Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 09

Total number of words is 4823
Total number of unique words is 1611
37.4 of words are in the 2000 most common words
50.0 of words are in the 5000 most common words
56.3 of words are in the 8000 most common words
Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
ciertos personajes para cebar con ellos el ansia de reir del vulgo;
pero parece dar otra importancia para sus espectadores más delicados
á las situaciones de sus héroes. Convence por una parte con el cuadro
ridículo al entendimiento; mueve por otra el corazón, presentándole al
mismo tiempo los resultados del extravío; parece que se complace con
amargura en poner á la boca del precipicio á su protagonista, como en
_el Sí de las Niñas_ y en _el Barón_; ó en hundirle en él cruelmente,
como en _el Viejo y la Niña_, y en _el Café_. Un escritor romántico
creería encontrar en esta manera de escribir alguna relación con Víctor
Hugo y su escuela, si nos permiten los clásicos esta que ellos llamarán
blasfemia. En nuestro entender éste es el punto más alto á que puede
llegar el maestro; en el mundo está el llanto siempre al lado de la
risa; parece que estas afecciones no pueden existir una sin otra en el
hombre; y nada es por consiguiente más desgarrador ni de más efecto que
hacernos regar con llanto la misma impresión del placer. Esto es jugar
con el corazón del espectador; es hacerse dueño de él completamente,
es no dejarle defensa ni escape alguno. _El Sí de las Niñas_ ha sido
oído con aplauso, con indecible entusiasmo, y no sólo el bello sexo ha
llorado, como dice un periódico, que se avergüenza de sentir; nosotros
los hombres hemos llorado también, y hemos reverdecido con nuestras
lágrimas los laureles de Moratín, que habían querido secar y marchitar
la ignorancia y la opresión. ¿Es posible que se haya creído necesario
conservar en esta comedia algunas mutilaciones meticulosas? ¡Oprobio á
los mutiladores de las comedias del hombre de talento! La indignación
del público ha recaído sobre ellos, y tanto en _la Mojigata_ como en
_el Sí de las Niñas_, los espectadores han restablecido el texto por lo
bajo: felizmente la memoria no se puede prohibir.


LOS TRES NO SON MÁS QUE DOS
Y EL QUE NO ES NADA VALE POR TRES
MASCARADA POLÍTICA

Mil veces les habrá sucedido á mis lectores, y aun á los que no me
leen, oir una campana y quedarles una prolongada vibración en los
oídos después de haber sonado; les habrá sucedido también viajando,
durarles gran rato, después de apeados ya del carruaje, la sensación
del movimiento y traqueteo producida por muchas horas de camino. He
aquí precisamente lo que á mí me ha sucedido y me sigue sucediendo
todavía con el fantástico aparato y desigual clamor que en mis sentidos
dejaron las pasadas máscaras. Voy por la calle y se me antojan aún
caretas las caras, y disfraces los trajes y uniformes. Oigo hablar de
cosas nuevas, y, acostumbrado á tanta cosa vieja y á tanta broma, se me
figura aún que me siguen embromando. Pasará sin duda esta sensación,
y será preciso creer á todo el mundo; pero mientras pasa ó no pasa,
mientras creo ó no creo, todo el trabajo de mi entendimiento limitado
se reduce por ahora á ver de conocer al que me habla; que no es poco.
Con tal rumor en los oídos, con tal prevención en la vista, salía yo la
última noche del pasado carnaval de Abrantes, donde había codeado á la
aristocracia, y del teatro, donde me había codeado á mí la democracia.
Llena la cabeza con estas dos ideas, que no podía amalgamar nunca, y
que así se separaban al tocarse como se separan dos bolas de billar
al chocar una con otra, se me antojó que entraba en un salón adornado
por el orden antico-moderno; toda la parte alta gótica, góticas las
paredes y ventanas: el mueblaje y adorno bajo del último gusto. Tres
comparsas le llenaban, á lo que entonces me pareció. La menos numerosa
era compuesta toda de viejos, ¡rara aprehensión!, pero gordos y
robustos; para hacer gente y engruesarse iba derramando su dinero con
tanto sigilo, como si fuese mal adquirido y peor conservado; pero á
cada moneda que daban, ¡cosa rara!, perdían carnes y fuerzas. Toda
esta comparsa andaba hacia atrás, más como quien huye que como quien
anda; para lo cual traían la cabeza y los pies vueltos del revés, que
hacían rara figura. Andaban desbandados á causa de hallarse su jefe
á diligencias propias; pero en cambio presumían serlo todos. Seguía
á esta comparsa una porción de pobres, rotos y mal parados, con una
venda en los ojos como pintan á la fe, creyendo á pies juntillas cuanto
aquéllos les decían, y tomando varios dijes de poco valor en cambio de
sus servicios. De cuando en cuando dábanles los magnates de la comparsa
un palo, y unos respondían _¡viva!_ y otros respondían _¡gracias!_
Raros trajes se veían entre ellos, pero ninguno pasaba del siglo XVIII.
