Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 16

Total number of words is 5189
Total number of unique words is 1300
37.9 of words are in the 2000 most common words
52.4 of words are in the 5000 most common words
59.9 of words are in the 8000 most common words
Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
vido, cap. 126, y por esto dice aquí el Almirante, que por la muerte
del rey D. Juan no se pudo poner en obra. Siguiendo pues su camino
el Almirante, llegó á las islas de Cabo Verde, las cuales, segun él
dice, tienen falso nombre, porque nunca vido cosa alguna verde, sino
todas secas y estériles. La primera que vido fué la isla de la Sal,
miércoles, 27 de Junio, y es una isla pequeña; de allí fué á otra
que tiene por nombre Buenavista, y es esterilísima, donde surgió
en una bahía, y cabe ella esta una isleta chiquita; á esta isla se
vienen á curar todos los leprosos de Portugal, y no hay en ella mas
de seis ó siete casas. Mandó el Almirante sacar las barcas á tierra
para se proveer de sal y carne, porque hay en ella gran número de
cabras. Vino un Mayordomo, de cuya era aquella isla, llamado Rodrigo
Alonso, escribano de la Hacienda del rey en Portugal, á los navíos á
ofrecer al Almirante lo que en ella hobiese, que él hobiese menester;
agradescióselo é hízole dar del refresco de Castilla con que se gozó
mucho. Aquel le hizo relacion de como venian allí los leprosos á se
curar de su lepra, por la abundancia grande que hay de tortugas en
aquella isla, que comunmente son tan grandes como adargas; comiendo del
pescado dellas, y lavándose con la sangre dellas muchas veces, sanan
de la lepra; vienen allí tres meses del año, Junio, Julio y Agosto,
infinitas tortugas de hácia la tierra firme, que es Etiopía, á desovar
en la arena, las cuales, con las manecillas y piés, escarban en el
arena y desovan sobre quinientos huevos y más, tan grandes como de
gallina, salvo que no tienen la cáscara dura, sino un hollejo tierno
que cubre la yema, como el hollejo que tienen los huevos de la gallina
quitada la cáscara dura; cubren los huevos con el arena como si lo
hiciese una persona, y allí el sol los ampolla, y, formados y vivos
los tortuguitos, luego se van á buscar la mar, como si vivos y por sus
piés hubieran salido della. Tomaban allí las tortugas de esta manera;
que con lumbre de noche, que son hachas de leña seca, van buscando el
rastro de la tortuga, que no lo hace chico, y hállanla durmiendo de
cansada; llegan de presto y trastórnanla, volviendo la concha de la
barriga arriba, y la del lomo abajo, y déjanla, porque segura queda que
ella se pueda volver, y luego van á buscar otra: y lo mismo hacen los
indios en la mar, que si llegan estando durmiendo y la vuelven, queda
segura para tomarla cuando quisieren, puesto que otro mejor arte tienen
los indios en tomarlas en la mar, como se dirá, si Dios quisiere,
cuando trataremos de la descripcion de Cuba. Los sanos que vivian en
aquella isla de Buenavista, como ni áun agua no tienen, sino salobre
de unos pozos, eran seis ó siete vecinos, cuyo ejercicio era matar
cabrones y salar los cueros para inviar á Portogal en las carabelas
que allí por ellos vienen, de los cuales, les acaescia en un año matar
tantos, y enviar tantos cueros, que valian 2.000 ducados al Escribano,
cuya era la isla; habíanse criado tanta multitud de cabras y machos de
solas ocho cabezas. Acaecíales á aquellos que allí vivian, estar cuatro
y cinco meses que ni comian pan ni bebian vino, ni otra cosa, sino
aquella carne cabruna, ó pescado, ó las tortugas; todo esto dijeron
aquellos al Almirante. Partióse de allí, sábado, de noche, 30 de
Junio, para la isla de Santiago, y domingo, á hora de vísperas, llegó
á ella, porque dista 28 leguas; y esta es la principal de las de Cabo
Verde. Quiso en esta tomar ganado vacuno, para traer á esta Española,
porque los Reyes se lo habian mandado, y para ello estuvo allí ocho
dias y no pudo haberlo; y porque la isla es enfermísima, porque se asan
en ella los hombres, y le comenzaba su gente á enfermar, acordó de
partirse. Torna el Almirante á decir que quiere ir al Austro, porque
entiende, con ayuda de la Santísima Trinidad, hallar islas y tierras,
con que Dios sea servido, y sus Altezas y la cristiandad hayan placer,
y que quiere ver cual era la intincion del rey D. Juan de Portogal,
que decia que al Austro habia tierra firme; y por esto dice que tuvo
diferencias con los reyes de Castilla, y en fin, dice, que se concluyó
que el rey de Portogal hobiese 370 leguas de las islas de los Azores y
Cabo Verde, del Oeste al fin del Norte, de polo á polo; y dice más, que
tenia el dicho rey D. Juan por cierto, que dentro de sus límites habia
de hallar cosas y tierras famosas. Viniéronle á ver ciertos principales
de aquella isla de Santiago, y dijéronle que al Sudoeste de la isla
del Fuego, que es una de las mismas de Cabo Verde, que está desta 12
leguas, se veia una isla, y que el rey D. Juan tenia gran inclinacion
de enviar á descubrir al Sudoeste, y que se habian hallado canoas, que
salian de la costa de Guinea, que navegaban al Oeste con mercadurías.
