Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 19

Total number of words is 5038
Total number of unique words is 1274
38.8 of words are in the 2000 most common words
51.2 of words are in the 5000 most common words
57.4 of words are in the 8000 most common words
Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
carabela ó vela de adobar, en gran Canaria.--La tierra desta isla de
Tenerife echó de sí gran fuego.--Comenzaba la gente de los navíos á se
arrepentir y á murmurar, etc.

Puesto su despacho todo en perfeccion, jueves á 2 de Agosto año de
1492, mandó embarcar Cristóbal Colon toda su gente, y otro dia,
viernes, que se contaron tres dias del dicho mes de Agosto, ántes que
el sol saliese con media hora, hizo soltar las velas y salió del puerto
y barra que se dice de Saltes, porque así se llama aquel rio de Palos;
y porque comenzó desde allí un libro de sus navegaciones para estas
Indias, y el prólogo dél, así por contar algo de la toma de Granada y
hacer mencion de la echada de los judios destos reinos, como porque se
conciba la intincion de los Reyes y suya, y tambien por la antigüedad
y simplicidad de sus palabras parecióme no ir fuera de la historia
referirlo aquí, en el cual comienza Cristóbal Colon decir á los Reyes
ansí:
«_In nómine domini nostri Jesu Christi._--Porque cristianísimos y muy
altos, y muy excelentes, y muy poderosos Príncipes, Rey é Reina de
las Españas y de las islas de la mar, nuestros señores, este presente
año de 1492, despues de Vuestras Altezas haber dado fin á la guerra
de los moros que reinaban en Europa, y haber acabado la guerra en la
muy grande ciudad de Granada, adonde este presente año, á dos dias del
mes de Enero, por fuerza de armas vide poner las banderas reales de
Vuestras Altezas en las torres de Alfambra, que es la fortaleza de la
dicha ciudad, y vide salir al Rey moro á las puertas de la ciudad, y
besar las reales manos de Vuestras Altezas y del Príncipe, mi señor,
y luego en aquel presente mes, por la informacion que yo habia dado á
Vuestras Altezas de las tierras de la India y de un Príncipe que es
llamado Gran Khan, que quiere decir en nuestro romance, Rey de los
Reyes (como muchas veces él y sus antecesores habian enviado á Roma
á pedir doctores en nuestra sancta fé porque le enseñasen en ella,
y que nunca el Sancto Padre le habia proveido, y se perdian tantos
pueblos cayendo en idolatrías é recibiendo en sí sectas de perdicion);
y Vuestras Altezas, como católicos cristianos y Príncipes amadores de
la sancta fé cristiana, y acrecentadores della, y enemigos de la secta
de Mahoma y de todas idolatrías y herejías, pensaron de enviarme á mí,
Cristóbal Colon, á las dichas partidas de India para ver los dichos
Príncipes, y los pueblos y las tierras y la disposicion dellas y de
todo, y la manera que pudiere tener para la conversion dellas á nuestra
sancta fe; y ordenaron que yo no fuese por tierra al Oriente, por donde
se acostumbra de andar, salvo por el camino de Occidente, por donde
hasta hoy no sabemos por cierta fe que haya pasado nadie. Así que,
despues de haber echado fuera todos los judíos de todos vuestros reinos
y señoríos, en el mismo mes de Enero, mandaron Vuestras Altezas á mí,
que con armada suficiente me fuese á las dichas partidas de India, y
para ello me hicieron grandes mercedes y me ennoblecieron, que dende en
adelante yo me llamase Don, y fuese Almirante mayor de la mar Océana y
Visorey é Gobernador perpetuo de todas las islas y tierra firme que yo
descubriese y ganase, y de aquí adelante se descubriesen y ganasen en
la mar Océana, y así sucediese mi hijo mayor, y á él ansí de grado en
grado para siempre jamás; y partí yo de la ciudad de Granada, á 12 dias
del mes de Mayo del mismo año de 1492, en sábado, y vine á la villa de
Palos, que es puerto de mar, á donde yo armé tres navíos muy aptos para
semejante fecho, y partí del dicho puerto muy bastecido de muy muchos
mantenimientos y de mucha gente de la mar á 3 dias del mes de Agosto
del dicho año, en un viernes, ántes de la salida del sol con media
hora, y llevé el camino de las islas de Canaria, de Vuestras Altezas,
que son en la dicha mar Océana, para de allí tomar mi derrota y navegar
tanto, que yo llegase á las Indias, y dar la embajada de Vuestras
Altezas á aquellos Príncipes, y cumplir lo que así me habian mandado,
y para esto pensé escribir todo este viaje muy puntualmente de dia en
dia, todo lo que yo hiciese y viese y pasase, como adelante se verá.