Retazos de manteos, cruces y veneras, papel de Italia, espadines de
Toledo, tal cual estrella en la frente, látigo en la mano, calzón,
peluquín y hebillas. Color general blanco como la leche. Conversación
poca; chispa ninguna.
La segunda traía jefe, ó por mejor decir representante; gente nueva,
y la más barbilampiña: flaca aún como muchacho que está creciendo:
conocíase á legua que no habían tenido tantas ocasiones de comer como
los otros. No andaban, sino corrían: todo eran piernas. Bailaban todos
á una, y hacían los mismos pasos: encogíanse los altos, empinábanse
los bajos: todo su prurito era andar iguales: al menor desnivel había
gira y algazara. Pedían la palabra, y tomaban lo demás. Venían vestidos
de telas de institución, color de garantía: el disfraz era lo mejor
que traían; si bien á muchos se los traslucían por debajo juboncillos
de ambición con tal cual cenefilla de empleo, y se conocía que no
estaban hechos á usarlos, porque á los más les venían anchos. Éstos
no repartían dinero, sino periódicos; dábanlos con audacia y á venga
lo que venga: si alguno se perdía ó se interceptaba malamente, otro
al puesto, como quien tenía el molde en casa. Por el contrario de los
otros, á cada periódico que daban ganaban carnes y razón. Las caretas
eran discursos históricos de sucesión. Iban encendiendo las luces,
que la primera comparsa apagaba siempre que podía; pero el salón
estaba iluminado, de donde era fuerza inferir que se encendían más de
prisa que se apagaban. Seguía á éstos una turba desigual hambrienta
de felicidad: verdad es que nunca la habían catado. Unos eran gordos,
otros flacos: unos tenían tres piernas, otros una: uno tres ojos, otro
medio; quién era gigante, quién lilipuciano. _Se os igualará_, les
iban diciendo los magnates, _nada más fácil_, y lo creían sin mirarse
despacio unos á otros, el tonto y el discreto, el tullido y el sano,
el pobre y el rico. Éstos creían en la felicidad de este mundo: los
primeros en la del otro. Su conversación buena, su chispa mucha y mayor
el ruido que metían. Color general negro.
Era el resto de la concurrencia la mayoría; pero se conservaba á
cierta distancia del que parecía su jefe. Era el color de éste un
atornasolado claro, que visto de distintos puntos lejanos parecía
siempre un color diferente, pero en llegado á él no se le podía llamar
color. Éste y los suyos no andaban, aunque lo parecía, porque marcaban
el paso: conociendo que no había para qué, unos no traían pies, y
otros los traían de plomo. De medio cuerpo arriba venía vestido á la
antigua española, de medio cuerpo abajo á la moderna francesa, y en
él no era disfraz, sino su traje propio y natural. Ni era alto, ni
bajo, ni gordo, ni flaco; sutil como cuerpo glorioso, y máscara, en
fin, racional, si las hubo nunca. No traía careta, sino que enseñaba
una cara de risa que á todos quería dar contento. Era su comparsa
gente pasiva y estacionaria, de esta que tiene y no quiere perder,
que no tiene por qué moverse, miedosa que teme perniquebrarse á cada
paso, escarmentada ya y paralítica, envilecida con el sufrimiento
y bien avenida á todo, despreocupada, que se ríe de los hombres y
sus partidos. Éstos no decían nada; ni aplaudían, ni censuraban;
traían caretas de yeso, miraban á una comparsa, miraban á otra, y ora
temblaban, y ora reían. En realidad no hacían cuenta con su jefe: éste
era el que contaba con ellos; es decir, con su inercia.
En una palabra, parecían tres las comparsas y no eran más que dos.
Cuando yo entré en el baile acababan de separarse; hasta entonces
habían bailado mezclados, porque hasta entonces no había faltado
bastonero que los había hecho bailar á todos á un mismo son.
