Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 01

Total number of words is 4432
Total number of unique words is 1612
31.6 of words are in the 2000 most common words
43.1 of words are in the 5000 most common words
49.7 of words are in the 8000 most common words
Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.

TEATRO SELECTO
DE
CALDERON DE LA BARCA.


BIBLIOTECA CLÁSICA.
Doce reales cada tomo en toda España.

OBRAS PUBLICADAS.
Tomos.
HOMERO.—_La Ilíada_, traduccion directa del griego en verso y
con notas de D. José Gomez Hermosilla. 3
CERVANTES.—_Novelas ejemplares y viaje del Parnaso._ 2
HERODOTO.—_Los nueve libros de la historia_, traduccion
directa del griego, del padre Bartolomé Pou. 2
ALCALÁ GALIANO.—_Recuerdos de un anciano._ 1
VIRGILIO.—_La Æneida_, traduccion directa del latin, en verso y
con notas de D. Miguel Antonio Caro. 2
— _Las églogas_, traduccion en verso, de Hidalgo.—_Las
geórgicas_, traduccion en verso, de Caro; ambas traducciones
directas del latin, con un estudio del Sr. Menéndez Pelayo. 1
MACAULAY.—_Estudios literarios._ 1
— _Estudios históricos._ 1
— _Estudios políticos._ 1
— _Estudios biográficos._ 1
— _Estudios críticos._ 1
Traduccion directa del inglés de M. Juderías Bender.
QUINTANA.—_Vidas de españoles célebres._ 2
CICERÓN.—_Tratados didácticos de la elocuencia_, traduccion
directa del latin de D. Marcelino Menéndez Pelayo. 2
SALUSTIO.—_Conjuracion de Catilina._—_Guerra de Jugurta_,
traduccion del infante D. Gabriel.—_Fragmentos de la grande
historia_, traduccion del Sr. Menéndez Pelayo, ambas directas
del latin. 1
TÁCITO.—_Los anales_, traduccion directa del latin de don Cárlos
Coloma. 2
PLUTARCO.—_Las vidas paralelas_, traduccion directa del griego
por D. Antonio Ranz Romanillos. 5
ARISTÓFANES.—_Teatro completo_, traduccion directa del griego
por D. Federico Baráibar. 2
POETAS BUCÓLICOS GRIEGOS.—(_Teócrito, Bion y Mosco_). Traduccion
directa del griego, en verso, por el Ilmo. Sr. D. Ignacio
Montes de Oca, Obispo de Linares (Méjico). 1
MANZONI.—_Los Novios_, traduccion de D. Juan Nicasio Gallego. 1
ESQUILO.—_Teatro completo_, traduccion directa del griego, con
notas, por D. Fernando Brieva Salvatierra. 1
QUEVEDO.—_Obras satíricas y festivas._ 1
DUQUE DE RIVAS.—_Sublevacion de Napoles._ 1

MADRID.—IMP. CENTRAL Á CARGO DE VÍCTOR SAIZ, COLEGIATA, 6.


BIBLIOTECA CLÁSICA
TOMO XXXVI

TEATRO SELECTO
DE
CALDERON DE LA BARCA
PRECEDIDO DE UN ESTUDIO CRÍTICO
DE
D. MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

TOMO I
DRAMAS RELIGIOSOS Y FILOSÓFICOS
LA VIDA ES SUEÑO.
LA DEVOCION DE LA CRUZ.
EL MÁGICO PRODIGIOSO.
EL PRÍNCIPE CONSTANTE.

MADRID
LUIS NAVARRO, EDITOR
COLEGIATA, NÚM. 6
1881


ESTUDIO CRÍTICO.

Justa y noble cosa es que los pueblos honren la memoria de sus grandes
poetas; pero si he de decir lo que siento, ántes me parece funesto
que útil el entusiasmo oficial y la devocion obligada, que produce
los aniversarios y centenarios, con el obligado cortejo de músicas,
carros triunfales, pompas y apariencias, versos y justas poéticas. Aun
lo bueno sobre un mismo asunto empalaga, cuando es demasiado: ¿qué
será cuando en la turbia corriente de tales solemnidades rueda tanto
de mediano y áun de malo? La secta de los cervantistas acabaria, á no
ser tan grande el personaje á quien injurian y apedrean, por hacer
aborrecible hasta el nombre de Cervántes en la memoria de las gentes.