Tambien, señores Príncipes, allende de escribir cada noche lo que en el
dia pasare, y el dia lo que la noche navegare, tengo propósito de hacer
carta nueva de navegar, en la cual situaré toda la mar é tierras del
mar Océano en sus propios lugares, debajo de su viento, y más componer
un libro, y poner todo por el semejante, por pintura, por latitud del
equinoccial y longitud del Occidente, y sobre todo, cumple mucho que
yo olvide el sueño y tiente mucho el navegar porque ansí cumple, las
cuales serán gran trabajo, etc.» Todo esto es del prólogo susodicho del
libro de la primera navegacion de Cristóbal Colon á las nuestras Indias.
Y es aquí de saber, que como Cristóbal Colon fuese hombre muy prudente,
y una de las partes de la prudencia sea proveer en las cosas por venir
é inconvenientes que á los negocios pueden suceder, y presumiese que
haciendo un viaje como aquel, tan nuevo y tan dudoso, y de muchos
tenido por imposible, y que si se alongase mucho habia de tener
zozobras y angustias con la gente, acordó, por evitar estos y otros
inconvenientes, hacer dos cuentas de las leguas que andaba cada noche
y cada dia, que los marineros llaman singladuras, una de lo cierto,
que, segun su buen juicio, en la verdad tasaba, porque andarlas
estimaba contando las jornadas por leguas ó por millas, y esta cuenta
era secreta, sólo para sí, y la otra era pública, para mostrar á la
gente y conferirla con los pilotos de todos tres navíos, en la cual
ponia siempre ocho ó diez leguas ménos de lo que entendia que andaba,
porque no pareciese tan luengo el camino y que se apartaban tan léjos
de España, y así no tuviesen tanto temor como en fin mostraron tener,
y esto les causase no perder del todo de hallar tierra la esperanza;
porque en la verdad, hasta entónces, nunca se halló ni se leyó en todo
el mundo, haber alguna gente navegado ni engolfádose tan léjos de
tierra, sin la ver, por el mar Océano, y ansí parece que el primero
fué Cristóbal Colon que á esto se atreviese, con los que en este
viaje le ayudaron. Estas singladuras ó jornadas entiendo poner aquí
de cada dia y noche, brevemente, como las saqué del libro susodicho
de Cristóbal Colon en aquella su primera navegacion, el cual mostró
á los Reyes desque vino, estas Indias halladas; porné tambien lo que
cada dia le acaecia, y las señales que vian, y lo que sufria y pasaba,
y su constancia, porque creo que no será desagradable. Prosiguiendo,
pues, su viaje á las Canarias, lunes á 6 de Agosto, desencasóse ó saltó
de sus hebillas el gobernario á la carabela _Pinta_, donde iba Martin
Alonso Pinzon, y segun se sospechó, por industria de unos marineros,
Gomez Rascon y Cristóbal Quintero, cuya era la carabela, porque les
pesaba ir á aquel viaje y iban contra su voluntad; y dice Cristóbal
Colon, que ántes que partiesen habia tomado en ciertas grisquetas ó
reveses á los dichos Gomez Rascon y Cristóbal Quintero. Vídose aquí
en gran turbacion, por no poder socorrer á la dicha carabela _Pinta_
sin su propio peligro, pero que perdia alguna de la mucha pena que
tenia, por cognoscer que Martin Alonso era persona esforzada y de buen
ingenio. Remediaron como pudieron el gobernario, y despues le tornó á
faltar; llegaron en obra de siete dias á vista de Gran Canaria, en la
costa de la cual mandó quedar la carabela _Pinta_, porque hacia mucha
agua, y por esto tuvo gran necesidad de ponerla á monte en Canaria. El
Cristóbal Colon con la otra carabela fué á la Gomera, y, despues de
muchos rodeos y trabajos, tornó á Canaria al puerto de Gaudo, que es
bueno, para adobarla, donde de dia y de noche, con gran solicitud é
inestimables trabajos, la remedió, y tornóse con ella á la Gomera en 2
de Setiembre. Dice aquí Cristóbal Colon, que una noche de aquellas que
andaba cerca de Tenerife, salió tanto fuego del pico de la sierra, que,
como arriba se dijo, es una de las altas que se saben en el mundo, que
fué cosa de gran maravilla. No dejaba la gente con todos estos trabajos
é inconvenientes que se les ofrecian de murmurar y desganarse del viaje
y comenzar á tener mayores dificultades.


CAPÍTULO XXXVI.
Fué avisado Cristóbal Colon que andaban ciertos navíos del rey de
Portugal por prenderle.--Dióse priesa para salir del puerto de la
Gomera; salió jueves á seis dias de Setiembre del dicho año.--Va
contando las leguas que cada dia con su noche, conforme á las dos
cuentas dichas, andaba, etc.

