El papa del mar - 01

Total number of words is 3981
Total number of unique words is 1560
30.2 of words are in the 2000 most common words
40.5 of words are in the 5000 most common words
46.1 of words are in the 8000 most common words
Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.

EL PAPA DEL MAR
OBRAS TRADUCIDAS DEL AUTOR

TERRES MAUDITES.--Traducción de G. Hérelle. París.
FLEUR DE MAI.--Traducción de G. Hérelle. París.
BOUE ET ROSEAUX.--Traducción de Maurice Bixio. París.
DANS L’OMBRE DE LA CATHÉDRALE.--Traducción de G. Hérelle. París.
TERRAS MALDITAS.--Traducción de Napoleáo Toscano. Lisboa.
A CATHEDRAL.--Traducción de Riveiro de Carvalho y Moraes Rosa.
Lisboa.
FLOR DE MAYO.--Traducción de Josy Priems. Zurich.
DIE KATHEDRALE.--Traducción de Josy Priems. Zurich.
ERDFLUCH.--Traducción de Wilhelm Thal. Berlín.
SCHILFUND SCHLAMM.--Traducción de Wilhelm Thal. Berlín.
DER EINDRINGLING.--Traducción de J. Broutá. Berlín.
DE VLOEK.--Traducción del doctor A. A. Fokker. Haarlem.
WAAR ORANJEBOOMEN BLOEIEN.--Traducción del doctor A. A. Fokker.
Amsterdam.
CHALUPA.--Traducción de A. Pikhart. Praga.
MARNÁ CHLOUBA.--Traducción de A. Pikhart. Praga.
AH, IL PANE!...--Traducción de F. Gelormini. Palermo.
HVAD EN MAND HAR AT GOVE.--Traducción de Johanne Allen. Copenhague.
VINNYI SKLAD.--Traducción de M. Watson. Petersburgo.
BODEGA.--Traducción de K. G. Petersburgo.
GELEZNODOROGNOY ZAIAZ.--Traducción de M. Watson. Petersburgo.
NALOGUIZA OBNAGNENAIA.--Traducción de M. Watson. Petersburgo.
PROKLIATAC POLE.--Traducción de M. Watson. Petersburgo.
SOBOR.--Traducción de M. Watson. Petersburgo.
DUOYÑOY VISTREL.--Traducción de M. Watson. Petersburgo.
LA HORDE.--Traducción de G. Hérelle. París.
ARÈNES SANGLANTES.--Traducción de G. Hérelle. París.
O INTRUSO.--Traducción de Riveiro de Carvalho. Lisboa.
MISERAVEIS.--Traducción de Vasco Valdéz. Lisboa.
L’INTRUS.--Traducción de Renée Lafont. París.
A ADEGA.--Traducción de E. Sousa Costa. Lisboa-Río Janeiro.
A CORTEZAN DE SAGUNTO.--Traducción de Riveiro de Carvalho y Moraes
Rosa. Lisboa.
LES MORTS COMMANDENT.--Traducción de B. Delaunay. París.
SUR LES ORANGERS.--Traducción de G. Menetrier. París.
THE BLOOD OF THE ARENA.--Traducción de F. Douglas. Chicago.
SONNICA.--Traducción de F. Douglas. Edición de Nueva York y edición
de Londres.
THE SHADOW OF THE CATHEDRAL.--Traducción de W. A. Gillespie.
Londres.
BLOOD AND SAND.--Traducción de W. A. Gillespie. Londres.
OBRAS COMPLETAS DE BLASCO IBÁÑEZ (en ruso). Edición en 16 vol., con
un retrato del autor.--Traducción de Taitiana Herzenstein y otros.
Moscou.
SANGUE E ARENA.--Traducción de Ida Mango. Nápoles.
ORIENTE.--Traducción de Ferreira Martins. Lisboa.
BLOED EN ZAND.--Traducción de Van Raalte. Amsterdam.
DIE HETARE VON SAGUNT.--Traducción de W. Leydhecker. Berlín.
LES QUATRE CAVALIERS DE L’APOCALYPSE.--Trad. de G. Hérelle. París.
THE MATADOR.--Edición inglesa Nelson. Londres.
WIJN EN LIEFDE.--Traducción de Van Raalte. Amsterdam.
I QUATTRO CAVALIERI DELL’APOCALIPSE.--Trad. de Ida Mango. Milán.
