Señora ama: Comedia en tres actos - 2

Total number of words is 4782
Total number of unique words is 1106
42.9 of words are in the 2000 most common words
54.5 of words are in the 5000 most common words
58.3 of words are in the 8000 most common words
Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
pero sus principios... ¿No sabemos todos sus principios? Tu abuelo, un
triste cabrero de casa de mi tío Juanito, que le vino el dinero y todo
lo que tiene, todos sabemos cómo, gracias a su mujer y a sus hijas...
D.ª ROSA
¡Yo me pasmo de oír estas cosas! Nunca creí que en lugares tan humildes
fuera tanta la corrupción de costumbres... Cuidado que yo he visto
mucho; he vivido seis meses en Madrid y dos años en Torrijos, pero como
aquí... ¡Qué horror! Hasta el mismo clero, que la quitaría a una la
devoción si no mirara más arriba...
D.ª JULITA
Pues eso es lo que le pasa a mi Romualdo, que como conoce a todos los
curas de alrededor, le han hecho ser tan republicano.
D.ª ROSA
¡Yo, desde que estoy aquí, no oigo contar más que trapisondas y
deshonestidades!
D.ª JULITA
De eso nadie nos asustamos... siempre ha sido igual y en todas partes;
por algo dicen: «Quien ve un pueblo, ve un reino, y quien ve un reino,
ve el mundo entero.» Lo peor que hay aquí es que no hay unión en los
que pueden, y de eso se aprovechan más de cuatro pillos que nunca
debieron subir a donde han subido. Y toda la culpa la tuvo tu padre
que siempre fue un abandonado y la tenéis sus hijos, y mucha también
mi marido... ¿No es una vergüenza ver de juez municipal al tío Bruno?
¿No sabemos todos quién fue su padre? Un triste gañán de en casa de mi
tío Doroteo... ¡Y de alcalde al tío Catalino! ¿No sabemos todos quién
fue su padre? Es decir, no lo sabemos, que todos dicen que fue otro, y
esa ha sido su suerte... ¡Y así todos los de justicia! ¡Y si siquiera
mandaran ellos! Pero no, si quien mandan son sus mujeres, que estamos
mandados por mujeres. Pero yo se lo tengo dicho a Romualdo, que como en
la primera junta de Ayuntamiento no vaya y les diga todo lo que hay que
decirles, me planto yo y se lo digo muy claro y me oyen como tienen que
oírme todos los días sus mujeres... que es lo que no puede aguantarse,
que las mujeres sean aquí las que se metan en todo... y lo gobiernen
todo.
FELICIANO
Todas no son como usted.
D.ª JULITA
Ya puedes decirlo.
D.ª ROSA
Crea usted que si yo tuviera mando, lo que traería aquí es muchas
misiones que predicaran, mejor que mandarlas a la China y a los negros
antropólogos.
D.ª JULITA
Pues yo mucha Guardia civil que los metieran en cintura a todos. Ahora
mismo por el camino he tenido un sofoco, estas lo han visto, no sé cómo
no me ha dado un insulto... todo el ganado del tío Bruno en la linde
de la Robleda. ¡Y no habrá quién lo denuncie! ¡Y el chanchullo que nos
quieren meter con los pastos, para comérselos cuatro pillos! ¿Y con
los consumos? ¿Y con el caño nuevo? Que ha de ponerse a la puerta del
tío alcalde para su conveniencia y para que salgan luego sus criadas a
lavar la ropa y fregar la espetera. ¡Las muy puercas!
DACIA
Pero, ¡madre! ¿Qué adelanta usted con sofocarse?
D.ª JULITA
Ya lo sé que no adelanto nada. Pero déjame, que tú eres como tu padre,
que como yo le digo: «Tu suerte ha sido tenerme a mí por mujer», que lo
que a mí no me hubiera importado, a él le hubiera importado menos.
FRANCISCO
~(Sale.)~ Ya está ahí el ama...
FELICIANO
Con la conversación se ha pasao el tiempo sin sentirlo.
GUBESINDA
~(Dentro.)~ ¡Aquí está el ama! ¡Y toos!...
D.ª JULITA
Y te hemos quitado de ir a esperarla. Yo se lo diré que ha sido culpa
nuestra...