En estos dias fué avisado Cristóbal Colon como andaban por aquellas
islas tres carabelas armadas del rey de Portugal para lo prender,
porque como supo el Rey que se habia concertado con los reyes de
Castilla, pesóle mucho en el ánima, y comenzó á ver y á temer la suerte
que le habia quitado Dios de las manos, por lo cual debió mandar
en la isla de la Madera, y de Puerto Sancto, y de los Azores, y en
las partes y puertos donde tenia gente portoguesa, que á la ida ó á
la venida lo prendiesen, segun despues pareció por la burla que le
hicieron á la vuelta en las islas de los Azores, pero desta vez no lo
toparon las dichas tres carabelas. Tomada pues agua y leña y carnaje,
y todo refresco y lo demas que vido serle para su viaje necesario,
en la Gomera, mandó dar las velas á sus tres navíos, jueves, á 6 de
Setiembre, y salió del puerto de la Gomera luego por la mañana. El
sábado, á tres horas de la noche, comenzó á ventar el viento Nordeste
manso, y tomó su camino hácia el gueste que es el Poniente derecho,
porque aquellos tres dias primeros tuvo calma y no pudo andar nada;
llevó siempre aquella vía del gueste ó Poniente derecho, hasta pocos
dias ántes que descubriese la tierra que tornó una cuarta de viento á
la mano izquierda del Austro, que se dice cuarta del Sudoeste, como
abajo parecerá; anduvo aquella noche, hasta domingo de mañana, 36
millas, que son 9 leguas, á 4 millas por cada legua contando. Domingo,
9 dias de Setiembre, navegó, hasta que se puso el sol, 60 millas, que
son 15 leguas, y en la noche, anduvo á 10 millas por hora y en doce
horas fueron 120 millas que montan 30 leguas; aquí gobernaban los
marineros mal porque iban una cuarta á la banda del Norueste, por lo
cual riñó mucho Cristóbal Colon con ellos. Lunes, 10 dias de Setiembre,
con su noche anduvo 60 leguas á 10 millas por hora, que son dos leguas
y media, pero no contó sino 48 leguas en la cuenta pública que habia
de mostrar á los marineros. Martes, 11 de Setiembre, navegó su vía del
gueste, y anduvo 20 leguas y más, pero no contó sino 16 por la causa
dicha; y éste dia víeron un gran trozo de mastel de nao de 120 toneles
y no lo pudieron tomar; y en la noche anduvo cerca de otras 20 leguas,
y contó para la cuenta pública 16. Miércoles, 12 de Setiembre, por su
mismo camino anduvo, entre dia y noche, 33 leguas, contando para la
cuenta pública algunas ménos. Jueves, 13 de Setiembre, anduvo, entre
dia y noche, otras 33 leguas; éranles las corrientes contrarias. En
este dia, al principio de la noche, las agujas noruesteaban, esto es
decir que no estaba la flor de lis que señala el Norte derecha hacia
él, sino que se acostaba á la mano izquierda del Norte, y á la mañana
nordesteaban, que es decir, que se acostaba la flor de lis á la mano
derecha del Norte, hácia donde sale el sol. Viernes, 14 de Setiembre,
navegó su camino siempre al gueste, anduvo entre dia y noche 20 leguas,
contó ménos algunas para la cuenta pública; hoy dijeron los marineros
de la carabela _Niña_, donde iba Vicente Yañez, que habian visto un
garpao y un rabo de junco, que son aves que no se apartan de tierra,
segun dicen, sino hasta 15 ó 20 leguas, pero creo que no se tenia
aun desto mucha experiencia. Sábado, 15 de Setiembre, anduvo entre
dia y noche 27 leguas y algo más; vieron esta noche caer del cielo
un maravilloso ramo de fuego 4 ó 5 leguas dellos y todas estas cosas
alborotaban y entristecian la gente, y comenzaban á estimar que eran
señales de no haber emprendido buen camino. Domingo, 16 de Setiembre,
anduvo 38 leguas, contó algunas ménos, tuvo aquel dia algunos nublados
y lloviznó. Dice aquí Cristóbal Colon, que hoy, y siempre de allí
adelante, hallaron aires temperatísimos, que era, segun dice, placer
grande el gusto y amenidad de las mañanas que no faltaba sino oir
ruiseñores, y era el tiempo como por Abril en el Andalucía; tenia,
cierto, razon, porque es cosa maravillosa la suavidad que sentimos
desde medio golfo para estas Indias, y cuanto más se acercan los navíos
á estas tierras, tanto mayor sienten la templanza y suavidad de los
aires y claridad de los cielos, y amenidad y olores que salen de las
arboledas y florestas dellas, mucho más, cierto, que por Abril en el
Andalucía. Aquí comenzaron á ver muchas manadas ó balsas estendidas de
hierba verde, aunque mas tiran á color amarilla, y, porque ya se les
