Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 27

Total number of words is 5183
Total number of unique words is 1147
41.8 of words are in the 2000 most common words
55.0 of words are in the 5000 most common words
60.7 of words are in the 8000 most common words
Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
Almirante cosas de notar.--Apunta el autor la causa de la destruicion
y perdicion destas gentes, conviene á saber, su mucha simplicidad,
humildad y buena naturaleza.

Viernes, 14 de Diciembre, salió de aquel puerto de la Concepcion
con viento terral, calmóle luego y vino viento Levante, que le era
contrario, pero navegó con él al Nornordeste y llegó con él á la isla
de la Tortuga, de la cual vido una punta, que estaria dél 12 millas, la
cual nombró la punta de la Pierna. De allí descubrió otra, que llamó la
punta Lanzada, en la misma derrota del Nornordeste, de la cual distaba
16 millas; la isla de la Tortuga vido que era tierra muy alta, pero no
montañosa, y es muy hermosa y muy poblada de gente, como la de la isla
Española, y la tierra así toda labrada, que le parecia ver la campiña
de Córdoba. Visto que le hacia el viento contrario y que no podia ir
á la isla Babeque, tornóse al puerto de la Concepcion, aquel viernes.
Sábado, 15 de Diciembre, tornó á dar la vela del dicho puerto, pero el
viento le hizo volver otra vez al puerto mismo de la Concepcion, aunque
no lo pudo tomar, pero surgió cerca dél en una playa, y, amarrados
sus navíos bien, fué con las barcas á ver otro rio que parecia, y
subió por él para ir á las poblaciones que los cristianos de antier
habian visto, y, por la corriente grande dél, subió poco; vido algunas
casas, y el valle grande donde estaban las poblaciones, de que quedó
admirado, diciendo que no habia visto en su vida cosa más hermosa,
por lo cual le puso al valle, del Paraíso, y al rio, Guadalquivir,
porque parecia al Guadalquivir cuando vá por Córdoba, y tenia á las
riberas muchas piedras muy hermosas. Vido alguna gente, y toda dió
á huir; y dice aquí el Almirante que debia de ser cazada esta gente
de la Española y de la Tortuga, que tanto miedo tienen. Domingo, 16
de Diciembre, á media noche, dió las velas, y, por aquel golfete y
entremedio, que se hace entre la isla Española y la Tortuga, y á medio
golfo, topó una canoa, con un indio sólo en ella, de que se maravilló
el Almirante cómo se podia tener sobre el agua siendo el viento grande;
hízolo meter con canoa y todo en la nao, y, alagándolo, dióle cuentas
de vidro, cascabeles y sortijas de laton y llevólo así hasta tierra,
donde estaba una poblacion, 16 millas de allí, que son 4 leguas, junto
á la mar, donde surgió el Almirante en la playa, junto á la poblacion,
que parecia ser de nuevo hecha porque todas las casas eran nuevas.
Fuése luego á tierra el indio, en su canoa, y dado nuevas del Almirante
y de los cristianos ser buena gente (puesto que ya las tenian de lo
pasado cuando fueron los seis cristianos), vinieron luego más de 500
hombres, y, desde á poco, vino el Rey dellos; todos en la playa juntos,
y, uno á uno, y, muchos á muchos, venian á los navíos porque estaban
junto con tierra, y no traian cosa alguna consigo, salvo que algunos
traian algunos granos de oro finísimo á las orejas y en las narices,
lo qual todo daban liberalmente. Mandó el Almirante hacer á todos
honra, porque, dice él, son la mejor gente del mundo y más mansa.
