de su muerte.
Y pasó un Pedro Escudero y un Juan Cermeño, y otro su hermano que se
llamaba como él, buenos soldados; al Pedro Escudero y á Juan Cermeño
mandó Cortés ahorcar porque se alzaban con un navío para ir á la
isla de Cuba á dar mando á Diego Velazquez, de cuando enviamos los
embajadores, oro y plata á su majestad, para que los saliese á tomar en
la Habana, y quien lo descubrió fué el Bernardino de Coria, y murieron
ahorcados.
Y pasó un Gonzalo de Umbría, piloto, muy buen soldado; á este tambien
mandó Cortés cortar los dedos de los piés porque se iba por piloto con
los demas, y fuese á Castilla á quejar ante su majestad, y le fué muy
contrario á Cortés, y su majestad le mandó dar su Real cédula para que
en la Nueva-España le diesen mil pesos de oro cada año de renta en
pueblos de indios, y nunca volvió de Castilla, porque temió á Cortés.
Y pasó un Rodrigo Rangel, que fué persona preeminente, y estaba muy
tullido de bubas, nunca fué á la guerra para que dél se haga memoria, y
de dolores murió.
Y pasó un Francisco de Orozco, que tambien estaba malo de bubas y muy
doliente, y habia sido soldado en Italia, que estuvo ciertos dias por
capitan en lo de Tepeaca entre tanto que estuvimos en la guerra de
Méjico, no sé qué se hizo ni dónde murió.
Y pasó un soldado que se decia Mesa, y habia sido artillero en Italia,
y ansí lo fué en la Nueva-España, y murió ahogado en un rio despues de
ganado Méjico.
Y pasó otro muy esforzado soldado que se decia Fulano Arbolanche,
natural de Castilla la Vieja, murió en poder de indios.
Y pasó otro soldado que se decia Luis Velazquez, natural de Arévalo,
murió en las Higueras cuando fuimos con Cortés.
Y pasó un Martin García, valenciano, buen soldado, murió en lo de
Higueras.
Y pasó otro buen soldado que se decia Alonso de Barrientos; este se
fué dende Tuztepeque á se acoger entre los indios de Chinanta cuando
se alzó Méjico, y en lo de Tuztepeque murieron sesenta y seis soldados
y cinco mujeres de Castilla de los de Narvaez y de los nuestros, que
mataron los mejicanos que estaban en guarnicion en aquella provincia.
Y pasó un Almodóvar el viejo é un su hijo que se decia Álvaro de
Almodóvar, y dos sobrinos que tenian el mesmo sobrenombre de Almodóvar,
é el un sobrino murió en poder de indios, y el viejo y el Álvaro y el
sobrino murieron sus muertes.
Y pasaron dos hermanos que se decian los Martinez, naturales de
Fregenal, buenos hombres por sus personas, murieron en poder de indios.
Y pasó un buen soldado que se decia Juan del Puerto, murió tullido de
bubas.
Y pasó otro buen soldado que se decia Lagos, murió en poder de indios.
Y pasó un fraile de nuestra Señora de la Merced que se decia fray
Bartolomé de Olmedo, y era teólogo y gran cantor y virtuoso, murió su
muerte.
Y pasó otro soldado que se decia Sancho de Ávila, natural de las
Garrovillas; este, segun decian, habia llevado á Castilla de la isla de
Santo Domingo seis mil pesos de oro en unos borceguíes, que cogió de
unas minas ricas, y como llegó á Castilla lo jugó y lo gastó, y se vino
con nosotros, é indios le mataron.
Y pasó un Alonso Hernandez de Palo, ya hombre viejo, y dos sobrinos;
el uno se decia Alonso Hernandez, buen ballestero, y el otro no se me
acuerda el nombre, y el Alonso Hernandez murió en poder de indios y los
demas murieron de sus muertes.