iba haciendo el camino luengo y léjos la guarida, y habian comenzado
á murmurar del viaje y de quien en él los habia puesto, viendo estas
balsas de hierba muy léjos y que eran muy grandes, comenzaron á temer
no fuesen peñas ó tierras anegadas, por lo cual se movieron á mayor
impaciencia y á más recia murmuracion contra Cristóbal Colon, que los
guiaba; pero visto que pasaban los navíos por ellas, perdieron por
entónces, aunque no del todo, el temor. Juzgaron por esto todos que
debia estar cerca de allí alguna isla; Cristóbal Colon afirma que
isla podia ser, pero no tierra firme, porque la tierra firme hacia él
muy adelante, y no estaba engañado. Por aquí parece que los navíos
de Cáliz, que arriba en el cap. 9.º digimos, de que hace Aristóteles
mencion en el libro _De admirandis in natura auditis_, antiguamente
arrebatados con tormenta, haber llegado á ciertas regiones en la
mar, donde hallaron grandes balsas de ovas y hierbas, son estas y
que llegaron hasta aquí. Lúnes, 17 de Setiembre, navegó su camino al
gueste y andarian dia y noche 50 leguas y más, asentó ménos algunas
dellas; ayudábales la corriente, vieron mucha hierba y muy á menudo,
y era hierba que juzgaban ser de peñas, la cual venia de hácia el
Poniente; estimaban todos que debia estar cerca tierra, por lo cual
cobraban algun esfuerzo y aflojaban en el murmurar. Habian andado
hasta allí 370 leguas, las cuales estaban de la isla del Hierro, que
es la más occidental de las islas de Canaria. En este lúnes marearon
los pilotos el Norte, y hallaron que las agujas noruesteaban una gran
cuarta; temieron todos los marineros mucho, y paráronse todos muy
tristes, y tornaron á murmurar entre dientes sin declararlo del todo á
Cristóbal Colon, viendo cosa tan nueva y que nunca hobieran visto ni
jamás experimentado, y por ende temian si estaban en otro mundo; pero
cognosciéndolo Cristóbal Colon, mandó que tornasen á marear el Norte
en amaneciendo, y hallaron que estaban buenas las agujas. La causa
que Cristóbal Colon asignó desta diferencia, fué que la estrella que
acá nos parece que es el Norte, hace movimiento, pero no lo hacen las
agujas. En amaneciendo, aquel lúnes, vieron muchas hierbas de rios, en
las cuales hallaron un cangrejo vivo, el cual guardó Cristóbal Colon, y
dijo que aquellas eran ciertas señales de haber por allí tierra, porque
no se suelen hallar 80 leguas de tierra. El agua de la mar hallaban
ménos salada despues que dejaron atras las islas de Canaria, y, cada
dia, segun decian, más hermosa; decia que era esto gran señal de ser
los aires más puros y dulces. Vieron tambien muchas toninas, y estas
son las que vieron los navíos de Cáliz, de que habló Aristóteles, que
mataron muchos y llamólos atunes.
Iban toda la gente muy alegres, y los navíos el que más podia correr
más corria, por ver primero tierra. Lo uno, porque es natural los
hombres querer ser cada uno el primero y llevar al otro ventaja,
aunque sea á su padre, aún en las cosas chicas y de poca importancia,
como parece en el juego del ajedrez y en los otros, cuanto más en
las señaladas y grandes. Lo otro, porque la Reina, por suplicacion
de Cristóbal Colon habia mandado y hizo merced de 10.000 maravedís
de juro, de por vida, al primero que viese la primera tierra. Dijo
aquí Cristóbal Colon, que porque aquellas señales eran del Poniente,
esperaba en aquel alto Dios, en cuya mano estaban todas las victorias,
que muy presto le daria tierra. Vido aquella mañana una ave blanca con
la cola luenga, que se llama rabo de junco, que no suele, diz, que
dormir en la mar. Mártes, 18 de Setiembre, navegó aqueste dia con su
noche más de 55 leguas, puso en la cuenta pública 48; llevaba todos
estos dias el mar bonanza, como en el rio de Sevilla. Martin Alonso
que iba por Capitan de la _Pinta_, que era muy gran velera, dijo al
capitan Cristóbal Colon desde ella, que habia visto gran multitud de
aves ir hácia el Poniente, y que aquella noche se queria adelantar,
porque esperaba que descubriria tierra, y certificósele más por una
gran cerrazon y escuridad de nublado espeso á la parte del Norte, la
cual suele muchas veces estar sobre la tierra, y parece della 10 y 15 y
20 leguas. Desto no curó Cristóbal Colon, porque le parecia que aún no
era tiempo, ó no estaba en el paraje donde él esperaba ver la tierra.