¿Quién sabe si conseguirán otro tanto los calderonianos, á fuerza de
sacrificar en las aras de su autor favorito todas nuestras glorias
dramáticas? No sé á punto fijo en qué consiste, pero hay en el fondo
de toda alma verdaderamente artística algo que se rebela contra las
admiraciones convencionales, de ritual ó de reata, un secreto espíritu
de reaccion contra todo fetiquismo, y de protesta contra gárrulos
encomios. De aquí que los espíritus delicados y que sienten y aman
desinteresadamente la hermosura, se refugien en el culto íntimo y
solitario de otros autores más modestos y olvidados, á quienes suele
llamarse _de segundo órden_ por lo mismo que andan ménos profanados en
bocas de necios, y porque han logrado la muy apetecible fortuna de no
llevar tras sí una turba ignara de admiradores y devotos.
Quizá parezcan demasiado amargas las palabras que llevo escritas, pero
no cabe en mi ánimo el decirlas más halagüeñas, ni el esperar nunca
gran cosa de estas apoteósis semi-paganas, que poco han de regocijar
en la otra vida á tan cristiano poeta como Calderon. Como quiera,
parece que el más digno tributo que en tal ocasion puede ofrecerse á
su gloria terrena es una nueva edicion de sus obras. Y por desgracia,
las ediciones no abundan, ni en todo rigor crítico las mismas que hay
satisfacen. Expuestos estamos á que cualquier extranjero, atraido á
Madrid por el ruido y baraunda que á propósito de Calderon estamos
haciendo, recorra en vano nuestras librerías sin encontrar otra
coleccion asequible de las obras de autor tan famoso (en cuyo honor
quemamos fuegos de artificio y encendemos luces de Bengala) sino la que
forma parte de la _Biblioteca de Autores Españoles_, de Rivadeneyra.
Si desea otra de más cómoda lectura y letra ménos apretada, tendrá
que acudir á Leipzig en busca de la de Keil. Si no quiere ó no puede,
por falta de tiempo, enterarse de toda la inmensa balumba de comedias
y autos del poeta, y prefiere una edicion de sus dramas selectos,
se fatigará en vano, porque hoy es el dia en que, á pesar de tantas
bocanadas de humo y tantos ditirambos en loor de nuestro gran poeta
nacional, áun tiene casi intacta en sus almacenes la Real Academia
Española la impresion de los dos primeros tomos de dramas escogidos
de Calderon, que empezó á publicar en 1868, y que en vista de tal
indiferencia del público, no ha pasado adelante. Bueno es ensalzar á
Calderon y hacer versos y prosas en conmemoracion suya, y colgar de
nuestros balcones retales de percalina, cual si se tratase de festejar
la entrada de un héroe patriótico y libertador; pero áun fuera mejor
leer y estudiar sus obras, y razonar un poco nuestras admiraciones
_à priori_. Aunque nos duela decirlo, los mejores trabajos críticos
acerca de Calderon, los de Schack, Rosenkranz y Schmidt, han salido de
Alemania: el único texto críticamente impreso de una comedia suya le
ha publicado un frances, así como ántes otros extranjeros vinieron á
enseñarnos y á defender contra nuestros críticos que Calderon era un
gran poeta, cuando aquí le teníamos por un bárbaro.
No todo se puede hacer en un dia, pero gran principio de remedio es
conocer el daño. Y por eso entiendo que lo primero y más útil es
popularizar la lectura de Calderon, para que el vulgo de las gentes,
y áun el vulgo literario, no le juzgue de oidas y por adivinacion,
sino atendiendo á lo que en sí mismo vale y significa. Por eso
esta BIBLIOTECA CLÁSICA, ya que por su objeto y condiciones no
puede honrarse con una edicion completa de D. Pedro Calderon de la
Barca, publica hoy en cuatro volúmenes lo más selecto de su teatro,
convenientemente ordenado y metodizado.
La ocasion parece oportuna para refrescar algunas ideas acerca del
autor y de su mérito dramático.