Y dice más: «Tengo mucha esperanza en nuestro Señor, que Vuestras
Altezas los harán todos cristianos, y serán todos suyos, que por suyos
los tengo.» Vido que estaba el dicho Rey en la playa, y que todos le
hacian reverencia y acatamiento. Envióle un presente el Almirante, el
qual, diz que, rescibió con mucha gravedad y estado, y que sería mozo
de hasta veintiun años, y que tenia un ayo viejo y otros consejeros
que le hablaban y respondian, y él hablaba muy pocas palabras. Uno
de los indios que traia el Almirante habló con él, diciéndole como
venian los cristianos del cielo, y que andaban en busca de oro (harto
improporcionable cosa es venir del cielo y andar en busca de oro),
y que querian ir á la isla de Babeque; y el Rey respondió que bien
era, y que en la dicha isla lo habia mucho. Mostró al alguacil del
Almirante el camino que habian de llevar, y que en dos dias llegaria
de allí á ella, y que si de su tierra habian menester algo lo daria de
muy buena voluntad. Este Rey é todos los otros andaban desnudos como
su madre los parió, y así las mujeres, sin algun empacho, y eran, diz
que, los más hermosos hombres y mujeres que hasta allí habian hallado,
harto blancos, que si vestidos anduviesen (dice el Almirante), y se
guardasen del sol y del aire, cuasi serian tan blancos como en España,
porque esta tierra, dice él, es harto fria, y la mejor que lengua pueda
decir; de ser felicísima, dice bien, pero la frialdad no la tiene,
sino frescor muy sin pena, puesto que porque le llovia por allí, y con
el viento, y en la mar, parecíale algo fria. Dice más, que la tierra
es muy alta, y que sobre el mayor monte podrian arar bueyes, y hecha
toda á campiñas y valles, y que en toda Castilla no hay tierra que se
pueda comparar á ella, en hermosura y bondad. Toda esta isla y la de la
Tortuga, son todas labradas como la campiña de Córdoba. Dice tambien
de las raíces de los ajes, que eran gordas como la pierna; de la gente
dice que eran gordos y valientes, y de muy dulce conversacion, sin
secta alguna. Dice que era cosa de maravilla ver aquellos valles, y
los rios y buenas aguas, y las tierras para pan, para ganados de toda
suerte (de que ellos no tienen alguno) para huertas, y para todas las
cosas del mundo que el hombre sepa pedir; todas estas son sus palabras,
y en todo dice gran verdad. Y puesto que por todas partes esta isla es
un Paraíso terrenal, pero, por esta de la Tortuga, es cosa no creible
la hermosura suya, junto á la cual yo viví algunos años. A la tarde
acordó el Rey venir á la nao, al cual recibió el Almirante con mucha
alegría, y le hizo toda la honra que pudo; hízole decir como era de los
reyes de Castilla, los cuales eran de los mayores Príncipes del mundo,
mas ni los indios que el Almirante traia, que eran los intérpretes,
ni el Rey tampoco, podian creer otra cosa sino que eran venidos del
cielo, y que los reyes de Castilla en el cielo habitaban, y no en este
mundo. Mandó ponerle de comer al Rey de las cosas de Castilla, y él
comia un bocado y luego dábalo todo á sus consejeros, y al ayo, y á
los demas que metió consigo. Dice aquí el Almirante: «Crean Vuestras
Altezas que estas tierras son en tanta cantidad buenas y fértiles, en
especial estas desta isla Española, que no hay persona que lo sepa
decir, y nadie lo puede creer sino lo viese. Y crean que esta isla y
todas las otras son así suyas como Castilla, que aquí no falta salvo
asiento y mandarles hacer lo que quisieren, porque yo con esta gente
que traigo, que no son muchos, correria todas estas islas sin afrenta,
porque ya he visto sólos tres destos marineros descender en tierra,
y haber multitud destos indios, y todos huir sin que los quisiesen
hacer mal. Ellos no tienen armas, y son todos desnudos y de ningun
ingenio en las armas, y muy cobardes, que mil no aguardarán á tres; y
así son buenos para les mandar, y les hacer trabajar, sembrar y hacer
todo lo otro que fuere menester, y que hagan villas, y se enseñen
á andar vestidos y á nuestras costumbres.» Estas son sus palabras
formales del Almirante. Es aquí de notar, que la mansedumbre natural,
simple, benigna y humilde condicion de los indios, y carecer de armas,
con andar desnudos, dió atrevimiento á los españoles á tenerlos en
poco, y ponerlos en tan acerbísimos trabajos en que los pusieron, y
encarnizarse para oprimirlos y consumirlos, como los consumieron. Y,
cierto, aquí el Almirante más se extendió á hablar de lo que debiera, y
desto que aquí concibió y produjo por su boca, debia de tomar orígen el
mal tratamiento que despues en ellos hizo.


CAPÍTULO LV.
En el cual se tracta como trujeron oro los indios.--Vino una canoa
con 40 hombres, de la Tortuga, á ver los cristianos.--Lo que allí
pasó cerca della.--No creia el Almirante quel oro fuese natural
desta isla, aunque despues luego supo el contrario.--Dia de Sancta
María hizo ataviar los navíos de banderas y tirar tiros, y hacer
gran fiesta.--Estando comiendo el Almirante, llegó á la nao un Rey
con mucha gente.--Pasaron allí cosas de oir.--Dió joyas de oro al
Almirante.--No podian creer sino que eran venidos del cielo.--Despues
vino á la nao un hermano del Rey.--Diéronle nuevas que en otras muchas
islas ó tierras habia mucha copia de oro.--Dice al cabo el Almirante,
que espera en Dios que todas las gentes destas islas han de ser
cristianos.

