Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 18

Total number of words is 4956
Total number of unique words is 1448
39.3 of words are in the 2000 most common words
53.3 of words are in the 5000 most common words
60.4 of words are in the 8000 most common words
Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
mi primo, decía, para pensar tan mal de los demás:» á lo cual solía
yo responder para mí: «Preciso es que sean muy malos los demás, para
haberme obligado á pensar tan mal de ellos».
Cuatro años habían pasado desde la introducción de mi primo en la
sociedad: habíale perdido ya de vista, porque yo hago con el mundo lo
que se hace con las pieles en verano; voy de cuando en cuando, para que
no entre el olvido en mis relaciones, como se sacan aquéllas tal cual
vez al aire para que no se albergue en sus pelos la polilla. Había,
sí, sabido mil aventuras suyas de éstas que, por una contradicción
inexplicable, honran mientras sólo las sabe todo el mundo en confianza,
y que desacreditan cuando las llega á saber alguien de oficio, pero
nada más. Ocurrióme en esto noches pasadas ir á matar á una casa la
polilla de mi relación; y á pocos pasos encontréme con mi primo.
Parecióme no tener todo el buen humor que en otros tiempos le había
visto; no sé si me buscó él á mí, si le busqué yo á él; sólo sé que
á pocos minutos paseábamos el salón de bracero, y alimentando el
siguiente diálogo:
--¿Tú en el mundo?, me dijo.
--Sí, de cuando en cuando vengo: cuando veo que se amortigua mi odio,
cuando me siento inclinado á pensar bien, cuando empiezo á echarle
menos, me presento una vez, y me curo para otra temporada. Pero ¿tú no
bailas?
--Es ridículo: ¿quién va á bailar en un baile?
--Sí por cierto... ¡si fuera en otra parte! Pero observo desde que
falto á esta casa multitud de caras nuevas... que no conozco...
--Es decir, que faltas á todas las casas de Madrid... porque las caras
son las mismas; las casas son las diferentes; y por cierto que no vale
la pena de variar de casa para no variar de gente.
--Así es, respondí, que falto á todas. Quisiera por lo tanto que
me instruyeses... ¿Quién es, por ejemplo, esa joven?... linda por
cierto.... baila muy bien... parece muy amable...
--Es la baroncita viuda de ***. Es una señora que, á fuerza de ser
hermosa y amable, á fuerza de gusto en el vestir, ha llegado á ser
aborrecida de todas las demás mujeres. Como su trato es harto fácil, y
no abriga más malicia que la que cabe en veinte y dos años, todos los
jóvenes que la ven se creen con derecho á ser correspondidos; y como
al llegar á ella se estrellan desgraciadamente los más de sus cálculos
en su virtud (porque aunque la ves tan loca al parecer, en el fondo
es virtuosa), los unos han dado en llamar coquetería su amabilidad,
los otros por venganza le dan otro nombre peor. Unos y otros hablan
infamias de ella; debe por consiguiente á su mérito y á su virtud el
haber perdido la reputación. ¿Qué quieres?, ¡¡¡ésa es la sociedad!!!
--¿Y aquélla de aquel aspecto grave, que se remilga tanto cuando un
hombre se la acerca? Parece que teme que la vean los pies según se baja
el vestido á cada momento.
--Ésa ha entendido mejor el mundo. Ésa corresponde con bufidos á todo
galán. Una casualidad rarísima me ha hecho descubrir dos relaciones que
ha tenido en menos de un año: nadie las sabe sino yo: es casada; pero
como brilla poco su lujo, como no es una hermosura de primer orden,
como no se pone en evidencia, nadie habla mal de ella. Pasa por la
mujer más virtuosa de Madrid. Entre las dos se pudiera hacer una maldad
completa: la primera tiene las apariencias, y ésta la realidad. ¿Qué
quieres?, ¡[¡¡]en la sociedad siempre triunfa la hipocresía!!! Mira;
apartémonos: quiero evitar el encuentro de ése que se dirige hacia
nosotros: me encuentra en la calle y nunca me saluda; pero en sociedad
es otra cosa: como es tan desairado estar de pie, sin hablar con nadie,
aquí me habla siempre. Soy su amigo para los momentos de fastidio:
también en el Prado se me suele agregar cuando no ha encontrado ningún
amigo más íntimo. Ésa es la sociedad.
--Pero observo que huyendo de él nos hemos venido al _ecarté_. ¿Quién
es aquél que juega á la derecha?