Y pasó otro buen soldado que se decia Alonso de la Mesta, natural de
Sevilla ó del Ajarafe, murió en poder de indios, y los demas murieron
de sus muertes.
Y pasó otro buen soldado que se decia Rabanal, montañés, murió en poder
de indios.
Pasó otro muy buen hombre por su persona, que se decia Pedro de Guzman,
é se casó con una valenciana que se decia doña Francisca de Valtierra;
fuese al Pirú, é hubo fama que murieron helados él y la mujer y un
caballo y unos negros y otras gentes.
É pasó un buen ballestero que se decia Cristóbal Diaz, natural de
Colmenar de Arenas, murió de su muerte; é pasó otro soldado que se
decia Retamales, matáronle indios en lo de Tabasco.
É pasó otro esforzado soldado que se decia Ginés Nortes, murió en lo de
Yucatan en poder de indios.
Pasó otro muy diestro soldado é bien esforzado, que se decia Luis
Alonso, é cortaba muy bien con una espada, murió en poder de indios.
É pasó un Alonso Catalan, buen soldado, murió en poder de indios.
É otro soldado que se decia Juan Siciliano, vecino que fué de Méjico,
murió de su muerte.
É pasó otro buen soldado que se decia Canillas, fué en Italia atambor,
y tambien en la Nueva-España, murió en poder de indios.
É pasó un Hernandez, secretario que fué de Cortés, natural de Sevilla,
murió en poder de indios.
Pasó un Juan Diaz, que tenia una gran nube en un ojo, natural de
Búrgos, que traia á cargo el rescate é vituallas de Cortés, murió en
poder de indios.
Pasó un Diego de Coria, vecino que fué de Méjico, murió de su muerte.
Pasó otro buen soldado, mancebo, que se decia Juan Nuñez de Mercado,
que era natural de Cuellar, otros decian que era natural de Madrigal;
este soldado cegó de los ojos, vecino que ahora es de la Puebla.
Y pasó otro buen soldado, y el más rico que todos los que pasamos con
Cortés, que se decia Juan Sedeño, natural de Arévalo, é trujo un navío
suyo é una yegua é un negro, é tocinos é mucho pan é cazabe, murió de
su muerte é fué persona preeminente.
É pasó un Fulano de Balnor, vecino que fué de la Trinidad, murió en
poder de indios.
É pasó un Zaragoza, ya hombre viejo, padre que fué de Zaragoza el
escribano de Méjico, murió de su muerte.
É pasó un buen soldado que se decia Diego Martin de Ayamonte, murió de
su muerte.
É pasó otro soldado que se decia Cárdenas, decia él mismo que era nieto
del comendador mayor don Fulano de Cárdenas, murió en poder de indios.
Y pasó otro soldado que se decia Cárdenas, hombre de la mar, piloto,
natural de Triana; este fué el que dijo que no habia visto tierra
adonde hubiese dos Reyes como en la Nueva-España, porque Cortés llevaba
quinto como Rey, despues de sacado el real quinto, é de pensamiento
dello cayó malo, é fué á Castilla é dió relacion dello á su majestad,
é de otras cosas de agravios que le habian hecho, é fué muy contrario
á Cortés, é su majestad le mandó dar su Real cédula para que le diesen
indios que rentasen mil pesos; y ansí como vino á Méjico con ella,
murió de su muerte.
É pasó otro buen soldado que se decia Arguello, natural de Leon, murió
en poder de los indios.
Y pasó otro soldado que se decia Diego Hernandez, natural de Salces de
los Gallegos, ayudó á aserrar la madera de los bergantines, é cegó é
murió de su muerte.
É pasó otro soldado de muchas fuerzas é animoso, que se decia Fulano
Vazquez, murió en poder de indios.
É pasó otro soldado ballestero que se decia Arroyuelo, decian que era
natural de Olmedo, murió en poder de indios.
É pasó un Fulano Pizarro, capitan que fué en entradas, decia Cortés que
era su deudo; en aquel tiempo no habia nombre de Pizarros ni el Pirú
estaba descubierto, murió en poder de indios.