El miércoles, 19 de Setiembre, tuvo alguna calma, y con todo, entre dia
y noche anduvo 25 leguas; puso en la cuenta pública 22, y á las diez
horas deste dia, vino á la nao _Capitana_ un alcatraz, y á la tarde
vieron otro, que no suelen apartarse de tierra 20 leguas; vinieron
unos lluveznitos de agua sin viento, que es cierta señal de tierra.
No quiso detenerse barloventeando, para recognoscer si habia tierra,
de lo cual no dudaba sino que iba entre y en medio de algunas islas,
como en la verdad hay muchas, porque su intincion llevaba enderezada
de navegar más al Poniente, diciendo que allí habia de hallar las
Indias, y porque le ayudaba el tiempo que era bueno, y porque decia
que, placiendo á Dios, á la vuelta todo se veria. Aquí descubrieron los
pilotos sus puntos de sus cartas; el de la carabela _Niña_ se hallaba
de Canaria 440 leguas, el de la _Pinta_ 420, el de la nao _Capitana_,
donde iba Cristóbal Colon, justas 400. Él pasaba y cumplia con todos,
tratando siempre del menor número, porque no desmayasen, lo cual cuanto
más vian que estaban léjos de España, mayor angustia y turbacion los
comprendia, y cada hora crecian en murmurar, y más miraban en cada cosa
de las señales que vian, aunque las que habian visto, de aquellas aves,
luego les daban esperanza; pero como nunca la tierra parecia, no creian
ya cosa, que habian estimado que aquellas señales, pues faltaban, que
iban por otro nuevo mundo de donde jamás no volverian. El jueves, 20
de Setiembre, se mudaron algo los vientos, y anduvo algo fuera de su
camino una cuarta y aún media partida, que son dos vientos, y andarian
hasta 7 ú 8 leguas por ser calmarias. Vinieron este dia dos alcatraces
á la nao _Capitana_, y despues otro; tomaron un pájaro con la mano
que era como garjas, que es ave de rio y no de la mar; tenia los piés
como gaviota. Vinieron tambien en amaneciendo, dos ó tres pajaritos
cantando, y ántes que el sol saliese desaparecieron, despues vino otro
alcatraz, y venia del gueste y iba al Sueste; era señal certísima que
dejaban al Nordeste la tierra, porque estas aves duermen en tierra,
y por la mañana vánse á la mar á buscar su vida, y no se alejan 20
leguas. Estas aves pusieron algun consuelo en los navíos. Viernes, 21
de Setiembre, fué lo más calma, navegaria, dello á la vía, dello fuera
della, 13 leguas. Hallaron grandísima cantidad de hierba, que parecia
que la mar era llena della. Esta hierba, veces los alegraba, creyendo
que verian presto tierra, veces los hacia casi desesperar, temiendo dar
por ella en alguna peña, y algunas volvian los que gobernaban el navío,
por no entrar por ella, con temor de lo que agora dije, porque tan
espesa era que parecia retardar algo los navíos. Vieron una ballena,
que tambien no es chica señal de no estar léjos de tierra; la mar era
muy llana como en un rio, y los aires suavisísimos.


CAPÍTULO XXXVII.
En el cual se tracta como es ley universal que Dios tiene en su
mundo, que las cosas grandes, mayormente las de la fe, tengan muchos
contrarios y dificultades, y de la razon desto.--Como la gente
desmayaba de ver tan largo viaje sin ver tierra, murmuraban y echaban
maldiciones á Cristóbal Colon, diciéndole en la cara injurias porque
se tornase, amenazándole que le habian de echar á la mar, y tomaban
más recias ocasiones cuanto mejor tiempo llevaban.--Como Cristóbal
Colon los consolaba y cumplia con ellos con buenas palabras, y gran
modestia y paciencia.--Como Dios le favorecia, vieron algunas aves en
señal de estar cerca de tierra.--De los corrillos y pláticas que entre
sí tenian contra él.--Como él lo disimulaba, y de las razones que les
decia para que perseverasen, y de la esperanza que les daba.