--¿Quién ha de ser? Un amigo mío íntimo, cuando yo jugaba. Ya se ve;
¡perdía con tan buena fe! Desde que no juego no me hace caso. ¡Ay!,
éste viene á hablarnos.
Efectivamente, llegósenos un joven con aire marcial y muy amistoso.
¿Cómo le tratan á usted?... le preguntó mi primo.
--Pícaramente; diez onzas he perdido. ¿Y á usted?
--Peor todavía; á Dios.
Ni siquiera nos contestó el perdidoso.--Hombre, si no has jugado, le
dije á mi primo, ¿cómo dices?...
--Amigo, ¿qué quieres? Conocí que me venía á preguntar si tenía
suelto. En su vida ha tenido diez onzas; la sociedad es para él una
especulación: lo que no gana lo pide...
--Pero ¿y qué inconveniente había en prestarle? Tú que eres tan
generoso...
--Sí, hace cuatro años; ahora no presto ya hasta que no me paguen lo
que me deben; es decir, que ya no prestaré nunca. Ésa es la sociedad. Y
sobre todo, ese que nos ha hablado...
--¡Ah!, es cierto; recuerdo que era antes tu amigo íntimo: no os
separabais.
--Es verdad; y yo le quería: me lo encontré á mi entrada en el mundo;
teníamos nuestros amores en una misma casa, y yo tuve la torpeza de
creer simpatía lo que era comunidad de intereses. Le hice todo el bien
que pude, ¡inexperto de mí! Pero de allí á poco puso los ojos en mi
bella, me perdió en su opinión, y nos hizo reñir: él no logró nada;
pero desbarató mi felicidad. Por mejor decir, me hizo feliz; me abrió
los ojos.
--¿Es posible?
--Ésa es la sociedad: era mi amigo íntimo. Desde entonces no tengo más
que amigos; íntimos, estos pesos duros que traigo en el bolsillo: son
los únicos que no venden: al revés, compran.
--¿Y tampoco has tenido más amores?
--¡Oh!, eso sí: de eso he tardado más en desengañarme. Quise á una que
me quería sin duda por vanidad, porque á poco de quererla me sucedió
un fracaso que me puso en ridículo, y me dijo que no podía arrostrar
el ridículo; luego quise frenéticamente á una casada: ésa sí, creí que
me quería sólo por mí; pero hubo hablillas, que promovió precisamente
aquella fea que ves allí, que como no puede tener amores, se complace
en desbaratar los ajenos; hubieron de llegar á oídos del marido, que
empezó á darla mala vida: entonces mi apasionada me dijo que empezaba
el peligro y que debía concluirse el amor; su tranquilidad era lo
primero. Es decir, que amaba más á su comodidad que á mí. Ésa es la
sociedad.
--¿Y no has pensado nunca en casarte?
--Muchas veces; pero á fuerza de conocer maridos, también me he
desengañado.
--Observo que no llegas á hablar á las mujeres.
--¿Hablar á las mujeres en Madrid? Como en general no se sabe hablar
de nada, sino de intrigas amorosas, como no se habla de artes, de
ciencias, de cosas útiles, como ni de política se entiende, no se
puede uno dirigir ni sonreir tres veces á una mujer; no se puede ir
dos veces á su casa sin que digan: «Fulano hace el amor á mengana».
Esta expresión pasa á sospecha, y dicen con una frase por cierto
bien poco delicada: «¿Si estará metido con fulana?» Al día siguiente
esta sospecha es ya una realidad, un compromiso. Luego hay mujeres,
que porque han tenido una desgracia ó una flaqueza, que se ha hecho
pública por este hermoso sistema de sociedad, están siempre acechando
la ocasión de encontrar cómplices ó imitadoras que las disculpen, las
cuales ahogan la vergüenza en la murmuración. Si hablas á una bonita,
la pierdes; si das conversación á una fea, quieres atrapar su dinero.
Si gastas chanzas con la parienta de un ministro, quieres un empleo. En
una palabra, en esta sociedad de ociosos y habladores nunca se concibe
la idea de que puedas hacer nada inocente, ni con buen fin, ni aun sin
fin.
Al llegar aquí no pude menos de recordar á mi primo sus expresiones
de hacía cuatro años: «Es encantadora la sociedad: ¡qué alegría! ¡qué
generosidad! ¡ya tengo amigos, ya tengo amante!!!»