Aquí torna el Almirante á decir, como que hablara con los Reyes: «Aquel
que es trino y uno me guie, por su piedad y misericordia, en que yo
le sirva, y á Vuestras Altezas dé algun placer grande y á toda la
Cristiandad, así como fué de la fallada de las Indias, que sonó en todo
el mundo.»


CAPÍTULO CXXXII.

Miércoles, 4 dias de Julio, mandó alzar y dar las velas de aquella
isla de Santiago, en la cual, dice que, despues que á ella llegó,
nunca vido el sol ni las estrellas, sino los cielos cubiertos de tan
espesa neblina, que parecia que la podian cortar con cuchillo, y
calor intensísimo que los angustiaba, y mandó gobernar por la vía del
Sudueste, que es camino que lleva desde aquellas islas al Austro y
Mediodia, en nombre, dice él, de la Santa é individua Trinidad, porque
entónces estaria Leste-Oeste con la tierra de la Sierra Leona y cabo
de Sancta Ana, en Guinea, que es debajo de la línea equinoccial, donde
dice que debajo de aquel paralelo del mundo se halla más oro y cosas
de valor; y que despues navegarian, placiendo á Nuestro Señor, al
Poniente, y de ahí pasaria á esta Española, en el cual camino veria
la opinion del rey D. Juan, susodicha. Y que pensaba experimentar lo
que decian los indios de esta Española, que habia venido á ella, de la
parte del Austro y del Sueste, gente negra, y que trae los hierros de
las açagayas de un metal que llaman guanin, de lo cual habia enviado
á los Reyes hecho el ensayo, donde se halló que de las treinta y dos
partes, las diez y ocho eran de oro, y las seis de plata, y las ocho
de cobre. Prosiguiendo por este su camino del Sudoeste, comenzó á
hallar hierbas de las que se topan camino derecho destas Indias; y
dice aquí el Almirante, despues que anduvo 480 millas, que hacen 120
leguas, que, en anocheciendo, tomó el altura, y halló que el estrella
del Norte estaba en 5°; pero á mí parece, que debia haber andado más
de 200 leguas, y que está errada la letra, porque más camino hay por
aquel rumbo de 200, desde las islas de Cabo Verde y de la de Santiago,
de donde partió, hasta ponerse un navío en 5° de la equinoccial, como
verá cualquiera marinero que lo mirare por la carta y por el altura
lo mismo. Y dice que allí, viernes, 13 dias de Julio, le desmamparó
el viento, y entró en tanto calor y ardor, y tan vehemente, que temió
que los navíos se le encenderian y la gente pereceria; fué todo tan
de golpe y súbito, cesar el viento y sobrevenir el calor excesivo y
desordenado, que no habia persona que osase asomar á entrar abajo de
cubierta, para remediar la vasija del vino y agua, que se le reventaba
rompiéndose los aros de las pipas; el trigo ardia como fuego; los
tocinos y carne salada se asaban y podrecian; duróle aqueste ardor y
fuego ocho dias. El primero fué claro con sol que los asaba; proveyóle
Dios con menor daño, porque los siete siguientes llovió y hizo nublado,
pero con todo esto no hallaban remedio para que esperasen que no habian
de perecer de quemados, y si, como el primer dia hizo sol y claro, los
siete lo hiciera, dice aquí el Almirante, que fuera imposible escapar
con vida hombre dellos, y así, fueron divinalmente socorridos con
lloverles algunos aguaceros y hacer aquellos dias nublados. Determinó,
de que si Dios le diese viento para salir de aquella angustia, correr
al Poniente algunos dias, y despues que se viese en alguna templanza,
tornar hácia el Austro, que era el camino que proseguir deseaba.