Lúnes, 17 de Diciembre, porque hizo viento contrario recio, aunque no
se alteró la mar por el mamparo y abrigo que la isla de la Tortuga hace
á esta costa donde estaba, envió á pescar los marineros con redes,
donde se holgaron muy mucho, con los cristianos, los indios. Tornó
el Almirante á enviar ciertos cristianos á la poblacion y, á trueque
de contezuelas de vidro, rescataron pedazos de oro labrado en hoja
delgada. Vieron á un indio, que juzgó el Almirante ser Gobernador de
aquella provincia, un pedazo, tan grande como la mano, de aquella
hoja de oro, y parecia que le queria rescatar; el cual se fué á su
casa, y hizo muchos pedazos pequeños de aquella pieza y cada pedazuelo
rescataba; sin duda se puede creer la grande alegría que el Almirante
aquí rescibió, viendo que hallaba oro para dar placer á los Reyes
y cumplir con lo que habia prometido, y por lo que á él tambien le
convenia. Dice aquí el Almirante, que por las cosas que obrar dellos
via, y la manera dellos y de sus costumbres, y mansedumbre y consejo,
mostraban ser gente más despierta y entendida que los que hasta allí
habian visto. En la tarde, vino allí una canoa de la Tortuga con 40
hombres, y, en llegando á la playa, toda la gente del pueblo, en señal
de paz, se asentaron, y cuasi todos los de la canoa descendieron en
tierra. El Rey dicho, que estaba en la playa, pareció que no le
plugo de su venida, y levantóse sólo, y, con palabras que parecian de
amenazas, les hizo volver á embarcar, echándoles agua con la mano y
tirando algunas piedras en el agua; y esta era toda su ira. Despues
que con mucha obediencia y humildad se embarcaron todos en su canoa,
él tomó una piedra y la puso en la mano al alguacil del Almirante,
que estaba cabe él, para que se la tirase, pero el alguacil rióse y
no quiso tirarla. Mostraba el Rey allí favorecerse con el Almirante y
los cristianos; los de la canoa se volvieron á su isla de la Tortuga,
sin ruido alguno. Despues de ida la canoa, dijo el Rey al Almirante
que en la Tortuga habia más oro que en esta isla Española, pero esto
no pudo ser verdad, segun la grandeza desta isla y las muchas partes
é infinitos rios en que se ha hallado, y la pequeñez de la isla
de la Tortuga, en comparacion desta, porque, como se ha dicho, la
Tortuga será como Gran Canaria, que terná obra de 12 leguas en boja.
Ya podria ser que hobiese oro en ella, lo cual no creo yo que jamás
se buscó, porque era tanto lo que en esta Española se cogia despues
por los españoles, que no se ocupaban en más de sacar los indios que
habia en la Tortuga y traerlos á las minas de acá, donde al cabo se
consumieron, como adelante se dirá; pero el Almirante, en estos dias
que andaba por aquí descubriendo, no creia que en esta isla Española,
ni en la Tortuga, hobiese minas de oro, sino que lo traian de Babeque
aquello poco que por allí habia, y que no le traian los de Babeque
más, porque no tenian qué dar por ello, aunque bien pensaba que estaba
cerca de la fuente, conviene á saber, de donde nacia el oro, que
eran las minas, y que esperaba en Dios que le habia de mostrar las
dichas minas, las cuales tenia que eran en Babeque; y, cierto, este
Babeque debia ser tierra firme, sino que los indios, como no navegaban
léjos de sus casas, sino por las riberas de su mar, ó á las islas
que tenian á vista de sus casas, unos imaginaban al Babeque léjos, y
otros cerca. Estuvo en aquella playa surto, lo uno, porque no habia
viento, y lo otro, porque le habia dicho aquel Rey que habia de traer
oro, no porque tuviese en mucho el Almirante lo que podia traer, como
creyese no haber en esta isla minas, sino por saber mejor de donde lo
traian, puesto que en esta opinion estuviese, cierto, engañado. Así
que, mártes, 18 de Diciembre, luego de mañana, dia de Nuestra Señora
de la O, que es la fiesta de la conmemoracion de la Anunciacion,
mandó ataviar la nao y la carabela de armas y banderas por honra de
la fiesta, y tiráronse muchos tiros de lombardas, y el Rey de aquella
tierra, diz que, habia madrugado de su casa, que debia de distar
cinco leguas de allí, segun pudo juzgar el Almirante, y llegó á hora
de tercia á aquella poblacion, que cerca de allí estaba, en la cual
habian llegado ya ciertos cristianos, que el Almirante habia enviado
para ver si venian con oro, los cuales dijeron, que venian con el Rey
más de 200 hombres, y cuatro le traian en unas andas. Estando comiendo
el Almirante debajo del castillo, en la nao, llegó el Rey á la nao
con mucha gente. Dice el Almirante á los Reyes: «Sin duda pareciera