Apenas tuve tiempo de reconocer lo que llevo descrito, cuando se
dirigieron á mí varios de la primera comparsa.--¡Ah, Fígaro maldito!,
aquí está. «_¡Nadie pase sin hablar al portero!_» «_¡La planta nueva!_»
¿Sabes que nos has hecho más daño que un cañón?--Mala entrada es ésta,
dije yo para mí.--Mira, prosiguieron, tú debes ser tonto. ¿Qué provecho
has sacado de tus artículos?--El gusto de escribir lo que pienso, y
me sobra.--Eso por un lado y por otro el que te ahorquemos, si...
¡desigual es el partido!--Ya me pondré á distancia respetable.--Vente
con nosotros.--Gracias.--Te irá mejor; no hallarás rivales, porque no
escribimos; te daremos una prebenda.--Soy casado.--Te daremos un empleo
en correos y podrás interceptar las cartas.--No soy curioso.--Andarás
por esas breñas.--No soy peregrino.--Dormirás al sereno.--Más quiero
dormir sereno.--Tendrás inquisición y rey absoluto.--Lo agradezco, pero
es tarde.--¡Matarle! ¡Matarle!
--¡Ea, dejad á Fígaro!, dijeron los de la segunda comparsa, sacándome
de entre ellos; éste es nuestro, enteramente nuestro. ¿No es verdad,
Fígaro?--¡De corazón!--¡Bravo! Tú también eres igual.--Y si no soy
igual me es igual todo.--¡Ya! Por eso te descuidas, y haces á veces
artículos tan largos y tan pesados, y con tantas digresiones y
atrevimiento: no teniendo respeto á nadie, fácil es hacer reir...--No
hay para qué hablar más, que ya me habéis conocido, dije yo
apresurándome á interrumpir á los míos, que me iban tratando peor que
los contrarios.
Mientras esto me pasaba en un rincón de la sala andábanse embromando
los principales personajes de las dos comparsas. Estas bromas pararán
en veras, dije yo para mí, y acerquéme á oir.--Andad, decían unos,
hipócritas; á nosotros no nos embromaréis, porque os conocemos: ahora
andáis con careta del pretendiente, pero es mentira: vosotros existíais
antes que él. Vosotros triunfasteis malamente en Villalar en nombre
de otro Carlos V: desde entonces no dejó de crecer un punto vuestra
audacia: vosotros fuisteis los que el año 14 engañasteis á un rey y
perdisteis á un pueblo; vosotros los que el año 23...--¡Silencio!
respondieron los otros; ¿qué nos echáis en cara? Echaos la culpa á
vosotros mismos, que dos veces fuisteis los amos, y dos veces...--Sí,
pero no tengáis cuidado; á la tercera...--Veremos.--Sí; vosotros lo
que queréis es embaucar al pueblo con vuestros sortilegios, cubrirle
los ojos y taparle la boca para beber su sangre que os engorda:
el favoritismo, el absolutismo, el oscurantismo, el fanatismo, el
egoísmo... ésas son vuestras virtudes... ése es el Carlos V que
proclamáis; y lo demás es farsa y mascarada. Quitaos esas caretas
de ley de Felipe V, que ya os hemos conocido.--¡Miren!, contestaban
los ofendidos; ¿y qué queréis vosotros? ¿Queréis hacer felices á los
pueblos? Broma y más broma. Igualdad, para tener todos derecho á todo,
representaciones nacionales para ocupar un puesto en ellas, porque
todos hacéis oficio de leer y escribir, y pensáis que hablando...
y los empleos, en fin, que por tantos años tuvimos nosotros, y las
rentas que nos comemos y...--Y bien, y bien; ¿y hay nada más justo?
Nosotros haremos el bien público, haciendo el nuestro, aun sin querer
hacerlo...--¡Careta!, ¡pretexto!--Pretexto, sí; pero más noble que el
vuestro. En nosotros tendrá la sucesión directa...--¡Fuera, fuera la
careta! ¡También os conocemos!--¡Holgazanes!--¡Ambiciosos!
Al llegar aquí la broma, exasperáronse unas y otras máscaras, y ¡oh!,
¡qué noche de horror y de confusión!--¡Á ellos, á ellos!, gritaron unos
y otros desenvainando sus armas. Un paquete de _Boletines de Comercio_
atrasados, lanzado por un brazo vigoroso y joven, vino á estrellarse
sobre un grupo de peluquines; seis cayeron del golpe. Diez y nueve
_Siglos_, llenos de reconvenciones, se alzaron á una contra la pandilla
blanca; y ¿quién les pudiera resistir? Tampoco se descuidaban los
acometidos: volaban _Estrellas_ por todas partes, pero daban en el aire
con los _Siglos_ y los _Boletines_ que iban, y caían desvaneciéndose
como los fuegos fatuos del verano. Un discurso parlamentario encontraba
en el aire una exhortación carlista y arrollábala al punto. ¡Qué furor!