FELICIANO
Es lo mismo. Más era por echar un paseo.
D.ª JULITA
Anda, anda y ve... Nosotras somos de confianza.
FELICIANO
Con su permiso... Ahora vendrá ella a saludarles a ustedes... Si no
quieren ustedes venir...
D.ª JULITA
Anda tú solo, que siempre tendréis que deciros algo, con todo lo que
ha pasado, que todo se sabe... ¿Pero cuándo querrás tener formalidad,
hombre?
FELICIANO
No me diga usté que ahora no hay razón para ello.
D.ª JULITA
¡Si no te conociéramos! Anda, anda...
~(Sale Feliciano.)~

ESCENA V
DICHOS, menos FELICIANO
D.ª JULITA
Ya sabía yo que no podía ser lo que decían; que la Dominica se iba al
Sotillo con su padre... Por otras cosas ha pasao para no pasar por
esta...
D.ª ROSA
Di que se trata de una mujer ordinaria... Una señora de clase no lo
consentiría... ¿Pero qué idea va a pedirse a esta gente de lo que es
dignidad? A saber si ella hará lo mismo...
DACIA
Eso no, tía; la Dominica es honrada, donde haya mujeres honradas, y si
pasa por todo es porque quiere a su marido.
D.ª ROSA
¡No me digas! Si le quisiera no pasaría por nada. Cuando se quiere de
verdad todo ofende. Y lo que yo sé de este hombre es para que su mujer
no le mirara a la cara... ¡Y pensar que tú podías haberte casado con
él! ¿No sabíais lo que era?
D.ª JULITA
De mozos todos son lo mismo.
D.ª ROSA
Pero este ha seguido igual de casado.
D.ª JULITA
Es joven todavía, y como es buen mozo y es el más rico por aquí... ya
se sabe... Ya parará cuando llegue a viejo.
D.ª ROSA
Y entre tanto, ¿te parece bien que no haya guardesa, ni hortelana,
ni molinera, ni criada de sus tierras que no haya tenido que ver con
él...? ¿Y ese enjambre de criaturas sin padre...?
D.ª JULITA
Eso no... todas se casan, y como si nada hubiera pasado.
D.ª ROSA
Engañando a pobres infelices...
D.ª JULITA
¡No seas tonta! Nadie va engañado...
D.ª ROSA
¡No me lo digas! ¡Entonces peor que entre los moros! ¿Entonces aquí no
hay religión, ni moralidad, ni vergüenza?
D.ª JULITA
¡No le des vueltas! Hay hombres y mujeres...
D.ª ROSA
¡Que viven como los animales!
D.ª JULITA
Tampoco hay quien les enseñe a vivir de otro modo. ¿Ven ellos algo
mejor que los animales?
D.ª ROSA
¡Lo que yo digo! Misiones, misiones que les predicaran...
D.ª JULITA
No te canses. Aquí no vienen. ¿No ves que no hay dinero? Si hubiera
siquiera alguna mina cerca. Pero esta tierra seca y pobre no es tierra
de conventos ricos... ¡Pobres curas de aldea nada más! ¡Tan pobres como
la tierra y como nosotros!
D.ª ROSA
Eso es, habla tú también como mi hermano.
D.ª JULITA
Es que mi Romualdo cuando habla de las cosas de aquí bajo no le
falta razón... Ahora cuando habla de las de arriba, ya no estamos
conformes... que yo soy tan cristiana como la primera... ~(Se oye
lejano el toque de medio día.)~
DACIA
Las doce, madre... ¡Qué bien se oye desde aquí la campana del pueblo!
D.ª JULITA
Vendrá de allí el aire... Hija, el Ave María; que esté donde esté, no
falto yo a mis rezos de mañana y tarde. ~(Rezan en voz baja. Dominica
aparece a la puerta y, al verlos rezando, se para y reza también.)~ Y
un Padre nuestro por nuestros difuntos.

ESCENA VI
DICHOS y DOMINICA
D.ª JULITA
~(Viendo a Dominica.)~ ¡Dominica! ¡Hija! ¿Cómo estás? ~(Abrazándola.)~
DOMINICA
Las vi que estaban ustedes rezando y he rezao con ustedes...