THE FOUR HORSEMEN OF THE APOCALYPSE.--Traducción de Charlotte
Brewster Jordan (384 edic.). Edición de Nueva York y edición de
Londres.
THE CABIN.--Traducción del doctor Francis Haffkine-Snow. Nueva
York.
LUNA BENAMOR.--Traducción del doctor Isaac Goldberg. Boston.
THE DEAD COMMAND.--Traducción de F. Douglas. Nueva York.
BLOOD AND SAND.--Introduction by Dr. I. Goldberg. Edición de Nueva
York y edición de Londres.
THE SHADOW OF THE CATHEDRAL.--Introduction by William Dean Howells.
Edición de Nueva York y edición de Londres.
THE FRUIT OF THE VINE (_La bodega_).--Traducción del Dr. Isaac
Goldberg. Edición de Nueva York y edición de Londres.
OUR SEA (_Mare nostrum_).--Traducción de C. Brewster Jordan.
Edición de Nueva York y edición de Londres.
DE VIER RUITERS UIT DE APOCALYPSIS.--Traducción de Van Raalte.
Gravenhage (Holanda).
WOMAN TRIUMPHANT.--Traducción de Hayward Keniston. Nueva York.
LA RÉVOLUTION MEXICAINE.--Traducción de Louis Fonges. París.
THE ENEMIES OF WOMEN.--Traducción de Arthur Livingston. Edición de
Nueva York y edición de Londres.
MEXICO IN REVOLUTION.--Traducción de J. Padin y Arthur Livingston.
Nueva York.
MARE NOSTRUM.--Traducción de Gilberto Beccari. Florencia.
FRA GLI ARANCI.--Traducción Vitagliano. Milán.
DE DOWLER BEVELER.--Traducción de Van Raalte. Amsterdam.
LA TRAGEDIE SUR LE LAC.--Traducción de Renée Lafont. París.
THE MAYFLOWER.--Traducción de A. Livingston. Edición de Nueva York
y edición de Londres.
LES ENNEMIS DE LA FEMME.--Traducción de A. de Bengoechea. París.
THE TORRENT (_Entre naranjos_).--Traducción de I. Golberg y Artur
Livingston. Edición de Nueva York y edición de Londres.
FIOR DI MAGGIO.--Traducción de Gilberto Beccari. Milán.
PALUDE TRÁGICA.--Traducción de Gilberto Beccari. Milán.
CONTES ESPAGNOLS D’AMOUR ET DE MORT.--Traducción de F. Menetrier.
París.
VASS OCH DY.--Traducción de E. Staaff. Estocolmo.
DEN UBUDNE.--Traducción de Johanne Allen. Copenhague.
FYREFAEGTEREN.--Traducción de Johanne Allen. Copenhague.
DEN GAMLE ROENNE.--Traducción de Johanne Allen. Copenhague.
OS INIMIGOS DA MULHER.--Traducción de Ferreira Martins. Lisboa.
LUNA BENAMOR.--Traducción de Renée Lafont. París.
DIE APOKALYPTISCHEN REITER.--Traducción de E. Koert. Berlín.
VÉRZÖ ARÉNA.--Traducción de Toth Andras. Budapest.
MÁJUS VIRÁGA.--Traducción de Berki Miklos y Gyori Karoly. Budapest.
KREV Á PÍSEK.--Traducción de María Votrubová-Haunerova. Praga.
BLOD OG SAND.--Traducción de Sophus Brekke. Prólogo de J. Bojer.
Cristianía.
APOKALYPSENS FYRA RYTTARE.--Traducción de Alberto Bonnier.
Estocolmo.
CAPÍTULOS ESCOGIDOS DE V. BLASCO IBÁÑEZ.--Coleccionados por E. Alec
Woolf. Editor G. Harrap. Londres.
EEN LIEFDE OP DE BALEAREN.--Traducción holandesa de P. M. Wink.
Zalt Bommel.
VISTAS SUDAMERICANAS.--Libro para los estudiantes de español, con
notas de Carolina Marcial Dorado. Ginn y C.ª, Editores. Nueva York.
PROBUZENI BUDHOVO.--Traducción de Karel Weith. Praga.
LA BATALLA DEL MARNE.--Libro para los estudiantes de español, con
notas del profesor Federico de Onis. Heath y C.ª, Editores. Nueva
York.