Volaban _Tiempos_ y _Cínifes_, lanzábanse _Ateneos_ y _Minervas_,
enemigo herido de ellos, enemigo dormido y fuera por consiguiente de
combate. Hasta hubo quien sacó _Correos_, _Crónicas_ y _Auroras_,
armas prohibidas porque suelen dispararse contra el mismo que las
carga. ¿Quién diría el destrozo y la mortandad? ¿Y quién el fin de tan
sangrienta lucha, si el jefe de la inerte comparsa no se apareciese
con una sonrisa en la boca y una _Revista_ en la mano? Interpúsola
el atornasolado como pudiera Mercurio su caduceo, y cedieron los
combatientes al arma más pesada. Todos quedaron aplanados. ¡Ay de aquél
á quien le cayó encima una noticia diversa! ¡Ay del que tuvo que sufrir
el peso de la crónica de provincias! ¡Mísero el que sintió sobre sí la
cámara de los diputados! Quiso la buena suerte que esto cayese todo
sobre la comparsa blanca, y nadie de ella pudo ya levantar cabeza.
Roncaban unos, y otros se quejaban amargamente. En la comparsa nueva
cayó un artículo de entrada, y ¡oh prodigio!, como el maná, súpole á
cada uno al manjar más de su gusto; á nadie empero levantó chichón ni
cardenal.
--¡Hola!, ¿quién es éste? ¿Es vuestro?, preguntaron los jóvenes á sus
contrarios.--¿Qué ha de ser nuestro?, ¡ay míseros!, contestaron los
vencidos.--¡Ah!, ¡ya!, repusieron los primeros. ¿Quién diablos te había
de conocer? Vaya, pase, pase por nuestro; mira, júzganos.
--¿Yo juzgar?, dijo el mediador. No lo permita el cielo. Si fuera
conciliar...
--Mira que si no quieres ser nuestro juez, serás su reo. ¡Esos
hipócritas!...
--¡Oh!, no hipócritas, precisamente, no... seductores..., dijo el
mediador.
--¡Revolucionario!, gritaron los viejos.
--Revolucionarios, precisamente... no... fautores de asonadas...,
interrumpió el justo medio.
--¡Fanáticos!, gritaron los jóvenes.
--No, fanáticos, no... ilusos, incautos...
--¡Ignorantes!
--¡Incrédulos!
--Señores, todos tienen ustedes razón; la unión, la cultura, un justo
medio... ni uno ni otro... las dos cosas...
--¡Nosotros queremos todo nuevo!
--No, nuevo no, dijo el justo medio.
--¡Nosotros todo viejo!
--No, viejo no, repuso el atornasolado.
--¡Nosotros lo negro!
--¡Nosotros lo blanco!
--Todo, bien, todo; si se puede todo: está entendido; daremos un blanco
que tire á negro, y un negro que tire á blanco.
--¿Conque sí?
--No digo que sí, precisamente;... mas...
--¿Conque no?
--No digo que no, precisamente;... pero...
--Eso, eso es ponerse en la razón, dijo á este punto levantándose
pausadamente la mayoría hasta entonces inmóvil: nosotros estamos por
ese señor de la antigua española y moderna francesa. No somos partido,
pero somos los más. Venga cualquiera cosa, llámenlo como quieran,
y vamos viviendo. De cualquier modo hemos vivido hasta ahora, de
cualquier modo moriremos.
--La verdadera diversión, señores, si me atrevo llamarlo así, dijo
entonces animado con su inmensa fuerza el atornasolado de no conocido
color, es tomar, permítaseme la frase, de los juegos venerandos
antiguos lo preciso, modificándolo según el humor de los que han
de divertirse. Y á propósito de esto diré para convencer á ustedes
lo siguiente: «Las necesidades y las reformas, las instituciones y
garantías, así como la antigua monarquía de las ideas nuevas, la
discordia, la hidra de las revoluciones, y la bondad de arriba abajo,
y no de abajo arriba, la legitimidad, los malévolos seducidos, un campo
de horror y dulce fraternidad, los sucesos retrógrados y las masas
progresivas...».--Otras cosas podría decir;... pero... ¡Cuán dulce es
la paz, señores! Y por fin el talento es mío, mía la experiencia, el
tacto mío, y la nación mía, porque no es de nadie, porque es pasiva:
al que se oponga á mi justa conciliación, añadió riéndose con la más
amable y cariñosa sonrisa, al que no quiera ser feliz, como yo entiendo
la felicidad, harásele feliz, mal que le pese.