I.—Vicisitudes de la crítica calderoniana.
Calderon, de igual suerte que Lope, no obtuvo en su tiempo más que
alabanzas, ni hay ejemplo de popularidad igual á la suya, como no sea
la del Fénix de los ingenios. Y áun me atrevo á decir que fué más honda
y sobre todo más duradera la de Calderon, como que á los erráticos
vuelos y facilidad abandonada del padre de nuestro teatro sustituyó una
concepcion dramática, si ménos ámplia y rica, más una y consistente,
y asimismo más española, aunque más estrecha: tan española y tan del
tiempo en que floreció, como que Calderon vino á ser el poeta nacional
por excelencia: lauro honrosísimo, aunque se compre á costa de un poco
de personalidad, y lauro tal que sólo suelen alcanzarle los autores de
las primitivas epopeyas ó los ingenios afortunados que, como Dante,
cogen una sociedad y una lengua en mantillas, y modelan á su gusto la
literatura y la lengua. Pero el hacerse poeta popular cuando ya se ha
fijado la lengua, y cuando la literatura de un pueblo ha llegado al
punto culminante de su desarrollo, sólo suele alcanzarse por medio de
la dramática; y como en el mundo andan siempre revueltos los bienes
con los males, trae consigo (por lo general) á la vez que cierta
abdicacion del sentir y del pensar propios, una triste sujecion á las
formas convencionales y á los gustos del público, lo cual si hace al
poeta personaje semi-sagrado entre los de su tiempo y raza, suele
perjudicarle para lo futuro, sobre todo en el concepto de los extraños,
y áun hacerle ininteligible, quitándole esa universalidad que da vida
y juventud perenne á Shakespeare y á Cervántes, por ejemplo. Algo
de esta fatalidad pesa sobre Calderon, pero no del todo, puesto que
de él se admiran por la crítica de todos los países las concepciones
y los asuntos (indicio seguro de vigorosísimo entendimiento), aunque
logre ménos aplauso la ejecucion, que así en los aciertos como en los
lunares, es muy española y muy del siglo XVII, ya decadente.
Como quiera, repito que nuestro poeta fué gala, entusiasmo y regocijo
de su siglo, no sólo durante su vida larga, quieta, serena y siempre
honestamente ocupada, sino despues de su muerte, que produjo un
verdadero duelo nacional, siquiera tomase éste formas más solemnes
y graves que las que sirvieron para honrar la memoria de Lope. La
escuela de éste áun habia experimentado lucha y contradicciones; pero
en tiempo de Calderon la victoria del sistema dramático independiente,
español y revolucionario podia juzgarse completa. Hasta los clásicos
más recalcitrantes habian cedido, y con alto espíritu estético buscaban
en la Poética del Stagirita defensa y justificacion para las audacias
de nuestros dramáticos, y ensalzaban el teatro español en el concepto
de arte _naturalista_, puesto que, entendido rectamente el principio de
la _imitacion_ ó _mimesis_, que sirve de fundamento á las enseñanzas
de Aristóteles, claro es que implica no la mecánica imitacion de los
modelos, sino la reproduccion de la naturaleza humana con toda la
variedad y riqueza de contrastes y con la alternativa de lágrimas y de
risas que ella en sí tiene, y que en la vida se muestra y desarrolla.
De donde inferian que, siendo la comedia espejo de la vida humana,
cumplian á maravilla con su objeto nuestros dramáticos, fieles pintores
de la realidad histórica que sus ojos veian, y hábiles al par que
valientes en la mezcla de los efectos cómicos y trágicos. Tal es,
en sustancia, la doctrina que en modo muy dialéctico y bien trabado
expusieron el catedrático complutense Alonso Sanchez de la Ballesta,
grande apologista de Lope de Vega contra las detracciones de Pedro de
Torres Ramila, el licenciado Francisco de la Barreda en uno de los
discursos que sirven de exornacion al _Panegírico_ de Plinio (traido
por él á nuestra lengua), y así otros muchos que fuera largo enumerar.