D.ª ROSA
¿Cómo está usted?
DOMINICA
Así ando, pero no es de cuidao... Ven acá, Dacia... ¡Jesús, de cada día
más guapetona! ~(Besándola.)~
DACIA
Te he llenao de polvos... Con estos aires se corta la cara y hay que
ponerse algo.
D.ª JULITA
No hay más remedio.
DOMINICA
¿Cómo lo pasa usted, doña Rosa?
D.ª ROSA
Ya ve usted. ¡Con mis disgustos y mis adversidades!
DOMINICA
¡A nadie nos falta! ¿Conque del Tiemblo de ver al bendito San Antonio?
También yo quisiera ir que tengo que pedirle mucho; no sé si me dará
too lo que tengo que pedirle.
D.ª JULITA
Lo primero una docena de chicos, que buena falta os están haciendo...
vosotros que podéis... En cambio a otros pobres...
DOMINICA
Le pediré uno nada más. Pero antes tengo que pedirle marido... .
D.ª JULITA
Qué, ¿no le tienes ya?
DOMINICA
Sí, pero este marido mío es de los que se pierden, y como San Antonio
sabe encontrar todo lo perdido...
D.ª JULITA
Anda, mujer. ~(A la Dacia.)~ Dale a la Dominica una medalla de esas que
traemos benditas y una cinta tocada también en el santo.
DACIA
Toma, esta de plata. ¿De qué color quieres la cinta? ¿Azul?
D.ª JULITA
No, que son celos.
DOMINICA
Por eso no. De ese mal ya me hubiera muerto... Pero como soy negrucha,
dámela de otro color que me vaya a la cara.
DACIA
Toma esta grana...
DOMINICA
Muchas gracias... Pónmela al cuello, que quiero estar santa. ¡Dios te
lo pague! ¿Y cómo les ha ido en la romería?
D.ª JULITA
Allí muy bien. Muy atendidas y muy obsequiadas.
DOMINICA
Es verdad, que allí tenían ustedes familia.
D.ª JULITA
¡Ay, no! Con la familia, nada; ni nos tratamos. ¡Valiente gentuza está!
Los amigos... Y tú, ¿qué nos dices de tus cosas? Ya se sabía allí
todo... Por supuesto, abultado. Daban por hecho que de esta tú te ibas
con tu padre.
DOMINICA
¡Eso quisieran! Mire usté, no es que yo quiera santificar a Feliciano,
pero ahora la que ha dao too el ruido ha sío la María Juana. Si él la
perseguía, con que me lo hubiera dicho a mí, bastaba; yo hubiera visto
lo que me cumplía hacer... Pero no, se ha ido publicándolo por todo
el pueblo... pa que todos sepan que ella es muy santa... Y es lo que
yo digo: ninguna mujer que quiere ser buena necesita de publicarlo...
A todas nos habrán buscado, con una mira o con otra, de mozas y de
casadas, que a todo hay quien se atreve, y no hemos ido pregonándolo;
que la honra de la mujer, cuanto más callá está mejor.
D.ª JULITA
Y por fin, ¿se casa con tu cuñado?
DOMINICA
Así parece. Ahora se la lleva mi padre... Conmigo han venido hasta aquí
y ahí están, pero ni siquiera quieren comer aquí, siguen pa el Sotillo.
~(A la Dacia.)~ Tú, ¿qué dices de todo esto?
DACIA
Nada... No creas que me importa. Si yo nunca he querido a José.
D.ª ROSA
Ni debe pensar en casarse... ¡con lo que se ve en los matrimonios!
D.ª JULITA
Si está de Dios ya se casará. Como yo digo: no hay olla tan fea que no
encuentre su cobertera. Ahora que aquí no hay mucho donde escoger...
DOMINICA
La Dacia me parece a mí que ya no tiene ilusión por ninguno. Tú no has
querío más que uno... A Feliciano, ¿verdad?
DACIA
¡Qué cosas tienen!
DOMINICA
Yo no puedo hacer más que dejarlo viudo.
DACIA
¡No me digas eso!... Otras se alegrarían que no yo...