Nuestro Señor, dice él, me guie y dé gracia, que yo le sirva, y á
Vuestras Altezas traiga nuevas de placer; dice que se acordó estando en
estas ardientes brasas, que cuando venia á estas Indias en los viajes
pasados, siempre que llegaba hácia el Poniente 100 leguas, en paraje
de las islas de los Azores, hallaba mudamiento en la templanza de
Septentrion al Austro, y por esto se queria ir al Poniente á poner en
el dicho paraje. En el mismo paralelo debia de ir el Almirante, ó por
mejor decir, meridiano, que llevó Hanon, Capitan de los cartagineses,
con su flota, que saliendo de Cáliz y pasando al Océano, á la siniestra
de Libia ó Etiopía, despues de treinta dias, yendo hácia el Mediodia,
entre otras angustias que pasó, fué tanto el calor y fuego que padeció,
que parescia que se asaban; oyeron tantos truenos y relámpagos, que
los oidos les atormentaban y los ojos les cegaban, y no parecia sino
que llamas de fuego caian del cielo. Esto dice Amiano, entre los
historiadores griegos, seguidor de verdad, muy nombrado en la «Historia
de la India» hácia el cabo, y refiérelo Ludovico Celio, en el lib.
I, cap. 22 de las «Lectiones antiguas.» Así que, tornando á los dias
trabajosos, el sábado, que se contaron 14 de Julio, estando las Guardas
en el brazo izquierdo, dice que tenia el Norte en 7.º; vido grajos
negros y blancos, que son aves que no se alejan mucho de la tierra, y
por esto tiénense por señal de tierra. Enfermó en este camino de gota
y de no dormir, pero no por eso dejaba de velar y trabajar con gran
cuidado y diligencia. Domingo y lúnes vieron las mismas aves y más
golondrinas, y parecieron unos peces que se llaman botos, que son poco
más ó ménos que grandes terneras, que tienen la cabeza muy roma ó bota.
Dice aquí el Almirante, incidentemente, que las islas de los Azores,
que antiguamente se llamaban Casetérides, están situadas en fin del
quinto clima. Juéves, 19 de Julio, hizo tan grande é intenso calor,
que pensaron arderse los hombres con las naos; pero porque nuestro
Señor, á vueltas de las aflicciones que dá, suele, con interpolacion
del contrario, alivianarlas; socorrióle con su misericordia al cabo
de aquellos siete ú ocho dias, dándole muy buen tiempo para desviarse
de aquel fuego, con el cual buen viento navegó hácia Poniente diez
y siete dias, siempre con intincion de tornar al Austro y ponerse,
como arriba dijo, en tal region, que le quedase aquesta Española al
Norte ó Setentrion donde pensaba que habia de hallar tierra, ántes ó
despues del dicho paraje; y así entendia remediar los navíos que ya
iban abiertos del calor pasado, y los bastimentos que en mucho tenia,
por la necesidad que dellos tenia para traerlos á esta isla, y los
muchos trabajos que al sacar de Castilla le costaron, é iban perdidos
cuasi y dañados. El Domingo, 22 de Julio, á la tarde, ya que iba con
el buen tiempo, vieron pasar innumerables aves del Oesudueste hácia
el Nordeste; dice que era gran señal de tierra. Lo mismo vieron el
lúnes siguiente y los dias despues, uno de los cuales vino á la nao
del Almirante un alcatraz y otros muchos parecieron otro dia, y las
otras aves que se llaman rabihorcados. Al décimo séptimo dia del buen
tiempo que llevaba esperaba el Almirante ver tierra, por las dichas
señales de las aves vistas, y como no la vido el lúnes, otro dia,
mártes, 31 dias de Julio, como le faltase ya el agua, deliberó de mudar
derrota, y esta era el Oeste y se acostar á la mano derecha, é ir á
tomar á la isla Dominica, ó alguna de los caníbales, que hoy llaman los
caribes; y así mandó gobernar al Norte, cuarta del Nordeste, y anduvo
por aquel camino hasta medio dia, pero como su divina Majestad, dice
él, haya siempre usado de misericordia conmigo, por acertamiento, y
acaso, subió un marinero de Huelva, criado mio, que se llamaba Alonso
Perez, á la gavia, y vido tierra al Oeste, y estaba 15 leguas della,
y lo que pareció della fueron tres mogotes, ó tres montañas. Puso
nombre á esta tierra, la isla de la Trinidad, porque así lo llevaba
determinado, que la primera tierra que descubriese así se llamase, y
plugo, dice él, á Nuestro Señor, por su alta Magestad, que la vista
primera fueron todos juntos tres mogotes, digo, tres montañas, todas
á un tiempo y en una vista. Su alta potencia por su piedad me guie,
dice él, y en tal manera, que haya él mucho servicio, y Vuestras
Altezas mucho placer; que es cierto que la fallada desta tierra, en
esta parte, fué gran milagro, atanto como la fallada del primer viaje.