Sólo reparos morales pusieron algunos escrupulosos á las comedias de
Calderon, como ántes á las de Lope y Tirso. Porque si es verdad que
el autor de _La vida es sueño_ y de _El Príncipe constante_, y de
tantas otras joyas de la inspiracion cristiana, fué por lo general
el más católico de todos los dramáticos del mundo, y aunque sea
cierto de igual modo que áun en sus comedias de costumbres se abstuvo
cuerdamente de las liviandades y desenfados que el fraile de la Merced
habia consentido á su apicarada musa, tambien lo es que en esas
mismas comedias y en sus dramas trágicos pagó largo tributo Calderon
á las preocupaciones de su tiempo y de su sangre, y sobre todo á esa
moral del honor, moral social y _relativa_, en muchas cosas opuesta
á la moral cristiana y absoluta. De aquí no sólo tésis radicalmente
inmorales como la de _A secreto agravio secreta venganza_, sino una
lastimosa exageracion del espíritu vindicativo, duelista y de punto de
honra. Cierto que pueden traerse circunstancias atenuantes. Así, verbi
gracia, el sangriento castigo del adulterio muestra por su misma dureza
y ferocidad la rareza de las infracciones, el espíritu patriarcal que
aún imperaba en la familia castellana, y el dominio de la ley ética en
la mayor parte de los corazones.
Pero es lo cierto que el teatro de Calderon promovió ya en sus dias
los escrúpulos de algunos varones timoratos, y él mismo hubo de
defenderse en un papel dirigido al Patriarca de las Indias, alegando
el mandato del Rey, que le hacía escribir para sus fiestas. Despues
de su muerte, la aprobacion dada á la _Verdadera Quinta Parte_ de
sus comedias por el trinitario fray Manuel de Guerra y Ribera,
aficionadísimo, como otros frailes de su tiempo, á los espectáculos
dramáticos, promovió contestaciones y clamores, que en vano quiso
acallar el mismo aprobante con su _Apelacion al tribunal de los
doctos_, ocasion de nueva pelamesa, en que al fin vino á quedar por los
calderonianos la victoria.
Censuras literarias no se hicieron de Calderon hasta el siglo XVIII.
Iniciólas Luzan en su célebre _Poética_ (1737), tenida generalmente
por código del gusto frances, aunque debe más á los italianos, cuyas
interpretaciones sutiles y menudas de Aristóteles aceptó por completo.
Luzan anduvo harto duro con el teatro español, no tanto, sin embargo,
como sus discípulos. Por lo comun, acierta en la parte negativa, y no
hay más remedio que darle la razon cuando censura, por ejemplo, los
anacronismos y los errores geográficos de los dramas históricos, ó
cuando tilda en las comedias de capa y espada el abuso de unos mismos
é inverosímiles recursos, los escondidos y las tapadas, las casas
con dos puertas, las riñas y cuchilladas, y aquello de no tener las
voces humanas acento propio y distintivo; ó bien cuando reprueba en
todo el teatro calderoniano el vicioso lujo y pompa desconcertada de
diccion, el hacinamiento de incoherentes alegorías y metáforas, y la
intemperancia lírica que á lo sumo, y en los momentos en que el mal
gusto de la época no le vicia del todo, no pasa de _elegantissima
luxuries_. De otros reparos de Luzan no se hable, y téngase por dicho
que no dejó de sacar á plaza contra Calderon las famosas unidades
de lugar y tiempo, de la primera de las cuales ni rastro hay en la
_Poética_ de Aristóteles (como quiera que la extrema sencillez del
drama griego excluia casi las mutaciones escénicas, ó, mejor dicho,
tenía una escena tan ideal como el drama mismo), refiriéndose sólo de
pasada, y no como precepto sino como recuerdo histórico, á la segunda,
cuando dice que «la tragedia suele encerrarse en un período de sol ó le
traspasa poco.»
Los amigos y los discípulos de Luzan insistieron en la parte más
endeble de su crítica, olvidando las amplísimas concesiones que una y
otra vez hace al alto ingenio y soberana fantasía del poeta. Por el
contrario, para Nasarre, Montiano y Velazquez, para el mismo Moratin
el padre, ingenio español de tan buena ley, Calderon no fué más que el
segundo corruptor del teatro, un salvaje delirante, digno sólo de ser
aplaudido por un pueblo de bárbaros. Y no pararon aquí sus diatribas
y desdenes, sino que hallando eco en las regiones oficiales, lograron
en 1763 la prohibicion de los _Autos sacramentales_, como ultraje á la
religion y al buen gusto. ¡Y esto lo decian los ministros de Cárlos III
y los abates volterianos, saturados de las heces de la _Enciclopedia_!