DOMINICA
Ya lo sé, que tú me quieres y que no eres como otras tantas, que
porque él no las ha querío van diciendo y que son ellas las que le han
despreciao...
DACIA
Yo sí que le quería. ¿Pa qué voy a decir otra cosa?
DOMINICA
Como le han querío ande quiera que se ha acercao... ¡Como que no hay
otro como él! ¡Y mira que me tie hecho pasar!
D.ª JULITA
¡No digas! Si yo no sé de qué pasta eres... Si a ti parece que te
agrada que se rifen a tu marido.
DOMINICA
Pues le diré a usté. Me tengo desesperá miles de veces, cuando creía y
que él podía querer a cualquiera otra... pero ya me he convencío y que
no es así, que son ellas las que le quieren a él y en medio de todo
pa mí es una satisfacción. ¡Todas por él y él por mí! ¿No es pa estar
orgullosa?
D.ª JULITA
Teniendo ese modo de ver...
D.ª ROSA
Sí que no lo entiendo. Yo, que solo ante la hipótesis de que mi marido
no me guardaba todas las consideraciones debidas a una esposa, he
llegado al trance más doloroso para mí, al escándalo de una separación
judicial...
DOMINICA
No le querría usté mucho, cuando se acostumbra usté a estar sin él.
D.ª ROSA
Le quería como debe querer una esposa; anteponiendo sobre por encima de
todo su dignidad de esposa.
DOMINICA
En su clase de usté así será... Tienen ustedes otros miramientos... A
mí también me están siempre con que no debía de consentirlo, mi padre
y todos... Y algunas veces se lo he dicho a él; que no consentía más,
que me iba con mi padre, que me desapartaba de él y se acabó todo. Pero
él se echaba a reír, y ¿saben ustedes lo que me decía?: «¡Anda con
Dios! Si te vas con tu padre yo me voy con otra.» ¡Y lo hubiera hecho
como lo decía! ¡Ya ven ustedes quién iba a salir perdiendo! Y que no,
señora, cuando me casé fue pa vivir juntos toda la vida y llevarle el
genio con paciencia... Algo había de tener... Peor fuera que hubiera
salido un borracho, o de esos hombres que por cualquier motivo ponen la
mano encima a sus mujeres... o que hubiera enfermao de algún mal que no
pudiera valerse... Muchas cosas que hubiera tenido que conllevar como
conllevo esta, que mala es, pero es como todo, hasta acostumbrarse...
D.ª JULITA
Y por lo que se ve, tú ya estás acostumbrada...

ESCENA VII
DICHAS y FELICIANO
FELICIANO
¡Dominica!
DOMINICA
¿Qué quieres?
FELICIANO
Tu padre y la María Juana que quieren irse; no consienten comer con
nosotros.
DOMINICA
Déjalos estar; que se vayan cuando quieran. Voy a despedirlos, porque
la María Juana, estando ustedes aquí, tendrá reparo de entrar... Es muy
vergonzosa...
D.ª JULITA
Nosotras sí que nos iremos.
DOMINICA
Pero qué, ¿se van ustedes por eso?
D.ª JULITA
No, mujer. Es que ya nos hemos entretenido bastante. A las doce que nos
esperaban en casa. ¡Buenas nos pondrá Romualdo! ¡Pegará con el santo!
D.ª ROSA
¡Habremos de oírle mil abominaciones!
DOMINICA
Entonces no les digo nada.
D.ª JULITA
Queda con Dios...
DOMINICA
Que ustedes sigan bien... Doña Rosa...
D.ª ROSA
Que siga usted tan buena y tan conforme.
FELICIANO
Vayan ustedes con Dios... Voy a acompañarlas hasta el carro...
D.ª JULITA
No te molestes...
DOMINICA
Voy yo también.
~(Salen todos.)~

ESCENA VIII
MARÍA JUANA, el TÍO ANICETO y JOSÉ
TÍO ANICETO
Ya han salío. Aquí no te ven... Aquí esperamos pa despedirnos. Pero,
¿vas a llevarte llorando toa la vida?
JOSÉ
No sé por qué. Yo lo tengo too hablao con el tío Aniceto. Pa San Roque
nos casamos. El tío Aniceto ya me ha dicho lo que él piensa hacer por
parte suya.