É pasó un Álvaro Lopez, vecino que fué de la Puebla, murió de su muerte.
É pasó otro soldado que se decia Yañez, natural de Córdoba, y este
soldado fué con nosotros á las Higueras, y entre tanto que fué se le
casó la mujer con otro marido, é de que volvimos de aquel viaje no
quiso tomar á la mujer, murió de su muerte.
É pasó un buen soldado é bien suelto peon que se decia Magallanes,
portugués, murió en poder de indios.
É pasó otro portugués Platero, murió en poder de indios.
É pasó otro portugués, ya hombre anciano, que se decia Martin de
Alpedrino, murió de su muerte.
É pasó otro portugués que se decia Juan Álvarez Rubazo, murió de su
muerte.
É pasó otro muy esforzado portugués que se decia Gonzalo Sanchez, murió
de su muerte.
É pasó otro portugués, vecino que fué de la Puebla, que se decia
Gonzalo Rodriguez, persona preeminente, murió de su muerte.
É pasaron otros dos portugueses, vecinos de la Puebla, que se decian
los Villanuevas, altos de cuerpo, no sé qué se hicieron ó dónde
murieron.
É pasaron tres soldados que tenian por sobrenombres Fulanos de
Ávila; el uno que se decia Gaspar de Ávila, fué yerno de Hortigosa,
el escribano, murió de su muerte; é el otro Ávila se allegaba con el
capitan Andrés de Tapia, murió en poder de indios; el otro Ávila no me
acuerdo adónde fué á ser vecino.
É tambien pasaron dos hermanos, hombres ancianos, que se decian los
Vandadas, decian que eran naturales de tierra de Ávila, murieron en
poder de indios.
É pasaron otros tres soldados que tenian por sobrenombres Espinosas;
el uno era vizcaino, é murió en poder de indios; y el otro se decia
Espinosa de la Bendicion, porque siempre traia por plática con la buena
bendicion; era muy buena aquella plática, é murió de su muerte; y el
otro Espinosa era natural de Espinosa de los Monteros, murió en poder
de indios.
É pasó un Pedro Peton de Toledo, murió de su muerte.
É vino otro buen soldado que se decia Villasinda, natural de Portillo,
que se metió fraile francisco, murió de su muerte.
É pasaron dos buenos soldados que se decian por sobrenombre San Juan;
al uno llamábamos San Juan el Entonado, porque era muy presuntuoso,
murió en poder de indios; y el otro se decia San Juan de Vichilla, era
gallego, murió de su muerte.
É pasó otro buen soldado que se decia Izquierdo, natural de
Castromocho, fué vecino en la villa de San Miguel, sujeta á Guatimala,
murió de su muerte.
É pasó un Aparicio Martin, que casó con una que se decia la Medina,
natural de Medina de Rioseco, vecino que fué de San Miguel, murió de
su muerte.
É pasó un buen soldado que se decia Cáceres, natural de Trujillo, murió
en poder de indios.
É pasó otro buen soldado que se decia Alonso de Herrera, natural de
Jerez; este fué capitan en los zapotecas, é acuchilló á otro capitan
que se decia Figuero sobre ciertas contiendas de las capitanías, é
por temor del tesorero Alonso de Estrada, que en aquella sazon era
gobernador, porque no le prendiese, se fué á lo de Marañon, é allá
murió en poder de indios, y el Figuero se ahogó en la mar yendo á
Castilla.
É tambien pasó un mancebo que se decia Maldonado, natural de Medellin,
estuvo malo de bubas, é no sé si murió de su muerte; no lo digo por
Maldonado de la Veracruz, marido que fué de doña María del Rincon.
É pasó otro soldado que se decia Morales, ya hombre anciano, que
cojeaba de una pierna; decian que fué soldado del comendador Solís, fué
alcalde ordinario en la Villa-Rica, é hacia recta justicia.