Un prolongado clamor de la multitud inmensa, tan callada toda la noche,
pero un clamor no de entusiasmo pasajero, sino tranquilo, sereno,
como la voz del poder que no ha menester esforzarse para hacerse oir,
aplaudió sordamente la alocución ambilátera, que, traducida al lenguaje
inteligible, quería decir á unos: _Ya es tarde_; y á otros: _Es
temprano todavía_.
Restablecida la paz y el silencio, desapareció á mis ojos el baile y
ambos partidos con él: halléme en medio de Madrid repitiendo para mí:
_Los tres no son más que dos_, y _El que no es nada vale por tres_.


EL SIGLO EN BLANCO[1]

No sé qué profeta ha dicho que el gran talento no consiste precisamente
en saber lo que se ha de decir, sino en saber lo que se ha de callar:
porque en esto de profetas no soy muy fuerte, según la expresión de
aquél que miraba detenidamente al Neptuno de la fuente del Prado, y
añadía de buena fe enseñándosele á un amigo suyo: Aquí tiene usted á
Jonás conforme salió del vientre de la ballena.--¿Hombre, á Jonás?, le
replicó el amigo, si éste es Neptuno...--Ó Neptuno, como usted quiera,
replicó el _cicerone_, que en esto de profetas no soy muy fuerte.--El
hecho es que la cosa se ha dicho, y haya sido padre de la Iglesia,
filósofo ó dios del paganismo, no es menos cierta ni verosímil, ni más
digna tampoco de ser averiguada en tiempos en que dice cada cual sus
cosas y las ajenas como y cuando puede.
Platón, que era hombre que sabía dónde le apretaba el zapato, si bien
no los gastaba, y que sabía asimismo cuánto tenía adelantado para
hablar el que no ha hablado nada todavía, había adoptado por sistema
enseñar á sus discípulos á callar antes de pasar á enseñarles materias
más hondas, y en esa enseñanza invertía cinco años, lo cual prueba
evidentemente dos cosas: primera, que Platón estaba, como nuestras
universidades, por los estudios largos: segunda, que no es cosa tan
fácil como parece enseñar á callar al hombre, el cual nació para
hablar, según han creído erróneamente algunos autores mal informados,
dejándose deslumbrar sin duda por las apariencias de verosimilitud
que le da á esta opinión el don de la palabra, que nos diferencia tan
funestamente de los más seres que crió de suyo callados y taciturnos la
sabia naturaleza.
De cuanto se pueda callar en cinco años podráse formar una idea
aproximada con sólo repasar por la memoria cuánto hemos callado
nosotros, mis lectores y yo, en diez años, esto es, en dos cursos
completos de Platón que hemos hecho pacíficamente desde el año 23
hasta el 33 inclusive, de feliz recuerdo, en los cuales nos sucedía
precisamente lo mismo que en la cátedra de Platón, á saber, que
sólo hablaba el maestro, y eso para enseñar á callar á los demás, y
perdónenos el filósofo griego la comparación. Esto con respecto á dar
una idea de lo mucho que se puede callar en cinco ó en diez años; ahora
bien, con respecto á lo que se puede callar en un solo día, basta para
formar una idea leer, si es posible, _el Siglo_, periódico que no se
ofenderá si aseguramos de él que trae cosas que no están escritas;
periódico enteramente platónico, pero que no puede haber sacado tanto
provecho como honra de su ciencia en el callar.
Confesemos sin embargo que lo que hay que leer es un artículo que no
está escrito. Leer palabras y más palabras lo hace cualquiera, y toda
la dificultad, si puede cifrarse en alguna cosa, se cifra evidentemente
en leer un papel blanco.