GENSKI RAY (_El paraíso de las mujeres_).--Traducción rusa de
Tatiana Herzenstein. La Editorial Rusa. Berlín.
A NOGYULOLOK.--Traducción de Toth Andras. Budapest.
LA FEMME NUE DE GOYA.--Traducción de A. de Bengoechea. París.
LA CITÉ DES FUTAILLES.--Traducción de Renée Lafont. París.
THE TEMPTRESS.--Traducción de A. Livingston. Nueva York.
KATEDRÁLA.--Traducción de Karel Weith. Praga.
CTYRI PRÍSERNÍ JEZDCI Z APOKALYPSY.--Traducción checoeslovaca de
Karel Vit. Ilustraciones de K. Relink. Praga.
BLOD OCH SAND.--Traducción de Bruno Lindblom. Estocolmo.
FÖRBANNAD JORD.--Traducción de Adolf Hillman. Estocolmo.
LA TENTATRICE.--Traducción de Jean Carayón. París.
MARE NOSTRUM.--Traducción de Karel Weith. Praga.
I MORTI COMANDANO.--Traducción de Gilberto Beccari y Giulio de
Medici. Florencia.
LA TENTATRICE.--Traducción de Sante Bargellini. Turin.
IN THE LAND OF ART.--Traducción de Francés Douglas. Nueva York.
ARENES SANGLANTES.--Traducción francesa de G. Hérelle. Edición
Nelson. Edimburgo (Escocia).
KVET CERNE REKY.--Traducción de Karel Weith. Praga.
MOKUCHI NO SHIKISHI.--Traducción japonesa de Kanzo Miura. Tokio.
CUI TO TSUNA.--Traducción japonesa de Atsuchi Sudzuki. Tokio.
GO-GATSU NO HANA.--Traducción japonesa de Soichi Okabé. Tokio.
GO-GATSU NO HANA.--Traducción japonesa de Katsuo Urazawa. Tokio.
SHIOKI NI NARU ONNA.--Traducción japonesa de Hirosada Nagata.
Tokio.
RAKUCHITSU.--Traducción japonesa de Shiduo Kasai. Tokio.
SEPPUN.--Traducción japonesa de Shiduo Kasai. Tokio.
HIKIGAERU.--Traducción japonesa de Shiduo Kasai. Tokio.
IBAÑEZ KESSAKUSHIU.--Traducción japonesa de la señora Nakagawa.
Tokio.
RODNOE MORE.--Traducción de M. Watson. Leningrado.
ZEMLIA DISEA.--Traducción de M. Watson. Moscou.
KOROLAWA CALAFIA.--Traducción de M. B. Batcoh. Leningrado.
NEPRATELEZEN.--Traducción de Karel Weith. Praga.
A MULHER NÚA.--Traducción de Agostinho Fortes. Lisboa.


OBRAS DEL AUTOR
CON EL NÚMERO DE EJEMPLARES IMPRESOS EN ESPAÑA[A] DE CADA UNA DE ELLAS,
HASTA JULIO DE 1927

CUENTOS VALENCIANOS 60.000 ejemps.
LA CONDENADA (cuentos) 64.000 id.
EN EL PAÍS DEL ARTE (viajes) 76.000 id.
ARROZ Y TARTANA (novela) 68.000 id.
FLOR DE MAYO (novela) 80.000 id.
LA BARRACA (novela) 112.000 id.
SÓNNICA LA CORTESANA (novela) 64.000 id.
ENTRE NARANJOS (novela) 88.000 id.
CAÑAS Y BARRO (novela) 64.000 id.
LA CATEDRAL (novela) 84.000 id.
EL INTRUSO (novela) 68.000 id.
LA BODEGA (novela) 60.000 id.
LA HORDA (novela) 52.000 id.
LA MAJA DESNUDA (novela) 60.000 id.
ORIENTE (viajes) 52.000 id.
SANGRE Y ARENA (novela) 136.000 id.
LOS MUERTOS MANDAN (novela) 56.000 id.
LUNA BENAMOR (novelas) 48.000 id
LOS ARGONAUTAS (novela).--2 tomos 48.000 id.
LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS 164.000 id.
MARE NOSTRUM (novela) 104.000 id.
LOS ENEMIGOS DE LA MUJER (novela) 100.000 id.