bien á Vuestras Altezas su estado y acatamiento que todos le tienen,
puesto que todos andan desnudos; él, así como entró en la nao, halló
que estaba comiendo á la mesa debajo del castillo de popa, y él á
buen andar se vino á sentar en par de mí, y no quiso dar lugar que yo
me saliese á él ni me levantase de la mesa, salvo que yo comiese, y,
cuando entró debajo del castillo, hizo señas, con la mano, que todos
los suyos quedasen fuera, y así lo hicieron con la mayor priesa y
acatamiento del mundo; y se asentaron todos en la cubierta, salvo dos
hombres de una edad madura, y que yo estimé por sus consejeros y ayo,
que se asentaron á sus piés. Yo pensé que él ternia á bien de comer de
nuestras viandas, mandé luego traerle cosas que comiese; de las viandas
que le pusieron delante, tomaba de cada una tanto como se toma para
hacer la salva, y lo demas enviábalo á los suyos, y todos comian della,
y así hizo en el beber, que solamente llegaba á la boca y despues lo
daba á los otros, todo con un estado maravilloso y muy pocas palabras,
y aquellas quél decia, segun yo podia entender, eran muy asentadas, y
de seso; y aquellos dos le miraban, y hablaban por él y con él, y con
mucho acatamiento. Despues de haber comido, un escudero suyo traia un
cinto, que es propio como los de Castilla en la hechura, salvo que es
de otra obra, y me lo dió, y dos pedazos de oro labrados que eran muy
delgados; que creo que aquí alcanzan poco dél, puesto que tengo que
están muy vecinos de donde nace y hay mucho. Yo vide que le agradaba
un arambel que yo tenia sobre mi cama, yo se le dí, y unas cuentas muy
buenas de ámbar que yo traia al pescuezo, y unos zapatos colorados,
y una almarraxa de agua de azahar, de que quedó tan contento que fué
maravilla. Y él y su ayo y consejeros llevaban gran pena porque no me
entendian, ni yo á ellos; con todo, le cognoscí que me dijo que si me
cumplia algo de aquí, que toda la isla estaba á mi mandar.» Todas estas
palabras son del Almirante. Mostróle el Almirante una moneda de oro
fino, que solia en aquellos tiempos haber en Castilla, que se llamaba
«excelente», que valia dos castellanos (que yo que escribo esto ví é
alcancé), en la cual iban esculpidos los rostros del Rey é de la Reina,
de que se admiraba mucho. Mostróle tambien las banderas de la cruz, y
las de las armas reales, diciéndole el Almirante la grandeza de los
Reyes, por señas, de que se admiraba y platicaba con sus consejeros,
diciendo, á lo que el Almirante y los demas creian entender, que, como
los Reyes lo habian enviado desde el cielo, él y los cristianos venir
tan sin miedo. Desque fué tarde, quísose ir, y el Almirante lo envió
en las barcas muy honradamente, y le hizo hacer gran fiesta con los
tiros del artillería, con que fué mucho regocijado. Puesto en tierra,
subió en sus andas y se fué con sus más de 200 hombres; llevaban un
hijo suyo atras en los hombros, con tanta compañía de gente como él. A
todos los marineros y cristianos que topaba los mandaba dar de comer,
y hacer mucha honra; llevaba cada una cosa, de las que el Almirante
le habia dado, delante dél, un hombre, á lo que parecia, de los más
honrados, segun dijo un marinero que lo topó. ¡Oh! y qué fruto en las
ánimas destas gentes se pudiera hacer, si lleváramos el camino que
llevar debiéramos, bien claro, cierto, parece. Despues vino á la nao
un hermano del Rey, á quien el Almirante hizo mucha honra y dió de las
cosas de los rescates, y deste supo el Almirante ó entendió, que al
Rey llamaban, en la lengua desta isla, Cacique. Aqueste dia, diz que,
se rescato poco oro, pero supo el Almirante, de un hombre viejo, que
habia muchas islas comarcanas, en las cuales nascia mucho oro, y que
lo fundian y hacian dello joyas, segun por las señas y meneos se podia
entender; señalaba el viejo la derrota y paraje donde afirmaba estar
aquellas tierras. Determinó el Almirante ir allá, y quisiera llevar
aquel viejo consigo si no fuera tan principal de aquel Rey, é porque
tenia, diz que, ya aquestas gentes por de los reyes de Castilla, y no
era razon de les hacer agravio alguno, aunque creia, que si supiera
la lengua para se lo rogar, que el viejo aceptara ir con él. Puso una
gran cruz en medio de la plaza del pueblo, á lo cual todos los indios
dél ayudaban, y, despues de empinada, la adoraron de la manera que lo
vieron hacer á los cristianos. Dice aquí el Almirante, que esperaba
en Dios que todas aquestas islas habian de ser cristianos, por las
muestras que daban.