Un apretón de manos me convenció de que me había entendido, «¿Qué
quieres? me añadió de allí á un rato; nadie quiere creer sino en
la experiencia: todos entramos buenos en el mundo, y todo andaría
bien si nos buscáramos los de una edad; pero nuestro amor propio nos
pierde: á los veinte años queremos encontrar amigos y amantes en las
personas de treinta, es decir, en las que han llevado el chasco antes
que nosotros, y en los que ya no creen: como es natural le llevamos
entonces nosotros, y se le pegamos luego á los que vienen detrás. Ésa
es la sociedad; una reunión de víctimas y de verdugos. ¡Dichoso aquél
que no es verdugo y víctima á un tiempo! ¡pícaros, necios, inocentes!!!
¡Más dichoso aún, si hay excepciones, el que puede ser excepción!!!»


UN PERIÓDICO NUEVO
Noble Espagne, où la littérature est réduite à la liberté du
monologue de Figaro.
F. SOULIÉ. La librairie à Paris.
_Livre des Cent-et-un._

¿Por qué no pone usted un periódico suyo? ¿Cuándo sale _Fígaro_? ¡Es
idea peregrina! Ya he visto en los demás periódicos la publicación del
permiso para el periódico nuevo. ¿Saldrá por fin en febrero, en marzo?
¿Cuándo? ¿Nos hará usted reir, por supuesto?
He aquí las preguntas que por todas partes se me dirigen, que me
cercan, me estrechan, me comprometen, y á las cuales me veo más apurado
para responder, que se ven hace tres días.... Iba á hacer una mala
comparación; y si me la había de suprimir algún amigo de estos que
miran de continuo por mi tranquilidad, suprímomela yo.
¿Por qué no he de publicar un periódico también?, he dicho
efectivamente para mí. En todos los países cultos y despreocupados la
literatura entera, con todos sus ramos y sus diferentes géneros, ha
venido á clasificarse, á encerrarse modestamente en las columnas de los
periódicos. No se publican ya infolios corpulentos de tiempo en tiempo.
La moda del día prescribe los libros cortos, si han de ser libros. Y
si hemos de hablar en razón, si sólo se ha de escribir la verdad, si
no se ha de decir sino lo que de cierto se sabe, convengamos en que
todo está dicho en un papel de cigarro. Los adelantos materiales han
ahogado de un siglo á esta parte las disertaciones metafísicas, las
divagaciones científicas; y la razón, como se clama por todas partes,
ha conquistado el terreno de la imaginación, si es que hay razón en el
mundo que no sea imaginaria. Los hechos han desterrado las ideas. Los
periódicos, los libros. La prisa, la rapidez, diré mejor, es el alma
de nuestra existencia, y lo que no se hace de prisa en el siglo XIX,
no se hace de ninguna manera; razón por la cual es muy de sospechar
que no hagamos nunca nada en España. Las diligencias y el vapor han
reunido á los hombres de todas las distancias: desde que el espacio ha
desaparecido en el tiempo, ha desaparecido también en el terreno. ¿Qué
significaría, pues, un autor formando á pie firme un libro, detenido él
solo en medio de la corriente que todo lo arrebata? ¿Quién se detendría
á escucharle? En el día es preciso hablar y correr á un tiempo, y de
aquí la necesidad de hablar de corrida, que todos desgraciadamente no
poseen. Un libro es, pues, á un periódico, lo que un carromato á una
diligencia. El libro lleva las ideas á las extremidades del cuerpo
social con la misma lentitud, tan á pequeñas jornadas como éste lleva
la gente á las provincias. Así sólo puede explicarse la armonía, la
indispensable relación que existe entre la ilustración del siglo y la
escasez de los libros nuevos. De otra suerte sería preciso inferir
que la civilización mata las artes y las letras. Y decimos las artes,
porque aquella misma rapidez de existencia ha lanzado sobre el terreno
de la pintura la litografía, y ha levantado al lado de las antiguas
moles de arquitectura gótica de los tiempos lentos, las modernas
construcciones de las ratoneras que por casas habitamos en el día.
Convencidos de que el periódico es una secuela indispensable, si no un
síntoma de la vida moderna, esperarían tal vez aquí nuestros lectores
una historia de esta invención; una seria disertación sobre los
primeros periódicos, y acerca de si debieron ó no su primer nombre á
una moneda veneciana que limitaba su precio. Nada de eso. Sólo diremos
que los primeros periódicos fueron _gacetas_: no nos admiremos, pues,
si fieles á su origen, si reconociendo su principio, los periódicos
han conservado la afición á mentir, que los distingue de las demás
publicaciones desde los tiempos más remotos; en lo cual no han hecho
nunca más que administrar una herencia. Es su mayorazgo; respetamos
éste como los demás, pues que estamos á esta altura todavía.