Las cosas grandes y de que Dios tiene mucha estima, como son las que
han de resultar en honra y gloria suya y en provecho universal de
su Iglesia, y finalmente para bien y conclusion del número de sus
predestinados, apénas se alcanzan, como en algun capítulo de los de
arriba digimos, sino con innumerables dificultades, contradicciones,
trabajos y peligros, ordenándolo así el divino saber y poder, porque
esta es una de las leyes inviolables que tiene puestas en su mundo en
todas las cosas que de su jaez y naturaleza son buenas, puesto que sean
temporales, y mucho más en las que dirigen los hombres á la verdadera
vida y bondad eternal, queriendo que á la grande fiesta preceda grande
vigilia. Esto parece, por lo que el Hijo de Dios por su boca divina
manifestó por Sant Lúcas, capítulo postrero: «Necesario fué Cristo
padecer, y ansí, por pasion, entrar en su propia gloria;» pues, ¿qué
habremos de padecer nosotros para entrar en la ajena? Y los Apóstoles
dijeron, _Actuum_ 14: «Por muchas tribulaciones nos es necesario entrar
en el reino de Dios.» Por consiguiente, permite al enemigo de la humana
naturaleza, que, haciendo su oficio, los contradiga, ó para que más
resplandezcan y se alaben sus maravillas, en que tan maravillosamente
suele, cuando más parecen los negocios perdidos, favorecer á que se
efectuen, por más que el adversario trabaje impedirlos, ó para que la
flaqueza y presumpcion humana se cognosca y entre sí, consigo misma,
cognosciéndose, sea reprimida, teniendo experiencia muy clara, no una
sino muchas veces, de sí por sí no poder nada si por la válida mano del
Omnipotente no es socorrida, y tambien porque por la paciencia en los
desconsuelos y aflicciones, y dilacion de conseguir lo deseado, crezca
el merecimiento de sus escogidos, y no ménos porque los dones señalados
de tan sumo dador, cuanto más deseados y cuanto más dificultados, y
cuanto en mayores aflicciones habidos sean, como digno es, de todos á
cuya noticia vinieren, mucho más estimados y tenidos. Por estas razones
aparejó Dios á Cristóbal Colon incomparables angustias y tentaciones
con que le quiso probar, no de la mar ni de los vientos (aunque para
despues esto tambien le reservó), sino de hombres compañeros que le
debieron de ayudar, las cuales suelan ser más que otras intolerables.
Ansí que viendo la gente de los navíos, no experta de tan prolija
navegacion, ántes acostumbrada de ver cada dia, ó cuasi cada dia,
tierras, porque, como arriba tambien se tocó, el mayor golfo de mar
que en aquellos tiempos por nuestra gente se navegaba, era, ó el de
las Canarias, ó el de las islas de los Azores, ó el de la isla de
la Madera, ó las de cabo Verde, de las cuales el mayor no sube de
200 leguas ó pocas más sin ver tierra; sobre las muchas cosas de
que tomaban ocasion de desmayar, y por consiguiente de murmurar por
ser el viaje tan largo y el remedio y consuelo tan incierto, fué
la prosperidad que Dios les daba en darles tan buenos y favorables
vientos, que siempre iban con ellos allá, y la mar tan llana, que más
parecia laguna de agua muerta que mar, á lo cual no poco ayudaba no la
hallar tan salobre como la que dejaban atras. Por manera, que inferian
que, pues siempre llevaban un viento, porque por la mayor parte de
todo el año corren brisas, que son vientos boreales como Nordeste y
sus colaterales por aquesta mar, y la mar tan mansa, que debian de
estar en otro mundo y regiones diversas de las del mundo de allá, y
que no ternian viento con que se tornar. Y así, todo lo uno y lo otro
juntado, y todo cuanto vian y les acaecia, echándolo siempre á la peor
parte y á mal, por lo cual las murmuraciones y maldiciones que ántes
consigo mesmos decian y echaban á su general Capitan y á quien le habia
enviado, comenzáronlas á manifestar, y desvergonzadamente decirle en
la cara que los habia engañado y los llevaba perdidos á matar, y que
juraban á tal y á cual, que sino se tornaba que lo habian primero á él
de echar en la mar. Cuando se llegaban los otros navíos á hablar con
él, oía hartas palabras que no ménos le traspasaban el ánima que las de
los que junto á sus oidos se le desmandaban. Cristóbal Colon, viéndose
cercado de tantas amarguras, que le angustiaban el corazon más, por
ventura, que si se viera dentro de las olas de la mar, extranjero y
entre gente mal domada, suelta de palabra, y de obras más que otra
insolentísima, como es por la mayor parte la que profesa el arte de
marear, con muy dulces y amorosas palabras, gracioso y alegre rostro,
como él lo tenia, y de autoridad, disimulando con gran paciencia y
prudencia sus temerarios desacatos, los esforzaba, y animaba, y rogaba
que mirasen lo que hasta allí habian trabajado, que era lo más, y que
por lo ménos que les restaba no quisiesen perder lo pasado, y que las
cosas grandes no se habian de alcanzar sino con grandes trabajos y
dificultad; cuanto ganaron los que sufrieron, cuanto vituperio seria
de la animosidad de los españoles volverse, sin haber visto lo que
deseaban, vacíos, y que él esperaba en Dios que más presto de lo que
estimaban los habia á todos de alegrar y consolar, y cognoscerian
como á los Reyes que lo enviaban y á ellos que con él venian habia
dicho verdad. Con estas y otras palabras cumplia lo que de su parte
podia, puesto que á ellos poco los aplacase, ántes se encendian como
gente desordenada y cuasi desesperada; y porque Dios queria confundir
la inconstancia dellos y favorecer la humildad de Cristóbal Colon, y
andaba cerca de manifestar su verdad, el sábado, 22 de Setiembre,
tuvieron vientos contrarios, ventavales, anduvieron á una parte y á