EL MILITARISMO MEJICANO (artículos) 40.000 id.
EL PRÉSTAMO DE LA DIFUNTA (novelas) 44.000 id.
EL PARAÍSO DE LAS MUJERES (novela) 48.000 id.
LA TIERRA DE TODOS (novela) 66.000 id.
LA REINA CALAFIA (novela) 60.000 id.
NOVELAS DE LA COSTA AZUL 20.000 id.
LA VUELTA AL MUNDO, DE UN NOVELISTA.--3 t. 80.000 id.
EL PAPA DEL MAR (novela) 60.000 id.
Á LOS PIES DE VENUS (Los Borgia) (novela) 40.000 id.
EN PRENSA: NOVELAS DE AMOR Y DE MUERTE.

PRÓXIMAS Á PUBLICARSE
EN BUSCA DEL GRAN KAN (Cristóbal Colón).
EL CABALLERO DE LA VIRGEN.
EL ORO Y LA MUERTE (Vasco Núñez de Balboa).
LA JUVENTUD DEL MUNDO.
[A] En muchas repúblicas de la América de habla española se han
publicado numerosas ediciones de estas obras sin permiso del autor.


VICENTE BLASCO IBÁÑEZ

EL PAPA
DEL MAR
(NOVELA)
42.000 EJEMPLARES
PROMETEO
Germanías, 33.--VALENCIA
(Published in Spain)


ES PROPIEDAD.--Reservados todos
los derechos de reproducción, traducción
y adaptación.
Copyright 1925, by V. Blasco Ibáñez.


EL PAPA DEL MAR


PARTE PRIMERA
LA CIUDAD DE LAS TRES LLAVES


I
El caballero Tannhäuser

Ella dudó un instante, mientras exploraba mentalmente su pasado. Luego
se apresuró á decir sonriendo, como si le regocijasen sus propias
palabras:
--Le reconozco. Usted es el caballero Tannhäuser, que tuvo amores con
Venus.
Esto fué en el «Select Hotel» de Aviñón, á las ocho de la noche. Claudio
Borja, que la había observado de lejos durante la comida, abandonó su
mesa para apostarse junto al _hall_, y al verla llegar preguntó en
español:
--¿No es usted la señora de Pineda?... Tuve el honor de que me
presentasen en Madrid... Tal vez no se acuerda usted.
Pero ella no le había olvidado, y después de reir unos instantes pareció
pedirle perdón con sus ojos por esta alegría espontánea.
Los dos evocaron en su memoria cómo se habían visto por primera vez.
Fué luego de una comida en casa del señor Bustamante, senador español,
que explotaba por vanidad personal las relaciones entre los pueblos
hispanoamericanos. Los comensales habían hablado en el salón de sus
personajes predilectos en la literatura y en la historia. Cada uno iba
manifestando qué héroe hubiese querido ser.
Estela, la hija del dueño de la casa, joven de ademanes encogidos y voz
tímida, sentía no haber sido la Ofelia de Shakespeare; su padre, el
solemne don Arístides, dudaba entre Licurgo y el cardenal Jiménez de
Cisneros; un viejo general optaba por Julio César.
Todos desearon conocer el personaje predilecto de la hermosa Rosaura
Salcedo, viuda de Pineda, rica dama argentina, en cuyo honor daba
Bustamante su banquete; pero esta señora, de paso en Madrid, que residía
gran parte del año en París ó viajaba por el resto de Europa, se negó
modestamente á revelar su heroína. No tenía ninguna. Estaba contenta de
ser lo que era. Y casi todas las señoras presentes, exuberantes en
deseos no cumplidos y envidias no satisfechas, rencorosas contra la
mediocridad de su situación, la miraron fijamente, notándose en su
sonrisa algo turbio y verdoso, semejante al color de la bilis. La
aprobaban con amargura. «¡Qué más podía desear! ¡Qué no había recibido
de la suerte!» Su riqueza resultaba enorme: una riqueza americana, de
millones y millones. Además era libre, podía cumplir todos sus gustos, y
su belleza se renovaba incesantemente, como una primavera sin término,
gracias al lujo y á una higiene costosa.
Después de ella le llegó el turno á Claudio Borja, que el señor
Bustamente consideraba como de su propia familia, por ser huérfano de un
compañero de su juventud. Muchos creían á este joven sin ocupación
determinada, pero poseedor de una apreciable fortuna, el futuro esposo
de Estela Bustamante.