Estas son sus palabras. Dió infinitas gracias á Dios, como tenia de
costumbre, y todos alabaron á la bondad Divina, y con gran regocijo y
alegría, dijeron, cantada, la _Salve Regina_, con otras coplas y prosas
devotas que contienen alabanzas de Dios y de Nuestra Señora, segun la
costumbre de los marineros, al ménos los nuestros de España, que con
tribulaciones y alegrías suelen decirla. Aquí hace una digresion y
epílogo de los servicios que ha hecho á los Reyes, y de la voluntad
que siempre tuvo encendida de les servir, no como malas lenguas, dice
él, y falsos testigos por invidia dijeron; y cierto yo creo que estos
tales tomó Dios por instrumentos para le afligir, porque le quiso bien,
porque muchos, sin por qué ni para qué, le infamaron y estorbaron estos
negocios, y hicieron que los Reyes se atibiasen y cansasen de gastar y
tener aficion y estima de que estas Indias habian de dar provecho, al
ménos que fuese más que los gastos con augmento les viniesen. Repite
el calor que padeció, y como áun iba hoy por el mismo camino paralelo,
sino que por se llegar á la tierra por la vía que tomó cuando mandó
gobernar al Poniente, porque la tierra echa de sí frescores que salen
de sus fuentes y rios, y de sus aguas, causan templanza y suavidad, y
por esta causa, dice que pueden navegar los portogueses que van á la
Guinea, que está debajo de la línea equinoccial, porque van de luengo
de tierra ó de costa, como es comun hablar; dice más, que agora estaba
en el mismo paralelo de donde llevan el oro al rey de Portogal, por lo
cual creyó que quien buscase aquellos mares hallaria cosas de valor.
Confiesa aquí que no hay hombre en el mundo á quien Dios haya echo
tanta merced, y le suplica que le depare cosa con que Sus Altezas
reciban mucho placer y toda la cristiandad; y dice que, aunque otra
cosa de provecho no hobiese, sino estas tierras tan hermosas, que son
tan verdes y llenas de arboledas y palmas, que llevan ventaja á las
huertas de Valencia por Mayo, se deberian mucho de estimar, y dice en
esto verdad, y adelante lo encarecerá, con mucha razon, más. Dice, que
cosa es de milagro que tan cerca de la equinoccial, como á 6°, tengan
los reyes de Castilla tierras, estando la Isabela de la dicha línea
distante 24°.


CAPÍTULO CXXXIII.

Vista, pues, la tierra, con gran consuelo de todos, deja el camino
que queria llevar en busca de alguna de las islas de los caníbales
para proveerse de agua, de que tenia gran necesidad, y da la vuelta
sobre la tierra que habian visto, hácia un cabo que parecia estar al
Poniente, al cual llamó cabo de la Galera, por una peña grande que
tenia que desde léjos parecia galera que iba á la vela; llegaron allí á
hora de completas; vieron buen puerto, sino que era hondo y pesóle al
Almirante, por no poder en él entrar, siguió su camino á la punta que
habia visto, que era hácia el Austro siete leguas, y no halló puerto.
En toda la costa halló que las arboledas llegaban hasta la mar, la
cosa mas hermosa que ojos vieron. Dice que esta isla debe ser grande;
gente pareció, y una canoa cargada dellos de léjos, que debian estar
pescando, fuéronse huyendo á tierra á unas casas que allí parecian; la
tierra era muy labrada y alta, y hermosa. Miércoles, 1.º de Agosto,
corrió la costa abajo hácia el Poniente, cinco leguas, y llegó á una
punta, donde surgió con todos tres navíos, y tomaron agua de fuentes y
de arroyos; hallaron rastro de gente, instrumento de pescar, y rastro
de cabras, pero no eran sino de venados, que hay mucho por aquellas
tierras; dice que hallaron lignaloes, y palmares grandes, y tierras muy
hermosas, de que sean dadas infinitas gracias á la Sancta Trinidad;
estas son sus palabras. Vido muchas labranzas por luengo de costa, y
muchas poblaciones; vido desde allí, hácia la parte del Sur ó Austro,
otra isla, que el luengo della iba más de 20 leguas; y bien pudiera
decir 500, porque esta es la tierra firme, de la cual, como vido un
pedazo, parecióle que seria isla, á esta puso nombre la isla Sancta.