otra fuera del camino derecho 30 leguas, y el domingo, 23 de Setiembre,
se levantó mucho la mar, tanto que los que temian por hacer siempre
brisas y vientos hácia estas partes, y, por ser llana y mansa la mar,
no pensaban poder volver á España, temblaban ya con tanto viento
contrario y con la braveza de la mar. Dice aquí el Almirante, que le
fué muy necesaria esta contrariedad de vientos y que la mar se alterase
mucho, por que la gente perdiese su errada opinion de que les habia
de faltar mar y vientos para tornarse, y ansí fué causa esto de algo
asosegarse ó no tanto desesperar, puesto que aún no les faltaba que
oponer cuanto al viento, diciendo que aquel viento no era durable,
hasta que el domingo siguiente, que ya dije, no tuvieron que responder
cuando vieron la mar tan alterada. Por lo cual, dice aquí Cristóbal
Colon, que hacia Dios con él y con ellos, como hizo con Moisen y los
judios cuando los sacó de Egipto, mostrando señales para confusion
dellos y para el favor y ayuda dél. Vieron aqueste domingo una tórtola
sobre la nao, y á la tarde un alcatraz y un pajarito de rio y otras
aves blancas, y en las hierbas, que eran muchas, hallaban algunos
cangregitos chiquitos vivos. Andarian hoy hasta 22 leguas, aunque
no camino derecho. El lúnes siguiente, 24 de Setiembre, andarian al
derecho camino 14 leguas y media. Vino á la nao un alcatraz, y vieron
muchas aves de tierra, que son ciertas pardelas que venian de hácia
Poniente, y peces parecieron cabe los navíos, y mataron dellos algunos
con las fisgas, que son unos instrumentos de hierro como los dedos de
la mano extendidos, sino que son grandes. Cuanto Dios más les mostraba
manifiestas señales de que era imposible estar léjos de la tierra,
tanto más crecia su impaciencia é inconstancia, y más se indignaban
contra Cristóbal Colon. En todo el dia y la noche, los que estaban
You have read 1 text from Spanish literature.
Next - Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 20
  • Parts
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 01
    Total number of words is 4551
    Total number of unique words is 1654
    28.1 of words are in the 2000 most common words
    38.6 of words are in the 5000 most common words
    43.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 02
    Total number of words is 4649
    Total number of unique words is 1721
    27.2 of words are in the 2000 most common words
    37.0 of words are in the 5000 most common words
    42.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 03
    Total number of words is 4825
    Total number of unique words is 1547
    34.7 of words are in the 2000 most common words
    49.0 of words are in the 5000 most common words
    55.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 04
    Total number of words is 4952
    Total number of unique words is 1395
    39.3 of words are in the 2000 most common words
    52.8 of words are in the 5000 most common words
    57.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 05
    Total number of words is 4889
    Total number of unique words is 1360
    31.2 of words are in the 2000 most common words
    40.8 of words are in the 5000 most common words
    45.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 06
    Total number of words is 4785
    Total number of unique words is 1510
    28.3 of words are in the 2000 most common words
    37.9 of words are in the 5000 most common words
    43.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 07
    Total number of words is 5067
    Total number of unique words is 1343
    38.4 of words are in the 2000 most common words
    52.2 of words are in the 5000 most common words
    57.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 08
    Total number of words is 4862
    Total number of unique words is 1384
    34.9 of words are in the 2000 most common words
    47.5 of words are in the 5000 most common words
    52.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 09
    Total number of words is 4825
    Total number of unique words is 1320
    32.1 of words are in the 2000 most common words
    43.4 of words are in the 5000 most common words
    47.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 10
    Total number of words is 5056
    Total number of unique words is 1291
    38.5 of words are in the 2000 most common words
    52.1 of words are in the 5000 most common words
    57.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 11
    Total number of words is 5030
    Total number of unique words is 1156
    37.7 of words are in the 2000 most common words
    50.0 of words are in the 5000 most common words
    55.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 12
    Total number of words is 4825
    Total number of unique words is 1638
    31.3 of words are in the 2000 most common words
    42.8 of words are in the 5000 most common words
    49.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 13
    Total number of words is 4956
    Total number of unique words is 1330
    37.9 of words are in the 2000 most common words
    51.3 of words are in the 5000 most common words
    58.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 14
    Total number of words is 4873
    Total number of unique words is 1449
    36.7 of words are in the 2000 most common words
    50.9 of words are in the 5000 most common words
    56.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 15
    Total number of words is 4992
    Total number of unique words is 1420