Inapreciables son las ventajas de los periódicos; habiendo periódicos,
en primer lugar, no es necesario estudiar, porque á la larga, ¿qué cosa
hay que no enseñe un periódico? Sabe usted por un periódico la hora á
que empieza el teatro, y algunas veces la función que se representa,
es decir, siempre que la función que se representa es la misma que
se anuncia: esto, al fin, sucede algunas veces. Por los periódicos
sabe usted de día en día lo que sucede en Navarra, cuando sucede
algo; verdad es que esto no es todos los días; pero para eso muchas
veces sabe usted también lo que no sucede: no se sabe ciertamente la
pérdida del enemigo, pero ésa siempre debe ser mucha; y en cambio se
sabe que llegó la noche, porque la noche llega siempre; no es como la
libertad, ni como las cosas buenas, que no llegan nunca; y se sabe que
los caballos de los facciosos corren más que los nuestros, puesto que
siempre deben aquéllos su salvación á su velocidad. Así se supiera
dónde diantres los van á buscar. Esta investigación sería de grande
utilidad para mejorar nuestras crías. Por un periódico sabe usted que
hay Cortes reunidas para elevar sobre el _cimiento_ el edificio de
nuestra libertad. Por ellos se sabe que hay dos Estamentos, es decir,
además del de Procuradores, otro de Próceres. Por los periódicos sabe
usted, _mutatis mutandis_, es decir, quitando unas cosas y poniendo
otras, lo que hablan los oradores, y sabe usted, como por ejemplo
ahora, cuándo una discusión es tal discusión, y cuándo es meramente
_conversación_, para repetir la frase feliz de un orador.
¿Á quién debe aquel orador de café, que perora sobre la intervención
extranjera, sus vastos conocimientos acerca de las intenciones de Luis
Felipe, sino á los periódicos? ¿Dónde habría aprendido aquella columna
de la Puerta del Sol, que hace la oposición de corrillo en corrillo, lo
que es un tory y un whig, y un reformista, y lo que puede una alianza,
sobre todo si es cuádrupla, y una _resistencia_, sobre todo si es una?
¿Dónde aprendería, siendo español, lo que es un progreso? ¿En qué libro
encontraría lo que quiere decir un _ministro responsable_, y una _ley
fundamental_, y una _representación nacional_, y una _fantasma_? ¿En
qué universidad podría aprender la sutil distinción que existe entre
las _fantasmas que matan y las que no matan_? Distinción por cierto
sumamente importante para nosotros pobres mortales, que somos los que
hemos de morir.
Convengamos, pues, en que el periódico es el grande archivo de los
conocimientos humanos, y que si hay algún medio en este siglo de ser
ignorante, es no leer un periódico.
Éstas y otras muchas reflexiones, las cuales no expongo todas, por
ser siempre mucho más lo que callo que lo que digo, me movieron á
ser periodista; pero no como quiera periodista atenido á sueldos y
voluntades ajenas, sino periodista por mí y ante mí.
Dicho y hecho, concibamos el plan. El periódico se titulará _Fígaro_,
un nombre propio; esto no significa nada y á nada compromete, ni á
_observar_, ni á _revistar_, ni á ser _eco de nadie_, ni á _chapar
flores_, ni á _compilar_, ni á maldita de Dios la cosa. Encierra sólo
un tanto de malicia, y eso bien sé yo que no me costará trabajo. Con
sólo contar nuestras cosas lisa y llanamente, ellas llevan ya la
bastante sal y pimienta. He aquí una de las ventajas de los que se
dedican á graciosos en nuestro país: en sabiendo decir lo que pasa,
cualquiera tiene gracia, cualquiera hará reir. Sea esto dicho sin
ofender á nadie.
El periódico tratará... de todo. ¿Qué menos?, pero como no ha de ser ni
tan grande como nuestra paciencia, ni tan corto como nuestra esperanza,
y como han de caber mis artículos, no pondremos las reales órdenes. Por
otra parte, no gusto de afligir á nadie; por consiguiente no se pondrán
los reales nombramientos: menos gusto de estar siempre diciendo una
misma cosa; por lo tanto fuera los partes oficiales. Estoy decidido á
no gastar palabras en balde; mi periódico ha de ser todo sustancia;
así, cada sesión de Cortes vendrá en dos líneas; algunos días en menos;
como de esas veces no ocupará nada.