Dice aquí, que no quiso tomar algunos indios por no escandalizar
la tierra. Del cabo de la Galera á la punta donde tomó el agua, que
creo que la nombró la Punta de la Playa, dice que, habiendo sido gran
camino, y corríase leste gueste (debe decir de Levante á Poniente se
andaba), no habia puerto en todo aquel camino, pero era tierra muy bien
poblada y labrada, y de muchas aguas y arboledas muy espesas, la cosa
más hermosa del mundo, y los árboles hasta la mar. Es aquí de saber,
que cuando los árboles de la tierra llegan hasta la mar, es señal que
aquella costa de mar no es brava, porque cuando es brava, no hay árbol
por allí ninguno, escombrado arenal. La corriente surgente, que es la
que viene de arriba, y la montante, que es la que para arriba sube de
abajo, dice que parece ser grande. La isla que le queda al Sur, dice
ser grandísima, porque va ya descubriendo la tierra firme, aunque no
estimaba sino que isla era. Dice que vino á buscar puerto de luengo
de la isla de la Trinidad, jueves, 2 dias de Agosto, y llegó hasta el
Cabo de la isla de la Trinidad, que es una punta, á la cual puso por
nombre la Punta del Arenal, que está al Poniente; por manera que ya era
entrado en el Golfo que llamó de la Ballena, donde padeció gran peligro
de perder todos los navíos, y él aún no sabia que estaba cercado de
tierra, como se verá. Este Golfo es cosa maravillosa, y peligrosa por
el rio grandísimo que entra en él, que se llama Yuyaparí, la última
sílaba luenga, este viene de más de 300 y creo que de 400 leguas, y las
300 se han ido por él arriba, dello con nao, y dello con bergantines,
y dello con grandes canoas; y como sea grandísimo el golpe del agua
que trae siempre, mayormente en este tiempo de Julio y Agosto, en que
por allí el Almirante andaba, que es tiempo de muchas aguas, como en
Castilla por Octubre y Noviembre, y así queria naturalmente salir á
la mar, la mar con su ímpetu grande, de su misma naturaleza, querria
quebrar en la tierra, y como aquel Golfo esté cercado de tierra
firme por una parte, y por otra la isla de la Trinidad, y así sea
estrechísimo para tan impetuoso poder de aguas contrarias, es necesario
que cuando se junten, haya entre ellas terrible pelea, y peligrosísimo
para los que allí se hallaren, el combate. Dice aquí que la isla de la
Trinidad es grande, porque desde el cabo de la Galera hasta la Punta
del Arenal, donde al presente estaba, dice que habia 35 leguas; digo
yo que hay más de 45, como verá el que lo quisiere ver por las cartas
del marear, puesto que no tiene agora aquellos nombres escritos en
las cartas, porque ya se han olvidado, y verlo hán, considerando el
camino que el Almirante trujo hasta llegar allí, é por qué parte vido
la primera tierra della, y de allí dónde fué á parar, y así coligirá
cual llamó el cabo de la Galera, y cual la Punta del Arenal. No es de
maravillar que el Almirante no tasase puntualmente las leguas de la
isla, porque iba bajándola pedazo á pedazo. Mandó salir en esta Punta
del Arenal y fin de la isla, hácia el Poniente, la gente en tierra
para que se holgasen y recreasen, porque venian cansados y fatigados,
los cuales hallaron la tierra muy hollada de venados, aunque ellos
creian que eran cabras. Este jueves, 2 de Agosto, vino de hácia
Oriente una gran canoa, en que venian 25 hombres, y llegados á tiro de
lombarda dejaron de remar, y á voces dijeron muchas palabras; creia
el Almirante, y yo así lo creo, que preguntarian qué gente eran, así
como suelen los otros de las Indias, á lo cual respondieron, no con
palabras, sino mostrándoles ciertas bacinetas de laton, y otras cosas
lucias, para que se llegasen á la nao, con meneos y señas halagándoles.
Acercáronse algo, y despues venian arredrados del navío; y, como no
se quisiesen allegar, mandó el Almirante subir al castillo de popa
un tamborino, y á los mancebos de la nao que bailasen, creyendo
agradarles, pero no lo sintieron así, ántes como vieron tañer y bailar,
tomáronlo por señal de guerra, y como si fuera desafiarlos; dejaron
todos los remos y echaron mano á sus arcos y flechas, embrazó cada uno
su tablachina, y comenzaron á tirarles una buena nubada de flechas.