    38.2 of words are in the 2000 most common words
    51.2 of words are in the 5000 most common words
    57.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 16
    Total number of words is 4869
    Total number of unique words is 1444
    35.2 of words are in the 2000 most common words
    49.7 of words are in the 5000 most common words
    56.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 17
    Total number of words is 4946
    Total number of unique words is 1342
    37.4 of words are in the 2000 most common words
    51.3 of words are in the 5000 most common words
    58.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 18
    Total number of words is 4937
    Total number of unique words is 1295
    38.3 of words are in the 2000 most common words
    51.5 of words are in the 5000 most common words
    57.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 19
    Total number of words is 5038
    Total number of unique words is 1274
    38.8 of words are in the 2000 most common words
    51.2 of words are in the 5000 most common words
    57.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 20
    Total number of words is 4927
    Total number of unique words is 1238
    39.3 of words are in the 2000 most common words
    53.4 of words are in the 5000 most common words
    60.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 21
    Total number of words is 4938
    Total number of unique words is 1418
    36.8 of words are in the 2000 most common words
    51.9 of words are in the 5000 most common words
    58.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 22
    Total number of words is 5142
    Total number of unique words is 1243
    37.3 of words are in the 2000 most common words
    50.8 of words are in the 5000 most common words
    57.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 23
    Total number of words is 5096
    Total number of unique words is 1250
    38.6 of words are in the 2000 most common words
    51.6 of words are in the 5000 most common words
    58.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 24
    Total number of words is 5061
    Total number of unique words is 1356
    37.8 of words are in the 2000 most common words
    52.9 of words are in the 5000 most common words
    59.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 25
    Total number of words is 5088
    Total number of unique words is 1217
    37.9 of words are in the 2000 most common words
    50.6 of words are in the 5000 most common words
    58.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 26
    Total number of words is 5052
    Total number of unique words is 1120
    40.7 of words are in the 2000 most common words
    53.5 of words are in the 5000 most common words
    58.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 27
    Total number of words is 5183
    Total number of unique words is 1147
    41.8 of words are in the 2000 most common words
    55.0 of words are in the 5000 most common words
    60.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 28
    Total number of words is 5087
    Total number of unique words is 1221
    39.4 of words are in the 2000 most common words
    53.3 of words are in the 5000 most common words
    60.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 29
    Total number of words is 5077
    Total number of unique words is 1361
    37.0 of words are in the 2000 most common words
    52.0 of words are in the 5000 most common words
    59.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 30
    Total number of words is 5070
    Total number of unique words is 1206
    41.4 of words are in the 2000 most common words
    55.6 of words are in the 5000 most common words
    61.5 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 31
    Total number of words is 5068
    Total number of unique words is 1242
    39.7 of words are in the 2000 most common words
    54.7 of words are in the 5000 most common words
    60.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 32
    Total number of words is 5115
    Total number of unique words is 1221
    39.9 of words are in the 2000 most common words
    53.4 of words are in the 5000 most common words
    59.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 33
    Total number of words is 4940
    Total number of unique words is 1410
    38.6 of words are in the 2000 most common words
    53.1 of words are in the 5000 most common words
    59.2 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 34
    Total number of words is 4825
    Total number of unique words is 1411
    35.9 of words are in the 2000 most common words
    49.5 of words are in the 5000 most common words
    55.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 35
    Total number of words is 4711
    Total number of unique words is 1428
    38.4 of words are in the 2000 most common words
    51.7 of words are in the 5000 most common words
    57.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 36
    Total number of words is 4420
    Total number of unique words is 1233
    34.7 of words are in the 2000 most common words
    47.7 of words are in the 5000 most common words
    53.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • Historia de las Indias (vol. 1 de 5) - 37
    Total number of words is 1179
    Total number of unique words is 493
    40.7 of words are in the 2000 most common words
    51.3 of words are in the 5000 most common words
    55.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.