Un artículo en blanco es susceptible de las interpretaciones más
favorables: un artículo en blanco es un artículo en el sentido de
todos los partidos: es cera blanda, á la cual puede darse á voluntad
la forma más adaptada al gusto de cada uno. Un artículo en blanco es
además picante, porque excita la curiosidad hasta un punto difícil de
pintar. ¿Qué dirá? ¿Qué no dirá? En un mundo como éste de ilusión y
fantasmagoría, donde no se goza sino en cuanto se espera, es indudable
que el hacer esperar es hacer gozar. Las cosas una vez tocadas y
poseídas pierden su mérito; desvanécese el prestigio, rómpese el
velo con que nuestra imaginación las embellecía, y exclama el hombre
desengañado: _¿Es esto lo que anhelaba?_ Este sistema de hacer gozar
haciendo esperar, del cual pudiéramos citar en el día algún sectario
famoso, es evidente, y por él nunca podrá entrar en competencia con un
artículo en blanco un artículo en negro. Éste ya sabemos lo que puede
querer decir, aunque no sea más que haciendo deducciones del color.
De esta facilidad con que puede leerse un artículo en blanco se deduce
un principio que desgraciadamente ha sido fin para _El Siglo_; á saber,
que se pueden comparar con las cosas escritas en tinta simpática y
con esas pantallas elegantes que toman más ó menos color según se
acercan más ó menos á la lumbre; leídos en un gabinete ministerial
naturalmente resguardado de toda intemperie, y en que suele estar alto
el termómetro, toman un calorcito subido que ofende la vista; y leídos
al aire libre se revisten de una tinta suave que da gozo á la multitud.
Pero siempre hacen fortuna, porque en el primer caso, y cuando dan con
un lector amigo del silencio, suelen dar por gusto al periodista, y
en tal caso se da un privilegio exclusivo al autor de un artículo en
blanco, para que puedan también quedar en blanco los números sucesivos.
Bien conocerá el lector, aun sin haber leído _El Siglo_, como
probablemente no le habrá leído por aficionado que sea á leer, que no
es mi intención defender ni acriminar los artículos en blanco, ni mucho
menos á los gobiernos, que temo á Dios gracias.
Es únicamente mi objeto apuntar unas cuantas ideas acerca de la teoría
de los artículos en blanco, género nuevo en nuestro país, y para el
cual debió decir Malherbe aquellos versos:
Et rose elle a vécu ce que vivent les roses,
L'espace d'un matin.
_Quod scripsi scripsi_, dijo un antiguo y famoso magistrado. He aquí
otra de las ventajas de un artículo en blanco; y si hay quien culpe
todavía de poco carácter á la _Revista_, desafiamos por esta vez al
_Siglo_ á que tenga más que nosotros. No dirá por esta vez _quod
scripsi scripsi_. En tiempo en que es tan de primera necesidad no
contradecirse nunca, he aquí otra ventaja de los escritores en blanco.
Ni se crea que es fácil tampoco sobresalir en este género: yo confieso
en verdad que si es cierto aquello de que _principio quieren las
cosas_, al ponerme á escribir un artículo en blanco, no sabría por
dónde empezar, y en cuanto á lo de prohibirlos, confieso que me había
de ver más apurado todavía.
_El Siglo es más grande que los hombres_; he aquí una verdad que ha
echado por tierra el tiempo. Nosotros en realidad, al condolernos
sinceramente de la suerte de nuestro colega, inferimos: ó es el siglo
más chico de lo que habíamos pensado, ó no es este siglo que alcanzamos
el que habíamos menester.
Inferimos que no está bastante ilustrado el país para leer artículos
en blanco, y que es más acertado meter las cosas con cuchara, como
lo entiende el _Boletín_: adoptamos el agüero que nos ofrece nuestro
silencioso cofrade. Á catorce _Siglos_ nos ha dejado este periódico; es
decir, en la edad media; confesemos francamente que no podemos pasar de
aquí, y quedémonos en blanco en hora buena. Muchos son efectivamente
los puntos que ha dejado en blanco nuestro buen _Siglo_ en punto á
amnistía, en punto á política interior, en punto á honor y patriotismo
de no sé qué hazaña, y en punto, en fin, á Cortés; pero más creemos
que hubieran sido aún los puntos en blanco, si conforme era el 14 el
siglo, hubiera sido el 19. Y por último, deducimos de todo lo dicho y
de la muerte que alcanza á nuestro buen _Siglo_, á pesar de toda su
ilustración y grandeza, que el siglo es chico como son los hombres, y
que en tiempos como éstos los hombres prudentes no deben hablar, ni
mucho menos callar.

NOTAS:
[1] Antes de ayer apareció en esta corte el número 14 del periódico
_El Siglo_ con varios artículos en blanco, cuyos epígrafes eran: _De
la amnistía; Política interior; carta de don Miguel y don Manuel María
Hazaña en defensa de su honor y patriotismo; sobre Cortés, y canción á
la muerte de don Joaquín de Pablo Chapalangarra._ Posteriormente hemos
sabido que se ha suprimido la publicación de este periódico.