TÍO ANICETO
Ya lo sabe ella y no sé a qué vienen tantos lloros.
M.ª JUANA
Si es que yo de too esto, no siento otra cosa más que de ver a la
Dominica tan imparcial conmigo, que parece mismamente que al igual de
agradecer y que yo no haiga hecho cara a su marido, le ha dao como
rabia.
JOSÉ
No te diré que así no sea, que la Dominica es de una conformidad que
parece que se alegra con que toas le hagan cara al marido.
TÍO ANICETO
Yo no he visto otra. Y que no sirve predicarla. Le estará muy bien
cuando les llegue el día en que se haigan quedao sin naa, que ha de
llegarles al paso que llevan... ¡Las tierras abandonás y en manos de
unos y de otros! ¡El ganao lo mismo! Y ninguno a pagar y toos a pedir,
y como toos se creen con derecho, unos que la mujer, otros que la
moza, así anda too, que esta casa parece la venta de mal abrigo... Pues
yo les aseguro que lo que hace a lo mío no han de coger mucho, que yo
veré de ponerlo too en orden y será pa quien deba de ser y me cuidie
y me asista... que lo que hace la Dominica, ni me tie ley ni me la ha
tenío nunca, que pa ella no hay naa que no sea ese hombre que la tie
encantá como yo la digo... ¡Ese gallo alborotaor! que no es otra cosa
más que un gallo alborotaor, como yo le digo... que es la vergüenza del
mundo, que no vas por parte que no haiga dejao rastro suyo... Y ni tan
siquiera respeta lo que más tenía que haber respetado siempre... ~(A
José.)~ Y tú no seas tonto y lo que tenéis de vuestra madre sin partir
entavía, hacéis las suertes y ca uno lo suyo.
JOSÉ
En eso estoy.
M.ª JUANA
¡A ver si vais a tener un disgusto!
TÍO ANICETO
Él no pide más que lo suyo.

ESCENA IX
DICHOS, DOMINICA y FELICIANO
DOMINICA
Qué, ¿ya quieren ustedes irse?
TÍO ANICETO
Sí, que quiero que lleguemos a buena hora, que ya van acortando los
días y el camino tie ranchos muy malos.
DOMINICA
Como usté quiera.
FELICIANO
Que vaya Pilaro con ustedes.
TÍO ANICETO
No es menester naide.
DOMINICA
~(A María Juana.)~ Bueno, mujer, no estés así.
M.ª JUANA
~(Llorando.)~ ¡Cómo quies que esté! ¡Cómo quies que esté! ¡Bien
quisiera estar como tú!
DOMINICA
¡Creerás tú que no siento! Más que nadie cree. Pero yo no siento
solo por esto, siento por muchas cosas que veo de venir. ¡Anda con
Dios, anda con Dios! Y cuídame a padre; no te digo más. ~(Se abrazan
llorando.)~
TÍO ANICETO
¡Vamos! ¡Dejarlo ya! Que se hace tarde... Quedar con Dios todos.
JOSÉ
Hasta muy pronto.
M.ª JUANA
Hasta cuando quieras.
~(Salen María Juana, Dominica y tío Aniceto.)~
FELICIANO
¿No vas tú con ellos?
JOSÉ
No, me vuelvo al pueblo de seguida. Escucha... No quería decirte naa,
pero...
FELICIANO
Ya sé lo que quieres, que se parta lo que tenemos junto. La herrén de
la encrucijá, la del arroyo y el pradillo de la Umbría. ¿No es eso? Too
se hará, descuida.
JOSÉ
Pues cuanto antes.
FELICIANO
Mañana mismo. Por la mañana bien temprano me ties en el pueblo. ¿Te
conviene así?
JOSÉ
Bien está.
FELICIANO
Pues hasta mañana.
JOSÉ
Si Dios quiere.
~(Sale.)~

ESCENA X
FELICIANO y DOMINICA
DOMINICA
¿Qué dice José?
FELICIANO
Nada de particular... ~(Pausa.)~ Te habrás convencido que too esto ha
sío cosa urdida de la María Juana... Pero tu padre se ha puesto de su
lao, que ahora le ha entrao el amor por ella; pa que veas si es verdá
lo que toos hemos dicho siempre.