Artículos de _política_. Los habrá. Éstos, en no entendiéndolos nadie,
estamos al cabo de la calle. Y eso no es difícil, sobre todo quien no
los ha de entender es el censor. Oposición: eso por supuesto. Á mí,
cuando escribo, me gusta siempre tener razón.
De _hacienda_. Largamente, pero siempre en broma, para nosotros será un
juego esto; no nos faltará á quien imitar. Los asuntos de cuentas sólo
son serios para quien paga; pero para quien cobra...
De _guerra_. También daremos artículos, y en abundancia: buscaremos
primero quien lo entienda y quien sepa hablar de la materia; por lo
demás saldremos del paso, si no bien, mal: nunca serán los artículos
tan pesados como el asunto.
De _interior_. Hasta los codos. Desentrañaremos esto; y tanto queremos
hablar de esta materia, que no nos detendremos en enumerar lo que se ha
hecho; sólo hablaremos de lo que falta por hacer.
De _estado_. Aquí nos extenderemos sobre el _statu quo_ y sobre el
Estatuto, y nos quedaremos extendidos; ni moveremos pie ni pata.
De _marina_. Esto es más delicado. ¿Ha de ser _Fígaro_ el único que
hable de eso? No me gusta ahogarme en poca agua.
De _gracia y justicia_. He dicho muchas veces que no soy ministerial:
haré por lo tanto justicia seca. ¡Ojalá que me dejen también hacer
gracias!
De _literatura_. En cuanto se publique un libro bueno le analizaremos;
por consiguiente, no seremos pesados en esta sección.
De _teatro español_. No diremos nada mientras no haya nada que decir.
Felizmente va largo.
De _actores_. Aquí seremos malos de buena fe: seremos actores hablando
de actores.
De _música_. Buscaremos un literato que sepa música, ó un músico que
sepa escribir: entre tanto, _Fígaro_ se compondrá como se han compuesto
hasta el día los demás periódicos. Felizmente pillaremos al público
acostumbrado; y él y nosotros estamos iguales.
_Modas._ En esta sección hablaremos de empréstitos, de intrigas, de
favor... en una palabra, lo que corre... á la _dernière_ siempre.
De _costumbres_. Por supuesto: malas: lo que hay: escribiremos como
otros viven sobre el país. _Fígaro_ hablará, bajo este título, de
paciencia, de tinieblas, de mala intención, de atraso, de pereza, de
apatía, de egoísmo. En una palabra, de nuestras costumbres.
_Anuncios._ Queriendo hacer lo más corta posible esta parte del
periódico, sólo anunciará las funciones buenas, los libros regulares,
las reformas, los adelantos, los descubrimientos. Ni se pondrán las
pérdidas, ni menos todo lo que se vende entre nosotros. Esto sería no
acabar nunca.
He aquí el periódico de Fígaro. Ya está concebida la idea. Sin embargo,
no es eso todo. Es preciso pedir licencia; pero para pedir licencia es
preciso poder presentar fianzas. Si yo las tuviera no sería yo el que
me pusiera á escribir tonterías para divertir á otros, _ó tener empleo
con sueldo_... Pero si tuviera empleo, y jefe, y horas fijas, y once,
y expedientes, y la cesantía al ojo, no tendría yo humor de escribir
periódicos... _ó ser catedrático_... pero si fuera catedrático sabría
algo, y entonces no servía para periodista...
Está decidido que no sirvo para pedir licencia. Otro al canto; un
testaférreo; un sueldo al testaférreo; seguridades contra seguridades,
fianza, depósito, licencia, en fin. He aquí ya á _Fígaro_ con licencia:
no esa licencia tan temida, esa licencia fantasma, esa licencia que
nos ha de volver al despotismo, esa licencia que está detrás de todo,
acechando siempre el instante, y el ministro, y el... No, sino licencia
de imprimirse á sí mismo.