CAPÍTULO LVI.
Hízose á la vela.--Descubrió muchas tierras graciosísimas, valles
campiñas labradas.--Entró en un puerto que dice ser el mejor del
mundo.--Vido más puertos y poblaciones.--Dice haber andado veinte
años por la mar.--Vinieron indios sin número; con grandísima alegría
traian de comer á los cristianos y cuanto tenian.--Da testimonio
admirable, y repítelo el Almirante muchas veces y con grande
encarecimiento, de la bondad y mansedumbre, humildad y liberalidad
de los indios.--Envió seis cristianos á un pueblo donde les hicieron
mil servicios.--Vinieron canoas de un Rey á rogar al Almirante que
fuese á cierta punta de tierra donde lo esperaba.--Fué allá el
Almirante.--Dióle con mucha alegría de las cosas que tenia.--Cuando se
iban daban voces los indios, chicos y grandes, rogándoles que no se
fuesen.--Vinieron muchos más indios á los navíos.--Loa la hermosura y
templanza de la tierra.--Llamó aquel puerto admirable, de Sancto Tomás.

Hízose á la vela este mártes, en la noche, por pasar aquel entremedio
y golfo de estas dos islas, pero ventó Levante y todo el miércoles, 19
de Diciembre, no pudo salir dél, y á la noche no pudo tomar un puerto
que por allí parecia. Vido cuatro Cabos que hacia la tierra y una
grande bahía y rio, y una angla ó abertura muy grande, y en ella una
poblacion, y, á las espaldas, un valle entre muchas montañas altísimas
de árboles que le pareció ser pinos; vido una isla pequeña, que nombró
de Sancto Tomás. Juzgaba desde la nao que todo el cerco desta isla
Española tenia Cabos y puertos maravillosos, y no se engañaba porque
los tiene por esta parte del Norte, donde andaba, los más, puesto
que, por la parte del Sur, tiene algunos y no tan buenos. Parecíale
la templanza de los aires y de la tierra, como por Marzo en Castilla,
y las hierbas y árboles, como por Mayo; las noches, diz que, eran de
catorce horas. Jueves, 20 de Diciembre, al poner del sol, entró en un
puerto que estaba entre la isleta de Santo Tomás y un cabo, y surgió en
él. Este puerto, dice que, es hermosísimo y que cabrian en él cuantas
naos hay en cristianos, la entrada dél parece, desde la mar, imposible
á los que no hobiesen en él entrado, por unas restringas de peñas
que pasan desde el monte hasta cuasi la isla, y no puestas por órden,
por lo cual es menester abrir los ojos para entrar por unas canales
que tiene, muy anchas y buenas, y todas muy hondas, de siete brazas.
Despues de entrada la nao, puede con una cuerda estar muy segura de
cualesquiera vientos que haya. De aquel puerto, se parecia un valle
grandísimo y todo labrado, que desciende á él, del gueste, todo cercado
de montañas altísimas, que parece que llegan al cielo, hermosísimas,
llenas de árboles verdes, y, parecíale que habia algunas, sin duda,
más altas que la de la isla de Tenerife, que es una de las de Canaria.