É pasó otro soldado que se decia Escalona el mozo, murió en poder de
indios.
É pasaron tres soldados, que todos tres fueron vecinos en la
Villa-Rica, que nunca fueron á guerra ni á entrada ninguna de la
Nueva-España; al uno decian Arévalo é al otro Juan Leon é al otro
Madrigal, murieron de su muerte.
É pasó otro soldado que se decia por sobrenombre Lencero, cuya fué la
venta que agora se dice de Lencero, que está entre la Veracruz é la
Puebla, que fué buen soldado y se metió fraile mercenario.
Pasó un Alonso Duran, que era algo viejo y no via bien, que ayudaba de
sacristan é se metió fraile mercenario.
É pasó otro soldado que se decia Navarro, que se allegaba en casa del
capitan Sandoval, é despues se casó en la Veracruz, murió de su muerte.
É pasó otro buen soldado que se decia Alonso de Talavera, que se
allegaba en casa del capitan Sandoval, murió en poder de indios.
É pasaron dos indios, que se decia el uno Juan de Manzanilla y el otro
Pedro Manzanilla; el Pedro Manzanilla murió en poder de indios, el Juan
de Manzanilla fué vecino de la Puebla, murió de su muerte.
É pasó un soldado que se decia Benito Bejel, fué atambor de ejércitos
de Italia, y tambien lo fué en la Nueva-España, murió de su muerte.
É pasó un Alonso Romero, que fué vecino de la Veracruz, persona rica y
preeminente, murió de su muerte.
É pasó un soldado que se decia Síndos de Portillo, natural de Portillo,
é tuvo muy buenos indios y estuvo rico, é dejó sus indios y vendió sus
bienes, é lo repartió á pobres é se metió fraile, é fué de santa vida.
É otro buen soldado que se decia Quintero, natural de Moguel, é tuvo
buenos indios y estuvo rico, é lo dió por Dios é se metió fraile
francisco y fué buen religioso.
É otro soldado que se decia Alonso de Aguilar, cuya fué la venta que
ahora llaman de Aguilar, que está entre la Veracruz y la Puebla, y fué
persona rica y tuvo buen repartimiento de indios, todo lo vendió y dió
por Dios, é se metió fraile dominico y fué muy buen religioso.
É otro soldado que se decia Fulano Burguillos, tenia buenos indios y
estuvo rico, é lo dejó é se metió fraile francisco, y este Burguillos
despues se salió de la órden.
É otro buen soldado que se decia Escalante, era galan y buen ginete,
metióse fraile francisco, que despues se salió del monasterio é se
volvió á triunfar, é de ahí obra de un mes se tornó á tomar los hábitos
y fué buen religioso.
Otro soldado que se decia Gaspar Diaz, natural de Castilla la Vieja, é
fué rico, ansí de sus indios como de sus tratos, todo lo dió por Dios,
é se fué á los pinares de Guaxocingo, en parte muy solitaria, é hizo
una ermita é se puso en ella por ermitaño, é fué de tan buena vida é
se daba á ayunos y disciplinas, que se paró muy flaco é debilitado, é
decian que dormia en el suelo en unas pajas; é de que lo supo el Obispo
D. fray Juan de Zumarraga le mandó que no hiciese tan áspera vida, é
tuvo tan buena fama el ermitaño Gaspar Diaz, que se metieron en su
compañía otros ermitaños, é todos hicieron buenas vidas, é á cuatro
años que allí estaban fué Dios servido llevarle á su santa gloria.
É pasó otro soldado que se decia Ribadeo, gallego, que por sobrenombre
le llamábamos Beberreo, porque bebia mucho vino, murió en poder de
indios en lo de Almería.
Pasó otro soldado que llamábamos el Galleguillo porque era chico de
cuerpo, murió en poder de indios.