Ni es de admirar que para los sectarios de una poética semi-mecánica y
de una filosofía rastreramente sensualista fuesen letra muerta, y áun
pudiesen equipararse con el apocalíptico libro de los siete sellos,
las extrañas composiciones lirico-dramáticas con que nuestros vates
ensalzaron el adorable misterio de la Eucaristía.
La intolerancia doctrinal se extendió hasta á las composiciones
profanas, y, con asombro mezclado de risa, leemos hoy que el despotismo
administrativo de aquellos leguleyos vedó severamente, á fines del
siglo XVIII, la representacion de _La vida es sueño_ (quizá por haber
en ella una rebelion triunfadora), la del _Príncipe Constante_,
apoteósis del mártir D. Fernando, y _El Gran Príncipe de Fez_,
compuesta en glorificacion de la Compañía de Jesus, motivo bastante
para que la mirasen de reojo los que inicuamente habian expulsado á los
hijos de San Ignacio.
Ni áun los críticos de más larga vista entre los de siglo pasado,
D. Pedro Estala, por ejemplo, que en los discursos preliminares á
sus traducciones, harto olvidadas, del _Edipo Tirano_ de Sófocles, y
del _Pluto_ de Aristófanes, tan perfectamente atinó con el verdadero
carácter de la tragedia y de la comedia griegas, y declaró aquel
teatro admirable pero no imitable, por corresponder á un estado social
y á una concepcion religiosa tan diversos de los nuestros, no acertó
á desprenderse de los resabios de preceptista en sus juicios acerca
de nuestro teatro, ni á hacer más alto elogio de Calderon que el de
estimarle como felicísimo constructor de intrigas dramáticas, hábil
en la trama y en el enredo hasta el punto de empeñar poderosamente
(aunque con interes algo pueril, semejante al que resulta de descifrar
un enigma ó una charada) la atencion de los espectadores. Y con crítica
todavía ménos elevada y frase que raya con lo ridículo, habló del
_travieso Calderon_ nuestro eximio latinista Sanchez Barbero. ¡Y áun
creeria pecar de tolerante aplicando la categoría de _travesura_ al
sublime ingenio que acertó á vestir de forma dramática el problema de
la razon y del libre albedrío, los triunfos de la fe y de la gracia,
los furores y desatada tempestad de los celos!
Pero miéntras esto pasaba en España, una reaccion profundísima,
y guerra declarada contra el sistema dramático frances, se habia
iniciado en Alemania con la _Dramaturgia_ de Lessing, y la victoria
iba quedando por los innovadores, de quienes vino á ser poderoso
auxiliar aquel renacimiento de toda conciencia nacional que respondió,
como protesta, á las conquistas napoleónicas. Comenzaron á ponerse en
boga las literaturas indígenas, populares y espontáneas, y tanto más,
cuanto más radicalmente se apartaban del arte convencional, académico
y ceremonioso de los franceses. Tras de Lessing, con sus nuevas
interpretaciones de la _Poética_ de Aristóteles y sus ideas de tragedia
realista y _bourgeoise_, vino Herder popularizando las canciones
nacionales de muy diversos tiempos y países. Traspasó los límites de
Inglaterra la devocion shakespiriana, y los dramas históricos del gran
poeta inglés, sus crónicas en verso, con toda su animacion, movimiento
y lujo de episodios, revivieron gloriosamente en el _Goetz de
Berlichingen_, vigorosísima pintura rústica y familiar de los últimos
dias de la Edad Media, y en _el Campamento de Vallenstein_ de Schiller.
Hizo Guillermo Schlegel el paralelo entre el _Hipólito_ de Eurípides, y
la _Fedra_ de Racine, mostrando cuánto difiere la casta sencillez de la
tragedia antigua (aunque se la considere en el último y más retórico de
sus modelos, en el que más tributo pagó al sentimentalismo enervador y
á los recursos patéticos) del arte peinado y relamido de los salones de
Versalles.