Claudio Borja, cual si desafiase con sus palabras á la respetable
concurrencia, afirmó enérgicamente que lamentaba no haber sido el
caballero Tannhäuser.
Algunos, para alardear de sus lecturas, se apresuraron á reconocer muy
acertado tal deseo. Tannhäuser era un poeta errante, un caballero
cantor, y Borja hacía versos.
--No--dijo el joven--; si lo envidio, es porque tuvo amores con Venus.
Un silencio de asombro y de incomprensión al mismo tiempo. Al fin
acabaron por reir, reconociendo que Borja tenía «cosas raras», como
todos los que escriben para el público.
--Es natural que no le haya olvidado--siguió diciendo la hermosa
argentina, mientras avanzaban juntos hacia el salón del hotel--. Un
hombre que da esa respuesta es alguien. Aquella noche no pudimos
hablarnos. ¡El señor Bustamante acapara tan afectuosamente á sus
invitados!... A los pocos días me marché de Madrid. Tal vez fué al día
siguiente. No lo sé con certeza. Para mí el pasado cuenta muy poco; sólo
pienso en el mañana. Pero le aseguro que muchas veces me he acordado de
usted. Siempre que oigo música de Wágner surge en mi memoria la cara de
un joven que vi una sola vez en mi vida, y me pregunto: «¿Qué habrá sido
del Tannhäuser de Madrid? ¿Se habrá unido con Ofelia, cansado de esperar
la llegada de Venus?»
Y la hermosa dama volvió á reir mirando á su acompañante. Sintióse
molestado éste por la risueña é irónica amabilidad de la señora de
Pineda; pero al mismo tiempo, la convicción de haber vivido en su
memoria cerca de dos años, como un personaje familiar, cuando se creía
totalmente olvidado, halagó su vanidad.
Cuando penetraron en el _hall_ les envolvió una atmósfera vibrante de
música y saturada de humo de tabaco rubio, con ligero perfume de opio.
Sillones y divanes estaban ocupados por gentes de lengua inglesa: la
oleada diaria de viajeros que pasa veinticuatro horas en Aviñón, ve el
castillo de los Papas, la fontana de Vaucluse, cantada por Petrarca, y
continúa su descenso por la Provenza, hacia la Costa Azul.
Se detuvo Rosaura ante dos cuadritos puestos en la entrada del salón, al
nivel de la mirada de los transeuntes. Uno de ellos contenía una llave
pequeña; el otro, una carta de papel amarillento y tinta rojiza. Borja,
por ser más antiguo en el hotel, explicó á la viuda la historia de ambos
objetos.
Este edificio era un palacio del siglo XVII. Las antiguas cocheras
servían ahora de _garages_. La Revolución que anexionó á Francia, en
1792, la antigua ciudad de los Papas, lo había convertido en hospedería.
Llevaba más de un siglo de existencia como hotel, y el patio de honor,
donde frenaban ahora automóviles de todas las naciones de Europa, había
resonado durante ochenta años con el cascabeleo y las ruedas chirriantes
de diligencias y sillas de posta. La llave guardada en uno de los
pequeños cuadros era la de una habitación, en el último piso, que había
ocupado cierto capitán de artillería llamado Bonaparte, protegido por el
omnipotente Robespierre.
--Debió ser antes del sitio de Tolón, cuando vagaba desorientado, sin
saber cómo empezar su carrera. Tal vez imaginó aquí su único libro, _La
cena de Beaucaire_, especie de novela política. Beaucaire está muy
cerca.
La carta había sido escrita por el mariscal de la corte napoleónica al
dueño del hotel. El emperador recordaba con frecuencia cierto guiso de
codornices que había comido en su juventud, viviendo en Aviñón, y el
gran personaje palatino pedía la receta para que la utilizase el
cocinero de las Tullerías.
Rosaura miró la envejecida carta con el ceño fruncido y dijo gravemente:
--De seguro que á Napoleón no le gustó el plato en París. Nadie sabe
guisar tan sabrosamente como la juventud y la pobreza.