Visto esto por el Almirante, mandó cesar la fiesta de tañer y bailar, y
sacar sobre cubierta algunas ballestas, y tirarles con dos ballestas,
no más de para asombrarlos; los cuales, luego, tiradas las flechas, se
fueron á una de las dos carabelas, y, de golpe, sin temor, se pusieron
debajo la popa, y el piloto de la carabela, sin temor tambien alguno,
se descolgó de la popa abajo, y entróse con ellos en la canoa con
algunas cosas que les dió; y entre ellas dió un sayo y un bonete á uno
dellos que parecia hombre principal. Ellos le tornaron en ella, y, como
en reagradecimiento de lo que les habia dado, por señas, le dijeron
que se fuese á tierra y que allí le traerian de lo que ellos tenian.
Él aceptó que iria y ellos se fueron á tierra; el Piloto entró en la
barca y fué á pedir licencia al Almirante á la nao, y desque vieron que
no iba derecho á ellos, no lo esperaron más, y así se fueron y nunca
más el Almirante ni otro los vido. Por haberse así alterado y enojado
del tamborino y de los bailes, parece que aquello debian de tener entre
sí por señal de guerra. Díjome un criado del Almirante, que se llamó
Bernaldo de Ibarra, que vino este viaje allí con él, y me lo dió por
escrito, y hoy lo tengo de su letra en mi poder, que vino al navío del
Almirante un señor y Cacique desta isla de la Trinidad, que traia una
diadema de oro en la cabeza, y váse al Almirante que tenía una gorra
de carmesí, é hácele acatamiento é besa su diadema, y con la otra
mano quita la gorra al Almirante y él pónele la diadema, y él puso en
su cabeza la gorra de carmesí quedando muy rico y muy contento. Dice
aquel Almirante, que estos todos eran mancebos, y muy bien dispuestos
y ataviados, aunque no creo que traian mucha seda ni brocado, de lo
cual, tambien creo que los españoles y el Almirante más se gozaran,
pero venian ataviados de arcos y flechas y tablachinas; no eran tan
bazos como otros, ántes más blancos que otros que hobiese visto en
estas Indias, y de muy buenos gestos y hermosos cuerpos, los cabellos
largos y llanos, cortados á la guisa de Castilla, traian la cabeza
atada con un pañezuelo de algodon tejido de labores y colores, el cual
creia el Almirante que era almaizar; otro destos pañezuelos, dice, que
traian ceñido, y se cobijaban con él en lugar de pañetes; dice que no
son negros, puesto que estan cerca de la equinoccial, sino de color
indio, como todos los otros que ha hallado. Son de muy linda estatura,
andan desnudos, son belicosos, traen los cabellos muy largos como las
mujeres en Castilla, traen arcos y flechas con plumas, y al cabo dellas
un hueso agudo con espina, como un anzuelo, y traen tablachinas, lo que
hasta aquí no habia visto; y segun de las señas y meneos que hacian,
dice que, lo pudo comprender, ellos creian que venia el Almirante de la
parte del Sur, por lo cual juzgaba que á la parte del Sur debia haber
tierras grandes, y decia bien, pues tan grande es la tierra firme que
gran parte ocupa del Sur. La templanza desta tierra, dice que es muy
grande, y muéstralo, segun él, la color de la gente y los cabellos que
son todos correntios, y el arboleda muy espesa, que en toda parte hay;
dice que es de creer, que pasada la comarca, 100 leguas al Oeste de
los Azores, que muchas veces ha dicho que hace mudamiento el cielo, y
la mar, y la templanza, y esto, dice, es manifiesto, porque aquí donde
estaba, tan llegado á la equinoccial, cada mañana dice que habia frio,
y era el sol en Leon. Dice gran verdad, porque yo que escribo esto, he
estado allí ó cerca de allí, é habia menester ropa las noches y las
mañanas, en especial por Navidad. Las aguas corrian al Poniente más
que el rio de Sevilla, crecia y menguaba el agua de la mar 65 pasos
y más, que en Barrameda, que podian poner á monte carracas; dice que
aquella corriente va tan recia por ir entre aquellas dos islas, la
Trinidad y la que llamó Santa, y despues adelante llamó isla de Gracia.