Esta isla, de la isla del Pico una de las de los Azores, se cree que
son de las más altas del mundo. Vido por allí otros puertos muy buenos,
y poblaciones parecian, y ahumadas, muchas. Estas ahumadas, pensaba
el Almirante que eran hechas como las que hacen las atalayas cuando
avisan de enemigos, pero no debia de ser por esta causa, sino que, en
esta isla especialmente, como por este tiempo hace seca, y los indios
eran inclinados, y se holgaban, de poner fuego á los herbazales, que
eran grandísimos por las innumerables campiñas llanas y rasas que
habia, y que ellos llaman en su lengua çabanas, lo uno, porque tanta
es y tanto crece la hierba, que tapa ó ocupa los caminos, y como
andan desnudos, la hierba grande les lastima, lo otro, porque entre
la hierba se criaban los conejos desta isla, que nombraban hutias (de
que adelante se hablará, Dios queriendo), y eran sin número, y, con
quemar las çabanas, mataban todos los que querian, por esto tenian de
costumbre de quemarlas. Viernes, 21 de Diciembre, fué en las barcas á
ver el puerto, el cual afirmó ser tal, que ninguno se le igualaba de
cuantos jamás hobiese visto, y excusábase diciendo, que tanto ha loado
los pasados que no sabe cómo lo encarezca, y que temia ser juzgado
por magnificador excesivo, más de lo que la verdad requeria. A esto
satisfizo diciendo, quél traia consigo muchos marineros antiguos y
que afirmaban lo mismo, y así hicieran cuantos los vieran, conviene
á saber, ser dignos de los tales loores los puertos que ántes deste
habia visto, y este exceder á todos ellos; y dice haber andado por
la mar veinte años, sin salir della tiempo que se hobiese de contar,
y vido todo el Levante y Poniente, y la Guínea, y que en todas estas
partidas, no se hallaban tantas calidades, ni tanta perfeccion de
puertos, lo cual dice haber mirado y considerado bien ántes que lo
escribiese, y torna á certificar ser aqueste puerto el mejor. Mandó
salir dos hombres de las barcas en tierra, para ver si habia poblacion
porque, desde la mar, no se parecia, puesto que vian las tierras
todas labradas, y, vueltos, dijeron que habia una poblacion grande,
un poco desviada de la mar. Mandó remar el Almirante las barcas hácia
el derecho de donde estaba, y, llegando cerca de tierra, vieron unos
indios que llegaron á la orilla de la mar, y puesto que al principio
parecia tener temor, pero diciéndoles los indios, que consigo traia,
que no temiesen, vinieron tantos, que parecia cubrir la tierra, dando
mil gracias, hombres y mujeres y niños; los unos corrian de acá, los
otros de acullá á les traer pan, y ajes muy blanco y bueno, y agua, y
cuanto tenian y vian que los cristianos querian, y todo con un corazon
tan largo y tan contento que era maravilla; y no se diga, que, porque
lo que daban valia poco, por eso lo daban liberalmente, porque lo mismo
hacian, y tan liberalmente, los que daban pedazos de oro, como los
que daban la calabaza de agua, y fácil cosa es de cognoscer cuando se
dá una cosa con muy deseoso corazon de dar.» Todas estas son palabras
del Almirante. Dice más, esta gente no tiene varas, ni azagayas, ni
otras ningunas armas, ni los otros de toda esta isla, y tengo que es
grandísima; dice más, que todos eran desnudos, hombres y mujeres, desde
arriba hasta abajo, y que, en los otros lugares, los hombres escondian
sus mujeres de celos pero aquí no, ántes ellas eran las primeras que
venian á dar gracias al cielo viendo los cristianos, y les traian
cuanto tenian, y frutas de cinco ó seis maneras. Tenian, diz que, muy
lindos cuerpos, y el Almirante mandaba, en todas partes, que ninguno
les diese pena ni les tomase cosa alguna contra su voluntad, ántes les
pagasen cuanto les daban. Finalmente, dice el Almirante, que no puede
creer que hombre haya visto gente de tan buenos corazones y francos
para dar, y tan temerosos, porque ellos se deshacian todos por dar á
los cristianos cuanto tenian, y llegando los cristianos, luego corrian
á traerles todo lo que en su poder habia. Despues envió él Almirante
seis cristianos á la poblacion para que viesen qué era, á los cuales
hicieron cuanta honra podian y sabian, dándoles cuanto tenian, porque
ninguna duda les quedaba sino que el Almirante y toda su gente habian
venido del cielo. Lo mismo creian los indios que traia consigo de las
otras islas, puesto que ya se les habia dicho, diz que, lo que habian
de tener, conviene á saber, que no eran sino como los otros hombres
y que vivian en otros reinos que se llamaban Castilla. Idos los seis
cristianos que envió al pueblo, vinieron ciertas canoas con gente á
rogar al Almirante, de partes de un señor, que fuere á su pueblo cuando
de allí partiese, y, porque era en el camino, determinó de ir allá en
las barcas, porque le estaba esperando con mucha gente sobre una punta
de tierra. Ántes que se partiese, vino á la playa tanta gente, hombres
y mujeres y niños, que dice el Almirante que era espanto; daban voces
todos, rogándoles que no se fuesen sino que se quedasen con ellos. Los
mensajeros de aquel señor, que le habia enviado á convidar, esperaban
con cuidado, porque no se fuese sin ir á verlo. Llegado el Almirante
donde le esperaba el señor, junto á la orilla de la mar, con sus
barcas, mandó el señor que llevasen á las barcas muchas cosas de comer
que le tenian aparejadas, y como vido que habia rescibido el Almirante
lo que le habia enviado, todos, ó los más de los indios, dieron á
correr al pueblo, que debia estar cerca, para traerles más comida, y
papagayos y otras cosas de lo que tenian, con tan franco corazon, que
era maravilla. Dióles el Almirante cuentas de vidro, sortijas de laton
y cascabeles, no porque ellos pidiesen algo, sino porque, diz que, le
parecia que era razon; y sobre todo, dice el Almirante, porque los
tiene ya por cristianos y por de los reyes de Castilla, más que las
mismas gentes de Castilla. Dice más, que otra cosa no falta, salvo
saber la lengua y mandarles, porque todo lo que les mandare harán sin
contradiccion alguna. Partióse dellos el Almirante para los navíos, y
daban los indios voces, hombres, mujeres y niños, que no se fuesen y
se quedasen los cristianos con ellos. Partidos con los navíos, venian
tras ellos, á la nao, en canoas llenas dellos, á los cuales hizo hacer
buen tratamiento, dándoles de comer y otras cosas de rescates que
llevaron. Otro señor habia venido ántes á ver los cristianos, y mucha
gente venia nadando á la nao, estando grande media legua de tierra.