Así nació el _romanticismo_ aleman, cuyo poeta fué Tieck, y cuyos
legisladores son los dos Schlegel, á quienes nos complacemos en citar,
á pesar del amargo dejo que en los ánimos de nuestra generacion han
dejado las humorísticas chanzas de Henrique Heine. Pero nunca las
chanzas fueron argumentos, ni es el humorismo sistema crítico, sino
estado subjetivo, fisiológico y á veces patológico, del espíritu que
ve las cosas por un sólo aspecto, y hace víctima de sus caprichos de
un dia al objeto del conocimiento. Y diga lo que quiera Heine (cegado
además por su odio á todo género de restauracion católica), áun está
por escribirse el libro que pueda sustituir, ni en la alteza de miras,
ni en lo delicado del sentimiento estético, á las _Lecciones de
literatura dramática_ de Guillermo Schlegel. Miéntras otros le zahieren
(sin perjuicio de saquearle), séanos lícito tenerle por una de las
piedras angulares de la crítica moderna. Hoy son vulgaridades muchos de
los principios que allí por primera vez se consignaron. ¿Qué triunfo
más glorioso para un libro de crítica?
Todo el _Curso_ de Schlegel está encaminado á la glorificacion
de Calderon; aunque sólo en el último capítulo se trata de él
_ex-professo_. Pero el autor no le olvida nunca, ni al hablar de la
tragedia griega, ni al discurrir acerca de Shakespeare, ni al maltratar
á Molière. Todas las formas dramáticas le parecen imperfectas y una
como preparacion para aquella forma más alta, en que se resuelve de un
modo firme y sereno el enigma de la vida humana. Al coronar con ella su
edificio histórico, abandona Schlegel el tono de la crítica y prorrumpe
en el más entusiasta ditirambo.
¿Era fundada del todo esta admiracion? En primer lugar, Guillermo
Schlegel, y lo mismo su hermano Federico, que con ménos elocuencia
desarrolló las mismas ideas en su _Historia de la literatura antigua y
moderna_, desconocia casi en absoluto todo el teatro español anterior á
Calderon y contemporáneo de él. De aquí el mirarle como un solitario
coloso, y atribuirle todas las perfecciones y excelencias de una
escuela, y poner en su cabeza la gloria de toda una literatura. Además,
lo que Schlegel admira, sobre todo, en Calderon es el vigor sintético
del ingenio, la grandeza de las concepciones, el espiritualismo
cristiano vivo y prepotente, lo recto y justiciero del sentido moral,
cualidades que en mucha parte debió Calderon á haber nacido español
y católico y en el siglo XVII. Pero ¿cómo se le habia de ocultar á
Schlegel que, así el sereno idealismo de Sófocles como el ardiente
naturalismo shakespiriano, puntos extremos, é igualmente admirables,
del arte, vencen al drama calderoniano en lo perfecto de la ejecucion,
en lo eterno y universal de las situaciones y de los caracteres, en la
intensidad y en lo verdadero de los afectos; viniendo á ser nuestro
teatro (y especialmente el de Calderon) dentro del drama romántico é
independiente, algo parecido á lo que es dentro del teatro clásico la
tragedia francesa, _mutatis mutandis et servatis servandis_, es decir,
con la ventaja en el nuestro del poderoso aliento nacional que le
informa y da vida, haciendo olvidar, cuando se le mira de léjos, faltas
y aberraciones de gusto, ligerezas de ejecucion, y aquella poética
menuda y caprichosa, que todo lo reglamentaba no ménos arbitrariamente
que la de las tres unidades?
Ni fué sólo de los románticos el entusiasmo por Calderon. Sintióle
el mismo Goethe, que llegó á ensalzar no sólo las bellezas sino los
desaciertos del gran poeta, y tuvo palabras de encomio hasta para la
_Hija del aire_, verdadero monstruo dramático, en que nada hay bueno
sino el carácter ideal y fantástico de la protagonista, cuyo carácter
se quedó en gérmen como otros muchos de Calderon. Ni hemos de olvidar
tampoco que uno de los más grandes poetas ingleses, émulo de Byron,
corifeo de la escuela satánica, cantor de la victoria de Demogorgon
contra Júpiter, tradujo en hermosos versos ingleses (¡rara eleccion
de original para un poeta ateo!) las mejores escenas de _El Mágico
prodigioso_.