DOMINICA
Ya lo he visto. Es que yo era tan tonta, que porque era mi padre creía
que no había sío como toos... ¡Toos los hombres sois lo mismo! ¡Tocante
las mujeres no miráis más que vuestro capricho! Y después sucede lo
que sucede; hijos esperdigaos, hermanos sin saber unos de otros, que
lo mismo puen llegar a quererse como no deben, que aborrecerse y
matarse... ¡Todo contra la ley de Dios! ¡Todo por no tener conciencia
los hombres! ¡Más vale que Dios no me haiga dao hijos!
FELICIANO
Eso no lo sientes. ¿Pues pa qué estás siempre pagando misas y llevando
cera a la iglesia?
DOMINICA
Pues mira, si alguna vez los he deseao no ha sío por mí sino por ti;
por ver si los de casa te sujetaban algo...
FELICIANO
¿Los de casa? ¡Como si hubiese otros!
DOMINICA
¡Calla, calla! Y ya que ha sío, no los reniegues.
FELICIANO
Que se te ha puesto en la cabeza...
DOMINICA
Mira que empiezo a contar y no acabo.
FELICIANO
¡Quita! ¡quita! ¡No tengas ganas de músicas!
DOMINICA
Sí, sí, hazte el sordo de conveniencia.
FELICIANO
Mira, ahí viene la Jorja con sus chicos; vendrán a ver si les has
traído algo...
DOMINICA
A tiempo pa disimular. Como decía la otra: «¿Ande vas, hija, con esas
coles?--Calle, madre, que tinto lo traigo...»
FELICIANO
¡Mia que eres!
DOMINICA
Yo, ¿verdá? ¡Si me valiera!
FELICIANO
¿Qué ibas a hacerme...?
DOMINICA
¡Anda, anda, que no quiero ni verte!
~(Sale Feliciano.)~

ESCENA XI
La JORJA, con dos chicas y tres chicos; DOMINICA y, después, GUBESINDA
GUBESINDA
¡Vamos! ¡Andar y no os dé vergüenza, cualquiera diría que la teníais!
JORJA
~(Dentro.)~ ¡Estos muchachos siempre han de sofocarla a una! ¡Calla tú,
acidentá, que paeces acidentá!
DOMINICA
¿No quieren verme?
GUBESINDA
¡Calla, mujer!
DOMINICA
Mira, que os he traído almendras... ~(Entran.)~ Anda, Gubesinda; en las
alforjas verás un cucurucho de ellas.
JORJA
¿Cómo ha venío usté?
DOMINICA
Muy bien. ¿Y vosotros cómo andáis por aquí?
JORJA
Ya lo ve usté. Sí que está usté muy buena, pues nos habían dicho que
no andaba usté bien de salú, pues pa mí que vale usté más que la
última vez que la vide... vamos, vosotros; no decís na, di tú ~(Al
mayorcito.)~ venga usté con Dios, señora ama, para servirla... Luego
bien lo charláis too cuando no hace falta.
DOMINICA
Están buenos todos.
JORJA
¡Gracias a Dios!... Estos no son míos.
DOMINICA
Ya lo sé... Estos son de la Ciscla.
JORJA
Y esta pequeña de la Engracia, pero a toos se les ha puesto de venir...
GUBESINDA
~(Entra.)~ Las almendras... y un cacho de pan pa ca uno... tomar...
¿Cómo se dice? ¿Habéis dao un beso a señora ama?
DOMINICA
No, a mí que no se acerquen con esas caras y con esas manos...
GUBESINDA
¡Esta Jorja! ¡Mia que sois! ¿Por qué traéis así a estas criaturas,
vamos a ver?
JORJA
¡Cualquiera pue con ellos! Toda la santa mañana ando tras de ellos pa
lavarlos y peinarlos... ¡como no los matara!
DOMINICA
¡Quita, quita! ¡Si es que sois de lo que no hay! ¡No sé por que Dios
os da hijos! Como no os dejéis lavar, bien lavaos, no hay almendras...