Ya no falta más que imprenta. Corro á una...--Aquí es imposible: no
hay letra.--Corro á otra: aquí, le diré á usted francamente, no hay
prensas.--Á otra: aquí no queremos periódicos, hay que trabajar de
noche. Dios ha hecho la noche para dormir.--Sí, pero no el impresor,
contesto furioso.--¿Qué quiere usted? Luego es trabajo en que no se
gana: como no hay cajistas en España, piden un sentido, se hacen
valer; el público no quiere pagar caro, el oficial no quiere trabajar
barato.--¿Conque es imposible imprimir un periódico?--Poco menos,
señor; y si acaso se lo imprimen á usted, será caro y mal. Pondrán unas
letras por otras.--Eso ¡pardiez! no será imprimir mi periódico, sino
otro del cajista.--Pues eso, señor, sucederá; en habiendo un día de
formación no tendrá usted cajistas; y si usted se enfada algún día por
una errata, le dejarán plantado, y si no se enfada también.
¿Es posible? ¿Conque no hay _Fígaro_? ¡Oh! ¡Habrá _Fígaro_, habrá
_Fígaro_! Venceremos las dificultades... ¡Ah! se me olvidaba. ¡Papel! Á
una fábrica, á otra, á otra... Éste es chico, éste caro, éste grande,
éste moreno, éste con demasiada cola...--Mire usted, como usted le
quiere no le hay, me dicen por fin. Es preciso mandarlo hacer.--Pues
lo mando hacer: para dentro de ocho días.--Señor, la fábrica está
á sesenta leguas; hay que hacer los moldes, y luego el papel, y
luego secarlo, y si llueve... y luego traerlo... y el ordinario echa
quince días ó veinte... y...--¿No hay quien le eche á usted á los
infiernos?... grito desesperado. ¡País de obstáculos!
Es preciso resignarse, esperar... Al fin lo habrá todo... demasiado
va á haber luego... ésta es la idea que me detiene, por fin, que
cuando haya editor, redactores, impresor, cajistas, papel... entonces
también habrá censor... Eso sí, eso siempre lo hay... ni hay que
mandarle hacer, ni hay que esperar...--Aquí acabo de perder la cabeza,
enciérrome en mi casa, ¡voto va! Pues ha de haber _Fígaro_, sí,
señor, por lo mismo ha de haber _Fígaro_, y ha de hablar de todo,
absolutamente de todo.
Diciendo esto llego á mi casa, me siento á mi bufete para tomar
disposiciones.--¿Qué hace usted?, le digo á mi escribiente, de mal
humor.--Señor, me responde, estoy traduciendo, como me ha mandado
usted, este monólogo de su tocayo de usted, en el _Mariage de Figaro_
de Beaumarchais, para que sirva de epígrafe á la colección de sus
artículos que va usted á publicar.--¿Á ver cómo dice?
«Se ha establecido en Madrid un sistema de libertad que se extiende
hasta á la imprenta; y con tal que no hable en mis escritos, ni de la
autoridad, ni del culto, ni de la política, ni de la moral, ni de los
empleados, ni de las corporaciones, ni de los cómicos, ni de nadie
que pertenezca á algo, pueda imprimirlo todo libremente, previa la
inspección y revisión de dos ó tres censores. Para aprovecharme de esta
hermosa libertad anuncio un periódico...».
--Basta, exclamó al llegar aquí mi escribiente, basta; eso se ha
escrito para mí; cópielo usted aquí al pie de este artículo: ponga
usted la fecha en que eso se escribió...--1784.--Bien. Ahora la fecha
de hoy.--22 de enero de 1835.--Y debajo:--_Fígaro_.


LA POLICÍA

Así como hay en el mundo hombres buenos, también hay cosas buenas: no
citaremos nombres propios en la primera clase, por no ofender á la
mayoría; pero en la segunda preciso será citar si queremos que nos
crean. Cosa buena por ejemplo es la previa censura, y para algunos
no sólo buena sino excelente. Que manda usted, y que manda usted mal,
dos cosas que pueden ir juntas. ¿Pues no es cosa buena y rebuena que
nadie pueda decirle á usted una palabra? Que manda usted, y que no
manda usted mal, pero que es usted hombre de calma; y como había usted
de mandar algo bueno, no manda usted nada, ni bueno, ni malo. ¿Pues no
es un placer verdaderamente que si hay algún escritorzuelo atrevido
que sale á decir: «Esto no marcha», salga por otra parte el censor
que usted le pone, y le escriba en letra gorda y desigual al pie del
folleto: «Esto no puede correr?». Vaya si es cosa buena. Que es usted
un sujeto de luces por otra parte, amigo del gobierno, y que tiene
usted poco sueldo, ó no tiene usted ninguno, como suele suceder; vaya
si es cosa buena que le den á usted 20,000 reales de sueldo, ú opción á
los primeros que vaquen, sólo por poner: «Esto no puede correr», que al
cabo es decir una verdad como un templo... Cosa buena es y muy buena.