En Alemania se multiplicaron las versiones, dando el ejemplo con las
suyas, ménos literales que poéticas, Guillermo Schlegel. Hasta en la
cristiandad protestante logró fervorosos admiradores el más católico é
inquisitorial de los poetas. _La devocion de la Cruz_, que extasiaba
á Hoffman, llegó á hacerse drama popular entre los devotos. Y al
mismo tiempo, los sectarios de escuelas filosóficas no poco reñidas
con la ortodoxia, verbi gracia, los hegelianos, diéronse á estudiar
profundamente á Calderon á título de poeta simbólico, que en sus obras
habia encarnado y manifestado peregrinas y encumbradas ideas. A esta
escuela crítica, que tanto exageró el predominio de la idea sobre la
forma, corresponde el estudio de Cárlos Rosenkranz acerca de _El Mágico
prodigioso_, monografía hoy mismo estimable, aunque el autor extrema
las semejanzas entre la obra que analiza y el primer _Fausto_ de Goethe.
De Alemania han salido tambien los dos mejores trabajos históricos
acerca de Calderon: el de Schack en su _Historia del teatro español_,
y sobre todo el de Federico Guillermo v. Schmidt, publicado en 1857
(en Elberfield) por su hijo Leopoldo. En esta obra se examinan una por
una, y con muy loable escrupulosidad, todas las comedias de Calderon y
algunos de sus autos.
En España ni siquiera se ha traducido este libro, cuanto más hacer otro
mejor. Pero aunque tarde, hemos caido en la cuenta de que Calderon era
un gran poeta, cuando ya toda Europa le tenía por tal.
Con todo eso, y á despecho de los menosprecios de la crítica, habian
conservado intacta su reputacion, y eran representados, con universal
aplauso de nuestros padres, dramas de Calderon tan románticos como _El
Tetrarca de Jerusalem_. Los mismos críticos de la escuela dominante
acabaron por dar cuartel á las comedias de capa y espada, y de ellas se
insertó razonable número (acompañadas de discretas observaciones) en la
_Coleccion general de comedias escogidas_, impresa en Madrid por los
años de 1827, y en que entendieron, con criterio bastante moderado y
ecléctico, Gorostiza, García Suelto y algunos más.
Por otra parte, la revolucion romántica que iniciaron Böhl de Faber en
Cádiz, y Aribau y Lopez Soler en Barcelona, y á la cual con más timidez
ayudó D. Alberto Lista (en sus _Lecciones de literatura dramática_
pronunciadas en el Ateneo de Madrid, y luégo en los artículos sueltos
coleccionados hoy con el título de _Ensayos literarios_) contribuyó á
restaurar en España los altares de Calderon, y á popularizar, aunque
de un modo poco científico, algunos de los resultados de la crítica de
los Schlegel. Desde entónces sonó el nombre de Calderon, como nombre de
batalla, entre los románticos, y algunos le imitaron, no infelizmente,
en el teatro; pero á esto y á panegíricos vagos se redujo todo el
incienso que España quemó en sus aras. Gracias á la diligencia del
Sr. Hartzenbusch, poseemos, coleccionado en cuatro volúmenes de la
_Biblioteca de Autores Españoles_, el teatro de Calderon, si bien este
texto no ha de darse por definitivo ni está exento de reparos. Quizá
el Sr. Hartzenbusch no acertó siempre en dejarse guiar por el texto de
Vera Tássis, reproducido por Apontes y por Keil, sobre todo cuando
existian manuscritos ó ediciones hechas en vida del poeta, que nos
pueden dar, si no la letra primitiva del drama, á lo ménos una leccion
no tan alterada por ignorantes histriones y famélicos impresores.
El prólogo que el Sr. Hartzenbusch puso á su edicion es elegante é
ingenioso, pero algo tímido en las conclusiones. En las notas hay cosas
útiles, sobre todo para la cuestion cronológica: el resto está tomado
de otros comentadores.