Una pequeña orquesta acompañaba las conversaciones de los huéspedes,
eternos viajeros acostumbrados á pasar la noche en el _hall_ de un
hotel, fuese cual fuese su latitud terráquea, sin sentir la curiosidad
de salir á la calle. El día se ha hecho para ver museos y monumentos
interesantes; la noche para comer, puestos de _smoking_ ó traje
escotado, y escuchar un poco de música, fumando, hojeando revistas ó
conversando con personas conocidas en un hotel semejante, al otro lado
del planeta.
La argentina y el joven español ocuparon dos sillones de cuero, bajos y
profundos. Era el momento de explicar, cada uno, por qué estaba allí.
Ella había llegado á media tarde en su automóvil. No podía recordar
cuántas noches llevaba pasadas en este hotel. Era un sitio inevitable de
descanso en sus viajes de París á la Costa Azul, donde tenía una «villa»
suntuosa, con frondosos jardines, junto al Mediterráneo.
--Todos me conocen aquí. Soy una clienta que llega varias veces por año.
Duermo y parto al día siguiente, tan de prisa, tan distraída, que ni
siquiera me había fijado en esos cuadritos que acaba usted de
enseñarme... Ahora va á ser lo mismo. Me marcharé mañana, como todos
estos ingleses ó norteamericanos, que duermen una noche en Aviñón y
levantan su vuelo al día siguiente. Mañana por la tarde estaré en mi
casa, viendo el mar á través de naranjos y palmeras. Y usted ¿qué hace
aquí?...
Borja, que llevaba dos semanas en el hotel, dudó un poco antes de
contestar, coloreándose ligeramente su rostro afilado, de morena
palidez. Al fin balbuceó, como si temiese la repetición de aquella risa
femenina, acariciante, musical, pero algo irónica:
--He venido de Madrid para hacer estudios... Preparo un libro. Me
interesa desde hace años la historia de cierto compatriota mío... un
Papa de Aviñón... don Pedro de Luna. Pero usted, señora, no debe sentir
interés por estas cosas. ¡Son tan antiguas!
Ella le miró lo mismo que cuando examinaba la carta del mariscal de la
corte napoleónica. Su voz volvió á sonar, reposada y grave:
--A mí me interesa todo lo que supone trabajo y voluntad; á mí me
interesa toda persona que tiene un ideal y procura realizarlo.
Quedaron los dos en silencio. Por un azar, cesaron al mismo tiempo las
diversas conversaciones, y en el ambiente de tabaco oloroso vibró,
agrandada por el repentino silencio, la melodía lánguida de los dos
violines, el violoncelo y el piano, entonando una romanza de amor.
Claudio creyó verse bajo una luz completamente nueva. Después de dos
semanas de soledad, la presencia de esta mujer, en la que había pensado
más de una vez, como si perteneciese á un mundo superior y misterioso,
parecía proporcionarle un nuevo sentido para examinarse á sí mismo. Una
especie de relámpago mental concentraba toda su existencia anterior,
extendiéndola en su memoria con el zigzag instantáneo y deslumbrante de
las exhalaciones eléctricas.
No era más que un visionario, predispuesto á adorar cosas absurdas
siempre que fuesen interesantes. Se creía nacido sin voluntad, é
indudablemente por esto deseaba escribir la historia de aquel don Pedro
de Luna, la voluntad más tenaz de su época y tal vez de todos los
tiempos. Vivía entre fantasmas, sintiendo muchas veces la añoranza de no
ser niño para que le siguieran contando las historias maravillosas que
embellecieron los primeros años de su existencia. No había conocido,
como la mayor parte de los humanos, el ambiente seguro de la familia, la
sonrisa protectora de los padres, semejante á la de las divinidades que
defendieron á los primeros hombres.
De su padre sabía más por don Arístides Bustamante que por él mismo. Fué
un ingeniero nacido en una pequeña ciudad del antiguo reino de Valencia,
un levantino parco en palabras, que parecía compensar su falta de
exuberancia verbal con una actividad tenaz y entusiástica para la
implantación de inventos extranjeros en su país. Una parte de su vida la
había pasado viajando por Europa y América. Importó industrias, creó un
pequeño ferrocarril, y la aparición del automóvil le hizo olvidar sus
antiguas empresas. En todas ellas buscaba el placer de la creación, el
orgullo del triunfo, más que la ganancia monetaria. Sin embargo, á su
muerte, el amigo Bustamante, notable abogado, consiguió desenmarañar sus
negocios, vendiendo, transigiendo, permutando, hasta dejar saneada para
el huérfano una fortuna de más de un millón de pesetas.