Tú, Gubesinda, lava a estos de la Ciscla. Mira este... No hay más que
mirarlo... ¡Qué cara de tunela! Como este otro... tú dirás de quién es
esta cara...
GUBESINDA
No mires, que no hay más... digo...
DOMINICA
Aquel regojo... Entre ciento los conoceré yo... Anda, anda...
arreglarlos.
GUBESINDA
Estos, de cabeza van al pozo ahora mismo.
DOMINICA
No los asustes...
JORJA
¡Déjate, yo los lavaré a toos!
DOMINICA
Dejarme a esta, que esta sí está lavada; así me gusta... La Engracia
siempre ha sío más curiosa... Dame un peine, Gubesinda, y unas cintas
azules que estarán ahí en ese cajón, que voy a ponerla unos moños...
verás qué preciosa... Y vosotros no me parezcáis por aquí hasta que os
vea yo muy bien lavaos... No tenéis la culpa vosotros... ¡Pero cuánto
abandonadas seréis!
JORJA
¡Eso dirá usté! Estos chicos siempre han de sofocarla a una. Venir
acá, condenaos, que me tenéis aborrecida: ya estáis andando, que os
restriegue con un estropajo...
~(Sale Jorja con los chicos. Suena un tiro.)~
DOMINICA
¡Ay! Vamos, pues no me he asustao...
GUBESINDA
Es el amo que anda tirando a las palomas.
DOMINICA
Como no tiene con quien pegar, pega con las palomas... ~(Asomándose a
una ventana.)~ ¡Feliciano! ¡Feliciano!
FELICIANO
~(Dentro.)~ ¿Qué quieres?
DOMINICA
Que no tires a las palomas; hombre, ¿no ves que puen tener pichones
criando y se desgracian...?
FELICIANO
Se les ponen a otras y los crían.
DOMINICA
Es que muchas conocen luego que no son suyos y los matan.
FELICIANO
Bueno, déjalo, yo me divierto.
DOMINICA
Pues diviértete, hombre, diviértete... ~(Se sienta a peinar a la
pequeña.)~
GUBESINDA
Es que este Feliciano se cree que todas las palomas son como la que él
tiene, que en siendo criaos en el palomar, toos los pichones le parecen
suyos.
DOMINICA
¿Soy yo esa? Pues es verdá... ¿Qué mal han hecho ellos? Ven acá, tú...
Vas a estarte muy quietecita que voy a ponerte muy guapa... No digas
que no es guapa... ¡Mira qué ojos! ¡Uy! ¡Qué ojos tan retepreciosos!
¿De quién son estos ojos? ¿De quién han de ser? ¡Como que no hay otros
así en el mundo! ~(Besando con efusión a la niña.)~
GUBESINDA
¡Anda, anda! ¡Así está él de ufano!... ¡Hay que ver, señor, hay que
ver!...
~(Telón.)~

FIN DEL ACTO PRIMERO


[Ilustración]
ACTO SEGUNDO
Comedor en una casa de pueblo

ESCENA PRIMERA
GUBESINDA y el TÍO ANICETO
GUBESINDA
Entre usted por aquí, que hay un buen brasero. El ama bajará de
seguida. Anda en el sobrao. Hoy hemos estao de cochura. ¿Cuándo ha
llegao usté?
TÍO ANICETO
Anoche.
GUBESINDA
¿Y para usté en casa de José y la María Juana?
TÍO ANICETO
¡A ver!
GUBESINDA
¡Tamién usté tie cosas! Teniendo la casa de su hija... ¿Qué dirán en el
pueblo?
TÍO ANICETO
Ya saben toos que no es por mi hija.
GUBESINDA
Ni por el yerno tampoco debía de ser. ¿No vienen por aquí José y la
María Juana los más de los días? ¿No van estos por su casa de ellos
cuando les conviene? ¡Como debe de ser, señor! Entre hermanos... Y
entre hermanas, tío Aniceto; no se haga usté el santo, que usté menos
que nadie es el llamao a tirarle la piedra a Feliciano.
TÍO ANICETO
Ni yo es que quiera hacerme más que ningún otro hombre... Pero yo nunca
he sío escandaloso, y lo que he sío fue cuando era mozo y a nadie
prejudicaba, que después toos saben cuál ha sío mi conducta.