De los _Autos sacramentales_ disertó admirablemente D. Eduardo Gonzalez
Pedroso, nombre de dulce recuerdo entre los católicos españoles; y
más adelante dijo algo el Sr. Canalejas, aunque con ciertos resabios
panteísticos, que hubieran escandalizado no poco al reverendo y
cristiano poeta, si por dicha hubiese acertado á levantar la cabeza.
Trató de las tres ideas fundamentales del teatro calderoniano el Sr.
D. Adelardo Lopez de Ayala en su discurso de recepcion en la Academia
Española, y lo hizo por modo fácil y brillante, pero sin descender á
pormenores. Tampoco puede sacarse mucho jugo de las ilustraciones del
You have read 1 text from Spanish literature.
Next - Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 02
  • Parts
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 01
    Total number of words is 4432
    Total number of unique words is 1612
    31.6 of words are in the 2000 most common words
    43.1 of words are in the 5000 most common words
    49.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 02
    Total number of words is 4749
    Total number of unique words is 1753
    31.0 of words are in the 2000 most common words
    43.5 of words are in the 5000 most common words
    51.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 03
    Total number of words is 4752
    Total number of unique words is 1610
    31.9 of words are in the 2000 most common words
    45.5 of words are in the 5000 most common words
    52.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 04
    Total number of words is 4618
    Total number of unique words is 1673
    34.8 of words are in the 2000 most common words
    49.3 of words are in the 5000 most common words
    56.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 05
    Total number of words is 4132
    Total number of unique words is 1315
    36.5 of words are in the 2000 most common words
    50.1 of words are in the 5000 most common words
    57.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 06
    Total number of words is 4036
    Total number of unique words is 1200
    39.5 of words are in the 2000 most common words
    54.5 of words are in the 5000 most common words
    61.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 07
    Total number of words is 3913
    Total number of unique words is 1217
    40.3 of words are in the 2000 most common words
    54.4 of words are in the 5000 most common words
    61.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 08
    Total number of words is 4140
    Total number of unique words is 1293
    39.0 of words are in the 2000 most common words
    53.9 of words are in the 5000 most common words
    61.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 09
    Total number of words is 4094
    Total number of unique words is 1300
    40.7 of words are in the 2000 most common words
    56.0 of words are in the 5000 most common words
    63.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 10
    Total number of words is 3868
    Total number of unique words is 1298
    37.2 of words are in the 2000 most common words
    53.7 of words are in the 5000 most common words
    60.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 11
    Total number of words is 3892
    Total number of unique words is 1230
    40.3 of words are in the 2000 most common words
    56.2 of words are in the 5000 most common words
    62.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 12
    Total number of words is 3891
    Total number of unique words is 1255
    41.0 of words are in the 2000 most common words
    56.2 of words are in the 5000 most common words
    62.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 13
    Total number of words is 3968
    Total number of unique words is 1186
    42.0 of words are in the 2000 most common words
    57.8 of words are in the 5000 most common words
    63.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 14
    Total number of words is 3805
    Total number of unique words is 1246
    37.7 of words are in the 2000 most common words
    52.4 of words are in the 5000 most common words
    58.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 15
    Total number of words is 3864
    Total number of unique words is 1288
    36.1 of words are in the 2000 most common words
    51.7 of words are in the 5000 most common words
    59.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 16
    Total number of words is 3764
    Total number of unique words is 1107
    40.0 of words are in the 2000 most common words
    56.4 of words are in the 5000 most common words
    62.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 17
    Total number of words is 4018
    Total number of unique words is 1368
    38.0 of words are in the 2000 most common words
    53.5 of words are in the 5000 most common words
    61.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 18
    Total number of words is 4144
    Total number of unique words is 1364
    38.4 of words are in the 2000 most common words
    52.3 of words are in the 5000 most common words
    59.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 19
    Total number of words is 3916
    Total number of unique words is 1158
    39.5 of words are in the 2000 most common words
    54.6 of words are in the 5000 most common words
    60.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Teatro selecto, tomo 1 de 4 - 20
    Total number of words is 3715
    Total number of unique words is 1216
    38.6 of words are in the 2000 most common words
    53.1 of words are in the 5000 most common words
    61.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.