Replicáronnos los que viven de disputar que la tal previa censura no es
igualmente buena para el que escribió el artículo que no puede correr,
ni para el país que de él pudiera sacar provecho; pero en primer lugar,
que al sentar nosotros la proposición de que hay cosas buenas, no
hemos dicho para quién, y en segundo añadiremos que ése es el destino
de las cosas de este mundo, en las cuales no hay una sola buena para
todos. Países hay donde se cree que la perfección consiste en que las
cosas sean buenas para los más; pero también hay países donde se cree
en brujas, y no por eso son las brujas más verdaderas. Dejemos por
consiguiente este punto, que entra en el número de los muchos que no
son oportunos todavía para nosotros, y convengamos únicamente en que
hay cosas buenas.
Sabido esto, pocas hay que se puedan comparar con la policía. Por de
pronto su origen está en la naturaleza; la policía se debe al miedo, y
el miedo es cosa tan natural, que poco ó mucho no hay quien no tenga
alguno; y esto sin contar con los que tienen demasiado, que son los
más. Todos tenemos miedo: los cobardes á todo: los valientes á parecer
cobardes: en una palabra, el que más hace es el que más lo disimula,
y esto no lo digo yo precisamente; antes que yo lo ha dicho Ercilla,
en dos versos, por más señas, que si bien pudieran ser mejores,
difícilmente podrían ser más ciertos.
El miedo es natural en el prudente,
Y el saberlo vencer es ser valiente.
Preclaro es, pues, el origen de la policía. No nos remontaremos á las
edades remotas para encontrar apoyos en favor de la policía. Trabajo
inútil fuera, pues ya nos lo dan hecho; un orador ha dicho que en todos
los países la ha habido _con este ó aquel nombre_, y es punto sabido
y muy sabido que la había en Roma y en el consulado de Cicerón: no se
sabe si con este ó con aquel nombre, no precisamente con su subdelegado
al frente y sus celadores al pie; pero ello es que la había, y si
la había en Roma, es cosa buena: si á esto se añade que la hay en
Portugal, y que el pueblo da á sus individuos el nombre de _morcegos_,
ya no hay más que saber.
Venecia ha sido el estado que ha llevado á más alto grado de esplendor
la policía; pues ¿qué otra cosa era el famoso tribunal pesquisidor de
aquella república? Á ella se debía la hermosa libertad que se gozaba
en la reina del Adriático, y que con colores tan halagüeños nos ha
presentado un literato moderno en la escena, y un célebre novelista en
su _Bravo_. La inquisición no era tampoco otra cosa que una policía
religiosa; y si era buena la inquisición, no hay para qué disputarlo.
Aquí se prueba lo que ha dicho el orador citado, de que siempre ha
existido en todos los países _con este ó aquel nombre_.
Otra prueba de que es cosa buena la policía es su existencia, no sólo
en Roma y en Portugal, sino también en Austria; y sobre todo, en la
Italia sujeta á aquel imperio, donde es delito á los ojos de la policía
haber á las manos un papel francés. Así son los Italianos tan felices,
así se hacen lenguas del emperador de Austria. Óigase otro ejemplo.
Ahí está la Polonia, que debe su actual felicidad, ¡vaya si es feliz!,
á la policía rusa. Que la policía es, pues, una institución liberal,
se deduce claramente de su existencia en Austria y en Polonia; y si
nos venimos más acá, veremos que en Francia la instaló Bonaparte, uno
de los amigos más acérrimos de la libertad; y tanto, que él tomó para
sí toda la que pudo coger á los pueblos que sujetó; y á España, por
You have read 1 text from Spanish literature.