Y dice isla á tierra firme, porque ya entraba por entrambas, que estan
apartadas dos leguas, que es como un rio, como parece por la carta;
hallaron fuentes de las desta Española, y los árboles y las tierras,
y la templanza del cielo; en esta Española, pocas frutas se hallaron
de las naturales de la tierra. La templanza mucha más es la de aquella
tierra que no la desta Española sino es en las minas de Cibao y en
algunas otras provincias della, como ya arriba queda dicho. Hallaron
ostias ú ostras muy grandes, pescado infinito, papagayos grandes como
pollas; dice que en esta tierra y en toda la tierra firme son los
papagayos mayores que ninguno de los destas islas, y son verdes, la
color muy clara como blancaza, pero los de las islas son más verdes,
y color algo más oscuro; tienen todos los de la tierra firme los
pescuezos de color amarillo como manchas, y las puntas de arriba de las
alas con manchas coloradas, y algunas plumas amarillas por las mismas
alas; los de estas islas, ninguna cosa tienen amarilla, los pescuezos
tienen colorados á manchas; los de esta Española, tienen un poco blanco
encima del pico; los de Cuba tienen aquello colorado y son más lindos;
los de la isla de Sant Juan, creo que tiran á los desta isla, y no he
mirado si tambien los de Jamáica; finalmente, parece que son en algo
diferentes los de cada isla. En esta tierra firme, donde agora está el
Almirante, hay una especie de papagayos que creo que no hay en otra
parte, muy grandes, poco ménos que gallos, todos colorados con algunas
plumas, en las alas, azules y algunas prietas; estos jamás hablan, no
tienen otra cosa de que se goce dellos, sino de la vista, en lo demas
son desgraciados; llámanse por los indios guacamayas: todos los demas
es cosa maravillosa lo que parlan, si no son los muy chiquitos, que se
llaman xaxaues, como arriba dijimos.


CAPÍTULO CXXXIV.

Estando en esta Punta del Arenal, que es fin de la isla de la Trinidad,
vido hácia el Norte, cuarta del Nordeste, á distancia de 15 leguas, un
cabo ó punta de la misma tierra firme y esta fué la que se llama Paria.
El Almirante, creyendo que era otra isla distinta, púsola nombre la
isla de Gracia; la cual, dice que va al Oeste, que es el Poniente, y
que es altísima tierra, y dijo verdad, porque por toda aquella tierra
firme van grandes cordilleras de sierras muy altas. Sábado, 4 dias de
Agosto, determina ir á ver la isla de Gracia, y levantó las anclas y
dió las velas de la dicha Punta del Arenal, donde surgido estaba; y por
aquella como angostura, por donde entró en el golfo de la Ballena (no
era más de dos leguas, porque de una parte la Trinidad y de otra la
tierra firme), salia el agua dulce muy corriente. Vino de hácia la del
Arenal, de la isla de la Trinidad, una tan gran corriente, por la parte
del Sur, como pujante avenida (y era del poder grande del rio Yuyaparí
que al Sur está, y el áun no lo via), con tan grande estruendo y ruido
que á todos espantó, del cual no pensaron escapar; y como el agua del
mar resistió, viniendo por el contrario, se levantó la mar, haciendo
una muy gran loma y muy alta, la cual levantó la nao y púsola encima de
la loma, cosa que nunca jamás ni oyó ni vido, y al otro navío alzó las
anclas, que áun debia de tener echadas, y echólo más á la mar, y con
las velas anduvo hasta que salió de la dicha loma. Plugo á Dios que no
les hizo daño, dice aquí el Almirante, y, cuando escribió este caso á
los Reyes, dijo: «Áun hoy en dia tengo el miedo en el cuerpo, que no me
trabucó la nao cuando llegó debajo della; por este gran peligro puse
You have read 1 text from Spanish literature.