Pasó un esforzado soldado que se decia Lerma; éste fué uno de los que
ayudaron á salvar la vida á Cortés, como dicho tengo en el capítulo
que dello habla, y se fué entre los indios como aburrido de temor del
mismo Cortés, á quien habia ayudado á salvar la vida, por ciertas cosas
de enojo que Cortés contra él tuvo, que aquí no declaro por su honor;
nunca más supimos dél vivo ni muerto; mala sospecha tuvimos.
Tambien pasó otro buen soldado que se decia Pinedo, criado que habia
sido de Diego Velazquez, gobernador de Cuba, y cuando vino Narvaez, se
iba de Méjico para el mismo capitan Narvaez, y en el camino le mataron
indios, sospechóse que por mandado de Cortés.
Pasó otro soldado y buen ballestero que se decia Pedro Lopez, murió de
su muerte.
Y asimismo pasó otro Pedro Lopez, ballestero, que fué con Alonso de
Ávila á la isla Española, é allá se quedó.
É pasaron tres herreros, el uno se llamaba Juan García y el otro Hernan
Martin, que casó con la Bermuda, que se llamaba Catalina Marquez, y el
otro no me acuerdo su nombre; el uno murió en poder de indios é los dos
de sus muertes.
É pasó otro soldado que se decia Álvaro Gallego, vecino que fué de
Méjico, cuñado de unos Zamoras, murió de su muerte.
É pasó otro soldado, ya hombre anciano, que se decia Paredes, padre de
un Paredes que agora está en lo de Yucatan, murió en poder de indios.
É pasó otro soldado que se decia Gonzalo Mejía Rapapelo, porque decia
él mismo que era nieto de un Mejía que andaba á robar en el tiempo del
Rey D. Juan en compañía de un Centeno, murió en poder de indios.
Pasó un Pedro de Tapia, y murió tullido despues de ganado Méjico.
É pasaron ciertos pilotos que se decian Anton de Alaminos é un su
hijo que tambien tenia el mismo nombre que su padre, eran naturales
de Pálos; é un Camacho de Triana, é un Juan Álvarez, el Manquillo de
Güelva, é un Sopuerta del Condado, ya hombre anciano, é un Cárdenas.
Este fué el que estuvo malo de pensamiento cómo sacaban dos quintos del
oro, el uno para Cortés; é un Gonzalo de Umbría, é hubo otro piloto
que se decia Galdin, é tambien hubo más pilotos, que ya no se acuerdan
sus nombres; mas el que yo vi que se quedó para vecino en Méjico fué
el Sopuerta, que todos los demas se fueron á Cuba é Jamáica é á otras
islas é á Castilla á ganar pilotajes, por temor del Cortés, porque
estaba mal con ellos porque dieron aviso á Francisco de Garay de las
tierras que demandó á su majestad que le hiciese mercedes; y aun fueron
cuatro pilotos dellos á se quejar de Cortés delante de su majestad, los
cuales fueron los Alaminos é el Cárdenas é el Gonzalo de Umbría, é les
mandó dar cédulas Reales para que en la Nueva-España diesen á cada uno
mil pesos de renta; é el Cárdenas vino, é los demas nunca vinieron.
É pasó otro soldado que se decia Lúcas Ginovés, y era piloto, murió en
poder de indios.
É tambien pasó otro Lorenzo Ginovés, vecino que fué de Guaxaca, marido
de una portuguesa vieja, murió de su muerte.
É pasó otro soldado que se decia Enrique, natural de tierra de
Palencia; este soldado se ahogó de cansado é del peso de las armas é
del calor que le daban.
É pasó otro soldado que se decia Cristóbal de Jaén, era carpintero,
murió en poder de indios.
É pasó un Ochoa, vizcaino, hombre rico y preeminente, vecino que fué de
Guaxaca, murió de su muerte.
É pasó un bien esforzado soldado que se decia Zamudio, fuese á Castilla
porque acuchilló á unos en Méjico; en Castilla fué capitan de una
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