Next - Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 19
  • Parts
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 01
    Total number of words is 4060
    Total number of unique words is 1434
    36.2 of words are in the 2000 most common words
    47.4 of words are in the 5000 most common words
    53.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 02
    Total number of words is 4782
    Total number of unique words is 1582
    35.9 of words are in the 2000 most common words
    47.9 of words are in the 5000 most common words
    53.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 03
    Total number of words is 4874
    Total number of unique words is 1604
    35.9 of words are in the 2000 most common words
    48.9 of words are in the 5000 most common words
    56.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 04
    Total number of words is 4871
    Total number of unique words is 1537
    35.7 of words are in the 2000 most common words
    48.2 of words are in the 5000 most common words
    54.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 05
    Total number of words is 4943
    Total number of unique words is 1662
    37.0 of words are in the 2000 most common words
    49.0 of words are in the 5000 most common words
    56.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 06
    Total number of words is 4940
    Total number of unique words is 1599
    38.5 of words are in the 2000 most common words
    51.8 of words are in the 5000 most common words
    58.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 07
    Total number of words is 4817
    Total number of unique words is 1586
    37.0 of words are in the 2000 most common words
    50.9 of words are in the 5000 most common words
    56.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 08
    Total number of words is 4758
    Total number of unique words is 1530
    36.8 of words are in the 2000 most common words
    52.2 of words are in the 5000 most common words
    59.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 09
    Total number of words is 4823
    Total number of unique words is 1611
    37.4 of words are in the 2000 most common words
    50.0 of words are in the 5000 most common words
    56.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 10
    Total number of words is 4865
    Total number of unique words is 1531
    35.8 of words are in the 2000 most common words
    49.9 of words are in the 5000 most common words
    56.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 11
    Total number of words is 4694
    Total number of unique words is 1541
    33.5 of words are in the 2000 most common words
    46.4 of words are in the 5000 most common words
    54.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 12
    Total number of words is 4778
    Total number of unique words is 1602
    37.0 of words are in the 2000 most common words
    50.4 of words are in the 5000 most common words
    57.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 13
    Total number of words is 4909
    Total number of unique words is 1601
    36.7 of words are in the 2000 most common words
    50.2 of words are in the 5000 most common words
    57.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 14
    Total number of words is 4975
    Total number of unique words is 1499
    38.4 of words are in the 2000 most common words
    50.6 of words are in the 5000 most common words
    57.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 15
    Total number of words is 4955
    Total number of unique words is 1565
    37.7 of words are in the 2000 most common words
    50.5 of words are in the 5000 most common words
    57.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 16
    Total number of words is 4933
    Total number of unique words is 1634
    36.4 of words are in the 2000 most common words
    50.0 of words are in the 5000 most common words
    56.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 17
    Total number of words is 4915
    Total number of unique words is 1533
    38.1 of words are in the 2000 most common words
    52.1 of words are in the 5000 most common words
    57.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 18
    Total number of words is 4956
    Total number of unique words is 1448
    39.3 of words are in the 2000 most common words
    53.3 of words are in the 5000 most common words
    60.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 19
    Total number of words is 4743
    Total number of unique words is 1499
    35.0 of words are in the 2000 most common words
    49.7 of words are in the 5000 most common words
    57.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 20
    Total number of words is 4932
    Total number of unique words is 1493
    37.6 of words are in the 2000 most common words
    50.4 of words are in the 5000 most common words
    56.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 21
    Total number of words is 5002
    Total number of unique words is 1614
    37.7 of words are in the 2000 most common words
    52.2 of words are in the 5000 most common words
    58.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 22
    Total number of words is 4959
    Total number of unique words is 1599
    37.9 of words are in the 2000 most common words
    52.2 of words are in the 5000 most common words
    58.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 23
    Total number of words is 4871
    Total number of unique words is 1631
    37.2 of words are in the 2000 most common words
    50.6 of words are in the 5000 most common words
    57.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 24
    Total number of words is 4829
    Total number of unique words is 1687
    35.4 of words are in the 2000 most common words
    50.5 of words are in the 5000 most common words
    57.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 25
    Total number of words is 4944
    Total number of unique words is 1651
    35.9 of words are in the 2000 most common words
    50.5 of words are in the 5000 most common words
    57.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 26
    Total number of words is 4838
    Total number of unique words is 1707
    33.9 of words are in the 2000 most common words
    49.1 of words are in the 5000 most common words
    57.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 27
    Total number of words is 4857
    Total number of unique words is 1556
    36.8 of words are in the 2000 most common words
    49.5 of words are in the 5000 most common words
    55.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 28
    Total number of words is 5015
    Total number of unique words is 1474
    38.8 of words are in the 2000 most common words
    52.1 of words are in the 5000 most common words
    58.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 29
    Total number of words is 4990
    Total number of unique words is 1541
    38.8 of words are in the 2000 most common words
    52.1 of words are in the 5000 most common words
    58.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 30
    Total number of words is 500
    Total number of unique words is 273
    53.0 of words are in the 2000 most common words
    64.6 of words are in the 5000 most common words
    66.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.