El ingeniero Borja, durante una de sus estadías en París, se sintió
interesado por cierta señorita á la que había conocido años antes en
Gibraltar, Estrella Toledo, descendiente de una antigua familia de
judíos sefarditas que mostraba cierto interés por todo lo de España.
Ocupado en negocios é invenciones, este hombre que sólo había tratado
mujeres en casos de extrema necesidad y pasajeramente, se sintió
enamorado á su modo de la señorita Toledo, tal vez porque hablaba su
mismo idioma. Carecía de preocupaciones religiosas, y por otra parte, la
joven, educada á la inglesa en Gibraltar y moldeada luego por la vida en
París, tampoco daba importancia á las diferencias de dogma y de raza.
Borja se casó con Estrella Toledo después de consultar el asunto con un
primo suyo por la línea materna, don Baltasar Figueras, con el que había
jugado de pequeño, y que ocupaba actualmente un sitial de canónigo en el
coro de la catedral de Valencia.
Este varón de costumbres metódicas y tranquilas, sin otro sensualismo
que el de la mesa, amaba su cargo porque le permitía ser archivero de la
catedral, dedicándose al ojeo y caza de datos históricos en la selva
intrincada de miles de legajos que él era el primero en abrir. Todos los
años cobraba piezas importantes, descubrimientos que luego hacía
públicos en revistas poco leídas ó en volúmenes impresos á veinticinco ó
cincuenta ejemplares cuando más.
Figueras, que aparte de las horas dedicadas á la comida y al sueño vivía
en los siglos XIV y XV, dió su aquiescencia á dicho matrimonio. Había
encontrado en sus estudios muchas judías españolas casadas con
personajes. Lo importante para él era que las gentes fuesen buenas y
creyesen en Dios. Además, según decía su primo, esta señorita Toledo no
llegaba al matrimonio completamente desnuda: tenía sus bienes y una
parentela rica, lo que no es de despreciar.
La esposa de Borja, criatura dulce, que sabía mantenerse á cierta
distancia de su marido, como las hembras sumisas del tiempo de las Doce
Tribus, se fué de la vida poco después de haber dado á luz á Claudio. El
ingeniero no supo qué hacer de su hijo único. Lo dejó en Valencia, donde
había muerto la madre; pero cuando el niño tuvo seis años le pareció
que debía sacarlo de este ambiente de provincia, de la sociedad
silenciosa de un sacerdote ocupado siempre en el examen de papeles
antiguos y de sus amas de gobierno, piadosas mujeres que únicamente le
enseñaban oraciones y milagros de santos. Además, en París le era más
fácil verlo, por ser dicha capital el punto de intersección de sus
continuos viajes.
Claudio pasó de la calle de Caballeros, en Valencia, vía antigua de
silenciosos caserones, á un hotelito de Passy, cerca del Bosque de
Boulogne, con un pequeño jardín, que él juzgaba admirable porque tenía
una estatua blanca vestida de musgo y media docena de árboles con los
troncos igualmente forrados de verde metálico destilando humedad.
En este hotel vivía un hermano de su madre, Salomón Toledo, tenido por
todos los Toledo de los diversos puertos del Mediterráneo como el loco
de la familia. Los ricos comerciantes, que se repartían los negocios
entre ellos con una solidaridad de tribu rapaz, mostraban desprecio y
temor ante este pariente satisfecho de no ser rico y que les hablaba
altivamente, no obstante sus millones.
Se había movido la vida de Claudio Borja como un péndulo entre estos dos
parientes que sirvieron de límites opuestos al campo de su infancia y su
juventud: el canónigo de Valencia don Baltasar y su tío Salomón, el de
París. Cuando vió á éste por primera vez, aún debía ser joven. Era alto,
algo cargado de espaldas, con una cabeza de judío hermoso que hacía
recordar la de Cristo en las pinturas religiosas: la nariz
extremadamente aguileña, la tez de un moreno pálido, la barba rizosa en
doble punta, las crenchas de su cabellera brillantes, onduladas, cayendo
á ambos lados de su rostro.
El tío Salomón, vestido siempre de obscuro, lleva sobre los hombros una
ligera capa de caspa, y en su traje brillaban con leve reflejo grasiento
solapas, mangas y rodilleras. La casa ofrecía igual aspecto de abandono.