VENTAJAS
DE LAS COSAS Á MEDIO HACER

Suele decirse que nadie tiene más edad que la que representa, y ésta
es una de las muchas mentiras que corren acreditadas y recibidas en el
mundo con cierto agradable barniz de verdad, y que entran en el círculo
de todo aquello que sin ser _vero_, es sin embargo _ben trovato_. Si
una mentira pudiese probar algo, ésta probaría una verdad, á saber,
que no hay nada positivo, que no hay nada tal cual es, sino tal cual
parece. Por el mismo estilo podría decirse que ciertos pueblos no
envejecen, porque para envejecer es preciso vivir. He aquí la razón
por qué siempre que yo me paro á mirar con reflexión nuestra España
(que Dios guarde de sí misma sobre todo) suelo dirigirle mentalmente
aquel cumplimiento tan usual entre gentes que se ven de tarde en tarde:
«¡Hombre, por usted no pasan días!» Por nuestra patria efectivamente
no pasan días; bien es verdad que por ella no pasa nada: ella es por
el contrario la que suele pasar por todo. Así es que después de sus
años mil, vésela de temporada en temporada aparecer joven y rozagante,
como quien empieza á vivir de nuevo. Si la hubiésemos de comparar con
algo, la compararíamos con esas viejas verdes que unos días se tiñen
las canas y otros no; ó con esos seres que pasan el invierno entre
dos piedras en una aparente muerte, y que necesitan todo el sol del
mes de julio para empezar á rebullirse; ó con la comparsa del célebre
Robinson, silbado años pasados en esta corte, que andaba dos pasos
adelante y uno atrás; ó con la casta Penélope, que deshacía de noche
la tela que tramaba por el día; ó con los galos en fin, de los cuales
se dice que tienen mil vidas; si bien con una notable diferencia:
éstos siempre caen de pie, y de la España no nos atreveríamos á decir
claramente cómo cae siempre. En una palabra, se la puede comparar con
todo y exactamente con nada.
No es esto que queramos hablar mal de España: mala ocasión
escogeríamos, sobre todo cuando está casualmente en el día en que
se tiñe las canas, en que se despereza y se rebulle, en que da el
paso adelante, en que teje la tela, y en que se levanta renqueando
de la última caída. Dios nos libre de semejante intención como de
un manifiesto; nuestro objeto es retratarla, y aun hacerla favor si
cabe. Es el mal que se escapa á la observación como el agua á la
presión: piensa usted cogerlo por un lado, deslízase por otro; como
esos calidoscopios fantasmagóricos que á cada movimiento presentan una
figura distinta á la vista divertida; así nuestra patria ofrece unas
veces encima unos colores y otras veces otros.
El año 8, según decía su gobierno, no podía ser feliz sino bajo la
ilustrada dominación del dispensador supremo de la dicha de los
pueblos. Poco después, toda su bienandanza debía consistir en manejarse
por sí sola, rechazando la citada ilustrada dominación. El año 14 era
indudable que sólo su legítimo rey y su legítima libertad la podían
conducir á la dicha estable y duradera. Á mitades del mismo año
pendía su salvación de su legítimo rey, pero sin auxilio ya de la tal
libertad, ni maldita la ayuda de vecino. Hecha ya la casa, abajo los
andamios. Hasta el año 19 inclusive, el orden y la paz, la gloria y la
ventura sólo podían apoyarse en la santa inquisición. El año 20 ya se
averiguó que aquella dicha de que había gozado por tan santo medio no
era la verdadera; la verdadera era la que iba á tener, fundada en la
You have read 1 text from Spanish literature.