Next - Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 17
  • Parts
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 01
    Total number of words is 4824
    Total number of unique words is 1330
    38.8 of words are in the 2000 most common words
    52.2 of words are in the 5000 most common words
    58.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 02
    Total number of words is 5009
    Total number of unique words is 1348
    41.0 of words are in the 2000 most common words
    54.9 of words are in the 5000 most common words
    62.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 03
    Total number of words is 5007
    Total number of unique words is 1368
    38.9 of words are in the 2000 most common words
    51.1 of words are in the 5000 most common words
    57.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 04
    Total number of words is 5054
    Total number of unique words is 1328
    39.5 of words are in the 2000 most common words
    54.2 of words are in the 5000 most common words
    61.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 05
    Total number of words is 5044
    Total number of unique words is 1349
    39.4 of words are in the 2000 most common words
    53.8 of words are in the 5000 most common words
    59.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 06
    Total number of words is 5006
    Total number of unique words is 1355
    39.0 of words are in the 2000 most common words
    52.4 of words are in the 5000 most common words
    58.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 07
    Total number of words is 5062
    Total number of unique words is 1334
    39.2 of words are in the 2000 most common words
    52.3 of words are in the 5000 most common words
    58.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 08
    Total number of words is 5048
    Total number of unique words is 1267
    40.1 of words are in the 2000 most common words
    53.2 of words are in the 5000 most common words
    60.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 09
    Total number of words is 4964
    Total number of unique words is 1291
    37.5 of words are in the 2000 most common words
    51.0 of words are in the 5000 most common words
    58.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 10
    Total number of words is 4955
    Total number of unique words is 1348
    38.1 of words are in the 2000 most common words
    53.8 of words are in the 5000 most common words
    61.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 11
    Total number of words is 5056
    Total number of unique words is 1263
    37.8 of words are in the 2000 most common words
    50.4 of words are in the 5000 most common words
    57.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 12
    Total number of words is 4921
    Total number of unique words is 1460
    35.1 of words are in the 2000 most common words
    48.9 of words are in the 5000 most common words
    57.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 13
    Total number of words is 4938
    Total number of unique words is 1239
    38.4 of words are in the 2000 most common words
    52.1 of words are in the 5000 most common words
    57.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 14
    Total number of words is 5032
    Total number of unique words is 1375
    38.4 of words are in the 2000 most common words
    51.9 of words are in the 5000 most common words
    58.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 15
    Total number of words is 5072
    Total number of unique words is 1419
    35.9 of words are in the 2000 most common words
    48.7 of words are in the 5000 most common words
    55.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 16
    Total number of words is 5189
    Total number of unique words is 1300
    37.9 of words are in the 2000 most common words
    52.4 of words are in the 5000 most common words
    59.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 17
    Total number of words is 5125
    Total number of unique words is 1308
    36.5 of words are in the 2000 most common words
    50.2 of words are in the 5000 most common words
    56.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 18
    Total number of words is 5169
    Total number of unique words is 1217
    40.9 of words are in the 2000 most common words
    55.5 of words are in the 5000 most common words
    61.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 19
    Total number of words is 5077
    Total number of unique words is 1252
    40.1 of words are in the 2000 most common words
    53.1 of words are in the 5000 most common words
    59.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 20
    Total number of words is 4957
    Total number of unique words is 1427
    33.3 of words are in the 2000 most common words
    44.7 of words are in the 5000 most common words
    50.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 21
    Total number of words is 4948
    Total number of unique words is 1400
    36.0 of words are in the 2000 most common words
    50.9 of words are in the 5000 most common words
    57.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 22
    Total number of words is 4991
    Total number of unique words is 1359
    38.5 of words are in the 2000 most common words
    52.2 of words are in the 5000 most common words
    58.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 23
    Total number of words is 5081
    Total number of unique words is 1308
    41.2 of words are in the 2000 most common words
    52.9 of words are in the 5000 most common words
    59.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 24
    Total number of words is 5068
    Total number of unique words is 1317
    38.0 of words are in the 2000 most common words
    52.3 of words are in the 5000 most common words
    59.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 25
    Total number of words is 4966
    Total number of unique words is 1232
    37.2 of words are in the 2000 most common words
    49.3 of words are in the 5000 most common words
    56.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 26
    Total number of words is 5082
    Total number of unique words is 1348
    38.3 of words are in the 2000 most common words
    52.7 of words are in the 5000 most common words
    59.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 27
    Total number of words is 4971
    Total number of unique words is 1341
    38.8 of words are in the 2000 most common words
    53.6 of words are in the 5000 most common words
    60.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 28
    Total number of words is 4910
    Total number of unique words is 1259
    38.4 of words are in the 2000 most common words
    52.8 of words are in the 5000 most common words
    59.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 29
    Total number of words is 5078
    Total number of unique words is 1294
    36.3 of words are in the 2000 most common words
    47.8 of words are in the 5000 most common words
    55.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 30
    Total number of words is 4992
    Total number of unique words is 1332
    38.8 of words are in the 2000 most common words
    53.9 of words are in the 5000 most common words
    60.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 31
    Total number of words is 4935
    Total number of unique words is 1431
    36.7 of words are in the 2000 most common words
    51.9 of words are in the 5000 most common words
    58.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 32
    Total number of words is 4952
    Total number of unique words is 1405
    37.8 of words are in the 2000 most common words
    51.8 of words are in the 5000 most common words
    59.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 33
    Total number of words is 5038
    Total number of unique words is 1115
    39.0 of words are in the 2000 most common words
    50.9 of words are in the 5000 most common words
    57.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 34
    Total number of words is 4942
    Total number of unique words is 1459
    34.4 of words are in the 2000 most common words
    48.3 of words are in the 5000 most common words
    56.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 2 de 5) - 35
    Total number of words is 4907
    Total number of unique words is 1357
    40.3 of words are in the 2000 most common words
    54.4 of words are in the 5000 most common words
    60.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.