Salomón leía tanto como el canónigo de Valencia. Sus habitaciones
estaban inundadas por cataratas de libros que parecían derrumbarse de
los estantes, sobre mesas y sillas. Una israelita entrada en años,
siempre gimiente al acordarse del sol de Tánger en los días fríos de
París, era su ama de gobierno, y respetaba el sagrado revoltijo de los
libros, comunicándolo á muebles, ropas y demás objetos de la casa.
La vieja Sefora persistía aún, como imagen de firmes contornos, en la
memoria de Claudio. Era seca de cuerpo, con la inaudita delgadez de las
mujeres judías cuando se libran de la obesidad, y llevaba siempre un
You have read 1 text from Spanish literature.
Next - El papa del mar - 02
  • Parts
  • El papa del mar - 01
    Total number of words is 3981
    Total number of unique words is 1560
    30.2 of words are in the 2000 most common words
    40.5 of words are in the 5000 most common words
    46.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 02
    Total number of words is 4656
    Total number of unique words is 1809
    32.1 of words are in the 2000 most common words
    44.5 of words are in the 5000 most common words
    52.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 03
    Total number of words is 4601
    Total number of unique words is 1696
    35.2 of words are in the 2000 most common words
    48.6 of words are in the 5000 most common words
    56.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 04
    Total number of words is 4563
    Total number of unique words is 1731
    30.9 of words are in the 2000 most common words
    44.4 of words are in the 5000 most common words
    51.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 05
    Total number of words is 4553
    Total number of unique words is 1762
    29.5 of words are in the 2000 most common words
    42.5 of words are in the 5000 most common words
    50.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 06
    Total number of words is 4656
    Total number of unique words is 1747
    31.4 of words are in the 2000 most common words
    44.4 of words are in the 5000 most common words
    52.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 07
    Total number of words is 4688
    Total number of unique words is 1700
    33.3 of words are in the 2000 most common words
    47.5 of words are in the 5000 most common words
    54.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 08
    Total number of words is 4617
    Total number of unique words is 1566
    31.3 of words are in the 2000 most common words
    44.9 of words are in the 5000 most common words
    52.0 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 09
    Total number of words is 4542
    Total number of unique words is 1689
    30.6 of words are in the 2000 most common words
    44.8 of words are in the 5000 most common words
    52.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 10
    Total number of words is 4570
    Total number of unique words is 1748
    32.0 of words are in the 2000 most common words
    45.5 of words are in the 5000 most common words
    54.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 11
    Total number of words is 4548
    Total number of unique words is 1617
    31.2 of words are in the 2000 most common words
    44.8 of words are in the 5000 most common words
    52.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 12
    Total number of words is 4604
    Total number of unique words is 1696
    35.7 of words are in the 2000 most common words
    50.0 of words are in the 5000 most common words
    56.4 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 13
    Total number of words is 4541
    Total number of unique words is 1740
    33.2 of words are in the 2000 most common words
    45.9 of words are in the 5000 most common words
    52.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 14
    Total number of words is 4625
    Total number of unique words is 1701
    32.2 of words are in the 2000 most common words
    45.8 of words are in the 5000 most common words
    52.9 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 15
    Total number of words is 4550
    Total number of unique words is 1636
    30.7 of words are in the 2000 most common words
    45.2 of words are in the 5000 most common words
    52.8 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 16
    Total number of words is 4581
    Total number of unique words is 1685
    32.2 of words are in the 2000 most common words
    45.9 of words are in the 5000 most common words
    53.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 17
    Total number of words is 4587
    Total number of unique words is 1712
    33.3 of words are in the 2000 most common words
    47.3 of words are in the 5000 most common words
    53.7 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 18
    Total number of words is 4616
    Total number of unique words is 1597
    32.9 of words are in the 2000 most common words
    46.6 of words are in the 5000 most common words
    53.1 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 19
    Total number of words is 4646
    Total number of unique words is 1744
    32.5 of words are in the 2000 most common words
    46.6 of words are in the 5000 most common words
    54.3 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.
  • El papa del mar - 20
    Total number of words is 2515
    Total number of unique words is 1061
    37.4 of words are in the 2000 most common words
    50.1 of words are in the 5000 most common words
    56.6 of words are in the 8000 most common words
    Each bar represents the percentage of words per 1000 most common words.