Envió á un señor destos, que se habia tornado, ciertos cristianos para
saber nuevas destas islas, los cuales recibió muy graciosamente, y
llevólos consigo á su pueblo para darles ciertos pedazos grandes de
oro, y llegaron á un gran rio, el cual los indios pasaron á nado, los
cristianos no pudieron pasar, y, así, se tornaron. En esta comarca
toda, parecian montañas altísimas, que parecian llegar al cielo, que
la isla de Tenerife dice que era nada en comparacion dellas, en altura
y hermosura; llenas de verdes arboledas, que era, diz que, una cosa
de maravilla. Entremedio dellas hay vegas muy graciosas, y, al pié
deste puerto, al Sur, hay una vega tan grande, que los ojos no pueden
alcanzar al cabo della, sin que tenga impedimento de montaña, que le
parecia que debia tener 15 ó 20 leguas, por la cual vieron un rio;
y es toda poblada y labrada, y estaba tan verde como si en Castilla
fuera por Mayo ó por Junio, puesto que las noches tenian catorce
horas, y la tierra siendo septentrional. Esta vega es el cabo de la
vega grandísima, á quien despues puso nombre el Almirante Vega Real,
porque, cierto, creo que se puede contar por una de las maravillas del
mundo, como abajo se dirá. Torna á loar este puerto el Almirante, de
ser cerrado y segurísimo para todos los vientos que puedan venir, y aún
para corsarios y gentes que quisiesen saltear, porque aunque la boca
tiene más de dos leguas de ancho, es muy cerrada con dos restringas de
piedra, que cuasi no se ven sobre agua, sino una entrada angosta que no
parece sino que se hizo á mano, y que dejaron una puerta abierta cuanto
You have read 1 text from Spanish literature.
Next - Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 28
  • Parts
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 01
    Total number of words is 4551
    Total number of unique words is 1654
    28.1 of words are in the 2000 most common words
    38.6 of words are in the 5000 most common words
    43.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 02
    Total number of words is 4649
    Total number of unique words is 1721
    27.2 of words are in the 2000 most common words
    37.0 of words are in the 5000 most common words
    42.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 03
    Total number of words is 4825
    Total number of unique words is 1547
    34.7 of words are in the 2000 most common words
    49.0 of words are in the 5000 most common words
    55.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 04
    Total number of words is 4952
    Total number of unique words is 1395
    39.3 of words are in the 2000 most common words
    52.8 of words are in the 5000 most common words
    57.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 05
    Total number of words is 4889
    Total number of unique words is 1360
    31.2 of words are in the 2000 most common words
    40.8 of words are in the 5000 most common words
    45.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 06
    Total number of words is 4785
    Total number of unique words is 1510
    28.3 of words are in the 2000 most common words
    37.9 of words are in the 5000 most common words
    43.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 07
    Total number of words is 5067
    Total number of unique words is 1343
    38.4 of words are in the 2000 most common words
    52.2 of words are in the 5000 most common words
    57.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 08
    Total number of words is 4862
    Total number of unique words is 1384
    34.9 of words are in the 2000 most common words
    47.5 of words are in the 5000 most common words
    52.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 09
    Total number of words is 4825
    Total number of unique words is 1320
    32.1 of words are in the 2000 most common words
    43.4 of words are in the 5000 most common words
    47.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 10
    Total number of words is 5056
    Total number of unique words is 1291
    38.5 of words are in the 2000 most common words
    52.1 of words are in the 5000 most common words
    57.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 11
    Total number of words is 5030
    Total number of unique words is 1156
    37.7 of words are in the 2000 most common words
    50.0 of words are in the 5000 most common words
    55.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 12
    Total number of words is 4825
    Total number of unique words is 1638
    31.3 of words are in the 2000 most common words
    42.8 of words are in the 5000 most common words
    49.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 13
    Total number of words is 4956
    Total number of unique words is 1330
    37.9 of words are in the 2000 most common words
    51.3 of words are in the 5000 most common words
    58.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 14
    Total number of words is 4873
    Total number of unique words is 1449
    36.7 of words are in the 2000 most common words
    50.9 of words are in the 5000 most common words
    56.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 15
    Total number of words is 4992
    Total number of unique words is 1420
    38.2 of words are in the 2000 most common words
    51.2 of words are in the 5000 most common words