GUBESINDA
Too lo cual no quita pa que ahora y haga usté cosas, qué quie usté que
le diga, que no están ni medio regular.
TÍO ANICETO
Pues luego, ¿qué malo hago yo?
GUBESINDA
¿Pues no lo estamos viendo toos, que anda usté desbaratando su hacienda
pa darles a los unos lo que les quita usté a los otros? Y eso no está
bien. La María Juana será too lo hija que usté quiera, y naide vamos a
tacharle a usté que haiga usté hecho lo que otros muchos en su caso...
Pero no quita que la Dominica deba de ser siempre pa usté la primera,
porque al fin es hija de su mujer de usté, que tendría toas las faltas
que usté quiera, con aquellos repentes que la daban, pero a mujer de
bien y de su casa no la ha ganao naide... Y otra cosa hubiera sío
si no le hubiera faltao tan pronto a la Dominica... ¿Qué iba ella a
haberle consentido a Feliciano lo que esta boba le ha consentío? Pero
sea de ello lo que quiera, lo que anda usté haciendo no está bien, tío
Aniceto, y toos tienen que tachárselo a usté, créase usté de mí...
TÍO ANICETO
Pues yo le digo a too el que quiera oírme que yo no trato de prejudicar
a naide; lo que hago es ponerlo too en orden pa el día de mañana...
y el que andará corriendo esas voces será Feliciano, que estará
deseandito que yo me vaya al otro mundo.
GUBESINDA
Ahí tie usté, ahí ya va usté muy descaminao, que Feliciano será too lo
que usté quiera, pero interesao toos sabemos que no lo es ni lo ha sío
nunca, que si en algo peca es en no mirar más por lo suyo.
TÍO ANICETO
Cuando se trata de salirse con su capricho, entonces tira y esbarata;
pero no es así pa los suyos. ¿Cuándo ha llevao él a la Dominica como
lleva José a la María Juana, que da gloria de verla hecha una señora?
¡Y su casa, cómo la tiene alhajá, que no hay otra igual en too lo de
por aquí!...
GUBESINDA
Y si usté sabe y que a la Dominica nunca la ha dao por componerse ni
por el señorío... Pero no es que su marío le niegue nada... muy al
contrario, que no va y viene una vez de Madrid, o de Toledo, o de
Talavera, que no le traiga algo, y ella es la primera en decirle y pa
qué le trae na... Llenos están los cofres de cosas que ni siquiera se
ha puesto.
TÍO ANICETO
¡En cambio otras van muy compuestas a su costa!
GUBESINDA
Y si la Dominica es así, ¿qué va usté a hacerle? ¿Querrá usté creer
que, al igual de otras que se las llevarían los demonios, ella hasta
parece que se alegra si alguien viene y le dice que Feliciano lleva
a sus majas como unas reinas... y que si lucen y que si triunfan...?
¿Y querrá usted creer que si de alguna sabe que le ha dejao por otro
You have read 1 text from Spanish literature.
Next - Señora ama: Comedia en tres actos - 3
  • Parts
  • Señora ama: Comedia en tres actos - 1
    Total number of words is 4800
    Total number of unique words is 1153
    40.9 of words are in the 2000 most common words
    51.1 of words are in the 5000 most common words
    56.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Señora ama: Comedia en tres actos - 2
    Total number of words is 4782
    Total number of unique words is 1106
    42.9 of words are in the 2000 most common words
    54.5 of words are in the 5000 most common words
    58.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Señora ama: Comedia en tres actos - 3
    Total number of words is 4601
    Total number of unique words is 961
    44.4 of words are in the 2000 most common words
    54.9 of words are in the 5000 most common words
    60.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Señora ama: Comedia en tres actos - 4
    Total number of words is 4772
    Total number of unique words is 1016
    42.0 of words are in the 2000 most common words
    52.9 of words are in the 5000 most common words
    57.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Señora ama: Comedia en tres actos - 5
    Total number of words is 3522
    Total number of unique words is 859
    44.5 of words are in the 2000 most common words
    55.3 of words are in the 5000 most common words
    59.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.