Next - Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 10
  • Parts
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 01
    Total number of words is 4060
    Total number of unique words is 1434
    36.2 of words are in the 2000 most common words
    47.4 of words are in the 5000 most common words
    53.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 02
    Total number of words is 4782
    Total number of unique words is 1582
    35.9 of words are in the 2000 most common words
    47.9 of words are in the 5000 most common words
    53.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 03
    Total number of words is 4874
    Total number of unique words is 1604
    35.9 of words are in the 2000 most common words
    48.9 of words are in the 5000 most common words
    56.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 04
    Total number of words is 4871
    Total number of unique words is 1537
    35.7 of words are in the 2000 most common words
    48.2 of words are in the 5000 most common words
    54.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 05
    Total number of words is 4943
    Total number of unique words is 1662
    37.0 of words are in the 2000 most common words
    49.0 of words are in the 5000 most common words
    56.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 06
    Total number of words is 4940
    Total number of unique words is 1599
    38.5 of words are in the 2000 most common words
    51.8 of words are in the 5000 most common words
    58.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 07
    Total number of words is 4817
    Total number of unique words is 1586
    37.0 of words are in the 2000 most common words
    50.9 of words are in the 5000 most common words
    56.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 08
    Total number of words is 4758
    Total number of unique words is 1530
    36.8 of words are in the 2000 most common words
    52.2 of words are in the 5000 most common words
    59.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 09
    Total number of words is 4823
    Total number of unique words is 1611
    37.4 of words are in the 2000 most common words
    50.0 of words are in the 5000 most common words
    56.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 10
    Total number of words is 4865
    Total number of unique words is 1531
    35.8 of words are in the 2000 most common words
    49.9 of words are in the 5000 most common words
    56.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 11
    Total number of words is 4694
    Total number of unique words is 1541
    33.5 of words are in the 2000 most common words
    46.4 of words are in the 5000 most common words
    54.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 12
    Total number of words is 4778
    Total number of unique words is 1602
    37.0 of words are in the 2000 most common words
    50.4 of words are in the 5000 most common words
    57.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 13
    Total number of words is 4909
    Total number of unique words is 1601
    36.7 of words are in the 2000 most common words
    50.2 of words are in the 5000 most common words
    57.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 14
    Total number of words is 4975
    Total number of unique words is 1499
    38.4 of words are in the 2000 most common words
    50.6 of words are in the 5000 most common words
    57.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 15
    Total number of words is 4955
    Total number of unique words is 1565
    37.7 of words are in the 2000 most common words
    50.5 of words are in the 5000 most common words
    57.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 16
    Total number of words is 4933
    Total number of unique words is 1634
    36.4 of words are in the 2000 most common words
    50.0 of words are in the 5000 most common words
    56.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 17
    Total number of words is 4915
    Total number of unique words is 1533
    38.1 of words are in the 2000 most common words
    52.1 of words are in the 5000 most common words
    57.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 18
    Total number of words is 4956
    Total number of unique words is 1448
    39.3 of words are in the 2000 most common words
    53.3 of words are in the 5000 most common words
    60.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 19
    Total number of words is 4743
    Total number of unique words is 1499
    35.0 of words are in the 2000 most common words
    49.7 of words are in the 5000 most common words
    57.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 20
    Total number of words is 4932
    Total number of unique words is 1493
    37.6 of words are in the 2000 most common words
    50.4 of words are in the 5000 most common words
    56.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 21
    Total number of words is 5002
    Total number of unique words is 1614
    37.7 of words are in the 2000 most common words
    52.2 of words are in the 5000 most common words
    58.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 22
    Total number of words is 4959
    Total number of unique words is 1599
    37.9 of words are in the 2000 most common words
    52.2 of words are in the 5000 most common words
    58.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 23
    Total number of words is 4871
    Total number of unique words is 1631
    37.2 of words are in the 2000 most common words
    50.6 of words are in the 5000 most common words
    57.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 24
    Total number of words is 4829
    Total number of unique words is 1687
    35.4 of words are in the 2000 most common words
    50.5 of words are in the 5000 most common words
    57.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 25
    Total number of words is 4944
    Total number of unique words is 1651
    35.9 of words are in the 2000 most common words
    50.5 of words are in the 5000 most common words
    57.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 26
    Total number of words is 4838
    Total number of unique words is 1707
    33.9 of words are in the 2000 most common words
    49.1 of words are in the 5000 most common words
    57.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 27
    Total number of words is 4857
    Total number of unique words is 1556
    36.8 of words are in the 2000 most common words
    49.5 of words are in the 5000 most common words
    55.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 28
    Total number of words is 5015
    Total number of unique words is 1474
    38.8 of words are in the 2000 most common words
    52.1 of words are in the 5000 most common words
    58.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 29
    Total number of words is 4990
    Total number of unique words is 1541
    38.8 of words are in the 2000 most common words
    52.1 of words are in the 5000 most common words
    58.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Obras completas de Fígaro, Tomo 2 - 30
    Total number of words is 500
    Total number of unique words is 273
    53.0 of words are in the 2000 most common words
    64.6 of words are in the 5000 most common words
    66.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.