    57.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 16
    Total number of words is 4869
    Total number of unique words is 1444
    35.2 of words are in the 2000 most common words
    49.7 of words are in the 5000 most common words
    56.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 17
    Total number of words is 4946
    Total number of unique words is 1342
    37.4 of words are in the 2000 most common words
    51.3 of words are in the 5000 most common words
    58.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 18
    Total number of words is 4937
    Total number of unique words is 1295
    38.3 of words are in the 2000 most common words
    51.5 of words are in the 5000 most common words
    57.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 19
    Total number of words is 5038
    Total number of unique words is 1274
    38.8 of words are in the 2000 most common words
    51.2 of words are in the 5000 most common words
    57.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 20
    Total number of words is 4927
    Total number of unique words is 1238
    39.3 of words are in the 2000 most common words
    53.4 of words are in the 5000 most common words
    60.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 21
    Total number of words is 4938
    Total number of unique words is 1418
    36.8 of words are in the 2000 most common words
    51.9 of words are in the 5000 most common words
    58.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 22
    Total number of words is 5142
    Total number of unique words is 1243
    37.3 of words are in the 2000 most common words
    50.8 of words are in the 5000 most common words
    57.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 23
    Total number of words is 5096
    Total number of unique words is 1250
    38.6 of words are in the 2000 most common words
    51.6 of words are in the 5000 most common words
    58.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 24
    Total number of words is 5061
    Total number of unique words is 1356
    37.8 of words are in the 2000 most common words
    52.9 of words are in the 5000 most common words
    59.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 25
    Total number of words is 5088
    Total number of unique words is 1217
    37.9 of words are in the 2000 most common words
    50.6 of words are in the 5000 most common words
    58.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 26
    Total number of words is 5052
    Total number of unique words is 1120
    40.7 of words are in the 2000 most common words
    53.5 of words are in the 5000 most common words
    58.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 27
    Total number of words is 5183
    Total number of unique words is 1147
    41.8 of words are in the 2000 most common words
    55.0 of words are in the 5000 most common words
    60.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 28
    Total number of words is 5087
    Total number of unique words is 1221
    39.4 of words are in the 2000 most common words
    53.3 of words are in the 5000 most common words
    60.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 29
    Total number of words is 5077
    Total number of unique words is 1361
    37.0 of words are in the 2000 most common words
    52.0 of words are in the 5000 most common words
    59.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 30
    Total number of words is 5070
    Total number of unique words is 1206
    41.4 of words are in the 2000 most common words
    55.6 of words are in the 5000 most common words
    61.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 31
    Total number of words is 5068
    Total number of unique words is 1242
    39.7 of words are in the 2000 most common words
    54.7 of words are in the 5000 most common words
    60.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 32
    Total number of words is 5115
    Total number of unique words is 1221
    39.9 of words are in the 2000 most common words
    53.4 of words are in the 5000 most common words
    59.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 33
    Total number of words is 4940
    Total number of unique words is 1410
    38.6 of words are in the 2000 most common words
    53.1 of words are in the 5000 most common words
    59.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 34
    Total number of words is 4825
    Total number of unique words is 1411
    35.9 of words are in the 2000 most common words
    49.5 of words are in the 5000 most common words
    55.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 35
    Total number of words is 4711
    Total number of unique words is 1428
    38.4 of words are in the 2000 most common words
    51.7 of words are in the 5000 most common words
    57.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 36
    Total number of words is 4420
    Total number of unique words is 1233
    34.7 of words are in the 2000 most common words
    47.7 of words are in the 5000 most common words
    53.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 37
    Total number of words is 1179
    Total number of unique words is 493
    40.7 of words are in the 2000 most common words
    51.3 of words are in the 5000 most common words
    55.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.